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Mostrando entradas de agosto, 2019

HECHOS DE LOS APÓSTOLES: CAPÍTULO 57 El Apocalipsis

CAPÍTULO 57  El Apocalipsis EN LOS días de los apóstoles, los creyentes cristianos estaban llenos de celo y entusiasmo. Tan incansablemente trabajaban por su Maestro que, en un tiempo relativamente corto, a pesar de la terrible oposición, el Evangelio del reino se divulgó en todas las partes habitadas de la tierra. El celo manifestado en ese tiempo por los seguidores de Jesús fue registrado por la pluma inspirada como estímulo para los creyentes de todas las épocas. De la iglesia de Efeso, que el Señor Jesús usó como símbolo de toda la iglesia cristiana de los días apostólicos, el Testigo fiel y verdadero declara:  "Yo sé tus obras y tu trabajo y paciencia; y que tú no puedes sufrir los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado por mi nombre, y no has desfallecido." (Apoc. 2: 2, 3-)  Al principio, la iglesia de Efeso se distinguía por su sencillez y fe

Sábado 31 de agosto - Lección 10: DE QUÉ MODO VIVIR EL EVANGELIO

Lección 10: Para el 7 de septiembre de 2019 DE QUÉ MODO VIVIR EL EVANGELIO Sábado 31 de agosto LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Romanos 8:20-23; Juan 3:16, 17; Mateo 9:36; Efesios 2:8-10; 1 Juan 3:16, 17; Apocalipsis 14:6, 7. PARA MEMORIZAR: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efe. 2:8-10). Desde el momento en que hablamos de los mandatos, normas o instrucciones de Dios, corremos el riesgo de pensar que de alguna manera lo que hacemos puede contribuir a nuestra salvación o granjearnos el favor de Dios. Pero la Biblia nos dice repetidamente que somos pecadores salvados por la gracia de Dios a través de Jesús y su muerte sustituta por nosotros en la cruz. ¿Cómo podríamos adicionarle algo a esto de alguna manera? Así mismo, nuestras

El servicio en la iglesia del Nuevo Testamento - Libro complementario: 9

¿Justicia versus evangelismo? La Gran Comisión era una directiva clara para la iglesia que vemos desenvolverse a lo largo del libro de Hechos y más allá: "Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo" (Mat. 28:18-20, NVI). Pero la Gran Comisión no es principalmente una declaración de misión, ni es meramente un pensamiento tardío de Jesús en los últimos momentos antes de su ascensión. Estas palabras finales del Evangelio de Mateo, aunque también miran hacia adelante, sirvieron como un resumen del evangelio entero, un resumen de la comprensión que tenía Mateo de quién era Jesús, en qué andaba Jesús y por qué había venido. Es acerca de Jesús La Gran Comisión tie

El servicio en la iglesia del Nuevo Testamento - Sección maestros - 9

Lección 9 - MATERIAL AUXILIAR PARA EL MAESTRO El sábado enseñaré... RESEÑA   Jesús comienza la Gran Comisión ( Mat. 28:19, 20 ) con las palabras “por tanto”. Cada vez que nos encontramos con estas palabras, necesitamos ver lo que antecede para hallar la razón detrás de la declaración siguiente. En este caso, la Gran Comisión se otorga en base a la declaración de Jesús: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra” (Mat. 28:18). El mandato de Jesús de hacer discípulos, bautizar, enseñar y estar con él se basa en su autoridad. Muy a menudo consideramos que esta Gran Comisión simplemente es una orden de “ir”. No obstante, es un llamado a confiar en su poder y autoridad al reflejar su carácter y sus enseñanzas a los demás. Su llamado al ministerio incluye la compasión por los pobres y los desamparados según se revela en los evangelios. En la lección de esta semana, observamos que la iglesia neotestamentaria adoptó la compasión de Cristo por los pobres. Vimos que la iglesia

HECHOS DE LOS APÓSTOLES: Capítulo 56: PATMOS

CAPÍTULO 56  Patmos MÁS de medio siglo había pasado desde la organización de la iglesia cristiana. Durante ese tiempo se había manifestado una oposición constante al mensaje evangélico. Sus enemigos no habían cejado en sus esfuerzos, y finalmente lograron la cooperación del emperador romano en su lucha contra los cristianos.  Durante la terrible persecución que siguió, el apóstol Juan hizo mucho para confirmar y fortalecer la fe de los creyentes. Dio un testimonio que sus adversarios no pudieron contradecir, y que ayudó a sus hermanos a afrontar con valor y lealtad las pruebas que les sobrevinieron. Cuando la fe de los cristianos parecía vacilar ante la terrible oposición que debían soportar, el anciano y probado siervo de Jesús les repetía con poder y elocuencia la historia del Salvador crucificado y resucitado. Sostuvo firmemente su fe, y de sus labios brotó siempre el mismo mensaje alentador: "Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con n

Uno de estos mis hermanos más pequeños - Libro complementario: 8

Enseñanza justa "Dios bendice a los que confían totalmente en él, porque ellos forman parte de su reino. Dios bendice a los que sufren, pues él los consolará. Dios bendice a los humildes, pues ellos recibirán la tierra prometida. Dios bendice a los que desean la justicia, pues él les cumplirá el deseo. Dios bendice a los que son compasivos, pues él será compasivo con ellos. Dios bendice a los que tienen un corazón puro, pues ellos verán a Dios. Dios bendice a los que trabajan para que haya paz en el mundo, pues ellos serán llamados hijos de Dios. Dios bendice a los que son maltratados por practicar la justicia, pues ellos forman parte de su reino" (Mat. 5:3-10, Biblia para todos, en lenguaje actual). Vale la pena tomar unos momentos para leer estas palabras otra vez. Hemos hecho lo mejor posible para espiritualizar, individualizar y personalizar las bienaventuranzas. Y al hacerlo, hemos socavado y disminuido el manifiesto radical que es el corazón del sermón que Jesús