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Mostrando las entradas etiquetadas como Ezequiel

CBA LIBRO DE EZEQUIEL CAPÍTULO 48

CBA LIBRO DE EZEQUIEL CAPÍTULO 48   1.  Los nombres de las tribus. El cap. 48 describe la distribución de la tierra, y termina con la descripción del tamaño de la ciudad y de sus puertas. La distribución de la tierra (vers. 1-7) no se parece mucho a la distribución hecha por Josué (Jos. 13-19). Ni la edad ni la ascendencia materna parecen haber tenido mucho que ver con el criterio orientador. La parte central de la tierra había de ser ocupada por la "porción de Jehová" (Eze. 45: 1-7). A cada lado de esta porción estarían Judá y Benjamín, las tribus que permanecieron fieles por más tiempo que las otras diez. Las tribus de Rubén y de Simeón, los dos mayores, fueron colocadas junto a ellas. Dan fue ubicado en el extremo norte, donde una parte de la tribu había vivido antes. No parece haber ninguna razón para la ubicación de las tribus restantes. 8.  La porción que reservaréis. La "porción de Jehová", descrita ya en el cap. 45: 1-7. Con referencia al cap. 48:

CBA LIBRO DE EZEQUIEL CAPÍTULO 47

CBA LIBRO DE EZEQUIEL CAPÍTULO 47 1.  La entrada de la casa. Es decir, la puerta del templo mismo. Aguas que salían. Debería tenerse en cuenta lo que ya se ha dicho en cuanto a la interpretación de la visión del templo (ver com. cap. 40: 1). La visión era una profecía gráfica que describía un sistema religioso literal. La presentación muestra las cosas como podrían haber sido, y parece haber poco motivo para apartarse del lenguaje literal. Ezequiel no dice si las aguas nacían de un manantial milagroso o si venían de otras corrientes de agua. Su responsabilidad era simplemente la de describir lo que veía. Su intención debe haber sido razonablemente clara para los israelitas. La abundancia de agua, tal como se la representaba aquí, era el símbolo de precipitaciones adecuadas, con la consiguiente prosperidad. Estas bendiciones fueron destacadas además por la mención de árboles frutales y abundante vida en las aguas (vers. 7-12). Puesto que estas predicciones nunca se cumplier

CBA LIBRO DE EZEQUIEL CAPÍTULO 46

  CBA LIBRO DE EZEQUIEL CAPÍTULO 46 1.  La puerta del atrio interior. Se atribuía una santidad especial a la puerta del atrio interior (p. 745, H). Comparar con las reglas de la puerta oriental exterior (cap. 44: 1-3). 2.  Umbral de la puerta. Este era quizá el umbral de la parte interior u occidental del pórtico. Desde este punto, el príncipe podría mirar a los sacerdotes que preparaban el sacrificio, 762 pero no se le permitiría entrar en el atrio interior ni ayudar a ofrecer los sacrificios. 3.  A la entrada. La gente que pudiera presentarse a adorar los días sábados o de luna nueva lo haría en el atrio exterior, junto a la puerta interior. No podría entrar en el pórtico como podía hacerlo el príncipe, sino que debía quedar a la entrada. 4.  En el día de reposo. La ofrenda sabática que se le ordenaba dar al príncipe era mucho más grande que la que exigía la ley mosaica que sólo requería dos corderos de un año (Núm. 28: 9). 5.  Ofrenda. La ofrenda de cereal (ver com. Le

CBA LIBRO DE EZEQUIEL CAPÍTULO 45

 CBA LIBRO DE EZEQUIEL CAPÍTULO 45 1.  Repartáis por suerte. Este verbo se traduciría mejor "repartáis mediante asignaciones". A cada tribu se le asignó una porción definida (cap. 48: 1-29). Una porción. Heb. terumúh , "lo que se eleva", aquí con el sentido de "una ofrenda', "una contribución". Una pequeña parte de "lo consagrado de ésta tierra" había de ser ocupada por el santuario. El resto había de ser para los sacerdotes y levitas. Se describe con mayor detalle la terumah en cap. 48: 8-22. Cañas. En el hebreo no aparece esta palabra. La LXX dice "codos". Habría que determinar si se trata de "cañas" o de "codos". Si fuera lo primero, esa porción sería tan enorme que no cabría entre el Mediterráneo y el Jordán. La longitud sería de unos 80 km. La medida del codo parece más razonable y más proporcional con las heredades de las otras tribus. Diez mil. Los 10.000 codos equivalen aproximadamente a

CBA LIBRO DE EZEQUIEL CAPÍTULO 44

CBA LIBRO DE EZEQUIEL CAPÍTULO 44   1.  Me hizo volver. Es decir, desde el atrio interior (cf. cap. 43: 5). La puerta exterior del santuario. Se refiere a la puerta de entrada a todo el recinto. Ver la p. 745, B. 2.  Entró por ella. Cf. cap. 43: 4. Puesto que había sido santificada por la presencia divina, esta puerta no sería usada como una entrada común del pueblo. 3.  El príncipe. Es decir, el gobernante civil del futuro reino. Los rabinos referían este pasaje al Mesías. Pero Jesucristo no podría ser el príncipe aquí mencionado. El príncipe habría de ofrecer una ofrenda por su pecado (cap. 45: 22), tendría hijos (cap. 46: 16), y adoraría a Dios ofreciendo sacrificios (cap. 46: 2). Para comer pan. Sin duda se refiere aquí a los alimentos que se relacionaban con los sacrificios y que se comían con ciertas ofrendas (Exo. 18: 12; Lev. 7: 15; Deut. 12: 7, 18). 4.  La puerta del norte. Puesto que se dice que es la puerta que está "por delante de la 757 casa", debe s

CBA LIBRO DE EZEQUIEL CAPÍTULO 43

CBA LIBRO DE EZEQUIEL CAPÍTULO 43 1.  A la puerta. Ver com. cap. 42: 15. 2.  Venía del oriente. El profeta había visto salir esta gloria por la puerta oriental del templo anterior (cap. 10: 18-19; 11: 1, 23). Sonido de muchas aguas. Compárese con Apoc. 1: 15; 14: 2; 19: 6. 3.  Aquella visión que vi. Cf. cap. 1: 4-28; 3: 12, 23; 10: 15, 22. Las diversas revelaciones de la gloria de Dios que el profeta ha percibido han sido muy similares. Vine para destruir. Las visiones anteriores habían anunciado la destrucción de Jerusalén.   5.  Llenó la casa. Compárese esto con lo que ocurrió en los santuarios anteriores (Exo. 40: 34-35; 1 Rey 8: 10-11). 6.  Oí uno. Sin duda la voz que oyó Ezequiel era la voz de Dios. La voz provenía de adentro de la casa, mientras que el "varón" permanecía con el profeta en el atrio interior. 7.  El lugar de mi trono. La construcción hebrea es enfática, como si se llamara la atención al hecho de que éste es el lugar. Sus fornicaciones. El te

CBA LIBRO DE EZEQUIEL CAPÍTULO 42

CBA LIBRO DE EZEQUIEL CAPÍTULO 42   1.  Atrio exterior. En los vers. 1-14 se describen las cámaras de los sacerdotes (p. 745, T, T), al norte y al sur del templo. El hebreo de esta sección es difícil de comprender, por lo cual es imposible captar un cuadro claro de los detalles arquitectónicos. Por eso no se ha intentado mostrar la forma exacta del edificio en el diagrama (ver en la p. 745, la explicación del diagrama). 2.  Cien codos. Unos 50 m. Según la LXX, ésta es la medida del largo del edificio. El largo es el mismo que el del edificio del templo (cap. 41: 13). Evidentemente estas cámaras quedaban al norte y al sur del templo, con un espacio abierto de por medio (p. 745, S). 3.  Veinte codos. Unos 10 m. Este es el ancho del "espacio abierto" (p. 745, S) que rodeaba al templo por el norte, por el oeste y por el sur (ver com. cap. 41: 12). Enlosado. Frente al enlosado (p. 745, D) que pertenecía al atrio exterior, junto a la parte interior del muro exterior (c

CBA LIBRO DE EZEQUIEL CAPÍTULO 41

CBA LIBRO DE EZEQUIEL CAPÍTULO 41 1.  El templo. Aquí se habla del lugar santo (p. 745, L; ver 1 Rey. 6: 17; 7: 50). Postes. Es decir, los "pilares" (BJ). Se hallaban a cada lado de la entrada y medían 6 codos (unos 3 m) de espesor, medida igual a la de los muros (vers. 5). 2.  Los lados de la puerta. Se da la medida desde la puerta hasta el muro. Cuarenta codos. Estas dimensiones son idénticas a las del lugar santo del templo de Salomón (1 Rey. 6: 2, 20), con la única diferencia de que Ezequiel empleó el codo largo (ver com. Eze. 40: 5). 3.  Pasó al interior. El ángel entró solo en el lugar santísimo (ver Heb. 9: 7). Poste. O "pilar" (BJ) de la puerta entre el lugar santo y el santísimo. Este pilar tenía sólo 2 codos (aproximadamente 1 m) de espesor mientras que el de la entrada del lugar santo tenía 6 codos (Aproximadamente 3 m; cf. vers. 1). Puerta, de seis codos. Es decir, el espacio libre entre los dos postes. Anchura de la entrada. Según la LXX la

CBA LIBRO DE EZEQUIEL CAPÍTULO 40

CBA LIBRO DE EZEQUIEL CAPÍTULO 40 1.  El año veinticinco. Sin duda se refiere al cautiverio de Joaquín (ver com. cap. 1: 2), siempre que se siga el mismo esquema de fechas en todo el libro. El hecho de que el vers. 1 se refiera a "nuestro" cautiverio (al igual que el cap. 33: 21) indica que Ezequiel fue llevado cautivo, junto con Joaquín. Principio del año. Heb. ro'sh hashshanah , "cabeza del año". Puesto que la palabra ro'sh algunas veces significa "primero", hay quienes consideran que aquí se indica el primer mes del año, es decir, el mes de Nisán. Si así fuera, esta fecha correspondería con el mes de abril de 573 o de 572 a. C. (dependiendo de si Ezequiel computó los años a partir de la primavera o a partir del otoño). Sin embargo, si Ezequiel se refería al "principio del año", y computaba el cautiverio según el año civil judío, que comenzaba con el 7.º mes (Tisri), se hace referencia aquí al día de la expiación en octubre

CBA LIBRO DE EZEQUIEL CAPÍTULO 39

CBA LIBRO DE EZEQUIEL CAPÍTULO 39   1.  Profetiza contra Gog.  Este capítulo prosigue con el tema del anterior, repitiendo en parte lo que ya se ha dicho acerca de Gog pero añadiendo mayores detalles en cuanto a la amplitud del botín (vers. 9-10), el sistema de sepultar a los muertos (vers. 11-16), y la extensión de la matanza (vers. 17-20). En los vers. 21-29 se recapitulan las bondadosas promesas de Dios para la restauración. Gog. Ver com. cap. 38: 2. 2. Te conduciré. " idea que da el verbo hebreo shasha' es "conducir como a un niño que aprende a caminar". Los tárgumes emplean el verbo nasha' , "engañar", "llevar al error". La LXX emplea el verbo kathodegéo , "conducir hacia abajo". Estas diferencias corresponden con la combinación de ideas del cap. 38: 4, 16. 3. Sacaré tu arco. Esta frase indica que los invasores serían arqueros. 4. Aves... fieras. Los buitres y los chacales estaban siempre listos para alimentarse de

CBA LIBRO DE EZEQUIEL CAPÍTULO 38

CBA LIBRO DE EZEQUIEL CAPÍTULO 38 1. Palabra de Jehová. Los cap. 38 y 39 forman una sola profecía. Todo el pasaje ha sido 732 objeto de muchas especulaciones. De tanto en tanto se han presentado diversas interpretaciones. A fin de evaluarlas en forma adecuada, es necesario conocer bien el propósito básico, los métodos, y el alcance de la profecía. El problema está en encontrar la forma de distinguir bien entre lo que tiene aplicación local e inmediata y lo que tiene una aplicación más remota, quizá en la era cristiana, o al fin del tiempo. Los estudiosos de la Biblia que aplican ciertas profecías del AT a la era cristiana advierten con frecuencia que estas profecías tienen aquí y allá predicciones que son evidentemente de aplicación local e inmediata. Algunos procuraron explicar esta aparente mezcla de lo inmediato con lo futuro suponiendo que el profeta, mientras daba un mensaje a la gente de sus días, hacía de tanto en tanto digresiones proféticas y proyectaba sus profecí