1. Repartáis por suerte.
Este verbo se
traduciría mejor "repartáis mediante asignaciones". A cada tribu se le asignó
una porción definida (cap. 48: 1-29).
Una porción.
Heb. terumúh
, "lo que se eleva", aquí con el sentido de "una ofrenda', "una contribución".
Una pequeña parte de "lo consagrado de ésta tierra" había de ser ocupada por el
santuario. El resto había de ser para los sacerdotes y levitas. Se describe con
mayor detalle la terumah en cap. 48: 8-22.
Cañas.
En el hebreo
no aparece esta palabra. La LXX dice "codos". Habría que determinar si se trata
de "cañas" o de "codos". Si fuera lo primero, esa porción sería tan enorme que
no cabría entre el Mediterráneo y el Jordán. La longitud sería de unos 80 km. La
medida del codo parece más razonable y más proporcional con las heredades de las
otras tribus.
Diez mil.
Los 10.000 codos equivalen
aproximadamente a 5 km. El área total, como se describe en los vers. 1-6, era de
25.000 codos (unos 11 km.) cuadrados. Esto estaba dividido en tres partes:
10.000 (cap. 48: 13)al norte para los levitas; 10.000 (cap. 48: 10) en el medio
para los sacerdotes, en su centro estaba el santuario; y los otros 5.000 (cap.
48: 15) "serán [porciones] profanas, para la ciudad, para habitación y para
ejido".
2. Cincuenta codos en derredor.
El templo estaba ubicado en un atrio de 500 codos de lado (ver com. cap.
40: 5). Aquí se dice que debería dejarse una faja adicional de tierra de 50
codos de ancho (unos 25 m) en torno al muro exterior del templo a fin de impedir
su profanación.
Ejidos.
Literalmente, "espacio abierto" (ver
com. Núm. 35: 2).
3. De esta medida.
Ver com. vers. 1.
4. Para los
sacerdotes.
En este versículo se
describe la propiedad de los
sacerdotes (cf. cap. 48: 10).
5. Los
levitas.
La porción de los levitas quedaba al norte de la de los
sacerdotes y era del mismo tamaño (cap. 48: 13).
Con veinte cámaras.
Así dice el hebreo. La LXX dice: "ciudades para vivir" (también la BJ,
lo cual se entiende mejor.
6. Toda la casa
de Israel.
Esta parte, del mismo largo pero sólo con la mitad del ancho,
había de proporcionar alimento para los que "sirven a la ciudad" (cap. 48: 18).
7. Parte del príncipe.
La parte del
príncipe incluía todas las tierras que estuvieran hacia el este y hacia el oeste
de la porción consagrada, quizá hasta el Mediterráneo por el oeste y el Jordán y
el mar Muerto por el este.
9. Dejad la
violencia.
Los vers. 9-10 constituyen una exhortación a los príncipes
para que sean justos en su trato con el pueblo.
11. Una misma medida.
Comparar con Lev. 19: 35-36; Deut.
25: 13-15; Prov. 16: 11; Ose. 12: 7; Amós 8 :5; Miq. 6: 10. El efa se empleaba
para medir granos, el bato para los líquidos. Aquí se dice que los dos tenían la
misma medida y que equivalían a la décima parte de un homer. Según las
equivalencias modernas el efa o el bato corresponderían con unos 22 lt (ver t.
I, p. 176).
12. Siclo.
Compárese
con Exo. 30: 13.
Mina.
Heb. maneh , que correspondía con 50
ciclos (ver el t. I, PP. 173-174, 176). Esta misma palabra aparece también en 1
Rey. 10: 17; Esd. 2: 69; Neh. 7: 71-72, donde se traduce como "libra". El
sentido del hebreo de este pasaje es oscuro.
13. La ofrenda.
En los vers. 13-15 se describe el impuesto
que debería pagarse posiblemente al príncipe (vers. 16), quien, a su vez, daría
los sacrificios requeridos.
17. Dispondrá.
Si bien el hebreo emplea el verbo 'asah , "hacer", se entiende que se
trata de "proporcionar" o "suministrar". El príncipe sería responsable de que
hubiera todo lo necesario para realizar los diversos sacrificios
correspondientes con las fiestas.
18. El
mes primero.
Desde el vers. 18 hasta el cap. 46: 15 se esboza el ritual
de los sacrificios que debería seguirse en ocasiones especiales 760 Hay ciertas
diferencias respecto a la ley mosaica. No se mencionan ni el día de la expiación
ni la fiesta de pentecostés. Sería vano especular, como lo han hecho algunos, si
en realidad estas fiestas habrían de omitirse por completo del nuevo ritual.
19. Tomará de la sangre.
Según la
ley mosaica, en el día de la expiación la sangre de los sacrificios por el
pecado era rociada sobre el propiciatorio y delante de él, dentro del velo (Lev.
16: 14-15). Según el nuevo ritual, en relación con la ceremonia de la
purificación, se ponía la sangre en los "postes de la casa", sobre "los cuatro
ángulos del descanso del altar, y sobre los postes de las puertas del atrio
interior".
20. Por engaño.
Heb.
pethi , "inexperiencia", "ingenuidad".
21. La pascua.
Los reglamentos para la observancia de la
pascua eran similares a los que aparecían en la ley mosaica, pero las ofrendas
eran mayores (Exo. 12: 6; Lev. 23: 58; Núm. 28: 16-25).
25. En el mes séptimo.
Se alude aquí a la fiesta de los
tabernáculos (Exo. 23: 16; 34: 22; Lev. 23: 34; Deut. 16: 13, 16). Algunos
afirman que la razón por la cual no se le da el nombre acostumbrado es porque se
habría de dejar la costumbre de vivir en enramadas o cabañas. Los sacrificios
son bastante menores que los que exigía la ley mosaica (Núm. 29: 12-38).
CCBA T4
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