1. El año veinticinco.
Sin duda se refiere al
cautiverio de Joaquín (ver com. cap. 1: 2), siempre que se siga el mismo esquema
de fechas en todo el libro. El hecho de que el vers. 1 se refiera a "nuestro"
cautiverio (al igual que el cap. 33: 21) indica que Ezequiel fue llevado
cautivo, junto con Joaquín.
Principio del año.
Heb. ro'sh
hashshanah , "cabeza del año". Puesto que la palabra ro'sh algunas veces
significa "primero", hay quienes consideran que aquí se indica el primer mes del
año, es decir, el mes de Nisán. Si así fuera, esta fecha correspondería con el
mes de abril de 573 o de 572 a. C. (dependiendo de si Ezequiel computó los años
a partir de la primavera o a partir del otoño). Sin embargo, si Ezequiel se
refería al "principio del año", y computaba el cautiverio según el año civil
judío, que comenzaba con el 7.º mes (Tisri), se hace referencia aquí al día de
la expiación en octubre de 573 (ver p. 602). Es interesante notar que ésta es la
única vez en que aparece en la Biblia la frase ro'sh hashshanah , nombre que
todavía dan los judíos al primer día del mes de Tisri, cuando se celebra el Año
Nuevo judío. Sin embargo, esto no prueba que en ese tiempo la frase hubiera
tenido el mismo significado. El día que se menciona es el 10º', no el 1.º.
Catorce años.
El año 25 del cautiverio de Joaquín puede hacerse
coincidir con el año 14 de la caída de Jerusalén, a fin de hacer concordar las
tres fechas posibles mencionadas en el párrafo anterior (ver t. 111, PP. 9596).
Los cap. 40-48 constituyen una profecía única, muy singular. Presentan
con lujo de detalles la visión de un nuevo templo. También aparece un nuevo y
notable plan para dividir la tierra y una visión de aguas vivas que manan de ese
magnífico templo.
Esta profecía presenta varios problemas de
interpretación. Se han adoptado frente a ella tres posiciones principales:
1. La posición literal. Según ella, Ezequiel proporcionó el esbozo de
una nueva constitución para Israel, que en realidad se habría puesto en práctica
en algún momento futuro, ya fuera en seguida después del exilio, o más tarde.
Según esta teoría, la construcción del templo, la institución de un culto y la
división de la tierra habrían seguido precisamente las especificaciones dadas
por Ezequiel.
2. La posición futurista. Según ella, la visión del templo
proporcionaría una nueva 744 constitución para el Israel restaurado y reunido.
Sin embargo, a pesar de conceder que en un pequeño grado esta constitución pudo
haber tenido vigencia después del exilio, espera una futura edad de oro, cuando
la visión se cumplirá en forma exacta y completa.
3. La posición
alegórica. Niega todo cumplimiento literal y espera algún cumplimiento
simbólico, inmediatamente después del exilio, en la era cristiana, o al final de
la historia del mundo.
Con referencia a estas tres posiciones podría
comentarse lo siguiente:
En contra de la posición literalista, debe
hacerse notar que es inconcebible que no haya alusión al lenguaje de Ezequiel en
los libros históricos de Esdras y Nehemías, ni en las profecías de Hageo, todos
ellos relacionados con este período. Aunque en estos libros se describe el
retorno, la distribución de la tierra y la reconstrucción del templo, no hay
ninguna referencia a esta profecía, ni se nota de parte de los constructores
ningún deseo de ceñirse a las instrucciones de Ezequiel.
En contra de la
posición futurista, podría decirse que en vista de la relación existente entre
la antigua dispensación y la nueva, según se puede leer en las Escrituras, es
imposible concebir que alguna vez Dios mandara de nuevo que se ofrecieran
sacrificios animales que fueran aceptos para él.
En contra de la
posición alegórico, debe hacerse notar que no justifica adecuadamente los
múltiples detalles de la visión y no presenta un modelo de interpretación
suficientemente significativo como para justificar la gran extensión del tema.
La posición más simple es la que sigue los principios esbozados en el
com. cap. 38: 1. Según esos principios, la visión del templo se habría cumplido
en forma literal si el pueblo hubiera sido fiel a su cometido, pero porque
fracasó, la profecía no pudo cumplirse de acuerdo con su intención original.
Relativamente pocos judíos volvieron a Palestina, y distaron mucho de cumplir el
propósito de Dios para ellos. Ciertos elementos (cap. 47) se cumplirán
parcialmente en la iglesia cristiana, como lo hacen notar autores inspirados
posteriores.
La visión del templo es una profecía pictórica, y se le
deben aplicar los principios esbozados en los comentarios del cap. 1:10.
Ezequiel vio representaciones de lo real, y no la realidad misma. El grado de
identificación sigue siendo un problema que deberá todavía ser interpretado. Sin
embargo, sin tomar en cuenta hasta dónde llegan las diferencias entre la
realidad y el símbolo, un estudio comparativo de las otras profecías
relacionadas con la restauración nos lleva a pensar que aquí el profeta describe
un estado literal, con una capital literal y un templo literal. Sería difícil
concebir que los judíos, a quienes se dirigía esta profecía, pudieran haberla
entendido de otra forma. El hecho de que los autores bíblicos postexílicos nunca
hicieran referencia a esta profecía, y el hecho de que los constructores del
templo, evidentemente, no prestaron ninguna atención a este plan, quizá podría
explicarse si se supone que los constructores sabían muy bien que las
condiciones todavía no se habían dado para que estas promesas pudieran
cumplirse. Tampoco hay en esta serie de profecías insinuación alguna de que esos
planes habían de ejecutarse en seguida del regreso de los repatriados. Sin duda
se las consideraba como una meta futura, que debían esforzarse por alcanzar.
Si Dios sabía que su templo nunca sería edificado, ¿por qué se
esforzaría tanto en proporcionar un modelo tan lleno de pormenores del estado
futuro? La respuesta es que Dios no dejó de utilizar método alguno para que
Israel fuera inducido a aceptar el excelso destino que originalmente había sido
preparado para él. Hasta este momento, la historia de Israel había significado
una serie de fracasos. Dios ahora le ofrecía otra oportunidad para que empezara
de nuevo. El pasado sería olvidado y nunca más sería presentado contra él.
Israel como nación, y su pueblo personalmente, estaban invitados a aferrarse de
esta gloriosa promesa.
Es razonable suponer que, a fin de convencer a su
pueblo de la seguridad de la promesa, Dios mandó a su siervo que trazara un
plano exacto del templo que habría de ser el centro de culto del nuevo Estado.
Dios podría haber presentado esta promesa sólo en términos generales. Podría
meramente haberles dicho que en lo futuro el templo habría de ser reconstruido.
Pero esa comunicación habría sido imprecisa. No habría duda en cuanto a la
seriedad de las intenciones de Dios si describía cuidadosamente cada detalle de
la construcción y del servicio. Se dedican en total nueve capítulos al templo y
a sus servicios, y a detalles relacionados con la ciudad y la nueva
división de la tierra.
Esta es la última visión importante de Ezequiel
(sólo la que respecta a Egipto, dada en el cap. 29: 17-21, fue posterior), y su
magnitud y grandeza son un pináculo apropiado para la carrera profético de
Ezequiel. Se ha dado la siguiente descripción pintoresca de esa carrera:
"Ezequiel irrumpe en la escena como la nube de tormenta descrita en su primera
profecía. El progreso de sus visiones nos encandila como las luces cromáticas
que giran en medio de la nube en movimiento, hasta que la tormenta se pasa, la
nube se disipa en el espacio y queda tanta luz que pueden verse los esplendores
de una ciudad, de un templo, y de una nación iluminados con la gloria
inmarcesible de un Dios omnipresente" ( Homiletic Commentary [Comentario
homilético]).
2. Un monte muy alto.
El profeta fue colocado en un punto elevado a fin de que desde allí
pudiera examinar los detalles de la visión.
Parecido a una gran ciudad.
El templo y sus atrios, rodeados de muros, daban la impresión de una
ciudad amurallada (con referencia al tamaño, ver com. vers. 5).
3. Un varón.
No se identifica este
personaje.
Cordel de lino.
Este cordel se emplearía para medir
las distancias mayores (cf. cap. 47: 3).
Caña de medir.
Ver
Apoc. 11: 1; 21: 15. Este instrumento habría de emplearse para las medidas
pequeñas (ver com. Eze. 40: 5).4.
Cuenta todo.
El propósito de
presentar al profeta todos estos complicados detalles era el de hacer conocer a
los hijos de Israel el glorioso plan que Dios tenía para ellos. La descripción
de estos detalles sin duda tenía el propósito de servir ¿como un gran aliciente
para que el pueblo cumpliese con las condiciones necesarias. De este modo se le
aseguraba que los pensamientos de Dios para Israel eran de paz y no de mal (ver
Jer. 29: 11). La presentación de un plano completo les mostraba que Dios hablaba
en serio respecto de sus propósitos y que cumpliría con su parte si el pueblo
hacía lo que le correspondía (ver PP. 31-32).
5. De a codo y palmo menor.
Si se computa el codo como
44,45 cm, y el palmo como la sexta parte del codo, o sea 7,4 cm, se llega a un
codo de 51,86 cm. La caña de medir habría tenido entonces un largo total de 3,12
M.
Espesor.
Se habla aquí del espesor del muro que rodeaba el
atrio. En el plano de la p. 745, se designa este muro con la letra A. Este
esquema se presenta para dar una idea aproximada del edificio y de los atrios
(ver nota bajo el plano).
Aquí se da la misma medida para el alto y para
el ancho del muro. No se da el largo, pero parece haber sido de unos 500 codos
(unos 250 m; ver com. cap. 42:16) por cada uno de los cuatro lados. Este muro
rodeaba todo el complejo del templo. No era alto (unos 3 m), de modo que los que
se acercasen para adorar podrían fácilmente ver a la distancia el templo en toda
su hermosura y gloria, brillando por encima de los muros.
6. Puerta que mira hacia el oriente.
En los vers. 6-16 se
describe la puerta oriental (p. 745, B), o puerta principal que llevaba
directamente a la entrada al templo. Se la describe con todos sus detalles. Las
dimensiones de las puertas exteriores del norte y del sur son idénticas (p. 745,
F, G).
Gradas.
La puerta se hallaba a mayor elevación que el
terreno que rodeaba el recinto del templo. Se supone que, al igual que las
puertas del norte y del sur, tenía siete gradas (vers. 22, 26; ver p. 745, a).
Un poste.
Mejor "umbral" (BJ) de la puerta. Es decir, la entrada
de la puerta desde afuera.
Una caña de ancho.
La misma dimensión
del espesor de los muros (vers. 5), o sea 3,60 m. La otra dimensión de esta
entrada era de 6 m (vers. 11).
7. Cámara.
Según lo que dice el vers. 10, había tres
cámaras a cada lado de la entrada central. Estas piezas medían unos 3 m de lado.
Poste.
Mejor, "umbral".
Por dentro.
Literalmente, "desde la casa'. Sin duda se hace referencia aquí al
umbral que estaba del lado interior de la estructura de la puerta, que llevaba
al atrio (vers. 8).
8. La entrada de la
puerta.
El "vestíbulo del pórtico"(BJ).
De la puerta.
Muchos manuscritos y las versiones antiguas omiten el pasaje que
comienza aquí y termina en el vers. 9. Evidentemente consideraron que se trataba
de una ditografía (ver nota de la BJ). Quienes aceptan el texto acortado,
afirman que había un 747 solo vestíbulo en esta puerta. Los que aceptan todo el
pasaje, afirman que eran dos los vestíbulos. Por esto, son diferentes los
dibujos que se hacen de la estructura de la puerta. Ver la nota debajo del plano
en la p. 745, donde se destacan los problemas que surgen por falta de precisión
en cuanto a los detalles arquitectónicos. (Nota: En las copias de manuscritos y
textos antiguos, repetición de una letra, sílaba, palabra o línea. *)
9. Ocho codos.
Es decir, unos 4 m.
Algunos afirman que ésta es la medida del portal de este a oeste; otros afirman
que es la medida de sur a norte.
Postes.
Heb. 'ayil , "pilar".
La misma palabra se traduce como "gran árbol".
10. Cámaras.
Ver com. vers. 7.
11. Entrada.
Es decir, el umbral exterior.
La
longitud del portal.
No se sabe con seguridad qué es lo que se mide
aquí. Algunos piensan que esta medida corresponde con la parte techada del
portal; otros piensan que era el pasillo entre las cámaras laterales, el cual
quizá no tenía techo.
12. Espacio.
Quizá un "parapeto" (BJ) delante de las cámaras de la guardia. Al
parecer había alguna barrera que sobresalía un codo en el pasaje frente a la
cámara de la guardia, a fin de que el centinela pudiera salir sin impedimento al
corredor para ver bien todo lo que allí ocurría.
13. Desde el techo.
Esta medida de 25 codos (unos 13 m)
corresponde con el ancho del portal, de norte a sur.
14. Los postes, de sesenta codos.
La LXX de la edición
Rahlfs dice: "Y el espacio del pórtico de la puerta, sesenta codos". Los códices
Vaticano y Alejandrino dicen: "Y el espacio del pórtico de la puerta, afuera,
veinte codos". Es posible que la palabra 'elim , "postes", se hubiera confundido
con 'ulam , "atrio", y que "sesenta", hexekonta , se hubiera confundido con
"afuera", éxóthen , en el griego, pero el cambio de 60 a 20 no es fácil de
explicar. Por otra parte, una columna de 60 codos de altura (30 m) sería
realmente imponente.
15. Cincuenta codos.
Unos 25 m. El largo del edificio de la puerta era dos veces el ancho
(vers. 13). El método de reconstrucción que imagina que había un pórtico o
vestíbulo (ver com. vers. 8) divide el largo total de la siguiente forma:
entrada exterior, 6 codos; tres cámaras de 6 codos cada una, 18 codos; dos
espacios o pilares de 5 codos cada uno, 10 codos; umbral interior, 6 codos;
pórtico, 8 codos; quiciales, 2 codos, lo que da un total de 50 codos. Si se
reconstruye este edificio con dos pórticos, estas cifras se modifican.
16. Ventanas estrechas.
Heb.,
"ventanas cerradas", quizá "ventanas enrejadas" (BJ); ver com. 1 Rey. 6: 4. No
es clara la ubicación exacta de estas ventanas.
Palmeras.
Se
había empleado decoraciones similares en los tallados del templo de Salomón (1
Rey. 6: 29,32).
17. Atrio exterior.
El templo tenía dos atrios: uno interior y otro exterior (p. 745, R y C
respectivamente).
Enlosado.
El enlosado, o pavimento (p. 745,
D), rodeaba el atrio exterior.
Treinta cámaras.
No se da ni la
ubicación ni el tamaño de estas cámaras (p. 745, E, E, E, E, E, E). Desde el
punto de vista de la simetría, puede pensarse que eran diez en cada uno de los
muros no ocupados por el edificio del templo. No se dice si estaban construidas
en bloques o en unidades individuales.
18. En proporción a la longitud.
Este pavimento parece
haber sido tan ancho como la longitud de los edificios del pórtico, o sea unos
50 codos (cap. 40: 15). De esto se restaría el espesor del muro exterior (6
codos, vers. 5), lo que dejaría un pavimento de unos 44 codos (aproximadamente
22 m).
Más bajo.
Es posible que se lo designara de ese modo para
distinguirlo del atrio interior, que era más elevado (cap. 41: 8).
19. Cien codos.
Es decir, unos 50
m. Esta medida abarcaba desde la entrada interior de la puerta del edificio
exterior del pórtico hasta la entrada exterior del edificio del pórtico interior
(vers. 23, 27).
20.Hacia el norte.
En los vers. 20-22 se describe el pórtico del norte (p. 745, F), que era
idéntico a la puerta oriental (p. 745, B), descrita ya en los vers. 6-16. Se
añade la información adicional de que había siete escalones(p. 745, a) que
llevaban a la puerta (vers.22).
23.La
puerta del atrio interior.
Quien estuviera en el atrio exterior (vers.
17), junto a la puerta norte exterior (p. 745, F) podría ver las puertas
interiores que daban al norte y al este (I, H), cada una de las cuales estaba
frente a su correspondiente puerta exterior, ya fuera del norte o del este, y
separada de ellas por un espacio de 100 codos (unos 50 m).
24.Hacia el sur.
En los vers.
24-27 se describe el pórtico sur (p. 745, G), que es idéntico 748 a las puertas
del norte y del este, ya descritas.
27.Puerta hacia el sur del atrio interior.
La ubicación de
esta puerta (p. 745, j) corresponde con la de las puertas del norte y del este.
28.La puerta del sur.
Las tres
puertas del atrio interior (p. 745, H, 1, j) eran básicamente iguales a las
puertas exteriores. Una diferencia era que en las puertas interiores había una
escalinata de ocho peldaños (p. 745, b), y las exteriores tenían siete peldaños
(p. 745, a).
32.Midió la puerta.
En los vers. 32-37 se presenta la descripción de las puertas norte y
este del atrio interior, las cuales eran idénticas a la puerta sur, ya descrita
(vers. 28-31).
38.Allí lavarán.
La
proximidad de este pasaje con la descripción de la puerta norte (vers. 35-37) ha
inducido a algunos a pensar que los muebles que ahora se describen pertenecían a
esa puerta. Otros creen que aquí comienza una nueva sección y que se trata de la
puerta oriental (vers. 40, 44; cap. 43:17; 46:1-2).
39.Mesas.
En los vers. 39-41 se describen las ocho mesas
donde se degollaban las víctimas para los sacrificios. Con referencia a la
posible ubicación de estas mesas, ver com. vers. 40 (p. 745, c, c).
40.La puerta del norte.
Algunos
comentadores entienden que la palabra que aquí se traduce como "del norte",
significa "al norte' (BJ), es decir, al norte de la puerta oriental. No hay
certeza en cuanto a si estas mesas estaban en la puerta este, en la norte, o en
las tres.
43.Ganchos.
Heb.
shefattáyim , palabra que se ha traducido como "piedras del fogón", ,aprisco", o
"alforjas". La palabra sólo aparece aquí y en Sal. 68: 13, donde la RVR traduce
"tiestos" (ver com. Sal. 68: 13). La LXX dice "cornisa", "saliente". Los
tárgumes dicen , ganchos".
44.Cámaras.
No se especifica ni el tamaño ni la ubicación exacta de estas cámaras.
Según la LXX eran dos: una, en la puerta norte, mirando hacia el sur; y la otra,
en la puerta sur, mirando hacia el norte. Por otra parte, el hebreo parece
indicar que se encontraban al lado de las puertas del norte y del este, y bien
podrían haber estado en algún punto entre la puerta norte y la puerta este, y
entre la puerta este y la puerta sur.
En el diagrama de la p. 745, P, P
señalan una posible ubicación de estas cámaras, en armonía con lo que dice el
hebreo.
46.Hijos de Saco.
Con
referencia al sacerdocio de los sadoquitas, ver com. 2 Sam. 8: 17.
47.Midió el atrio.
Este era el
atrio del altar (p.745, R), un cuadrado de unos 100 codos (unos 50 m) de lado,
en el centro del atrio interior.
48.Pórtico del templo.
En los vers. 48-49 se dan las
dimensiones del vestíbulo del templo (p. 745, M).
Poste.
"Pilares" (ver com. vers. 9). Aquí se da la medida del espesor de las
dos proyecciones a ambos lados de la entrada.
Tres codos.
Es
decir, aproximadamente 1,5 m. Es posible que ésta fuera la dimensión de las
proyecciones a cada lado de la entrada.
49.Veinte codos.
Algunos consideran que esta medida se
tomó en la dirección norte sur, y suponen que las cámaras laterales (cap. 41:
6-7) se extendían por la parte posterior del edificio así como por los lados.
Otros ubican las cámaras laterales sólo en los lados norte y sur, y consideran
que esta medida de 20 codos se extiende de este a oeste.
Once codos.
La LXX y la BJ dicen "doce".
Gradas.
Así como se llegaba
a los dos atrios por escaleras, también se subía a la casa por gradas. Según la
LXX y la BJ, eran diez las gradas. La casa estaba más arriba que el atrio
interior. Ver la p. 745, d.
Columnas junto a los postes.
Igual
que el templo de Salomón, este nuevo edificio debía tener una columna a cada
lado de las gradas (p.745, N, N; ver 1 Rey. 7: 15-22).
CBA T4
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