Viernes 10 de mayo | Lección 6 PARA ESTUDIAR Y MEDITAR “Cuando la Biblia fue prohibida por las autoridades civiles y religiosas; cuando su testimonio fue pervertido y se hizo cuanto pudieron inventar los hombres y los demonios para desviar de ella la mente de la gente; cuando los que osaban proclamar sus verdades sagradas fueron perseguidos, traicionados, torturados, confinados en mazmorras, martirizados por su fe u obligados a refugiarse en las fortalezas de las montañas y en las cavernas y las cuevas de la Tierra, entonces los fieles testigos profetizaron vestidos de sacos. Sin embargo, siguieron dando su testimonio durante todo el período de 1.260 años. Aun en los tiempos más sombríos hubo hombres fieles que amaron la Palabra de Dios y fueron celosos de su honor. A esos fieles siervos de Dios les fueron dados sabiduría, poder y autoridad para divulgar su verdad durante todo ese tiempo” (Elena de White, El conflicto de los siglos, p. 310). “Cuando Francia rechazó a Dios y desechó la