CAPÍTULO 14 Un Investigador de la Verdad EN EL curso de su ministerio, el apóstol Pedro visitó a los creyentes en Lidda. Allí sanó a Eneas, que durante ocho años había estado postrado en cama con parálisis. "Y le dijo Pedro: Eneas, Jesucristo te sana; levántate, y hazte tu cama. Y luego se levantó. Y viéronle todos los que habitaban en Lidda y en Sarona, los cuales se convirtieron al Señor." En Joppe, ciudad que estaba cercana a Lidda, vivía una mujer llamada Dorcas, cuyas buenas obras le habían conquistado extenso afecto. Era una digna discípula de Jesús, y su vida estaba llena de actos de bondad. Ella sabía quiénes necesitaban ropas abrigadas y quiénes simpatía, y servía generosamente a los pobres y afligidos. Sus hábiles dedos estaban más atareados que su lengua. "Y aconteció en aquellos días que enfermando, murió." La iglesia de Joppe sintió su pérdida; y oyendo que Pedro estaba en Lidda, los creyentes le mandaron mensajeros "rogándole: No te...