CAPÍTULO 11 El Evangelio en Samaria DESPUÉS de la muerte de Esteban, se levantó contra los creyentes de Jerusalén una persecución tan violenta que "todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria." Saulo "asolaba la iglesia entrando por las casas: y trayendo hombres y mujeres, los entregaba en la cárcel." En cuanto a su celo en esta cruel obra, él dijo ulteriormente: "Yo ciertamente había pensado deber hacer muchas cosas contra el nombre de Jesús de Nazaret: lo cual también hice en Jerusalén, y yo encerré en cárceles a muchos de los santos. . . . Y muchas veces, castigándolos por todas las sinagogas, los forcé a blasfemar; y enfurecido sobremanera contra ellos, los perseguí hasta en las ciudades extrañas." Por las palabras de Saulo: "Cuando eran matados, yo di mi voto," puede verse que Esteban no era el único que sufrió la muerte. (Hech. 26: 9-11.) En este tiempo de peligro, Nicodemo confesó sin temor su fe en el Salvad...