Ir al contenido principal

CBA LIBRO DE LUCAS CAPÍTULO 22


CBA Evangelio Según Lucas Capítulo 22

3. 
Y entró Satanás. 
La acción de Judas no sorprendió a Jesús (Juan 6: 64, 70-71). Este fue el primer encuentro de Judas con los dirigentes judíos, con el propósito de entregar a su Maestro (ver com. Mat. 26: 14). Juan hace la misma observación respecto al caso de Judas en el momento de su tercer y último encuentro con los dirigentes judíos en la noche de la traición (cap. 13: 2, 27). 

10. 
Al entrar. 
Según parece, Pedro y Juan encontrarían a la persona mencionada en la puerta de la ciudad, o muy cerca de allí. 

14. Cuando era la hora. 
[ Celebración de la pascua, Luc. 22: 14-16 = Mat. 26: 20 = Mar. 14: 17-18ª. Comentario principal: Lucas. Ver diagramas pp. 222-223.] Es decir, la hora de la comida pascual, cuya preparación se describe en los vers. 7-13. Esto ocurrió el jueves por la noche. Nótese que Jesús instituyó el rito cristiano de la Cena del Señor durante el transcurso de la comida pascual habitual (ver primera Nota Adicional de Mat. 26). 

Se sentó. 
Literalmente "se reclinó". Con referencia a la descripción del arreglo de la mesa y de los divanes en una antigua fiesta del Cercano Oriente, ver com. Mar. 2: 15. En la cena de la primera pascua los participantes tuvieron que permanecer de pie mientras comían, listos para salir de Egipto; pero cuando entraron en la tierra prometida ya no comían de pie, sino sentados o reclinados. El comer de pie en la primera pascua indicaba la prisa con que tenían que partir; comer reclinados significaba serenidad y seguridad en la tierra que les había sido prometida. 

Los apóstoles. 
Esta fue la última ocasión en que los doce del grupo original estuvieron juntos en un mismo lugar. La costumbre exigía la presencia de por lo menos diez personas, pero menos de treinta, para comer la pascua. Esta vez los participantes fueron trece. 

15. ¡Cuánto he deseado! 
La frase griega se traduce literalmente "con deseo he deseado"; "con deseo deseé" (BC). Es una frase típicamente hebrea, redundante para nuestro modo de hablar, pero común tanto en el hebreo como en el NT y la LXX. ("Se goza grandemente", Juan 3: 29.) Esta fue la última ocasión en que Jesús estaría con sus amados discípulos antes de la agonía de la traición, el juicio y la crucifixión. Esta culminación de su ministerio terrenal había estado siempre delante de él mientras trabajaba entre los hombres. Durante casi un año Jesús había procurado con diligencia preparar a sus seguidores para los acontecimientos de estas horas finales de su vida (ver com. Mat. 16: 21; 20: 17; etc.). 

Esta pascua. 
La cuarta del ministerio de Jesús (ver pp. 183, 238; diagrama 5, p. 219), y la tercera celebrada con los discípulos en Jerusalén. Sin embargo, no todos los discípulos habían estado presentes como miembros de este grupo en dos ocasiones anteriores -en las pascuas del año 28 y del 29 d.C.-, que tuvieron lugar antes de la selección y el nombramiento de los doce en el verano (junio- agosto) del año 29 d. C. En esta ocasión Jesús y los doce sin duda se reunieron para celebrar la cena pascual (ver primera Nota Adicional de Mat. 26; DTG 598, 608; CS 450). 

Antes que padezca. 
Jesús había hablado a sus discípulos una y otra vez acerca de sus padecimientos (ver com. Mat. 16: 21; 20: 17). Los profetas del AT hablaron con frecuencia de los sufrimientos del Mesías (Sal. 22; Isa. 53; etc.). Jesús debía recorrer el sendero del sufrimiento hasta la cruz, para poder ser el "autor" de nuestra salvación (Heb. 2: 10). Sin la cruz no podría haber corona (1 Ped. 1: 11). Como seguidores del humilde Jesús tenemos el privilegio de compartir sus sufrimientos (2 Cor. 1: 7; Fil. 3: 10; 1 Ped. 4: 13; DTG 197). 

16. No la comeré más. 
Esta fue la última pascua de la cual podrían participar con pleno significado los seguidores de Cristo. El rasgamiento del templo en el momento de la muerte de Cristo en la cruz (ver com. Mat. 27:51), fue la señal divina de que los símbolos del sistema religioso judío habían perdido su validez, pues Jesús -a quien todas estas cosas señalaban (Heb. 9: 9-11; 10: 1-11; 1 Cor. 5: 7)- había dado su vida en rescate por muchos. Jesús estaba a punto de reemplazar los símbolos del pasado muerto con los símbolos vivientes de su propio cuerpo y de su sangre derramada (Luc. 22: 19-20; DTG 608). 

Hasta que se cumpla. 
La celebración final y completa de la liberación del dominio del pecado se llevará a cabo en el reino de "gloria", del cual Jesús ya había hablado a los discípulos (ver com. Mat. 25: 31). Esta declaración de Jesús probablemente se refiera a "las bodas del Cordero" (Apoc. 19: 7-9), que se celebrarán para conmemorar que "el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina" (vers. 1-6). Con referencia al uso de una solemne fiesta religiosa como símbolo de la felicidad de los salvados en el reino eterno, ver com. Luc. 14: 15-16. 

17. Repartidlo. 
[ La Cena del Señor, Luc. 22: 17-20 = Mat. 26: 26-29 = Mar. 14: 22-25. Comentario principal: Mateo.] Es decir, tomaron la copa y bebieron de ella uno tras otro, mientras pasaba de una mano a otra. 

Sólo Lucas pareciera hablar de dos copas (vers. 17 y 20). Se ha sugerido que la primera copa formaba parte del ritual de la pascua, mientras que la segunda era parte de la Santa Cena cristiana. Para evitar lo que parecía ser un error, algunos antiguos manuscritos (entre ellos el Códice de Beza, siglo VI) suprimieron la segunda copa eliminando el vers. 20, e invirtieron así el orden de los elementos de la Santa Cena. Otras versiones intentaron arreglar de otras maneras el problema de las dos copas; pero la evidencia textual se inclina (cf. p. 147) por el texto como aparece en la RVR, con dos copas. 

20. De igual manera. 
Así como había tomado el pan, dado gracias, y lo había repartido, hizo lo mismo con el vino. 

21. La mano. 
[ El traidor es desenmascarado, Luc. 22: 21-23 = Mat. 26: 21-25 = Mar. 14: 18-21 = Juan 13: 21-30. Comentario principal: Mateo y Juan.] Lucas relata la Santa Cena antes de hablar de Judas como traidor, mientras que Mateo y Marcos invierten este orden. El relato de Lucas mantiene el orden cronológico exacto (ver com. Mat. 26: 21). 

Del que me entrega. 
También podría traducirse, "del que me está entregando". Judas ya se había reunido con los dirigentes judíos y convenido en entregarles a Jesús (ver com. Mat. 26: 14-15). La traición ya se había iniciado. 

Conmigo en la mesa. 
Es probable que las manos de todos los discípulos estuvieran "en la mesa". Esta declaración no identificó a Judas como traidor, sino que sencillamente dio a entender que el traidor era uno de los que estaban reclinados a la mesa. 

24. Una disputa. 
[ La grandeza en el servicio, Luc. 22: 24-30 = Juan 13: 1-20. Comentario principal: Juan.] "Contención"; "altercado" (BJ); "rivalidad" (BC). La palabra indica un espíritu combativo, disposición para pelear. Esta solapada tendencia a la discordia parece haber estado presente durante toda la cena pascual. El relato de Lucas explica la situación que dio lugar al rito de humildad, registrado por Juan. Si se tienen en cuenta los acontecimientos que pronto ocurrirían, es trágico que los discípulos estuvieran discutiendo acerca de la categoría que ocuparían en un reino imaginario que Cristo no había venido a establecer. El concepto equivocado que tenían los discípulos acerca de la naturaleza del reino de Cristo, fue el que, como en ocasiones anteriores (Mat. 18: 1; 20: 21; Mar. 9: 33-35; Luc. 9: 46-48), dio lugar a la contienda en cuanto a la grandeza de unos frente a los otros. Con referencia a los falsos conceptos que albergaban los judíos, y hasta cierto punto los discípulos inclusive después de la resurrección, en cuanto a la naturaleza del reino mesiánico, ver com. cap. 24: 19. Judas se había atribuido un lugar de honor, a la izquierda de Jesús, y Juan estaba a su derecha (DTG 600). 

El mayor. 
Ver com. Mat. 18: 1-10; 20: 25-26. Los discípulos estaban pensando en los puestos y categorías que ocuparían en el reino que, según ellos, Cristo pronto establecería en la tierra. 

26. El más joven. 
Según la costumbre del Cercano Oriente, los hermanos menores debían someterse a sus hermanos mayores. Pero lo que Cristo decía era que el mayor debía someterse a los menores. 

27. Como el que sirve. 
Jesús presenta su propio ejemplo de abnegado servicio para otros. El mismo espíritu que movió a Cristo a socorrer a la humanidad en sus necesidades físicas y espirituales, debería motivar la vida de todos los que quisieran ser sus discípulos. 

28. Habéis permanecido. 
Estas palabras dan la idea de una lealtad continua y consecuente. A pesar de las evidentes imperfecciones, en su conjunto los discípulos habían sido leales en su dedicación a Cristo. 

31. Simón, Simón. 
[ Jesús anuncia la negación de Pedro, Luc. 22: 31-38 = Mat. 26: 31-35 = Mar. 14: 27-31. Cf. com. Juan 13: 36-38. Comentario principal: Mateo.] La evidencia textual establece (cf. p. 147) la omisión de la frase: "Dijo también el Señor". La repetición del nombre de Simón da mayor énfasis a lo que Jesús está por decir. 

Satanás os ha pedido. 
Jesús se dirigió a Pedro, pero el pronombre plural indica que también se refería a todos. Satanás ya había zarandeado y vencido a Judas (Job 1: 12, 2: 6). 

32. Yo he rogado. 
Qué consuelo es saber que el Maestro tiene un interés tan personal en nuestras pruebas y tentaciones personales. Poco después de esta conversación, Jesús elevó su voz en oración al Padre, y pidió por todos sus discípulos (Juan 17: 2, 9, 15, 17). 

Por ti. 
El pronombre está en singular, a diferencia del vers. 31; en esta forma se recalca la naturaleza personal del interés que Jesús tiene en cada uno de sus seguidores; en este caso, específicamente en Pedro. 

No falte. 
Gr. ekléipÇ, "fracasar", "acabarse", "dejar fuera". No expresa la idea de flaquear sino de fallar totalmente. La palabra "eclipse" deriva del mismo verbo. 

Vuelto. 
Gr. epistrefÇ, "volverse", que se refiere a la conversión o al cambio que ocurriría en la vida de Pedro. Jesús indicó aquí que Pedro caería, pero que este no sería el final de todo, porque se arrepentiría. La amarga experiencia por la cual Pedro estaba a punto de pasar como resultado de negar a su Señor, obró en él una transformación que fue claramente visible para los otros discípulos (DTG 659-660, 752). 

Confirma a tus hermanos. 
La intrepidez que más tarde Pedro manifestó por la verdad, demuestra que su conversión fue completa; su ministerio proporcionó fuerza y ánimo a los creyentes en Jerusalén y en sus zonas circunvecinas (Hech. 2: 14; 3: 12-15; 4: 8-13; 5: 29-33, etc.). 

35. Cuando os envié. 
Jesús recuerda a los doce la ocasión cuando los había enviado de dos en dos por las aldeas de Galilea (ver com. Mat. 10: 1, 5, 9-10). 

¿Os faltó? 
La construcción de la pregunta griega indica que Jesús esperaba una respuesta negativa. Por lo general, los discípulos habían recibido una recepción cordial. Cuando hicieron el viaje evangelístico al cual se hace referencia aquí, Jesús estaba en el apogeo de su popularidad en Galilea, y la gente estaba muy feliz de recibir a sus representantes. 

36. Pues ahora. 
La situación ha cambiado. El período de popularidad en Galilea se había terminado un año antes (ver com. Juan 6: 66). Desde ahora en adelante, cuando los discípulos proclamaran el Evangelio, encontrarían sospechas y enemistad. No debían esperar la hospitalidad generosa y amable que habían gozado antes. Muchas veces sufrirían persecuciones (ver com. Mat. 10: 16-28; Juan 16: 33). 

Espada. 
Gr. májaira , por lo general, la espada corta de los romanos (ver com. cap. 2: 35). En la LXX májaira aparece como traducción del Heb. ma'akéleth, "cuchillo para degollar", derivado de ma'akal , "alimento". Posiblemente aquí se refiera al segundo significado: "cuchillo de degollar". 

Compre una. 
Este lenguaje figurado de Jesús muchas veces ha sido mal interpretado. Cuando los discípulos fueron al mundo hostil, frecuentemente se encontraron en circunstancias en las cuales, desde un punto de vista humano, habrían sido muy útiles las armas; sin embargo, en todo el relato del libro de los Hechos no se registra un solo caso de que los apóstoles usaran o aun portaran un arma. Si Jesús hubiera querido que las portaran, podemos estar seguros de que lo habrían hecho. Esa misma noche, una hora o dos después, cuando Pedro trató de usar una espada (ver com. Mat. 26: 51-53), Jesús lo reprendió por lo que había hecho, y enseñó claramente que el cristiano, como su Maestro, no debe depender de las armas para protegerse. El cristiano no debe rechazar la fuerza con la fuerza (ver com. Mat. 5: 39). 

El Evangelio que da la vida no debe defenderse matando a personas por las cuales Cristo murió. La evidencia suprema del amor cristiano es estar dispuesto a morir por otros (Juan 15: 13). El deseo o la intención de quitarle la vida a quienes puedan estar en desacuerdo con nosotros es una evidencia del espíritu de Satanás, quien es "homicida desde el principio" " (Juan 8: 44). La persecución es obra de Satanás; la practican quienes se han sometido a su dominio. La única arma que el cristiano puede usar libremente para defender su fe es la "espada del Espíritu, que es la palabra de Dios" " (ver Efe. 6: 17; Heb. 4: 12; com. Mat. 26: 52). Por lo tanto, de acuerdo a las enseñanzas de Cristo y de lo que narra el NT en cuanto a los métodos apostólicos para predicar el Evangelio, concluimos que Cristo habló aquí en forma figurada para advertir a sus discípulos acerca de la persecución que ellos y sus conversos tendrían que sufrir, y no del uso literal de armas de ningún tipo. 

38. Aquí hay dos espadas. 
Es evidente que los discípulos entendieron mal lo que Jesús había dicho e interpretaron literalmente sus palabras acerca de conseguir espadas. La severa reprensión de Jesús a Pedro un poco más tarde (ver com. Mat. 26: 51-52) es una clara evidencia de que el Maestro no había tenido la intención de que entendieran literalmente sus palabras. 

Basta. 
No es claro si Jesús se está refiriendo a las dos espadas de las cuales habló Pedro, o al tema en general. Es probable que con esta palabra Jesús quisiera concluir este tema, pues ese no era el momento de discutirlo con más detalles. Había asuntos más importantes por delante. Quizá Jesús quiso decir: "Basta ya [de este asunto]". 

43. Un ángel. 
Este ángel fue Gabriel (ver p. 661), quien ministró personalmente a Cristo en repetidas ocasiones (ver com. cap. 1: 19). Compárese con la experiencia de Jesús al final de su encuentro con Satanás en el desierto (ver com. Mat. 4: 11). 

Para fortalecerle. 
Después que Jesús oró por tercera vez, e hizo la gran decisión de llegar hasta la cruz, "cayó moribundo al suelo del que se había levantado parcialmente" y padeció "los sufrimientos de la muerte por todos los hombres" (DTG 642-643). El poderoso ángel vino para impartirle fuerza para las horas de sufrimiento que había entre el huerto y la cruz. Cuando hubo sido fortalecido, "salió de la prueba sereno y henchido de calma", sin que se vieran en él las "huellas de su reciente agonía" (DTG 643-644). Así lo encontró la turba que había salido a tomarlo. 

44. Gotas. 
Del Gr. thrómbos , "gota", "coágulo". Como un caso histórico similar, el International Critical Commentary (comentando Luc. 22: 44) cita a Megeray quien describe así a Carlos IX de Suecia en las últimas semanas de su vida: "La sangre brotaba de todos los orificios de su cuerpo, aun de los poros de su piel; de modo que en una ocasión se lo halló bañado en sudor sanguinolento". Concluye que la frase griega en cuestión debe entenderse como "sudor sanguinolento". 

Si bien hay pruebas de que en muchos de los más antiguos y fidedignos manuscritos no aparecían los vers. 43-44, la evidencia textual se inclina (cf. p. 147) por incluirlos. 

51. Basta ya. 
No es claro en la narración de Lucas si Jesús dirigió estas palabras a los discípulos para aconsejarles que dejaran que los acontecimientos siguieran su curso natural, o para ordenarles que no actuaran con fuerza y violencia (vers. 50), o si fue que pidió a los que habían venido a prenderlo que le permitieran curarle la oreja a Malco. De acuerdo con DTG 645, Jesús habló a los soldados romanos que lo habían sujetado firmemente. 

Tocando su oreja. 
Esta fue la segunda prueba de divinidad presentada a quienes habían venido a prender a Jesús; la primera había sido la aparición de la gloria angélica (ver com. Juan 18: 6). Si la acción precipitada de Pedro no hubiera sido remediada inmediatamente, podría haber sido presentada delante del sanedrín y de Pilato como una evidencia de que Jesús y sus discípulos eran gente peligrosa, una amenaza para la nación. Las autoridades no mencionaron este episodio en el juicio, porque si lo hubieran hecho tendrían que haber admitido que se había hecho un milagro. 

53. Vuestra hora. 
Es decir la "hora" en que se les permitiría hacer lo que quisieran con Jesús. Tanto a los perversos como a los ángeles satánicos les pareció que Jesús finalmente estaba en su poder. 

Tinieblas. 
Era de noche; un momento muy apropiado para sus planes siniestros, una oportunidad favorable para que consumaran su obra. Pero la oscuridad espiritual que envolvía su corazón era mayor que la oscuridad física. Esos impíos hicieron sin impedimento alguno la voluntad de los demonios, dieron rienda suelta al odio que había en su corazón. 

54. Le llevaron. 
[ Juicio nocturno ante el sanedrín, Luc. 22: 54-65 = Mat. 26: 57-75 = Mar. 14: 53-72 = Juan 18: 25- 27. Comentario principal: Mateo.] Debe notarse que Lucas presenta el juicio y la negación de Pedro en estricto orden cronológico (ver p. 182). 

65. Otras muchas cosas. 
Los hechos mencionados son sólo ilustraciones de muchas otras cosas que Jesús sufrió a manos de las autoridades y de la turba (ver com. Juan 21: 25). 

66. Cuando era de día. 
[ Jesús ante el concilio; juicio diurno, Luc. 22: 66-71 = Mat. 27: 1 = Mar. 15: 1. Comentario principal: Lucas. Ver mapa p. 215; diagrama p. 223.] El juicio nocturno ante sólo miembros escogidos del sanedrín (ver com. Mat. 26: 57-75) y hecho en casa del sumo sacerdote, no fue un juicio oficial a pesar de que se oyeron las acusaciones y se tomó una decisión. Fue necesario hacer una convocación legal para que el sanedrín se reuniera tan pronto como saliera el sol, aproximadamente a las 5:30 de la mañana en esa época del año en la latitud de Jerusalén. Por lo tanto, en el juicio diurno tuvieron que repetirse las partes esenciales del juicio nocturno. "Tan pronto como fue de día, el sanedrín se volvió a reunir, y Jesús fue traído de nuevo a la sala del concilio" (DTG 661). 

Le trajeron. 
Desde donde lo habían retenido, en la casa del sumo sacerdote, hasta la cámara de sesiones del sanedrín. 

Concilio. 
Gr. sunédrion, literalmente "el lugar de sentarse juntos", es decir, "una asamblea". Sin duda este sunédrion no era un concilio ordinario, sino la reunión del gran sanedrín de Jerusalén (ver p. 68). 

67. ¿Eres tú el Cristo? 
En la sesión nocturna ya se había oído la respuesta que Cristo había dado a esta pregunta, y la habían considerado como razón suficiente para condenarlo a muerte (ver com. Mat. 26: 63-66). Se repitió la pregunta para que todos la oyeran. Muchos miembros del sanedrín que no habían estado en el juicio nocturno ahora estaban presentes (DTG 661), aunque pareciera que Nicodemo y José de Arimatea ni fueron convocados ni estuvieron presentes (DTG 497, 648, 719). 

68. Si os preguntaré. 
Es decir, discutir el asunto en forma razonable para determinar cuáles eran los hechos. Los judíos no tenían interés en los pormenores del caso, y se negaban a examinar las pruebas. Jesús había presentado las evidencias de que era el Mesías dos años antes, probablemente en ese mismo recinto (ver com. Juan 5: 17-47, especialmente los vers. 31-39). 

Ni me soltaréis. 
No importaba cuán convincente fuera la evidencia en favor de Jesús, los judíos estaban decididos a no dejarlo en libertad (ver com. Mat. 26: 59). 

70. Vosotros decís que lo soy. 
Jesús reconoce que han dicho la verdad. Esta no era más que una forma idiomática de decir "sí" (Mar. 14: 62; Mat. 26: 64). El "Hijo del Hombre" era "el Cristo" (Luc. 22: 67). Ver com. Mat. 1: 1; Mar. 2: 10. 

71. ¿Qué más testimonio necesitamos? 
Ver com. Mat. 26: 65-66. Los dirigentes judíos condenan por tercera vez a Jesús, y es también la tercera escena de maltratos y burlas que sigue inmediatamente (DTG 661). La presencia de los soldados romanos quizá impidió que Jesús fuera muerto por la turba frente a los miembros del sanedrín. 

Si Jesús no hubiera sido lo que afirmaba que era, los dirigentes judíos habrían tenido toda la razón; pero como Jesús estaba en lo cierto ellos se equivocaron de un modo irreparable y eterno. 


CBA T5


Comentarios

Entradas populares de este blog

Lección 1 | EL DIOS QUE ANHELA ESTAR CON NOSOTROS | Lunes 2 de octubre

Lunes 2 de octubre | Lección 1 EL DIOS QUE ANHELA ESTAR CON NOSOTROS Lee Génesis 17:7, 26:3 y 28:15. ¿Cuál fue el enfoque principal de la promesa de Dios a Abraham y sus descendientes en estos versículos? Gén 17:7  Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios , y el de tu descendencia después de ti.  Gén 26:3  Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo , y te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a Abraham tu padre.  Gén 28:15  He aquí, yo estoy contigo , y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho.   En la narración del Antiguo Testamento, Dios sigue actuando según su naturaleza misionera para cumplir sus propósitos. Por ejemplo, después del Diluvio, el pueblo de Babel decidió reunirse en un mismo lugar para construir una ciudad y una

Lección 11 LA CRISIS VENIDERA | Lunes 10 de junio

 Lunes 10 de junio | Lección 11 LA CRISIS VENIDERA La profecía de la marca de la bestia en Apocalipsis 13 nos habla de la peor etapa, la más feroz, de la guerra de Satanás contra Dios. Desde que Jesús murió en la Cruz, el enemigo sabe que ha sido derrotado, pero se ha resuelto a hundir junto con él a la mayor cantidad posible de personas. Su primera estrategia en esta campaña es el engaño. Cuando el engaño no funciona, recurre a la fuerza. En última instancia, él está detrás del decreto de que cualquiera que se niegue a adorar a la bestia o a recibir su marca será condenado a muerte. La persecución religiosa, por supuesto, no es nueva. Ha existido desde que Caín mató a Abel por obedecer el mandato de Dios. Jesús dijo que sucedería incluso entre los creyentes. Lee Juan 16:2; Mateo 10:22; 2 Timoteo 3:12; y 1 Pedro 4:12. ¿Qué experimentó la iglesia del Nuevo Testamento y cómo se aplica esto a la iglesia de Cristo del tiempo del fin?  Jua 16:2  Los expulsarán de las sinagogas; y hasta vien

Lección 4 | LA INTERPRETACIÓN DE JESÚS | Lunes 22 de julio

Lección 4 | Lunes 22 de julio LA INTERPRETACIÓN DE JESÚS Jesús había terminado con la parábola, sin dar inmediatamente ninguna explicación. De acuerdo con el texto (Mar. 4:1), la presentó ante una gran multitud. Solo después, ante un grupo menor (Mar. 4:10), explicó su significado. Lee Marcos 4:13 al 20. ¿Cómo interpreta Jesús la parábola del sembrador?  Mar 4:13  »¿No entienden esta parábola? —continuó Jesús—. ¿Cómo podrán, entonces, entender las demás?  Mar 4:14  El sembrador siembra la palabra.  Mar 4:15  Algunos son como lo sembrado junto al camino, donde se siembra la palabra. Tan pronto como la oyen, viene Satanás y les quita la palabra sembrada en ellos.  Mar 4:16  Otros son como lo sembrado en terreno pedregoso: cuando oyen la palabra, en seguida la reciben con alegría,  Mar 4:17  pero como no tienen raíz, duran poco tiempo. Cuando surgen problemas o persecución a causa de la palabra, en seguida se apartan de ella.  Mar 4:18  Otros son como lo sembrado entre espinos: oyen la pa