1. En cuanto a la ofrenda.
Pablo tenía a su
cargo una misión especial en favor de los creyentes necesitados de Jerusalén
(cf. 2 Cor. 8 y 9). Años antes había sido el portador de una dádiva especial
para los afectados por el hambre en la iglesia de Antioquía (cf. com. Hech. 11:
28-30; 12: 25). Pablo sentía una profunda preocupación por sus hermanos
cristianos de origen judío (cf. Gál. 2: 10).
Las condiciones económicas
y los gravámenes en Palestina eran opresivos para judíos y para cristianos. Se
ha calculado que los impuestos combinados -los civiles y los religiosos-
alcanzaban al asombroso total de casi el 40 por ciento de los ingresos de una
persona. El pueblo no tenía ninguna esperanza de escapar de la pobreza. Además,
la iglesia de Jerusalén sufría mucho por las persecuciones.
La mayoría
de los creyentes eran pobres, algunos de ellos por haberse hecho cristianos (cf.
Hech. 4: 34-35; 6: 1; 8: 1; 11: 28-30). Necesitaban ayuda de sus hermanos más
afortunados que vivían en otros lugares (ver Hech. 8: 1; HAp 58). Pablo estaba
empeñado en la responsabilidad de solicitar ayuda para ellos de otras iglesias
que visitaba, y se dirigió a los corintios para que hicieran su parte; por eso
les presentó el ejemplo de sus iglesias hermanas de Acaya y Macedonia (ver Rom.
15: 25-26; 2 Cor. 8: 1-7).
De la manera.
Los creyentes corintios
debían aceptar esa obligación así como lo habían hecho los gálatas. La iglesia
ha recibido la misión de ayudar a los pobres en todos los siglos, para que sus
miembros puedan fomentar la simpatía y el amor y revelar a otros el poder del
Evangelio de Jesucristo (ver Luc. 14: 13-14; 2JT 499, 507, 511, 516-518; 4T
619-620; DTG 337-338). Nuestro proceder frente a los miembros menos afortunados
de la sociedad es un factor muy importante para determinar nuestro último
destino (ver Isa. 58: 6-8; Mat. 25: 34-46; 2JT 255). Jesús mismo dio el ejemplo
en esta obra de aliviar las necesidades de la humanidad doliente: empleaba más
tiempo en curar a los enfermos que en predicar el Evangelio (ver 3TS 267; DTG
316).
2. Primer día de la semana.
Ver com. Mat. 28: 1.
Ponga.
La construcción del griego
indica que debían hacer esto regularmente cada primer día de la semana.
Aparte.
Gr. par' heautÇ, literalmente "consigo mismo",
equivalente a "en su casa". "Reserve en su casa" (BJ); "reserve en su poder"
(BC).
Según haya prosperado.
Dar en proporción a cómo uno haya
prosperado puede implicar un cuidadoso ajuste de cuentas, tarea que Pablo
difícilmente aconsejaría hacer en un día de sagrado reposo.
Este
versículo se cita a menudo para apoyar la observancia del domingo; pero cuando
se examina esta afirmación en relación con la misión del apóstol en favor de los
pobres de Jerusalén, se ve que es una exhortación a una planificación
sistemática de parte de los miembros de la iglesia de Corinto para hacer su
parte en la ofrenda. No hay nada en el versículo que remotamente sugiera que hay
algo de sagrado en el primer día de la semana (ver ET 231; cf. F. D. Nichol,
Answers to Objections, pp. 218-219). Si todos los creyentes adoptaran ahora el
principio de ser sistemáticos en sus ofrendas, habría abundantes recursos para
llevar rápidamente el mensaje de salvación al mundo (ver 1JT 368).
Guardándolo.
Literalmente "atesorándolo", "acumulándolo", quizá
en algún recipiente especial o en un lugar seguro de la casa.
Ofrendas.
Gr. logéia, "colecta", "contribución". Pablo pedía que la ofrenda
estuviera lista para cuando él llegara.
3. Por carta.
Literalmente "cartas" " (BJ, BC, NC). Hay
alguna diferencia de opinión entre los comentadores en cuanto al autor de las
"cartas" que aquí menciona Pablo. Esta diferencia se advierte al comparar, por
ejemplo, el texto de la BJ con el de la RVR. Cuando me halle ahí, enviaré a los
que hayáis considerado dignos, acompañados de cartas, para que lleven a
Jerusalén vuestra liberalidad (BJ). Los que sostienen el punto de vista que se
refleja en la traducción de la RVR razonan que las cartas fueron escritas por
los dirigentes de la iglesia de Corinto, y que por medio de ellas se nombraba y
autorizaba a los portadores como representantes de la iglesia. Los que siguen la
interpretación que concuerda con la BJ, creen que Pablo se ofreció para escribir
cartas de recomendación para los representantes de los hermanos corintios ante
los hermanos de la iglesia de Jerusalén; sin embargo, no hay nombres de
corintios en la lista de Hech. 20: 4.
4. Si
fuere propio.
Gr. áxios , "digno", "adecuado"; "si vale la pena" (BJ);
"si valiere la pena" (BC). Si la cantidad que iba a ser llevada, justificaba su
presencia, o si se pensaba que sería mejor que él acompañara a los mensajeros,
Pablo estaba dispuesto a viajar a Jerusalén para que no hubiera dudas ni
sospechas acerca de la ofrenda enviada por la iglesia de Corinto. Esta es una
ilustración del sumo cuidado del apóstol para evitar cualquier motivo de
incomprensión u ofensas (cf. Rom. 14: 13, 16, 21; 1 Cor. 8: 9, 13).
5. Macedonia.
Ver com. Hech. 16: 9.
6. Con vosotros . . . pase el invierno.
Pablo quería permanecer por un tiempo prolongado en Corinto, y no estar
sólo de paso mientras iba a otros lugares (vers. 7); por eso se proponía
completar primero su itinerario por Macedonia (vers. 5), y después quería pasar
los meses del invierno con la iglesia de Corinto.
Me encaminéis.
Ver com. Hech. 15: 3; cf. cap. 20: 38; 21: 16.
7. Si el Señor lo permite.
Cf. com. Hech, 18: 21; 1 Cor.
4: 19.
8. Efeso.
Ver com. Hech. 18:
19.
Pentecostés.
Ver com. Hech. 2: 1.
9. Abierto.
Pablo se refería a las extraordinarias
oportunidades que se le habían presentado en Efeso para la predicación del
Evangelio, como la razón por la cual deseaba permanecer allí por algún tiempo en
vez de seguir inmediatamente a Macedonia y Corinto (vers. 7-8). Efeso era un
importante centro de culto pagano en la provincia romana de Asia; la diosa Diana
(o Artemisa) era su principal deidad (ver com. Hech. 19: 24). En esa ciudad,
casi completamente entregada a la idolatría, la superstición y los vicios, Dios
manifestó su poder mediante Pablo para la conversión de los pecadores y la
confusión de los adversarios (ver Hech. 19: 8-12, 18-20).
Adversarios.
Cuando surgió la oposición en Efeso, Pablo no abandonó la ciudad, sino
que trabajó aun más fervientemente para la difusión del reino de Dios. Una
oposición tal generalmente puede ser considerada como la evidencia de que
Satanás está alarmado, pues ve en peligro su dominio sobre las almas de los
hombres y una indicación de que está actuando el Espíritu de Dios.
10. Timoteo.
Uno de los conversos
de Pablo y ayudante de él en la obra de Dios (ver com. Hech. 16: 1). Había sido
enviado a la iglesia de Corinto para ayudar a los hermanos a resolver sus
problemas (ver com. 1 Cor. 4: 17). Pablo procuraba prepararle el camino al
solicitar la hospitalidad y la bondad de los corintios para con él, de modo que
el joven Timoteo no se viera en aprietos cuando tuviera que instruir a los
cristianos influyentes de esa importante iglesia.
11. Le tenga en poco.
Gr. exouthenéÇ , " "no tomar en
cuenta", "tratar con menosprecio". "Le menosprecie" " (BJ, BC).
Encaminadle.
Esto es, proveerle con lo necesario para el viaje.
"Procuradle los medios necesarios" (BJ); "preparada el viaje en paz" " (BC).
En paz.
O con la buena voluntad de los corintios. Pablo esperaba
que no hubiera puntos de incomprensión entre Timoteo y los creyentes corintios.
Le espero.
Pablo estaba esperando noticias de los asuntos en
Corinto (ver com. cap. 4: 17). Fue en Macedonia donde Timoteo sin 811 duda se
encontró con Pablo, pues estaba con el apóstol cuando se escribió 2 Corintios
(ver com. 2 Cor. 1: 1; cf. HAp 260).
12. Apolos.
Ver com. Hech. 18: 24; cf. Hech. 19: 1; 1 Cor.
1: 12.
De ninguna manera tuvo voluntad.
Ver com. cap. 1: 12.
13. Velad.
Es decir, manteneos
despiertos, estad vigilantes como los centinelas apostados alrededor del
campamento de un ejército están alerta en cada momento ante la menor insinuación
de peligro. El hecho de que esta exhortación se encuentre en diversos lugares
del NT destaca la necesidad de que el cristiano esté en guardia contra los
esfuerzos del enemigo para destruirlo (ver Mat. 24: 42; 25: 13; Mar. 13: 35;
Hech. 20: 31; 1 Tes. 5: 5-6). La admonición tenía aquí una aplicación especial
ante los peligros peculiares que rodeaban a los creyentes corintios. Debían
cuidar que su salvación no fuera puesta en peligro por disensiones, falsas
doctrinas, falsos maestros, prácticas falsas y el predominio de la idolatría que
los rodeaba.
Estad firmes en la fe.
En cuanto a "fe" como se usa
aquí, ver com. Hech. 6: 7. Jesús advirtió que habría muchos falsos maestros y
falsos profetas que procurarían desviar a la gente de la pureza del Evangelio y
la inducirían a aceptar doctrinas que se originaron con Satanás (Mat. 24: 4-5,
11, 23-24, 26). Se necesita la decidida determinación de aferrarse sin
vacilaciones a la genuina Palabra de Dios (ver Isa. 8: 20; Mat. 24: 13; Fil. 1:
27; 4: 1; 1 Tes. 5: 21; Apoc. 2: 10).
Portaos varonilmente.
Ser
cristiano exige valor, intrepidez, perseverancia, ánimo, en fin, todas las
cualidades de un verdadero hombre. No hay lugar para la cobardía, la timidez o
el temor. Un carácter noble sólo es desarrollado por los que se colocan sin
reservas bajo el liderazgo del Salvador (ver Efe. 6: 10).
14. Amor.
Gr. ágap', " amor" como
principio (ver com. 1 Cor. 13: 1). En cuanto al verbo agapáÇ, ver com. Mat. 5:
43-44. El amor es la cualidad que todo lo puede, la solución máxima para todos
los problemas. El consejo que aquí se da puede ser considerado como el elemento
supremo de la enseñanza de Pablo para los creyentes corintios y para todos los
cristianos en todo tiempo y lugar. El amor supremo hacia Dios y el amor
desinteresado hacia el prójimo aniquilan toda contienda, lucha, orgullo y males
afines (ver Prov. 10: 12; Mat. 22: 37-40; Rom. 13: 10). Este atributo básico del
carácter de Dios (1 Juan 4: 8) debe estimular a cada hijo de Dios, de modo que
su vida sea una demostración del poder del amor y una prueba de la verdad del
Evangelio de Jesucristo (cf. Juan 14: 23; 15: 9-10, 12; 1 Juan 3: 14, 18, 23-24;
4: 7-8, 11-12, 16, 18, 20-21; 5: 2).
15. Familia de Estéfanas.
Familia influyente, cuyos
miembros habían sido bautizados por Pablo (cap. 1: 16).
Primicias.
Es decir, eran el principio de una gran cosecha de almas en Acaya.
Acaya.
Provincia compuesta por el Peloponeso y Grecia, al sur de
Macedonia. Su capital era Corinto.
16. Ruego.
Gr. parakaléÇ , "exhortar", "amonestar" " (ver
com. Juan 14: 16). "Os hago una recomendación, hermanos" (BJ); "os recomiendo,
hermanos" (BC); "un ruego voy a haceros, hermanos" " (NC).
Os sujetéis.
Es decir, mostrad deferencia y respeto por los que son fieles en el
servicio de la iglesia. Su opinión y consejo deben ser considerados como dignos
de ser tenidos muy en cuenta. Todos los que ayudan en la gran obra de Dios en la
tierra deben ser tratados con respeto y debe dárseles cualquier ayuda que puedan
necesitar.
17. La venida de.
Los
tres mensajeros nombrados indudablemente procedían de Corinto. Fortunato y
Acaico no son mencionados en ninguna otra parte. Los tres eran los portadores de
la carta con las preguntas de los corintios para Pablo (cap. 7: 1), y
posiblemente también llevaron la respuesta de Pablo a los corintios, hoy
conocida como Primera Corintios.
18. Confortaron.
La presencia y las palabras de estos
enviados de Corinto habían reanimado y consolado a Pablo. Es evidente que le
habían dado informaciones acerca de la iglesia de Corinto (vers. 17). Esa
información le ayudó a comprender más claramente la situación (ver Prov. 15:
30).
Reconoced.
Es decir, dadles reconocimiento. "Sabed
apreciar" (BJ, NC).
19. Asia.
Ver
com. Hech. 2: 9; Nota Adicional de Hech. 16.
Iglesia . . . en su casa.
Los
primeros cristianos se reunían en casas de Familia. No hubo templos hasta fines
del siglo II.
20. Todos los hermanos.
Sin duda los creyentes de Efeso. Es evidente que estaban interesados 812
en la iglesia de Corinto y deseaban que sus hermanos supieran de su amor y
preocupación por ellos. Este mismo espíritu mueve a todos los que aman al Señor
y a su pueblo; se interesan en todos los otros miembros de la gran familia de
Dios. Este espíritu de amante compañerismo que prevalece entre los Hijos de Dios
es motivo de asombro para los que no conocen el amor de Dios y una evidencia de
la verdad del Evangelio (ver Juan 17: 23; 3T 446-447; CC 111).
Osculo.
Forma común de saludo en el Medio Oriente. El ósculo santo era una
prueba de afecto cristiano entre los creyentes (cf. Rom. 16: 16; 2 Cor. 13: 12;
1 Tes. 5: 26; 1 Ped. 5: 14). Parece que Pablo deseaba que los creyentes
corintios se saludaran mutuamente de esa manera cuando recibieran su carta, como
una demostración de haber renovado su unidad y amor cristianos. Esta costumbre,
por lo menos como, se ordena en las Constituciones apostólicas (2: 57; 8: 11),
era que los hombres saludaran así a los hombres, y las mujeres a las mujeres. De
acuerdo con la costumbre de Palestina, el beso se daba en la mejilla, la frente,
la barba, las manos o los pies, pero no en los labios.
21. Propia mano.
Es evidente que Pablo empleaba los
servicios de un secretario para escribir sus cartas a las iglesias. Daba
autenticidad a la epístola firmándola y expresando sus saludos a los hermanos
(cf. Col. 4: 18; 2 Tes. 3: 17). La firma era una prueba de que el contenido de
la carta provenía realmente del apóstol, y también era una demostración de su
amante consideración por la iglesia. Había sido perturbado por los que habían
fraguado cartas que supuestamente eran del apóstol (ver com. 2 Tes. 2: 2). Su
firma personal tenía el propósito de frustrar los designios de tales hombres.
22. Amare.
Gr. filéÇ , "amar con
afecto humano". "El que no quiera al Señor" (BJ). "Si alguno no ama al Señor"
(BC, NC). Para una comparación con agapáo, ver com. Mat. 5: 43-44. Aquí el
significado es: "Si alguno ni aun tiene amor humano por el Señor Jesucristo".
Anatema.
Transliteración del Gr. anáthema , que significa
"maldito" o "dedicado a la destrucción". Los que no creen en Cristo ni lo aman,
no pueden tener esperanza de salvación. Estos, por su proceder de rechazar el
único medio de salvación, eligen la ruina eterna (ver Mar. 16: 16; Juan 12: 48;
Hech. 16: 30-32; 1 Juan 5: 11-13; cf. Gál. 1: 8-9).
El Señor viene.
"Maran atha" " (BJ, NC); "Marana tha" " (BC), transliteración del Gr.
marana tha , a su vez una transliteración del arameo maten 'athah , que
significa: "nuestro Señor ha venido". También podría dividirse marana' tha , que
se traduciría como "nuestro Señor ¡ven!" Sólo aquí aparece esta frase en el NT.
La carta a los corintios fue escrita en griego, como lo fueron todas las otras
epístolas de Pablo; pero Pablo era bilingüe y le era familiar el arameo, idioma
vernáculo de la gente de Palestina. Al aproximarse a la conclusión de su
enérgica exhortación a los corintios para que dejaran sus divisiones, falsas
doctrinas y prácticas falsas, y se entregaran plenamente al Señor, culmina sus
argumentos con esta poderosa proclama acerca de la venida del Señor.
Parece que la expresión "maran-atha" era usada por los creyentes como un
saludo en los primeros años de la iglesia (ver Didajé 10: 6). La venida de Jesús
debiera ser el tema de la vida de cada cristiano (ver 3JT 13; MM 322; PE 58).
23. La gracia.
Pablo termina su
carta con la bendición acostumbrada (ver Rom. 16: 24; 2 Cor. 13: 14; Gál. 6:
18).
24. Amor.
¿Qué bendición más
hermosa podía seguir a la severa reprensión dirigida a los que rechazan el amor
de Dios? Esta epístola, que contiene mucho que podría ser considerado como
áspero al ocuparse con franqueza de ciertos abusos que había en la iglesia,
termina con una expresión de amor y de interés en el bienestar eterno de los que
recibieron la carta.
Amén.
La evidencia textual se inclina por
la omisión del "Amén". Antes de la revisión de la RVR en 1960, al terminar el
cap. 16 se leía a manera de apéndice y con letra más pequeña: " "La primera a
los Corintios fue enviada de Filipos con Estéfanas, y Fortunato, y Achaico
[Acaico] y Timoteo" " . Esta nota tampoco aparece en ningún manuscrito antiguo.
Su contenido es incorrecto, por lo menos en parte, pues presenta a "Filipos"
como el lugar de donde se escribió la epístola cuando en ella se dice que fue
escrita en Efeso (cap. 16: 8). La posdata en un manuscrito uncial (P) del siglo
IX dice: "desde Efeso" y no desde Filipos. En vista de que la información en
cuanto al lugar de donde se escribió está equivocado, se despierta la duda en
cuanto a si Estéfanas, Fortunato y Acaico fueron los portadores de la carta a
Corinto (ver com. vers. 17). La posdata mencionada fue una adición posterior que
no es parte del manuscrito original.
CBA T6
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