1. Recibid.
Gr. proslambánomai , "recibir para
sí", "dar la bienvenida". "Acoged bien" (BJ); "acoged" (NC). A pesar de que son
débiles "en la fe", deben ser recibidos en la comunión cristiana como hermanos,
porque Cristo así los ha recibido y les ha dado la bienvenida (cap. 15: 7).
Débil en la fe.
Es decir, alguien que sólo tiene una comprensión
limitada de los principios de rectitud. Anhela ser salvo y está dispuesto a
hacer cualquier cosa que cree que se le pide; pero debido a la inmadurez de su
experiencia cristiana (cf. Heb. 5: 11 a 6: 2) y quizá también como resultado de
su educación anterior y de sus creencias, trata de asegurar su salvación por
medio de la observancia de ciertas reglas y prescripciones que en realidad no
son obligatorias para él. Da mucha importancia a esas reglas; las considera como
absolutamente vigentes para poder alcanzar la salvación, y está angustiado y
perplejo cuando ve que otros cristianos que conoce, especialmente los que
parecen tener más experiencia, no comparten sus puntos de vista.
Las
afirmaciones de Pablo en Rom. 14 han sido interpretadas de diversas maneras y
usadas en las siguientes formas: 1 para menospreciar el régimen vegetariano, 2
para abolir la distinción entre carnes limpias e inmundas, y 3 para eliminar
toda distinción entre días, aboliendo de paso el sábado. Que Pablo no se ocupa
de ninguna de estas tres cosas, resulta evidente cuando se estudia el capítulo
entendiendo ciertos problemas religiosos entonces vigentes, que perturbaban a
algunos cristianos del primer siglo.
Pablo menciona varios problemas que
eran motivo de controversia entre los hermanos: (1) algunos se refieren a la
alimentación (vers. 2), y (2) los otros tienen que ver con la observancia de
determinados días (vers. 5-6). En 1 Cor. 8 también se trata el problema de la
alimentación y los conceptos del hermano fuerte y el hermano débil. La Primera
Epístola a los Corintios fue escrita menos de un año antes que la de Romanos.
Por lo tanto, es razonable concluir que en 1 Cor. 8 y Rom. 14 Pablo está
tratando, en esencia, el mismo tema. En Corintios el problema es si se debe o no
comer alimentos sacrificados a los ídolos. De acuerdo con una antigua práctica,
los sacerdotes paganos comerciaban ampliamente con los animales sacrificados a
los ídolos. Pablo dijo a los creyentes corintios, tanto de origen judío como
pagano, que como un ídolo "nada es" no era malo en sí mismo comer carnes
dedicadas a los ídolos. Sin embargo, sigue explicando que, debido a sus
antecedentes, educación y diferencia de discernimiento espiritual, no todos
tienen ese "conocimiento", y por lo tanto no podrían comer con limpia conciencia
tales alimentos (ver com. 1 Cor. 8). Por eso Pablo instaba a los que no tenían
escrúpulos en cuanto a esas comidas a que no participaran de ellas para no poner
una piedra de tropiezo en el camino de un hermano (Rom. 14: 13). Su admonición
está, pues, en armonía con la decisión del Concilio de Jerusalén, y proporciona
por lo menos una razón por la cual ese concilio se definió así en cuanto a este
tema (ver com. Hech. 15). Quizá para no escandalizar en esto, algunos cristianos
se abstenían por completo de comer carne, por lo que su alimento se reducía a
"legumbres", es decir, alimentos de origen vegetal (ver com. Rom. 14: 2).
Pablo no está hablando de alimentos dañinos para el organismo. No está
sugiriendo que el cristiano de fe estable puede comer cualquier cosa sin tener
en cuenta los efectos sobre su salud. Ya ha mostrado (cap. 12: 1) que el
verdadero creyente procurará que su cuerpo se conserve santo para que sea
aceptable delante de Dios como un sacrificio vivo. El hombre de fe firme
considerará que es un acto de culto espiritual el cultivar la buena salud (Rom.
12: 1; 1 Cor. 10: 31). Otro hecho aclara el problema que Pablo está tratando. Al
principio, y no muy nítidamente, muchos cristianos de origen judío comprendieron
que la ley ceremonial había hallado su cumplimiento en Cristo (ver com. Col. 2:
14-16) y que, por lo tanto, ya no estaba en vigencia. A los primeros cristianos
no se les prohibió súbitamente que asistieran a las festividades anuales
judaicas, ni se los instó a que abandonaran inmediatamente todos los ritos
ceremoniales. La ley ceremonial obligaba a los judíos a observar siete días de
reposo anuales. Pablo asistió inclusive a algunas de esas fiestas después de su
conversión (Hech. 18: 21, etc.). Aunque enseñaba que "la circuncisión nada es"
(1 Cor. 7: 19), circuncidó a Timoteo (Hech. 16: 3) y cumplió con un voto de
acuerdo con las estipulaciones del antiguo código (Hech. 21: 20-27). Debido a
las circunstancias parecía que lo mejor era permitir que varios elementos de la
ley ceremonial judía desaparecieran poco a poco, a medida que la razón y la
conciencia se fueran aclarando. Por eso se hizo inevitable que entre los
cristianos de origen judío se levantaran preguntas en cuanto a si era correcto
observar ciertos "días", o sea ciertos días de fiesta judíos que correspondían
con sus festividades anuales (ver Lev. 23: 1-44; com. Col. 2: 14-17).
En
vista de estos hechos resulta evidente que Pablo, en Rom. 14, (1) no está
menospreciando una alimentación de "legumbres" (comidas de origen vegetal), ni
(2) anulando la distinción secular bíblica entre carnes limpias e inmundas, ni
(3) aboliendo el sábado semanal de la ley moral (ver com. cap. 3: 31). El que
pretenda afirmar que así fue, debe estar leyendo en la exposición de Pablo algo
que él no enseñó.
Que Pablo no enseña y ni siquiera insinúa la abolición
del sábado semanal, ha sido reconocido por muchos comentadores conservadores.
Por ejemplo, Jamieson, Fausset y Brown al comentar este pasaje (cap. 14: 5-6)
enseñan: "Desafortunadamente Alford deduce por la lectura de este pasaje que no
se podría haber usado este lenguaje si la ley del sábado hubiera estado en
vigencia en cualquier forma bajo el Evangelio. No hay duda de que el sábado no
podía estar entonces en vigencia si hubiera sido una de las fiestas judías; pero
no debe darse por sentado que el sábado fuera un día festivo sencillamente
porque se guardaba bajo el sistema mosaico. Y como sin duda alguna el sábado es
más antiguo que el judaísmo, y que bajo el judaísmo fue incluido entre las cosas
sagradas del Decálogo, el cual fue pronunciado verbalmente en medio de los
terrores del Sinaí como ninguna otra enseñanza del judaísmo; y en vista de que
el mismo Legislador declaró personalmente, en la tierra: " 'EL HIJO DEL HOMBRE
ES SEÑOR AUN DEL IDA DE REPOSO [SÁBADO]' " (Mar. 2: 28), es sumamente difícil
demostrar que el apóstol tenía el propósito de que ese día [el sábado] fuera
clasificado por sus lectores entre los días festivos judaicos que ya habían
caducado, y que sólo un 'débil' podría imaginarse que estaba en vigencia, un
'débil' que sólo debía ser tolerado debido al amor de los que tenían más luz".
En Rom. 14: 1 a 15: 14 Pablo insta a los cristianos más firmes a que
consideren con simpatía los problemas de sus hermanos más débiles. Como lo hizo
en los cap. 12 y 13, muestra que el origen de la unidad y de la paz en la
iglesia es el genuino amor cristiano. Este mismo amor y respeto mutuo asegurarán
una continua armonía entre el conjunto de creyentes a pesar de las diferencias
de opiniones y de los escrúpulos en asuntos de religión.
Contender sobre
opiniones.
Los creyentes "débiles" deben ser recibidos dándoles la
bienvenida a la comunión cristiana, pero no con el propósito de hacerlos
participar en controversias. Los creyentes más firmes no tienen la misión de
dictaminar en cuanto a los escrúpulos de los que quizá son más débiles en la fe.
2. Cree.
O "tiene fe" " (ver com.
cap. 3: 3). Pablo destaca que la convicción (o "fe") de un hombre le permite
comer cosas que la fe de otro no le permite.
Legumbres.
Gr.
lájanon , "hortaliza", "verduras" (BJ, BC, NC). Ver com. vers. 1. Pablo no se
ocupa de la conveniencia de comer ciertos alimentos o de abstenerse de ellos,
sino más bien exhorta a ser pacientes y tolerantes en tales asuntos. " "El reino
de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu "Santo"
(vers. 17). Por lo tanto, el hombre de fe firme seguirá "lo"que contribuye a la
paz y a la mutua edificación" (vers. 19) y tendrá cuidado para que por lo que
come o bebe, o por cualquier otra práctica personal, no se destruya la obra de
Dios (vers. 20) y no sufran aquellos por los cuales Cristo murió (vers. 15).
3. Menosprecie.
Gr. exouthenéÇ ,
literalmente "echar afuera como nada", por lo tanto, "despreciar", "tratar con
desdén". Los de fe más fuerte naturalmente se sentían inclinados a considerar
con menosprecio la estrecha visión de los débiles "en la fe" (vers. 1) en lo
referente a la alimentación. Por supuesto, esto revelaba que la fe de quienes
creían que eran fuertes aún era deficiente, pues la fe genuina obra movida por
el amor (Gál. 5: 6).
Juzgue.
La crítica con frecuencia es una
característica de aquellos cuya vida religiosa se basa principalmente en el
cumplimiento de deberes externos. Ambos lados -"el que come" y el "que no come"-
están equivocados; ambos revelan orgullo espiritual y no amor cristiano.
Le.
Es decir, el hermano más firme, que no tiene escrúpulos en
comer "de todo" (vers. 2). Lo que destaca Pablo es que el creyente que se
abstiene no debe condenar, debido a su libertad, al hombre a quien Dios ha
aceptado y recibido en su iglesia dentro de esa libertad (ver 1 Cor. 10: 29;
Gál. 5: 13). Si Dios le ha perdonado sus pecados y lo ha recibido como a su
Hijo, y su vida revela en otros respectos la presencia del Espíritu Santo, todas
esas críticas están fuera de lugar.
Recibido.
Gr. proslambánomai
, "aceptar", "recibir". Esta es la palabra que se traduce "recibid" en el vers.
1. El cristiano debe "recibir" a su hermano así como Dios lo recibe a él (cf.
cap. 15: 7).
4. Tú. . . que juzgas.
Pablo se está refiriendo al hermano débil, pues "juzgas" se relaciona
con "juzgue" , vers. 3.
Criado ajeno.
En este caso "de Dios" o
"de Cristo", lo que depende de si se acepta "Dios" o "el Señor" como parte del
texto en la parte final del versículo (ver com. "el Señor"; cf. vers. 8-9). La
palabra griega traducida "siervo" ( oikét's ) es rara en el NT. Sólo aparece
aquí y en Luc. 16: 13; Hech. 10: 7; 1 Ped. 2: 18. Significa "criado doméstico",
diferente del esclavo común, pues está más íntimamente relacionado con la
familia. El creyente " "débil" (Rom. 14: 1) está condenando a uno de los siervos
de Dios, a uno que es responsable ante Dios, no ante el consiervo criticón.
Está en pie.
Algunos han entendido que esta frase significa
firmeza moral o espiritual (cf. 1 Cor. 16: 13; Fil. 1: 27); otros, absolución o
aprobación ante Dios (cf. Sal. 1: 5).
Cae.
En contraste con
"está en pie" (ver comentario respectivo). Algunos consideran que se refiere a
una caída moral o espiritual (cf. cap. 11: 11, 22); otros, a condenación o
desaprobación en el juicio. Ambas expresiones se usan en el primero de estos dos
sentidos en 1 Cor. 10: 12: " "El que piensa estar firme, mire que no caiga"."
Estará firme.
O "quedará en pie" (BJ). A pesar de las críticas
de los hermanos que lo censuran, el creyente que con fe emplea su libertad
cristiana en los asuntos que aquí se tratan, será fortalecido y sostenido por su
Amo. Aquel cuya fe es "débil" " (vers. 1) aun puede temer que el hermano más
fuerte esté en grave peligro por no compartir sus escrúpulos. Pero Pablo sugiere
que cualquiera que sea el peligro, el Amo que llamó a su siervo a vivir en
libertad (Gál. 5: 13) tiene poder para librarlo de los peligros que conlleva esa
libertad, peligros que el hermano " "débil" (vers. 1) está tratando de evitar de
otra manera. Sin embargo, algunos interpretan que esta frase se refiere a
absolución en un juicio.
5. Hace
diferencia. . . juzga.
Ambas frases son una traducción del verbo krínÇ ,
"juzgar", "estimar", "decidir". Pablo ahora trata la observancia de días
especiales, otra causa de disensión y confusión entre los creyentes. Ver com.
vers. 1. Compárese con una situación similar que existía en las iglesias de
Galacia (Gál. 4: 10-11) y en la iglesia de Colosas (Col. 2: 16-17).
Aquellos creyentes cuya fe les permitía abandonar inmediatamente todas
las festividades ceremoniales, no debían despreciar a otros cuya fe era menos
firme; y estos últimos no debían criticar a aquellos que les parecían
intemperantes. Cada creyente es responsable ante Dios (Rom. 14: 10-12); y lo que
Dios espera de cada uno de sus siervos es que esté "plenamente convencido en su
propia mente" y que proceda cuidadosamente según sus convicciones de acuerdo con
la luz que ha recibido y entendido. Entre los seguidores de Cristo nada debe
hacerse por la fuerza ni por imposición. Siempre debe prevalecer un espíritu de
amor y tolerancia comprensiva. Los que son más fuertes en la fe deben "
"soportar las flaquezas de los débiles" (cap. 15: 1), así como Cristo ha llevado
las debilidades de todos nosotros. No hay lugar para una crítica que emana de la
justicia propia de aquellos cuyos puntos de vista y prácticas quizá difieran de
las nuestras, o menosprecio por aquel que quizá aún "es niño" en la fe (Heb. 5:
13).
Otra interpretación de este pasaje, aceptada por muchos estudiosos
de la Biblia, es que aquí Pablo hace referencia a días de ayuno. Se sabe que los
judíos acostumbraban ayunar lunes y jueves, y la Didajé (8: 1), a comienzos del
siglo II, insta a los cristianos a ayunar miércoles y viernes. Así se entendería
que Romanos 14 habla de prácticas de importancia secundaria, qué comer y cuándo,
acerca de las cuales la Palabra de Dios no tiene nada claro que decir. (Ver
Raoul Dederen, "On Esteeming One Day Better Than Another", Andrews University
Seminary Studies 9 [enero, 1971]: 16-35.)
Plenamente convencido.
"¡Aténgase cada cual a su conciencia!" (BJ). Ver com. cap. 4: 21. Pablo
no sugiere que los cristianos no deben tener convicciones acerca de aquellos
asuntos en cuanto a los cuales podría haber divergencias, antes bien insta a los
creyentes a que lleguen a conclusiones claras y definidas. Pero al mismo tiempo
debieran hacerlo con caridad para aquellos que llegan a otras conclusiones. No
debe hacerse nada para despojar a nadie de esta libertad de tener sus propias
convicciones respecto a su deber personal. Compárese con DTG 505; Ed 15.
6. Hace caso.
Esta frase aparece
cuatro veces en este versículo como una traducción del verbo griego fronéo, que
aquí significa "observar", "estimar". Compárese esto con Fil. 3: 19 y Col. 3: 2,
donde froné se ha traducido como "sólo piensan" y "poned la mira" ,
respectivamente.
Para el Señor.
En ambas circunstancias el
motivo es el mismo, ya sea que se observe un día o no, de fiesta o de ayuno, o
ya sea que se coma de cierto alimento o no se coma. El hermano más fuerte
agradece a Dios por " "todo" " (vers. 2) y participa de su alimento para la
gloria de Dios (cf. 1 Cor. 10: 31); y el hermano más débil agradece a Dios por
lo que come, y para la gloria de Dios se abstiene de alimentos que pudieran
haber sido sacrificados a los ídolos (ver com. Rom. 14: 1).
No hace
caso.
La evidencia textual (cf. p. 10) establece la omisión de la
siguiente oración: " "y el que no hace caso del día, para el Señorío lo hace" "
. La omiten la BJ, BC, NC y otras versiones. El significado de este versículo no
se altera, pues esta oración sólo presenta el pensamiento anterior en forma
negativa.
No come.
Ver com. "para el Señor".
7. Vive para sí.
Pablo ahora amplía
como una regla general de vida el pensamiento sugerido por las palabras del
vers. 6, "para el Señor" . El cristiano hace todo "para el Señor", no sólo en
asuntos de comida y de días especiales. El propósito de toda su existencia es no
vivir "para sí", para sus placeres personales y de acuerdo con sus propios
deseos, sino "para el Señor", para la gloria divina y de acuerdo con la voluntad
celestial (cf. 2 Cor. 5: 14-15). Su vida entera, hasta su último momento,
pertenece al Señor (Rom. 14: 8), y a su debido tiempo tendrá que rendir cuentas
ante Dios (vers. 12). Por lo tanto, los cristianos debieran vivir como quienes
algún día estarán "ante el tribunal de Cristo" (vers. 10).
Las palabras
de este versículo con frecuencia se han aplicado a la influencia que uno ejerce
sobre sus prójimos; sin embargo, debe recordarse que este no es el significado
principal, tal como lo demuestra el contexto. Pablo destaca que cualquier cosa
que haga el cristiano, la hace con referencia al Señor.
8. Del Señor somos.
Es decir, pertenecemos a Cristo, pues
él es "Señor así de los muertos como"de los que viven" (vers. 9). Ya sea que
seamos débiles en la fe o fuertes en ella, siempre somos responsables ante el
Señor pues le pertenecemos porque él nos compró (Hech. 20: 28; 1 Cor. 6: 20;
Efe. 1: 14). ¿Qué derecho tenemos de ponernos a juzgar a cualquiera que
pertenece a Cristo?
9. Para esto.
Es decir, a fin de que Cristo pudiera convertirse en el Señor de los
muertos y de los vivos.
Murió y resucitó, y volvió a vivir.
La
evidencia textual favorece (cf. p. 10) la variante "murió y volvió a la vida"
(BJ). Mediante su muerte Cristo compró a muchos y por medio de su resurrección
liberó a aquellos a quienes había comprado (ver com. cap. 4: 25). Después de su
muerte y resurrección, Cristo fue entronizado a la diestra del Padre y se le dio
el dominio universal (Mar. 14: 62; 16: 19; Efe. 1: 20-22; Fil. 2: 8-11; Heb. 1:
3).
Para ser Señor.
Gr. kuriéuÇ "regir sobre", "ser señor de".
De los muertos como de los que viven.
La inversión del orden
común de esta frase quizá se deba al orden de las ideas que se exponen acerca de
Cristo en la primera parte del versículo. El cristiano pertenece a Cristo aun en
la muerte porque cuando muere, duerme "en Jesús" (1 Tes. 4: 14; cf. Apoc. 14:
13). "Los muertos en Cristo resucitarán" y a partir de este momento "estaremos
siempre con el Señor" (1 Tes. 4: 16-17). Aun los que rechazan a Cristo no podrán
escapar de depender de él porque mueren, pues todos los muertos resucitarán otra
vez, ya sea para "resurección"de vida" o para "resurrección de condenación"
(Juan 5: 29; cf. Apoc. 20: 12-13). En ese día "cada uno de nosotros dará a Dios
cuenta de sí" (Rom. 14: 12).
Algunos comentadores usan este versículo
como una prueba de que el alma es inmortal y que la muerte sencillamente cambia
al creyente de una esfera de servicio consciente a otra. Esta interpretación no
armoniza con el resto de las Escrituras. Si el alma es inmortal o no debe
determinarse usando otros pasajes que tratan de la condición del alma en la
muerte, tema del cual Pablo no se ocupa aquí (ver Job 14: 21; Ecl. 9: 5; Juan
11: 11; etc.).
10. ¿Por qué juzgas?
La primera parte de este versículo está expresada enfáticamente en el
griego: " "Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué tienes
en nada a tu hermano?" " El que juzga a su hermano es aquel que "come
legumbres", y el que tiene en nada a su hermano es el que cree con pura
conciencia que puede "comer de todo" (vers. 2).
Todos compareceremos.
En el texto griego la palabra que se traduce "todos" está en una
posición de énfasis. Todos nosotros, tanto débiles como fuertes, tendremos que
comparecer ante el tribunal divino. Puesto que todos los creyentes, sin
excepción, son súbditos y siervos de Dios y todos deberán comparecer ante el
mismo tribunal, no tienen derecho a juzgarse mutuamente. Este tipo de juicio
usurpa una prerrogativa de Dios (Rom. 14: 10; cf. 2 Cor. 5: 10).
De
Cristo.
La evidencia textual favorece (cf. p. 10) la variante "de Dios"
(BJ). El texto "de Cristo" podría proceder del pasaje paralelo de 2 Cor. 5: 10.
Dios el Padre juzgará al mundo mediante Cristo (ver Rom. 2: 16; cf. Hech. 17:
31).
11. Escrito está.
La cita es
de Isa. 45: 23, aunque difiere algo del hebreo.
Toda rodilla.
Estas palabras destacan el carácter universal del juicio final.
Confesará.
Gr. exomologéomai, "reconocer", "confesar", "dar
alabanza". Este último sentido es común en la LXX (ver 1 Crón. 29: 13; etc.).
Compárese con el uso de esta palabra en Luc. 10: 21, donde se ha traducido
"alabar" . Sin embargo, también es posible el significado "confesar",
"reconocer" (cf. Sant. 5: 16: "confesaos vuestras ofensas" ). Cualquiera de
estos significados concuerda con el contexto de Rom. 14: 11. En la cita original
de Isaías el juramento de homenaje expresado por las palabras "hice juramento"
(cf. Jos. 23: 7; 2 Crón. 15: 14; Isa. 19: 18), indica la sumisión de todo el
mundo a Jehová y la solemne confesión de su soberanía.
12. De manera que.
El orden de las palabras en el texto
griego añade énfasis a la responsabilidad individual de cada creyente: "Así pues
cada uno de nosotros acerca de sí mismo cuenta dará a Dios".
Cuenta.
Gr. lógos (ver com. cap. 9: 28). En asuntos de conciencia cada persona
es responsable ante Dios, y sólo ante él.
13. Sino más bien decidid.
"Juzgad más bien" (BJ, BC). Una
segunda razón por la cual los creyentes no debieran juzgarse mutuamente. Pablo
presenta esta razón con un juego de palabras basado en el vocablo "juzgar"
("Juzguemos" y "decidid" [ "juzgad" , BJ, BC, que corresponde más literalmente
con el texto griego, krínate ]). En esta frase usa el verbo con el sentido de
"decidir", "determinar" (ver 1 Cor. 2: 2; 2 Cor. 2: 1; Tito 3: 12). Si ha de
haber un juicio que no sea para criticar a otros, sino con la determinación de
que no sea la causa de que caiga un hermano. La primera razón de Pablo para no
juzgar es que las personas no darán cuenta una a la otra, sino a Dios que es su
Señor y juez. Su segunda razón es su regla de amor cristiano repetida con
frecuencia. Debido a su amor, los creyentes que son fuertes en la fe deben ser
considerados con las opiniones y la conciencia de sus hermanos más débiles.
Procurarán ser muy cuidadosos para no ofenderlos o confundirlos. Aunque es
cierto que en asuntos de conciencia nadie es responsable ante otro, sin embargo
todos los cristianos son responsables por el bienestar ajeno. Y aunque un
cristiano está en libertad de desprenderse de todos los restos del legalismo que
tenía, sin embargo el amor a los otros prohibe cualquier uso de esa libertad que
pudiera herir al creyente que es "débil en la fe" (Rom. 14: 1).
14. Yo sé.
Pablo expresa su
convicción personal, iluminada por el Espíritu, en cuanto a la libertad
cristiana y el derecho a rechazar ciertos escrúpulos albergados por otros (cf. 1
Cor. 8: 4). Mediante esta enfática afirmación muestra que la consideración por
el "débil" (Rom. 14: 1) debe basarse en el amor y no en un reconocimiento de que
tales escrúpulos son justificados.
En el Señor Jesús.
La
convicción de Pablo emanaba de una mente que vivía en comunión con Cristo y que
de esa manera recibía la luz del Espíritu Santo. Cf. cap. 9: 1.
Nada.
Es decir, dentro de este contexto, aquellos alimentos de los cuales
Pablo ha estado hablando aquí (ver com. vers.). La palabra "nada" no debe ser
entendida en su sentido absoluto. Las palabras, con frecuencia tienen más de un
significado; por lo tanto, el sentido particular que expresan debe ser
determinado en cada caso por el contexto. Por ejemplo, cuando Pablo dijo: "Todas
las cosas me son lícitas" (1 Cor. 6: 12), esta afirmación -aislada de su
contexto- podría interpretarse como una declaración de que el apóstol era un
libertino. El contexto que es una advertencia contra la inmoralidad anula
inmediatamente tal deducción (ver comentario respectivo). En Exo. 16: 4 la
palabra "diariamente" también podría interpretarse como que significara todos
los días de la semana; sin embargo, por el contexto se demuestra que se excluía
el sábado.
Inmundo.
"Impuro" (BJ, BC, NC). Gr. koinós ,
literalmente "común". Ese término se usaba para describir aquellas cosas que
aunque eran "comunes" para el mundo, estaban prohibidas para los judíos piadosos
(ver com. Mar. 7: 2).
En sí mismo.
Los alimentos que el hermano
"débil" (vers. 1) se abstiene de comer, pero de los que participa el hermano
fuerte, no son aquellos alimentos inmundos por naturaleza, sino los que son
considerados como tales por escrúpulos de conciencia (ver com. vers. 23). Pablo
no está eliminando todas las distinciones entre los alimentos. La interpretación
se debe limitar a los alimentos de aire se está hablando aquí: los que han sido
ofrecidos a ídolos. También se debe recordar el problema específico que trata el
apóstol, a saber: el trato comprensivo que se debe dar a aquellos cuya
conciencia, no del todo clara, les impedía comer ciertos alimentos.
Para
él lo es.
La impureza no radicaba en la naturaleza del alimento sino en
la opinión del creyente acerca de él. El cristianismo "débil" (vers. 1) cree,
por ejemplo, que no debe alimentarse de alimentos ofrecidos a los ídolos, y
convierte en un asunto de conciencia el abstenerse de ciertos alimentos, y
mientras mantenga esa convicción sería malo que participara de ellos. Puede
estar equivocado desde el punto de vista de otro, pero no sería correcto que
violara lo que con toda conciencia supone que Dios requiere (cf. vers. 23).
15. Pero.
Mejor "ahora bien" (BJ),
con lo que indudablemente se relaciona este versículo con la exposición
precedente.
La comida.
Gr. brÇma, término que se refiere al
alimento en general.
Es contristado.
La conciencia del hermano
débil sufre y se perturba al ver que creyentes de más experiencia se complacen
en lo que él considera pecaminoso. Ese pesar puede resultar en su destrucción,
pues bien podría apartarse de la fe cristiana porque le parece que está
relacionada con prácticas que él considera pecaminosas, o podría ser inducido
por el ejemplo de sus hermanos más fuertes a aprobar cobardemente una conducta
que para él es pecaminosa (ver 1 Cor. 8: 10-12).
Andas.
Es
decir, vives, "procedes" (BJ). CE com. cap. 13: 13.
No. . . conforme al
amor.
Compárese con el cap. 13.
Por la comida tuya.
Ver
com. Mar. 7: 19.
Se pierda.
"No destruyas" (BJ). Todo lo que
tienda a influir en alguien para que viole su conciencia, puede resultar en la
destrucción de su alma. La conciencia se debilita mucho una vez que ha sido
violada. Una violación puede inducir a otra, hasta que el alma es destruida. Por
lo tanto, cuando un cristiano mediante su complacencia egoísta, aun en algo que
considere perfectamente lícito, ejerce una influencia destructora, es culpable
de la pérdida de un alma por la cual Cristo murió (cf. 1 Cor. 8).
Cristo
murió.
Cristo murió para salvar al hermano "débil" (vers. 1), y sus
hermanos en la fe no deben destruirlo participando de ciertos alimentos. Se pide
un sacrificio muy pequeño en comparación con lo que Cristo dio: su vida.
Seguramente los cristianos que son firmes en la fe estarán dispuestos a privarse
del placer de algún plato favorito o de alguna bebida, debido a su hermano más
débil.
16. No sea, pues, vituperado.
Gr. blasf'méÇ , "blasfemar". Compárese con el uso de este verbo en Rom.
3: 8; 1 Cor. 10: 30. El creyente fuerte no debe permitir que el uso egoísta de
su libertad dé ocasión para que el "débil en la fe" (Rom. 14: 1) condene y hable
mal de algo que para el fuerte es una cosa buena y una bendición. Debe tener
cuidado de no dar ningún motivo para que otros lo reprochen por el daño que su
conducta personal pudiera haber causado en algún hermano demasiado escrupuloso.
Ver com. 1 Cor. 8: 7-13.
Vuestro bien.
"Vuestro privilegio"
(BJ). Quizá se refiera a la fe más firme, al conocimiento mayor y a la libertad
más plena de los cuales disfruta el creyente más fuerte (cf. 1 Cor. 8: 9-11; 10:
30).
17. El reino de Dios.
Esta
expresión, si estuviera aislada, podría referirse al futuro reino de gloria (cf.
1 Cor. 6: 9-10), o al reino presente de la gracia (ver com. Mat. 4: 17; 5: 2-3).
Es obvio que aquí corresponde el segundo significado. La esencia del reino de
Dios no consiste en cosas externas sino en las gracias internas de la vida
espiritual.
Comida ni bebida.
Estos asuntos son baladíes e
insignificantes en comparación con aquellos de los cuales consiste en realidad
el reino de Dios. El cristiano cuya fe es robusta quizá comprenda la naturaleza
espiritual del reino de Dios. En realidad, el conocimiento de esta verdad vital
es parte del "bien" mencionado en el vers. 16. Por lo tanto, ese conocimiento
impedirá que apene o destruya a su hermano más débil por asuntos que son
relativamente insignificantes en sí mismos.
Justicia.
Es decir,
rectitud en la vida y en la conducta (cf. Rom. 6: 18; Efe. 4: 24).
Paz.
Esto incluye no sólo reconciliación con Dios (cap. 5: 1) sino también
armonía y amor en la iglesia (cf. Rom. 14: 19; Efe. 4: 3; Col. 3: 14-15).
Gozo en el Espíritu Santo.
Esta es la santa alegría que el
Espíritu de Dios difunde en los que viven "por el Espíritu" (Gál. 5: 25; cf.
Rom. 15: 13; Gál. 5: 22; 1 Tes. 1: 6). Los que son más fuertes en la fe
entienden mejor que el reino de Dios consiste en mercedes espirituales como
éstas, y no en cosas materiales como comida y bebida. Por lo tanto, en lo que se
refiere a su libertad cristiana en cuanto a comida y bebida, están dispuestos a
reducir su propia libertad personal, antes que permitir que el uso de esa
libertad destruya la paz de la iglesia (Rom. 14: 13), o induzca a un hermano más
débil a hacer lo que para él sería incorrecto (vers. 14), o lo prive de su gozo
en el Espíritu al contristarse su conciencia (vers. 15).
18. En esto.
Es decir "en esta manera", con paz y gozo, en
el Espíritu. El creyente que procede con caridad gana la buena voluntad de su
hermano, en vez de poner una piedra de tropiezo en su camino.
Aprobado.
Gr. dókimos , " "probado", "capaz de resistir la prueba de la inspección
y de la crítica" " . Ver el uso de dókimos en 1 Cor. 11: 19; 2 Cor. 10: 18; 2
Tim. 2: 15.
19. Así que, sigamos.
Cf. 1 Tes. 5: 11; 1 Cor. 14: 26.
20. No destruyas.
Gr. katalúo , literalmente "echar abajo".
Este verbo se usa para describir el derribamiento de algo que estaba en pie. En
esta forma continúa como un contraste, con la figura que comienza con la
"edificación" del vers. 19. Los cristianos no deben luchar contra Dios por
afición a algo como los alimentos, derribando y destruyendo lo que él ha
edificado.
La obra de Dios.
Cf. 1 Cor. 3: 9; Efe. 2: 10.
Comida.
Gr. brÇma , alimento en general.
Limpias.
Ver vers. 14; cf. 1 Cor. 10: 23.
Haga tropezar.
Esto
podría referirse o bien al hermano fuerte que, aprovechando de su propia
libertad, hace tropezar a su hermano "débil", o al hermano "débil" (vers. 1)
que, por el ejemplo de su hermano fuerte, se torna arrogante y come lo que su
conciencia no le permite (ver 1 Cor. 8: 10). La mayoría de los comentadores
parecen preferir la primera interpretación. Si es así, Pablo dice que es
incorrecto que una persona sea una piedra de tropiezo para otros por lo que
come.
21. Bueno es.
El cristiano
fuerte debe estar dispuesto a renunciar a su libertad en estos asuntos
relativamente insignificantes, antes que herir a un hermano más débil (cf. 1
Cor. 8: 13).
Carne.
Gr. kréas , "carne". La palabra aparece sólo
aquí y en 1 Cor. 8: 13.
Vino.
Es evidente que la carne y el vino
eran las principales causas de los escrúpulos religiosos del hermano más débil,
quizá porque habitualmente se empleaban en los sacrificios de los paganos ante
sus ídolos.
Ni nada.
Aunque la palabra "nada" no está en el
texto griego, está implícita en él. Pablo añade esta amonestación general para
abarcar cualquier actividad que, aunque fuera legítima en sí misma, pudiera
perturbar o confundir al hermano que todavía no estaba persuadido de que tales
acciones están permitidas por el cielo. El cristiano que tiene la perspectiva de
seguir cierto proceder, no sólo preguntará: ¿es eso correcto?, sino también:
¿cómo afecta eso a la conciencia de mi hermano?
Tropiece.
Gr.
proskópto , "golpear contra", "tropezar", "batir contra", metafóricamente,
"ofenderse de" . Ver com. Rom. 9: 32.
Se ofende.
La evidencia
textual (cf. p. 10) se inclina por la omisión de "o se ofenda, o se debilite" ;
sin embargo, estas ideas están implícitas en "tropiece".
Se debilite.
Literalmente "es débil", en el sentido de que el hermano más fuerte debe
ser cuidadoso en todo aquello en que fácilmente puede ser perturbada la
conciencia del hermano que tiene poca luz.
22. ¿Tienes tú fe?
La evidencia textual se inclina (cf. p.
10) por el texto: "tú, la fe que tienes" . La "fe" en este contexto es la fe
para comer "de todo" (vers. 2).
Tenla para contigo.
No se debe
hacer exhibición de una fe que ofenda al hermano "débil" (vers. 1), sino debe
ser guardada entre uno y Dios.
Bienaventurado.
Gr. makários (ver
com. Mat. 5: 3). Esta bienaventuranza es la bendición de una conciencia clara y
libre de dudas.
Aprueba.
Gr. dokimázo (ver com. cap. 12: 2).
23. Duda.
O "debate consigo mismo".
Compárese con la descripción del hombre de doble ánimo (Sant. 1: 6; cf. Mat. 21:
21, Mar. 11: 23; Rom. 4: 20).
Es condenado.
Gr. kaiakrín ,
"condenar". "Es condenado" el que come contrariando las dudas de su conciencia.
Fe.
Se refiere a una convicción de lo correcto y lo falso, que
resulta en la determinación de hacer cualquier cosa que se crea que es la
voluntad de Dios. Lo que Pablo quiere decir es que si un cristiano no procede
basándose en una firme convicción personal de que lo que hace es correcto, sino
que obra débilmente de acuerdo con el juicio de otros, entonces su proceder es
pecaminoso. El cristiano nunca debe violar su conciencia. Quizá necesite
educarla; quizá ella le diga que son malas ciertas cosas que de por sí no lo
son. Pero no debe seguir determinado proceder hasta que no esté convencido por
la Palabra y por el Espíritu de Dios de que esa conducta es la que debe seguir.
No debe dejar que otros determinen el criterio que debe seguir su conducta. Debe
recurrir a las Escrituras para saber por sí mismo cuál es su deber en ese asunto
(ver 2T 119-124).
CBA T6
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