1.Pablo.
Ver com. Rom. l: l.
Siervo.
Más precisamente "esclavo". Aunque la introducción de las epístolas de
Pablo generalmente sigue un molde similar, el saludo que aquí usa es único. Por
lo general Pablo se llama a sí mismo "siervo de Jesucristo" " (ver com. Rom. l:
l; Fil. l: l).
Apóstol.
Ver com. Rom. 1: 1; Tim. 1: 1. Aunque
Pablo era esclavo de Dios, que no disponía de propiedades ni de independencia de
acción, era embajador del Rey de reyes, con todo el prestigio y todos los
privilegios que acompañan a este cargo.
Jesucristo.
En cuanto al
significado del nombre "Jesucristo", ver com. Mat. l: l. Para Pablo, Jesucristo
es Dios y posee los atributos de Dios (ver com. Col. 2:9; 1 Tim. 1:1; 2 Tim. 4:
l). La autoridad de Jesucristo, quien personalmente lo comisionó para el
apostolado (ver com. Col. 1: 11- 12), es la autoridad suprema del Dios eterno.
La categoría de embajador, de la que goza Pablo, proviene del Altísimo; sus
credenciales le fueron dadas en el camino a Damasco (Hech. 9:15; 22:14-15;
26:16-17; Col. 1:1).
La extensión de este saludo es fuera de lo común,
pero tiene si¡ propósito. Como Tito trabajaba en un distrito nuevo y difícil, su
autoridad podía ser desafiada con frecuencia. Para evitar cualquier
incomprensión embarazosa Pablo presenta una clara afirmación de sus credenciales
divinas y de la legitimidad de la misión de Tito. Así elimina con serena
decisión cualquier posible duda acerca de su autoridad.
Creta era un
campo nuevo y difícil. Parece que Pablo había trabajado allí sólo por un corto
tiempo, y su salida quizá pudo haber dado lugar a algunas disensiones. Por lo
tanto, mucho dependía de que se comprendiera debidamente la posición y autoridad
de Tito y de Pablo, bajo cuya dirección trabajaba aquél. La introducción de
Pablo aclara su Posición. Si alguno no aceptaba a Tito y su consejo, estaba
rechazando la posición y la autoridad de Pablo tan claramente definidas. El
respeto de los cretenses por Pablo también debía extenderse a su representante
personal.
Conforme a la fe.
Existe alguna diferencia de opinión
en cuanto a si esta frase presenta el propósito del apostolado de Pablo, o la
norma por la cual él fue escogido. Si se trata de esto último, podría significar
que Pablo había elegido de acuerdo con la fe es decir, de acuerdo con la
revelación cristiana de la verdad, o que su predicación era conforme a esa
revelación de la verdad o doctrina cristiana.
Si expresa el propósito de
las labores de Pablo, significa que él se consideraba instrumento en el plan de
Dios para implantar fe en el corazón de hombres y mujeres. En este caso, el
pensamiento sería: el objeto de mi 371 apostolado es llevar a los elegidos de
Dios a la fe salvadora.
El propósito de la introducción de Pablo era
ganar para sí mismo y para Tito la plena aprobación y la confianza de los
cristianos cretenses. Por esto quizá destaca que el contenido de esta carta y
todo el ministerio de Tito estaban en completa armonía con la fe cristiana tal
como los cretenses ya la habían entendido. La misión de Tito, como representante
de Pablo, armonizaba plenamente con la voluntad de Cristo y con la revelación de
la verdad que ellos ya poseían.
Escogidos.
Gr. eklektós
"elegido" (ver com. Rom. 8:33). Pablo puede estar comparando a la iglesia
cristiana con el antiguo Israel, que había sido elegido por Dios para llevar el
mensaje de salvación al mundo (ver Isa. 43:20, 45:4; 65:9). En cuanto al papel
de Israel como el pueblo "escogido" de Dios, ver t. IV, pp. 27-40. Las
responsabilidades que una vez recayeron sobre Israel ahora pertenecían a la
iglesia cristiana (ver com. 1 Ped. 2:9- 1 O).
Conocimiento.
Gr.
epígnosis (ver com. Efe. l: 17). Pablo se refiere no sólo a una comprensión
intelectual sino a un conocimiento experimental de la verdad evangélica. Sobre
este conocimiento se edifica y fortalece la fe. Cf'. 1 Tim. 2:4-9 2 Tim. 2:25;
3:7; Heb. 10:26.
Piedad.
La "fe" cristiana, o enseñanza, tiene
el propósito de producir vidas piadosas, no nuevas teorías (ver com. 1 Tim. 2:2;
4:7S; 6:3, 5-6; 2 Tim. 3:5; 2 Ped. 1:3).
2.
Vida eterna.
Gr. zoe aionios (ver com. Juan 3:16). En
cuanto a zoe, "vida", " ver, com. Juan 1:4, y en cuanto a aiánios, "eterna" ,
ver com. Mat. 25:41. La vida eterna era la meta del ministerio de Pablo y es el
propósito del verdadero cristiano, el cual edifica su vida sobre los principios
de "la verdad" " (Tito l: l).
No miente.
Ver com. 2 Cor. 1:20; 2
Tim. 2:13. La revelación cristiana es tan fidedigna como la inmutable naturaleza
de Dios.
Antes del principio de los siglos.
Ver com. Rom. 16:25;
2 Tim. 1:9.
3. A su debido tiempo.
"En el tiempo oportuno" " (BJ). Cf. 1 Tiro. 6:15. Aunque siempre han
existido las promesas de Dios, hacía poco que los cretenses las conocían, de
acuerdo con el designio de Dios para la proclamación de su mensaje.
Palabra.
Es decir, el mensaje de salvación Proveniente de Dios.
Predicación.
Gr. kerugma, "proclamación mediante un heraldo" "
(ver com. 1 Cor. l: 2 l).
Encomendada.
O "confiada" " (ver com,
1 Tim. l: 1 l). Pablo no vacila en referirse a su predicación como el vehículo
mediante el cual la Palabra de Dios debía ser manifestada públicamente. El
apóstol proclama con convicción el Evangelio como la revelación de los
propósitos más profundos de Dios. Una solemne responsabilidad descansa sobre un
hombre a quien Dios envía como su portavoz, pues se convierte en un eslabón
viviente entre la suficiencia de Dios y la necesidad de los hombres. Como
embajador de Dios, o "apóstol" (Tito 1:1), no proclama su propio mensaje sino el
de Aquel a quien representa. El verdadero ministro predica, como Pablo, la
verdad como es en Jesucristo.
Mandato.
Ver com. Rom. 16:26; 1
Tim.1:1. La dedicación de Pablo a la predicación no fue el resultado de plan
alguno que él hubiera elaborado, sino de la voluntad y del propósito de Dios,
quien había puesto sobre él esta responsabilidad de una manera tan abrumadora,
que se sintió constreñido a exclamar: "¡Ay de mí si no anunciara el evangelio!"
" (1 Cor. 9:16).
Dios nuestro Salvador.
Ver com. 1 Tim.1:1.
4. Tito.
'I'ito no es mencionado en
el libro de los Hechos. Unas pocas informaciones referentes a él se pueden
reunir de referencias aisladas en las epístolas paulinas. Era un cristiano de
origen gentil (Gál. 2:3), quizá converso de Pablo (Tito 1:4). Se menciona por
primera vez cuando acompañó a Pablo de Antioquía a Jerusalén con motivo del
concilio celebrado en esa ciudad (Gál. 2:1-3; cf. Hech. 14:26-28; 15:1-4). Por
eso a veces se ha conjeturado que había nacido en Antioquía. Más tarde acompañó
a Pablo durante parte del tercer viaje misionero del apóstol (2 Cor. 2:13; 7:6,
13). La Epístola a Tito nos informa que fue dejado en Creta para arreglar
ciertas cosas y para organizar iglesias (cap. 1:5). El servicio que prestó en
Creta fue sólo transitorio pues se le pidió que se reuniera con Pablo en
Nicópolis (cap. 3:12). Tito es mencionado por última vez en 2 Tim. 4: 1 0, donde
se dice que fue a Dalmacia.
Verdadero hijo.
Pablo usa estas
mismas palabras para dirigirse a Timoteo (1 Tim. 1:2). La legitimidad del cargo
de Tito como dirigente de la iglesia se basaba en la dirección espiritual y
enseñanza que Tito había recibido de Pablo. Estaba plenamente autorizado para
cumplir con sus deberes como dirigente 372 de la iglesia de Creta.
Común
fe.
Es decir, común a los gentiles como Tito y a los hebreos como Pablo.
El cristianismo unifica a los hombres sin tener en cuenta raza, color, posición
social o sexo. Todos son uno en Jesucristo (ver Gál. 3:28). Cf. 1 Tim. 1:2.
Gracia.
Ver com. Rom. l: 7.
Misericordia.
La
evidencia textual favorece (cf. p. 10) la omisión de esta palabra. La omiten la
BJ, BA, BC y NC.
Paz.
Ver com. Rom. 1:7; 1 Cor. 1:3.
Dios Padre.
Ver com. Rom. 1:7.
Salvador.
Cf.
cap. 1:3; 2:10-14; 3:4-7. El énfasis de Pablo en el papel de Jesucristo como
Salvador del hombre, anticipa el tema principal de la epístola: que los
cristianos deben revelar el poder salvador de Dios.
5. Por esta causa.
Pablo repite su primera instrucción a
Tito, para beneficio de los miembros de iglesia de Creta. No se sabe
cuándo salió Pablo por primera vez de Creta. El apremio de los deberes en otras
zonas quizá lo hizo alejar de Creta. 0 tal vez sencillamente tuvo confianza en
la capacidad de Tito para proseguir con la obra. -Tito había demostrado su
talento y habilidad administrativa en misiones anteriores (2 Cor. 2:12-13;
7:5-6; S: 16 17, 23).
Como la visita de Pablo a Creta no se menciona en
el libro de los Hechos, algunos han supuesto que ese viaje ocurrió después de su
primer encarcelamiento en Roma (ver t. VI, P. 1 lo).
Creta.
Ver
p. 367.
Corrigieses.
Tito debía completar la obra de organizar
la iglesia cretense. Los cretenses podrían haber pensado que no se necesitaba
una organización adicional después de la partida de Pablo, y por esto quizá Tito
se vio en la necesidad de esta autorización especial para poder perfeccionar una
organización eficiente. Toda organización nueva requiere tiempo y atención para
que sea eficaz, y cada buen dirigente sabe que los planes nuevos deben
desarrollarse gradualmente y con tacto.
Lo deficiente.
"Lo que
faltaba" " (BJ, BC, NC); es decir, las cosas que aún quedaban por hacer.
Establecieses.
0 "nombrases".
Ancianos.
Gr.
presbíteros (ver t. VI, pp. 28, 39-40; coro. Hech. 11:30). El nombramiento de
los "ancianos" incluía la ceremonia de ordenación (ver 1 Tiro. 4:14; 5:22; 2
Tim. 1:6).
En cada ciudad.
0 "ciudad por ciudad". Evidentemente
el Evangelio había logrado grandes progresos en Creta.
Mandé.
Gr. diatásso, "disponer", "mandar". Pablo se refiere a instrucciones
previas dadas a Tito acerca de la administración de la iglesia de Creta.
6. El que.
Pablo comienza a
enumerar las cualidades de los "ancianos". Esta instrucción es paralela a la que
impartió a Timoteo (ver com. 1 Tim. 3:1-7).
Irreprensible.
Ver
com. 1 Tiro. 3: 1 0.
Marido de una sola mujer.
Ver com. 1 Tim.
3:2.
Hijos creyentes.
Es decir, hijos que sean cristianos
creyentes y que con su comportamiento demuestren su lealtad a los principios
cristianos. Los hijos que no son leales a los principios cristianos son un
impedimento casi insuperable para cualquier dirigente de la iglesia. El fracaso
del ministro o anciano de la iglesia local en encauzar debidamente su propio
hogar, descarriará a muchos dentro de la iglesia y fuera de ella. El que ha
fracasado en educar debidamente a sus propios hijos, de modo que les faltan
sujeción y disciplina propia, revela una carencia de capacidad para gobernar a
otros; por lo tanto, está incapacitado para asumir responsabilidades como
dirigente de la iglesia. Compárese con la trágica historia de Elí y sus dos
hijos (ver com. 1 Sam. 2:27; 3:1 l). "No podemos creer que hombre alguno, no
importa cuán grande sea su habilidad y utilidad, sirva mejor a Dios o al mundo
mientras dedica su tiempo a otros propósitos y descuida a sus propios hijos" (CN
216).
Disolución.
Gr. as 7)tía, "disipación", "libertinaje" "
(BJ, BC). Cf. Efe. 5: 1 S.
Rebeldía.
Gr. anupótaktos, "rebelde",
"indisciplinado". Cf. 1 Tim. 1:9.
7. Obispo.
Gr. epískopos, "supervisor" " (ver Hech.11:30;
20:28; 1 Tim. 3:1).
Irreprensible.
Ver com. 1 Tim. 3:10.
Administrador.
Ver corra. 1 Cor. 4: l.
Soberbio.
O "arrogante" (BJ, BC).
No iracundo.
O "colérico" " (BJ,
BC). cualquier organización, ya sea secular o eclesiástica, hay momentos cuando
hay discrepancias de ideas y se producen incomprensiones. La eficacia de una
iglesia que sufre ja tensión de opiniones divergentes depende de la influencia
estabilizadora de un dirigente equilibrado, cuya autodisciplina inspire
paciencia y espíritu de comprensión.
No dado al vino.
Ver com. 1
-Tim. 3:3.
No pendenciero.
Ver com. 1 Tim. 3:3. Codicioso de
ganancias deshonestas. Ve com. 1 Tim. 3:8.
8. Hospedador.
Ver com. 1 Tim. 3:2.
Sobrio.
O "prudente" (BA). Ver com. 1 Tim. 3:2.
Justo.
Gr.
díkaios, "correcto" " (ver coro. Mat. l: 19).
Santo.
Gr. hósios,
"puro", "piadoso" (BJ). Ver coro. Hech. 2:27.
Dueño de sí mismo.
Un remate o coronamiento adecuado para las cualidades positivas del
"obispo". Como una buena cualidad se puede viciar yendo a los extremos, el
dominio propio en todo es un requisito para la exitosa conducción de la iglesia.
9. Retenedor.
O "que esté adherido"
" (BJ); "que muestre adhesión" " (BC).
Palabra.
El Evangelio.
Fiel.
O "digna de confianza", "segura".
Pueda.
"Sea capaz" " (BJ, BA, BC). Además de una conducta moral irreprensible,
la elevada vocación del ministerio demanda una capacidad intelectual del orden
más elevado. El futuro ministro debe demostrar, antes de ser ordenado, que es
capaz de entender y de comunicar la verdad. La primera meta del ministro debe
ser un conocimiento cabal de las Escrituras, y mejor aún si las conoce en sus
idiomas originales; de lo contrario, por falta de conocimiento podría desvirtuar
su verdadero significado (ver OE 111). Dios nunca envía el Espíritu Santo para
que bendiga o sancione la ignorancia (OE 111- 112). La disciplina mental amplía
muchísimo la eficiencia de cualquier obrero cristiano. El ministerio demanda más
de los que se consagran a él que lo que exigirían otras vocaciones; y nunca
termina la necesidad de continuar aprendiendo. El ministerio es sin duda algo
más que una profesión: es una vocación divina. El progreso de la causa de Dios
es estorbado con demasiada frecuencia por hombres que tratan de testificar por
el Señor con una erudición que es sólo aparente y con hábitos mentales carentes
de disciplina.
La obra del Espíritu Santo sobre la capacidad natural
induce a un ministro a procurar progresar en toda forma posible. El ministro
genuino comprende con humildad, fruto de un, honrado concepto de sí mismo, sus
propios defectos y la inmensa tarea que tiene ante sí. Un hombre tal no queda
abrumado, sino que es motivado por las posibilidades que enfrente y procura, con
oración y diligencia, desarrollar los talentos que Dios le dio en depósito. Aun
en medio de la presión de sus muchos deberes, mantiene la comprensión de la
relatividad de los valores. No emplea esos deberes apremiantes como una excusa
para descuidar el cultivo de sus facultades mentales y espirituales. "Cada uno
debe sentir que recae sobre él una obligación en cuanto a alcanzar la altura de
la grandeza intelectual" (OE 296). Sólo un ministro educado, verdaderamente
consagrado al Señor, puede honrar y glorificar plenamente a Dios. Cf. 1 Tim.
3:2; 4:16.
Sana enseñanza.
"Sana doctrina" (BJ, BA, BC). Ver
com. 1 Tim. l: 1 0. Sólo un ministro experto en la Palabra de Dios puede hablar
con la autoridad de la "sana" doctrina. Usa los pasajes de las Escrituras dentro
del contexto de su significado original, tal como fue la intención de los
escritores bíblicos guiados por el Espíritu Santo.
Convencer.
Gr. elégjo, "hacer admitir la culpa" con pruebas adecuadas (ver com.
Juan 8:46; 1 Tiro. 5:20). Sólo los argumentos sólidamente enlazados y que pueden
resistir el más severo examen de las mentes más perspicaces, pueden) "convencer"
adecuadamente y silenciar a los que se oponen a la ,,sana doctrina".
Los
que contradicen.
Es decir, los que se oponen, los que niegan.
10. Porque.
Ahora Pablo explica la
razón que tiene para destacar las altas normas morales e intelectuales que deben
regir en la elección de los dirigentes de la iglesia. En la iglesia de Creta
evidentemente había una numerosa cantidad de falsos maestros que aumentaban
algunas de las debilidades propias de los habitantes de la isla (ver com. vers.
12).
Contumaces.
Ver com. vers. 6. Los miembros nominales de la
iglesia que se negaban a cooperar, eran facciosos, caprichosos e insubordinados.
Habladores de vanidades.
CE 1 'Tim. 1:6.
Engañadores.
Cf. 2 Ped. 2:3, 18-19.
De la circuncisión.
Es decir, de
origen judío, quizá parecidos a los pervertidos "doctores de la ley" (ver coro.
1 Tim. 1:7), que enseñaban la necesidad de la circuncisión y de otros ritos y
ceremonias de la ley mosaica (ver t. VI, p. 930).
11. Es preciso tapar la boca.
No se debe dar ninguna
oportunidad pública a los "habladores de vanidades y engañadores" (vers. 10).
374 El anciano perspicaz tiene la obligación de proteger a su grey contra la
confusión. Cf. 1 Tim. 1:4.
Trastornan.
Ver com. 2 Tim. 2:18.
Casas enteras.
Cf. 2 Tim. 3:6.
Ganancia deshonesta.
Cf. 1 Tim. 3:8. La irreprochable conducta que se prescribe para los
ancianos y los diáconos (ver com. 1 Tim. 3: S; Tito l: 7) que fueran
irreprochables en el manejo de las finanzas-, se comprende mejor en el contexto
de los días de Pablo. Muchos que pretendían trabajar para la iglesia, sin duda
aprovechaban su cargo eclesiástico para lograr ganancias personales; y para
hacerlo adaptaban sus enseñanzas a fin de agradar a los ricos, o se valían de su
cargo sagrado para conseguir favores personales.
12. Su propio profeta.
Un profeta cretense, quizá
Epiménides, quien vivió en Cnoso en el siglo VI a. C. En cuanto al uso que hizo
Pablo de este mismo poema en el Areópago, ver com. Hech. 17:28.
Mentirosos.
Esta parte del poema de Epiménides fue citada por
Calímaco (siglo 111 a. C.) en su himno a Zeus. Pablo sabiamente cita no de los
enemigos de los cretenses sino de uno de sus respetados representantes. En el
mundo antiguo la expresión "cretanizar" significaba mentir o engañar como un
cretense (ver "corintiaínizar", t. VI, p. 652). Esta repulsiva característica
aparecía ahora en los perversos maestros religiosos y en los "contumaces"
miembros de varias congregaciones (vers. 10).
Malas bestias.
El
poeta destaca la indisciplinada arrogancia de sus compatriotas, la misma
irresponsabilidad moral que ahora observa Pablo.
Glotones ociosos.
Literalmente "vientres perezosos" " (BJ); "panzas holgazanas" " (BC,
NC). Los cretenses estaban más dispuestos a mimarse a sí mismos que a trabajar
enérgicamente para mejorar su propia condición y para el bien común (cf. Fil.
3:19).
13. Este testimonio es verdadero.
Pablo aprueba la severa condenación que el poeta cretense había
pronunciado sobre el carácter de los habitantes de la isla. Lo que había sido
escrito acerca de los cretenses 600 años antes, todavía era cierto, sus
características básicas todavía no habían cambiado. Esta falta de integridad
moral que abundaba entre la población cretense significaba un grave peligro para
las jóvenes iglesias de la isla.
Repréndelos.
Gr. elégjo (ver
com. vers. 9).
Duramente.
El bisturí del cirujano elimina los
tejidos enfermos para que se pueda restaurar la salud, y las palabras y la
disciplina de Tito y de los ancianos de Creta también debían eliminar lo que
ponía en peligro el futuro de la iglesia.
Sanos.
Ver 1 Tim. 6:3;
2 'Tim. 4:3; Tito l:9; com. 1 Tim. l: 1 O; 2 Tim. l: 13.
14. Fábulas judaicas.
Ver com. 1 Tim. 1:4. Tito y Timoteo
hacían frente a problemas similares (ver com. 1 Tim. 1:4-7). La práctica judaica
de interpretar el AT usando alegorías, oscurecía la verdad y daba lugar a
especulaciones y disputas (ver com. 1 'Tim. 1:4; 6:4- 5)Ese método complacía la
mente, pero no producía frutos en el alma. Las fábulas judaicas causaban
discusiones sobre palabras (2 Tim. 2:14); les faltaba el poder regenerador del
Espíritu Santo.
Mandamientos de hombres.
Ver Mat. 15:9. La
iglesia cristiana siempre ha hecho frente al problema de enseñanzas pervertidas
que se presentan como "la verdad". Cada enseñanza de la iglesia debe resistir el
más riguroso examen. Satanás siempre hace más daño al progreso de la verdad
cuando trabaja dentro de la iglesia que cuando la ataca desde afuera.
15. Todas las cosas.
Vcr com. 1
Cor. 6:12. Pablo se ocupa ahora de la pureza ritual judaica. Distingue entre los
que tratan de compensar una falta de pureza moral con purificaciones
ceremoniales, y los que creen que los ritos ceremoniales no son esenciales para
alcanzar la aprobación de Dios. Pablo no quiere decir que el cristiano está en
libertad de ocuparse en prácticas condenadas por las Escrituras, o que las
prohibiciones bíblicas acerca de la conducta moral o de las prácticas
alimentarlas no se aplican a los cristianos. Compárese con la enseñanza de
Cristo en Mar. 7: 19 (ver el comentario respectivo y com. Rom. 14:20).
Los puros.
Los puros de corazón (ver coro. Mat. 5:8), los que
entendían la justificación por la fe, y estaban al tanto de los peligros del
sistema judaico de ritos, ceremonias y fábulas (Tito l: 14).
Los
corrompidos.
Los que no se habían convertido y no conocían la paz que
acompaña a la justificación por la fe. Esos eran los "incrédulos", quienes se
resistían a obrar de acuerdo con el Evangelio de Pablo, los contradictores
(vers. 9).
Su mente.
Es decir, su forma de pensar, su actitud.
Cf. Rom. 7:23; Efe. 4:23; Fil. 4:7; 2 Tim. 3:8. Los "corrompidos e incrédulos"
permitían que su mente fuera gobernada por deseos profanos. En cuanto al efecto
que la conversión produce en la mente, ver com. Rom. 12:2; cf. com. Fil. 4:8.
Conciencia.
La comprensión entre lo falso y lo correcto se
oscurece cuando la mente prefiere ocuparse en deseos impíos. La conciencia no
puede ser eficaz en tales circunstancias; deja de ser una guía segura y
fidedigna tal como ocurre con una brújula imantada.
16. Profesan.
Puede referirse a cristianos judaizantes o a
judíos fundamentalistas, o a ambos. Esos maestros inconversos pensaban que
conocían a Dios mejor aun que los cristianos, porque daban mucho énfasis a las
especulaciones intelectuales; sin embargo, su comportamiento revelaba quién era
su verdadero amo, pues no practicaban las obras de Dios.
Con los hechos
lo niegan.
Ver com. Mat. 7:21-27.
Siendo abominables.
La
hipócrita profesión de esos pervertidos maestros religiosos y de los miembros
"contumaces" (vers. 10) de la iglesia, constituía una gran ofensa para Dios.
Habría sido mejor que esa gente nunca hubiera oído del cristianismo (ver com.
Luc. 12:47).
Reprobados.
Gr. adókimos, "que no soporta la
prueba", "inútil" (ver com. 2 Tim. 3:8). Como resultado de sus vidas hipócritas,
contaminadas y egoístas, eran incapaces para toda obra buena o noble. Sin duda
mucho de los creyentes cretenses recibían de esa clase de maestros instrucción
en la doctrina y en la práctica cristianas. Pablo no podía menos que hablar
francamente acerca de ellos y de sus seguidores.
CBA T7
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