1. Puesto que.
Pedro ahora extrae su conclusión
de los hechos ya presentados (cap, 3: 18-22).
Cristo ha padecido.
Ver com. cap. 2: 21; 3: 18.
Por nosotros.
La evidencia
textual favorece (cf. p. 10) la omisión de estas palabras. Las omiten la BJ, BA,
BC y NC; sin embargo, están confirmadas por el pasaje paralelo (cap. 2: 21). Ver
com. cap. 3: 18.
En la carne.
Ver com. cap. 3: 18.
Armaos.
Gr. hoplízÇ , "armarse", "equiparse" (cf. Efe. 6:
12-17).
Pensamiento.
Gr. énnoia, "idea", "reflexión". Pedro
insta a cada cristiano a que modele su vida en pensamientos y en hechos a
semejanza del "ejemplo" de Jesucristo (ver com. 1 Ped. 2: 21; cf. Fil. 2: 5).
Ha padecido en la carne.
Ver com. cap. 3: 18. El fuego de la
"prueba" (cap. 4: 12) lleva al creyente más cerca de Dios, y lo induce a
rendirse más plenamente al poder y la conducción 596 del Espíritu Santo.
Terminó con el pecado.
Es decir a abandonado el estilo de vida
pecaminoso (ver com. Rom. 6: 7, 12-17). Pedro no dice con esto que esta persona
no comete más errores, sino que ha dado la espalda al mundo, a la carne y al
demonio, y que por la gracia de Dios ha emprendido la marcha para seguir las
huellas del Maestro. Su meta es la perfección, la semejanza a Cristo (ver com.
Mat 5: 48; cf. DTG 508; CC 62; PVGM 257). " Cuando estemos vestidos con la
justicia de Cristo, no nos deleitaremos en el pecado, pues Cristo estará obrando
en nosotros. Podremos cometer errores, pero odiaremos el pecado que causó el
sufrimiento del hijo de Dios" (MJ 336). El pecado no continúa reinando en la
vida que está regida por Cristo (ver com. 2 Cor. 5: 14; Gál. 2: 20).
2.
Para no vivir.
ver com. Rom. 6:
11-15.
El tiempo que resta.
O el resto de la vida natural.
En la carne.
Como ser humano.
Concupiscencias de los
hombres.
O los malos deseos y las pasiones que inducen a los hombres a
pecar.
Voluntad de Dios.
"La vida del que terminó con el pecado
" (vers. 1) sigue un curso completamente nuevo. Su voluntad está sometida a la
voluntad de Dios así como la brújula obedece al polo magnético. No anda
"conforme a la carne " (Rom. 8: 1). A todo aquel que " hace la voluntad de Dios
" " (1 Juan 2:17) se le promete eterna comunión con él.
3 El tiempo pasado.
Una referencia a la vida anterior de
los lectores gentiles de Pedro; por lo tanto, la primera parte del versículo
podría traducirse : " " Basta ya de hacer, como en tiempo pasado, la voluntad de
los gentiles." " (NC).
Gentiles.
Ver com. cap. 2: 12.
Lascivias.
O "libertinaje", "desenfreno" (ver com. 2 Cor. 12:
21).
Concupiscencias.
Ver com. Juan 8: 44; Rom. 7: 7.
Embriagueces.
Gr. oinoflugía. De óinos, "vino" y flúÇ,
"desbordar". Una referencia al libertinaje de las orgías de los borrachos.
Orgías.
Gr. kÇmos, palabra que con frecuencia se usa en la
literatura secular para describir las desenfrenadas procesiones y festividades,
caracterizadas con frecuencia por borracheras e inmortalidad.
Disipaciones.
O fiesta en que se bebe mucho.
Abominables
idolatrías.
Literalmente "cultos ilícitos a los ídolos" " (BJ). Este
versículo claramente indica que Pedro está escribiendo, por lo menos
principalmente, a cristianos de origen gentil que habían sido idólatras. El
hecho de que sus vecinos paganos estuvieran sorprendidos (vers. 4) de que estos
cristianos se negaran a participar en esas fiestas, es una prueba más de que no
eran cristianos de origen judío sino conversos paganos (ver com. cap. 2: 10).
4. Cosa extraña.
Los inconversos
por lo general no ven las inmensas ventajas y las bendiciones de la conducta
cristiana, y por eso se quedan atónitos cuando los que antes se comportaban como
ellos, y ahora son cristianos, se apartan de su antigua manera de vivir. La vida
de los no cristianos es una búsqueda incesante de placeres para complacer los
deseos corporales, porque creen que el hombre sólo encuentra satisfacción y
felicidad en este mundo. Para esas personas es una necedad incomprensible no
satisfacer los deseos naturales, ya sea comiendo, o bebiendo, o satisfaciendo la
complacencia sensual; pero el cristiano debe "guardarse sin mancha del mundo"
(Sant. 1: 27), porque el " "que quiera ser amigo del mundo, se constituye
enemigo de Dios" " (Sant. 4: 4). Por lo tanto, los creyentes no deben
sorprenderse "si el mundo" los "aborrece" (1 Juan 3: 13).
El mismo
desenfreno de disolución.
Descripción de la gran ola de inmundicia y
libertinaje que contrasta con la inmaculada pureza que rodea a los cristianos
verdaderamente convertidos.
Os ultrajan.
O "insultan",
"vituperan". Los paganos insultaban, maldecían a los cristianos porque pensaban
que manifestaban un aire de superioridad al no participar más del "mismo
desenfreno de disolución". Este falso concepto pagano con frecuencia encendía la
chispa del fuego de la persecución.
5. Ellos.
Los injuriadores del vers. 4.
Darán
cuenta.
Ver com. Rom. 14: 10-12.
Al que.
A Jesucristo
(cf. 2 Tim. 4: 1; Apoc. 19: 11).
Está preparado para juzgar.
Ver
com. 2 Tim. 4: 1.
Vivos.
Ver com. Hech. 10: 42; 1 Tes. 4: 15-17.
6. Por esto.
La primera parte de
este versículo podría traducirse: "Porque para esto hasta a los muertos el
evangelio fue proclamado". Cada uno será juzgado de acuerdo 597 con su respuesta
personal a la medida de la verdad que llegó a conocer.
Ha sido predicado
el evangelio.
La flexión del verbo indica claramente que esta
predicación tuvo lugar antes de que Pedro redactara esta epístola, y que ya no
continuaba. Si Pedro se hubiera estado refiriendo a personas espiritualmente
muertas, hubiera escrito: "El evangelio está siendo predicado" (ver com. "a los
muertos").
A los muertos.
Probablemente a los cristianos ya
muertos, como lo sugiere la última parte del versículo. El contexto hace
improbable la idea de que Pedro hable aquí en sentido figurado de los que están
espiritualmente muertos, aunque este sentido es común en otros pasajes de las
Escrituras (ver com. Mat. 8: 22; Efe. 2: 1; Col. 2: 13). Los "muertos" de 1 Ped.
4: 5 son evidentemente muertos literales, y puesto que los vers. 5 y 6 hablan de
los "muertos" en relación con el juicio, seguramente los "muertos" del vers. 6
son también muertos literales. Si hubiese una transición del sentido literal al
figurado, se vería inmediatamente por el contexto. Sin embargo, las Escrituras
enseñan explícitamente el estado inconsciente de los muertos y que el tiempo de
gracia de los seres humanos termina con la muerte (ver com. cap. 3: 19). Por
eso, la única conclusión que concuerda con las enseñanzas del conjunto de la
Biblia es que los que estaban "muertos" en el tiempo cuando escribía Pedro,
habían oído el Evangelio antes de que murieran. El Evangelio fue predicado a los
que ahora están muertos.
Para que.
El apóstol destaca dos
resultados de la predicación del Evangelio a seres humanos que una vez vivieron,
pero que ya habían muerto.
Sean juzgados.
Ver com. Juan 5: 29; 2
Cor. 5: 10; Heb. 9: 27. No podrían ser tenidos por responsables de responder al
Evangelio, si nunca lo hubieran oído (ver com. Eze. 3: 18-20; Juan 3: 19; 15:
22; Hech. 17: 30; Sant. 4: 17; cf. Luc. 23: 34; 1 Tim. 1: 13).
En carne.
Es decir, como seres humanos vivos (ver com. cap. 3: 18).
Según.
Los que han muerto serán juzgados teniendo en cuenta cómo actuaron en
esta vida. Serán juzgados sobre la misma base que los "vivos", es decir los
vivos mencionados en el vers. 5.
Pero vivan.
Pedro se refiere
evidentemente a cristianos que habían muerto en Jesús, en los cuales tenían
muchísimo interés los creyentes del NT (ver com. 1 Cor. 18: 12-14; 1 Tes.
4:13-17). Esos "muertos" oyeron y aceptaron el Evangelio mientras vivían, y en
el juicio serán considerados como dignos de vivir "en espíritu según Dios".
En espíritu.
Es decir, con cuerpos glorificados e inmortales
como el de Cristo cuando resucitó (ver com. cap. 3: 18); sin embargo, cf. Juan
3: 6; Rom. 8: 9.
Según Dios.
Podría significar "como Dios vive";
es decir, serán transformados en inmortales (ver com. 1 Cor. 15: 51-55; 1 Tes.
4: 16-17); o, "como Dios lo quiere", esto es de acuerdo con la voluntad de Dios
de que vivan, según se decretó en el juicio.
7. Fin de todas las cosas.
El fin del mundo (ver Nota
Adicional de Rom. 13; com. Mat. 24: 3, 34; Apoc. 1: 3; cf. Rom. 13: 11-12; 1
Cor. 7: 29; 10: 11; Fil. 4: 5; Sant. 5: 3, 8-9; 1 Ped. 4: 17; 2 Ped. 3: 11; 1
Juan 2: 18; Apoc. 22: 10).
Se acerca.
La perspectiva inminente
de tener que enfrentar al gran juez del universo (vers. 5-6), sin duda alguna es
un pensamiento serio. El consejo de Pedro para los creyentes, especialmente lo
que presenta en los versículos que siguen, se da con un espíritu de premura
porque "el fin de todas las cosas se acerca". Cf. 1 Juan 3: 3.
Sobrios.
Gr. sÇfronéÇ, "tener una mente sana", "ejercer dominio propio" " (ver
com. Rom. 12: 3; Tito 2: 4-5; cf. com. 1 Tes. 5: 6). Aunque el retorno de Cristo
se acerca cada vez más, los hombres no deben usar ese conocimiento de lo que
pronto ha de suceder como una excusa para descuidar sus responsabilidades. Los
cristianos deben permanecer en sus puestos hasta el mismo fin, cumpliendo
fielmente con sus deberes. Nuestro Señor ordena: "Negociad entre tanto que
venga" " (Luc. 19: 13).
Velad.
Gr. n'fÇ , "ser abstemio",
abstenerse de bebidas embriagantes (ver com. 1 Tes. 5: 6). Pedro aconseja a sus
lectores a que sean vigilantes en vista de los acontecimientos venideros (ver
com. Mat. 24: 42, 44).
8. Ante todo.
La prueba suprema del cristianismo es su efecto en nuestras relaciones
mutuas.
Tened.
Mejor "seguid teniendo"; se entiende que ya
tienen.
Ferviente.
O "fervoroso", "asiduo".
Amor.
Gr. agáp' (ver com. Mat. 5: 43; 1 Cor. 13: 1). El amor no conoce
límites, nunca falla. Une en comunión cristiana a hombres de diferentes
ambientes y opiniones. No hay problema de iglesia que no pueda ser resuelto en
la atmósfera de un amor inteligente y abnegado.
Cubrirá.
Ver
com. Sant. 5: 20. Aquí Pedro cita de Prov. 10: 12. Donde falta amor se tiende a
magnificar los errores y los fracasos ajenos. Donde reina el amor todos están
dispuestos a perdonar y olvidar. Además, un espíritu de verdadero amor fraternal
con seguridad atrae la atención de los inconversos y conduce a muchos de ellos
al conocimiento salvador de Jesucristo.
9. Hospedaos.
Gr. filóxenos, "amigo del extranjero"; "sed
hospitalarios" " (BJ). Ver com. Rom. 12: 13.
Sin murmuraciones.
O "sin rezongos". El ofrecimiento de hospitalidad es vano si, por
ejemplo, el dueño de casa demuestra que se siente molesto. La verdadera
hospitalidad incluye un espíritu hospitalario que corresponde con el dicho
popular: "La casa es chica, pero el corazón es grande". El número de cristianos
refugiados tenía que ser grande en tiempo de persecución (vers. 12), y podría
ser costoso sostener a esos hermanos en la fe; pero el cristiano que puede
aliviar las necesidades de otros, tiene delante de Dios el deber de cumplir
alegremente con esa responsabilidad.
10. Cada uno.
Ningún cristiano es tan pobre que no pueda
extender una mano de ayuda a otros. El espíritu de hospitalidad hace que las
comodidades más humildes adquieran un valor inapreciable. Cada uno puede servir
de alguna manera a sus prójimos. Compartir lo nuestro con otros es el privilegio
y la responsabilidad de los cristianos.
Don.
Gr. járisma,
"dádiva" entregada con generosidad, un "favor" concedido. Pedro no se refiere a
los dones milagrosos que dispensa el Espíritu Santo, sino más bien a las
capacidades naturales y a las bendiciones materiales que continuamente recibe
cada hijo de Dios. "De gracia recibisteis, dad de gracia" (ver com. Mat. 10: 8).
Minístrelo a los otros.
Lo que Dios tan bondadosamente nos ha
prodigado, debemos compartirlo con otros "mayormente" con "los de la familia de
la fe" (ver com. Gál. 6: 10).
Buenos.
Gr kalós, "excelente",
"eficiente".
Administradores.
Ver com. 1 Cor. 4: 1.
Multiforme.
Ver com. Sant. 1: 2, Dios concede sus dádivas gozosa
y abundantemente. Sus administradores deben distribuir esas bendiciones con el
mismo espíritu con el que el Señor se las ha dado.
11. Si alguno habla.
Es decir, como cristiano.
Palabras.
Gr. lógion (ver com. Hech. 7: 38; Rom. 3: 2). Un
ejemplo de la "multiforme" gracia" de Dios es la habilidad de hablar con fluidez
y en forma convincente; pero este don sólo debe usarse para la gloria de Dios.
Los talentos que Dios imparte deben ser convenientemente fortalecidos y
cultivados para que la comunicación del Evangelio nunca sea estorbada por
tosquedades, por insinceridad o liviandad.
Ministra.
Es más
literal la traducción de la BJ: "Si alguno presta un servicio, hágalo en virtud
del poder recibido de Dios". La vida cristiana consecuente es un despliegue
constante del poder de Dios que capacita. Nadie puede vivir una vida sin pecado
a menos que dependa hora tras hora del poder divino.
En todo.
Es
decir, en cualquier actividad en que se ocupe el cristiano.
Glorificado.
O "siga siendo glorificado". La verdadera meta de las actividades de la
vida es que Dios sea honrado y ensalzado. Un cristiano nunca queda liberado de
la obligación de representar correctamente a Dios y de demostrar la eficacia de
su poder salvador.
Jesucristo.
Ver com. Mat. 1: 1. Cristo es
Aquel mediante el cual el creyente llega a ser hijo de Dios y por medio del cual
el creyente lo glorifica.
Quien.
Este pronombre podría referirse
a Dios el Padre, quien debe ser glorificado mediante Jesucristo, o a Cristo.
Como en esta vida, esta doxología será cantada a las tres personas de la Deidad
cuando los redimidos se reúnan en su hogar eterno (cf. Rom. 11: 36; 2 Tim. 4:
18; Apoc. 1: 6).
Gloria.
Ver com. Efe. 1: 6, 14. Se ha sugerido
que la última parte de este versículo es la cita de una oración que usaban los
primeros cristianos. Compárese con "gloria" unida con "imperio" " en 1 Ped. 5:
11.
Imperio.
En cuanto a "imperio" (Gr. krátos ), ver com. Efe.
1: 19. Krátos se usa en doxologías sólo aquí y en 1 Tim. 6: 16; Jud. 25; Apoc.
1: 6; 5: 13. Atribuir "imperio" a Cristo es reconocer su derecho a gobernar y
aclamarlo como soberano.
Amén.
Ver com. Mat. 5: 18.
12. Amados.
Un tierno saludo que
destaca camaradería e intereses mutuos. Cuando Pedro anticipa futuros días
tenebrosos, aconseja con el propósito de fortalecer a los suyos ante la tormenta
que se avecina.
No os sorprendáis.
Mejor "no os sigáis
sorprendiendo". Mientras se libre el gran conflicto entre Cristo y Satanás por
las almas de los hombres, el cristiano puede esperar una diversidad de pruebas y
problemas tramados por Satanás para destruir la fe del cristiano en Dios (ver
com. cap. 1: 7; 3: 17).
Fuego.
Gr. púrÇsis, "ardor",
"combustión". Cf. cap. 1: 7. Las terribles persecuciones de Nerón pronto
quemarían la iglesia; los vejámenes crecientes de judíos y romanos eran tan sólo
un preludio del holocausto que se acercaba. Satanás empleaba todos los recursos
que podía idear para destruir a la iglesia naciente. En vista de la hora de la
prueba que ahora se avecina, los cristianos harían bien en prestar mucha
atención a las palabras que Pedro dirigió a la iglesia de sus días.
Prueba.
Gr. peirasmós (ver com. Mat. 6: 13; Sant. 1: 2). Como le
sucedió a Job, Dios permite a veces que Satanás ponga a prueba el carácter de
sus hijos fieles. Dios conocía la paciencia de Job, y desde entonces los que
sufren han sido siempre fallecidos por su ejemplo de firmeza ante el "fuego de
prueba". Los sufrimientos de la vida no son enviados por Dios sino por Satanás;
pero Dios los encauza y convierte en los medios para desarrollar el carácter de
sus hijos. Ver com. Job 42: 5; Sal. 38: 3; 39: 9.
Cosa extraña.
Es decir, algo inaudito. El "fuego" no es nada nuevo, pues Cristo sufrió
todo lo que podría ser llamado a soportar cualquier ser humano (vers. 13). El
"fuego" sencillamente hace que los discípulos de Cristo sean "participantes" de
sus sufrimientos.
13. Gozaos.
Ver
com. Sant. 1: 2.
Por cuanto.
O "en la medida en que" " (BJ).
Deben esperarse problemas producidos por la incomprensión del mundo frente a la
fe del cristiano. El cristiano puede regocijarse porque sabe que no será llamado
a soportar más de lo que sufrió Cristo (ver com. Heb. 2: 18; 4: 15-16).
Revelación.
Gr. apokálupsis (ver com. 1 Cor. 1: 7; 1 Ped. 1: 7).
Su gloria.
La gloria de su segunda venida (ver com. Mat. 25:
31).
Gran alegría.
El gozo inefable de la primera hora en la
eternidad rápidamente sobrepujará todas las horas de aflicción y soledad de la
tierra. La emoción y las maravillas del cielo excederán en mucho los vuelos más
elevados de la imaginación.
14. Vituperados.
Gr. oneidízÇ, "reprochar", "injuriar",
"abrumar con insultos" a alguien. Los perseguidores por lo general comienzan su
obra denigrando la integridad, inteligencia y conducta de los cristianos como
ciudadanos. Estos reproches son el preludio de ataques más crueles. Ver com.
Mat. 5: 11.
Por.
O "debido a", "en relación con".
Nombre
de Cristo.
Ver com. Hech. 3: 16. Así como el mundo romano menospreció la
pureza y el honor de Cristo, así también los impíos en todos los siglos han
rechazado a los representantes del Señor (ver com. Mat. 5: 11-12; 1 Ped. 2: 21).
Bienaventurados.
Gr. makários (ver com. Mat. 5:3; Sal. 1: 1).
El glorioso Espíritu.
Es decir, el Espíritu Santo. El cristiano
tiene la seguridad de que Dios estará con él por medio de su Espíritu Santo en
las persecuciones y sufrimientos para consolarlo, animarlo, guiarlo y
bendecirlo.
De Dios.
La penetrante presencia del poder de Dios
que capacita al cristiano para enfrentar cada problema de la vida, es el origen
de la serenidad y la confianza del cristiano. Una vida llena de bienes
materiales y de los placeres de este mundo, nunca puede tomar el lugar de la
presencia permanente del Espíritu de Dios.
Reposa sobre vosotros.
O mora en vosotros.
De parte de ellos.
O "por ellos";
sin embargo, la evidencia textual tiende a confirmar (cf. p. 10) la omisión del
resto de este versículo que comienza con estas palabras. Las omiten la BJ, BC y
NC.
Blasfemado.
Ver com. Mat. 5: 11-12.
Glorificado.
O "alabado".
15. Padezca como
homicida.
Es un privilegio sufrir por el nombre de Cristo, y de ese modo
hacer que su nombre sea honrado; pero si un cristiano comete faltas, da a los
incrédulos la oportunidad de ridiculizar a la iglesia y de blasfemar el nombre
de Cristo. Ver com. cap. 2: 20.
Ladrón.
Ver com. Exo. 20: 15;
cf. Mat. 19: 18; Rom. 2: 21; Efe. 4: 28.
Malhechor.
Término
general que designa a los que cometen cualquier forma de males y perjuicios.
Entremeterse en lo ajeno.
Gr. allotriepískopos, "supervisor de
asuntos ajenos". Es incierto el significado exacto de esta palabra, Como Pedro
está tratando de las relaciones de los cristianos con los que no lo son, podría
referirse a los miembros indiscretos de la iglesia que descuidadamente critican
las prácticas y costumbres de los paganos. Una parte de los vituperios y las
persecuciones sufridas por los cristianos podría evitarse si procedieran con
amabilidad. El cristiano no debe convertirse en conciencia para otros. Le
corresponde estar seguro de que su conducta personal es de tal naturaleza, que
no sólo los hombres sino Dios puedan aprobarla de verdad.
16. Pero si.
Ver com. cap. 3: 14.
Cristiano.
Este término aparece sólo tres veces en el NT. El
nombre fue usado por primera vez para los cristianos como una burla (ver com.
Hech. 11: 26), pero se convirtió en un símbolo de honra y fue llevado con
orgullo por la iglesia primitiva (cf. cap. 26: 28). Los cristianos, sin tener en
cuenta los insultos y las amenazas que se les hacen, saben que ser honrado por
Dios vale infinitamente más que la gloria del mundo. Jesús también sufrió
injustamente por defender con ahínco los principios de justicia.
No se
avergüence.
Ver com. vers. 12-14.
Glorifique a Dios.
Por
ser cristiano y por el privilegio de participar de los sufrimientos de Cristo y
de dar testimonio en favor de Dios (vers. 13).
Por ello.
O
debido al nombre de "cristiano". "Por llevar este nombre" " (BJ), "con este
nombre" " (BC), "en este nombre" " (NC), se ciñen mejor al texto.
17. Es.
Este verbo no está en el
texto griego, pero ha sido correctamente añadido por los traductores. Ver com.
"comience"; cf. com. vers. 7.
Tiempo.
Gr. kairós, un "tiempo"
particular, específico (ver com. Mar 1: 15; Hech. 1: 7).
Juicio.
Gn kríma, "sentencia" (ver com. Apoc. 17: 1). La escena de¡ juicio de
Eze. 9 aparentemente constituye el paralelo de la comparación que hace Pedro
entre el fiel cristiano y los impíos ante el trono del juicio de Dios.
Comience.
La primera sentencia de este versículo podría
traducirse: "Porque es el tiempo apropiado de que el juicio comience en la casa
de Dios". Debido a la brevedad del tiempo (ver com. vers. 7) y del "fuego" que
pronto sobrevendría (vers. 12), Pedro instaba a sus hermanos en la fe a que
recordaran sus solemnes responsabilidades como cristianos. Compárese esto con
Eze. 9: 6, donde los mensajeros del juicio comenzaron por el santuario llevando
a cabo su obra de juicio con los que habían manifestado la más elevada profesión
de fe. En el "fuego" y en el tiempo de "juicio", Dios espera mucho de los que
han llevado el nombre de Cristo.
Casa de Dios.
Es decir, la
iglesia (ver com. 1 Tim. 3: 15).
El fin.
Es decir, el destino
eterno. En comparación con los impíos, es evidente que los cristianos sinceros
son más dignos de vida eterna. Si Dios se propone tratar con rigor a su propio
pueblo, cuánto más severo será con los que deliberadamente se han opuesto a la
verdad en la persona de los testigos de Cristo. Por lo tanto, los cristianos no
deben temer que Dios no tratará con justicia a sus perseguidores.
Aquellos que no obedecen.
En otras palabras, los que son
responsables del "fuego" por el cual deben pasar los cristianos (vers. 12).
18. El justo con dificultad se salva.
Una cita de Prov. 11: 31 según la LXX (ver comentario respectivo). Los
justos se salvan sólo en virtud de los méritos de Cristo. A no ser por la fe en
él, no tendrán derecho a la misericordia divina en el día del juicio.
Aparecerá.
O ¿cómo serán considerados los impíos? Han
menospreciado al único medio por el cual los seres humanos pueden asegurar su
entrada en el reino eterno de los redimidos.
Impío.
Gr. aseb '
s, "impío", "irreverente" " (ver com. Rom. 4: 5).
19. De modo que.
Pedro concluye su abarcante consejo en
cuanto a los sufrimientos que el cristiano puede esperar durante el fuego que se
avecina.
Según la voluntad de Dios.
Es decir, debido a la
fidelidad de la expresa voluntad de Dios, y no debido a mala conducta (ver com.
cap. 2: 12, 19-20; 3: 14, 16-18; 4: 14, 16).
Encomienden.
La
mayor seguridad del cristiano reside en saber que Dios nunca abandona a los
suyos (ver com. 2 Tim. 1: 12; 2: 19), Pedro, como un verdadero pastor, guía a
sus hermanos en la fe al único lugar seguro a medida que se amontonan
rápidamente las nubes de persecución.
Sus almas.
Deben
encomendar sus vidas a Aquel que es el único que puede protegerlos de daños o
fortalecerles para que sufran noblemente. En cuanto a la palabra "almas", ver
com. Mat. 10:28.
Fiel Creador.
Dios nos hizo y somos suyos; y él
sin duda cuidará lo que es suyo. Podemos tener la seguridad de que Dios hará
todo lo que su amor y su misericordia puedan hacer. No hay fuerza alguna ni en
el cielo ni en la tierra que pueda "arrebatar" de su mano protectora la vida que
se le ha entregado (ver com. Juan 10:28-29).
Hagan el bien.
La
protección más segura de un cristiano es una vida en la que no se pueda
encontrar nada que pueda ser criticado (ver com. Dan. 6:4). El cristiano debe
hacer lo mejor que pueda -mediante la gracia de Dios que lo fortalece- en todas
las circunstancias que surjan, y debe dejar lo demás en las manos de Dios.
CBA T7
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