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CBA Libro de Los Salmos Capítulo 18


CBA Libro de Los Salmos Capítulo 18

INTRODUCCIÓN.-

" En la magnífica oda de acción de gracias que aparece como el número 18 del Salterio, David presenta a grandes rasgos la historia de las maravillosas liberaciones y victorias que Dios le había concedido. Este conmemorativo canto de triunfo es la historia de un corazón enteramente consagrado a Dios, e íntegro para las cosas divinas. El relato de 2 Sam. 22 confirma que David compuso este himno. En este pasaje aparece, con algunas variantes, el mismo poema. "

" Con referencia al sobrescrito, ver pág. 622, también PP 772, 773. La frase "siervo de Jehová" (que también se encuentra en el sobrescrito del Sal. 36) no aparece en 2 Sam. 22. Compárense los comentarios de este salmo con los de 2 Sam. 22. "

1. Te amo.

" Heb. rajam. Este verbo indica afecto profundo y ferviente. En ningún otro pasaje se usa el término rajam para referirse al amor del ser humano hacia Dios, pero con frecuencia se usa para describir el amor de Dios hacia el hombre. Esta declaración constituye una introducción apropiada para este triunfante salmo de regocijo. Este versículo no aparece en 2 Sam. 22. Compárese con Sal. 116: 1-4. "

Fortaleza mía.

" Dios era el origen de la fuerza del salmista (ver Sal. 27: 1; 28: 8). "

2. Roca.

" Heb. sela', "peña". David se había refugiado una vez en una peña cuando Saúl lo perseguía (ver 1 Sam. 23: 25). Ahora usa esta metáfora para referirse a Dios, el refugio seguro. "

Castillo.

" Heb. metsudah, "lugar de difícil acceso", o "una fortaleza" (ver 1 Sam. 22: 4). "

Fortaleza.

" Heb. tsur, "roca grande". En Deut. 32 se usa este vocablo 5 veces para describir a Dios (vers. 4, 15, 18, 30, 31). "

Fuerza de mi salvación.

"Literalmente, "cuerno", "mi cuerno de salvación" (18: 3, BC). El cuerno era símbolo de fuerza (ver Deut. 33: 17).

Alto refugio.

2 Sam. 22: 3 añade: "Salvador mío; de violencia me libraste"." Con este acumulamiento de metáforas, fruto de sus incesantes luchas, David se esfuerza por describir todo lo que Dios ha significado para él durante su peregrinación terrenal. Hay una profusión similar de figuras literarias en Sal. 31: 1-3; Sal. 71: 1-7. David abunda en su alabanza.

4. Ligaduras de muerte.

Del Heb. jébel, "cuerda". En 2 Sam. 22: 5 aparece "ondas de muerte" . "Olas de muerte" (18: 5, BJ). David dijo a Jonatán: "Apenas hay un paso entre mí y la muerte" (1 Sam. 20: 3).

Perversidad.

Heb. beliyya'al , "sin valor", y comúnmente se traduce "Belial". "Torrentes de Belial" (18: 5, NC). "Hijos de Belial" es una frase bíblica común para denotar a hombres de carácter bajo, dados a la violencia (ver Juec. 19: 22; 1 Sam. 2: 12).

5. Ligaduras del Seol.

Las mismas "cuerdas" ( jébel ) del vers. 4. Con referencia al Seol, ver com. Sal. 16: 10; Prov. 15: 11.

Lazos.

Heb. moqesh, "trampa para cazar aves".

6. Templo.

Desde el cielo (ver Sal. 11: 4).

A sus oídos.

Dios escuchó su clamor.

7. La tierra fue conmovida.

La intervención divina, en respuesta a la súplica del salmista, es descrita magistralmente por David como un trastorno de la naturaleza, cuyos detalles fueron tomados, sin duda, de los recuerdos de muchas tormentas que él había contemplado durante los períodos peligrosos de su vida. Con su riqueza de metáforas plenas de vehemencia, tomadas en gran medida de la liberación en el mar Rojo y de la entrega de la ley en el Sinaí, esta descripción es una de las más sublimes de la literatura universal. Compárese con Exo. 19: 16-18; Sal. 144: 5-7; Hab. 3: 3-6; pero nótese que en ninguno de esos pasajes se presentan tantas figuras como en el Sal. 18. La descripción comienza con el terremoto, luego vienen relámpagos, nubes, viento y tinieblas, y concluye con el pleno furor de la tormenta, en medio de la cual Jehová se revela en toda su gloria y su poder para destruir a los enemigos y salvar a su siervo fiel. Así como Dios mostró la grandeza de su poder en los cataclismos de la naturaleza, así también descendió en la plenitud de su fortaleza para intervenir en el momento de peligro de su siervo.

Se indignó.

Ver com. Sal. 2: 4.

8. Humo.

El humo, el fuego y los carbones encendidos equivalen a las "nubes", los "truenos" y los "relámpagos". No debería intentarse darles a estas figuras una forma concreta, como si Dios hubiera aparecido en forma visible. Lo que el poeta se propone es inculcar vivamente en los demás un profundo sentido de reverencia, como si estuvieran en la presencia del Omnipotente (ver Sal. 74: 1; 97: 2; 140: 10; cf. Hab. 3: 5).

9. Descendió.

Como que Dios parecía descender en la tormenta para investigar y ejecutar el juicio (ver Gén. 11: 5; 18: 21).

Tinieblas.

Ver Deut. 4: 11; 1 Rey. 8: 12.

10. Querubín.

Los querubines guardaron la entrada del huerto del Edén (ver com. Gén. 3: 24) y se colocaron las figuras de dos querubines para cubrir el propiciatorio (Exo. 25: 18).

Las alas del viento.

Expresión que indica suma rapidez.

11. Oscuridad de aguas.

Las nubes negras que presagian mucha lluvia.

Nubes de los cielos.

Literalmente, "nubes de nubarrones". Esta frase podría sugerir diferentes clases de nubes, amontonadas unas sobre otras para formar el pabellón de Dios.

12. Por el resplandor.

Con la brillante luz de los relámpagos, las nubes parecían desvanecerse y todo el cielo parecía incendiarse.

13. En los cielos.

La preposición "en" (Heb. be ), en este caso debería traducirse como "desde", según lo demuestra la literatura ugarítica (ver págs. 624, 625).

Dio su voz.

El trueno representa la voz de Dios, según lo sugiere la estructura paralela del versículo (ver Sal. 29, especialmente el vers. 3; cf. Job 40: 9).

Granizo y carbones de fuego.

Se repite la misma frase del vers. 12, para destacar la terrible impresión.

14. Saetas.

Relámpagos, como lo indica el paralelismo del versículo.

Los.

Probablemente se refiera a los enemigos del salmista. Constituye la primera irrupción del elemento humano en esta pavorosa descripción. Nos recuerda por un instante el tema del poema.

15. Aparecieron los abismos de las aguas.

Compárese con el cuadro que sugiere Exo. 14: 29; 15: 8. "El fondo del mar quedó a la vista" (18: 16, BJ).

16. Envió desde lo alto.

Todas las manifestaciones de la intervención sobrenatural procedían de Dios.

Me sacó.

El verbo hebreo aquí empleado se usa para referirse al rescate de Moisés.

Muchas aguas.

Posiblemente el poeta se refiera a la imagen del vers. 4, en donde se describe como aterrorizado por los "torrentes de perversidad". Muchas veces las aguas son símbolo de peligro (ver Sal. 32: 6).

17. Enemigo.

Saúl. Junto a éste el salmista incluye a quienes ayudaban a Saúl a perseguirlo.

18. Apoyo.

Heb. mish'an. Mish'éneth, término relacionado con mish'an, se traduce como "cayado" en Sal. 23: 4 (ver com.).

19. Lugar espacioso.

En vez de encontrarse cercado por sus enemigos, David tiene amplio lugar para moverse sin dificultad (ver com. Sal. 4: 1).

Se agradó de mí.

El primer indicio de las razones por las cuales Dios libró al salmista. En los vers. 20-30 se amplía la idea.

20. Conforme a mi justicia.

Dios intervino porque David no merecía el trato que recibía de Saúl y de sus otros enemigos. Dios recompensa y da galardón conforme a su ley eterna. En los vers. 20-30 se amplían las razones por las cuales Dios liberó a David.

22. Delante de mí.

David sostiene que siempre mantenía delante de él la ley de Dios y regía su conducta por ella (ver Sal. 119: 97; ver com. Sal. 1: 2; cf. Deut. 6: 6-9; 11: 18-21).

23. Recto.

Heb. tamim, "completo", "perfecto". Ver com. Sal. 15: 2, en donde el mismo término se traduce "con integridad" . En Job 1: 1 aparece la voz tam, que es de la misma familia de palabras, y se la traduce "perfecto" . Aunque parezca ser una aseveración muy categórica, el sentido del vers. 22 indicaría que David procuraba evitar todo pecado conocido. Compárese con el testimonio que David dio de sí mismo (1 Sam. 26: 23, 24), el testimonio de Dios (1 Rey. 14: 8) y el testimonio del historiador (1 Rey. 15: 5). Si es que ha de ser real su pretensión de inocencia, David debió haber escrito este salmo antes de su pecado con Betsabé y el crimen consiguiente al ordenar la muerte del esposo de ésta.

24. Conforme a mi justicia.

Este versículo dice casi lo mismo que el vers. 20.

25. Con el misericordioso.

Los vers. 25, 26 están redactados en forma de proverbios. Expresan la idea general de que Dios trata a los seres humanos conforme al carácter de ellos. Dios nunca deja sin castigo el pecado (ver Mat. 18: 35).

27. Ojos altivos.

El orgullo prepara el camino para la destrucción (ver Sal. 101: 5; Prov. 6: 16, 17). El equivalente de esta parte del versículo en 2 Sam. 22 dice: " "Mas tus ojos están sobre los altivos para abatirlos" " (vers. 28).

29. Ejércitos.

Ver com. 2 Sam. 22: 30.

Asaltaré muros.

Heb. "saltaré el muro". Ver com. 2 Sam. 22: 30.

30. Perfecto.

Lo que Dios hace es correcto (ver Deut. 32: 4).

Acrisolada.

Refinada como un metal, probada (ver com. Sal. 12: 6).

Escudo.

Ver com. Sal. 3: 3; 18: 2. Dios protege al que confía en él. Ningún otro tiene el derecho de reclamar la protección divina.

31. ¿Quién es Dios?

Desde este versículo hasta el 45, David se explaya en las victorias y los éxitos que Dios le ha concedido. La pregunta "¿Quién es Dios?" no muestra incredulidad; es una pregunta retórica que implica la realidad del Dios de Israel en comparación con los dioses falsos de los paganos.

Roca.

Heb. tsur. La misma palabra se traduce como "fortaleza" " en el vers. 2 (ver com.).

33. Pies como de ciervas.

Las ciervas se distinguen por su rapidez y su seguro andar (ver com. 2 Sam. 22: 34).

34. Adiestra mis manos para la batalla.

Ver com. 2 Sam. 22: 35. Con referencia a la participación de Israel en guerras, ver la Nota Adicional de Jos. 6, t. 2, págs. 203-207.

Arco de bronce.

Este tipo de arco se menciona también en Job 20: 24. David tenía una fuerza extraordinaria.

35. Escudo.

Más eficaz que el arco de 680 bronce (vers. 34) es la protección del escudo divino. David reconoce la importancia de la unión del esfuerzo humano con la fuerza divina. Dios arma a su siervo con los medios físicos de autoprotección, y cuando éste los usa él lo apoya. Esto nos hace recordar el viejo refrán: "A Dios rogando, y con el mazo dando". David no podía ser derrotado mientras la diestra de Dios le ayudara a sostener el arco.

Benignidad.

Heb. 'anawah, "humildad". Esta característica halló su expresión suprema en la encarnación y muerte en la cruz (Fil. 2: 7, 8). "El rey de gloria se rebajó a revestirse de humanidad" (DTG 29). El ser humano nunca se eleva más, ni se acerca tanto a Dios, como cuando se humilla. ¡Esta es la verdadera grandeza!

36. Ensanchaste mis pasos.

Cf. vers. 19.

No han resbalado.

Ver Sal. 17: 5; cf. Prov. 4: 12. Cuando se lucha contra un enemigo, hay que tener los pies bien afirmados.

37. Perseguí.

Cf. Exo. 15: 9. En los vers. 37 y 38 los verbos están conjugados en el tiempo imperfecto, lo que permite traducirlos en presente histórico, con lo cual el cuadro se torna más real: "Persigo a mis enemigos, ... los alcanzo, ... no vuelvo hasta acabarlos. Los hiero de modo que no se levanten; caen debajo de mis pies". La acción descrita en los vers. 37-45 presenta un cuadro de completa victoria. Gracias a la intervención divina, el enemigo es derrotado completa y definitivamente.

38. Los herí.

Heb. maiats. Según el ugarítico (ver págs. 624, 625) podría También significar "golpear", "destrozar".

41. Aun a Jehová.

Como último recurso clamaron al Dios de Israel; pero como su ruego nació del terror y no de un corazón sincero, no fue escuchado.

42. Los molí como polvo.

Aplastó totalmente enemigo (ver 2 Rey. 13: 7) y lo echó fuera como desperdicio.

43. Cabeza de las naciones.

Se reconoció a David como el mayor de los reyes de las naciones de esa parte del mundo (2 Sam. 8). La posición dominante de Israel entre las naciones se ve con mayor nitidez en las descripciones del reino que Salomón heredó de su padre David (1 Rey. 4: 21, 24).

45. Se debilitaron.

Se marchitaron como plantas (ver Isa. 40: 7).

Sus encierros.

Las ciudades fortificadas o fortalezas. De su propia voluntad, las otras naciones vendrían temblando para rendirse a David. Así el reino gozaría de total seguridad y de la liberación final de sus enemigos. La victoria sería completa.

46. Viva Jehová.

En los vers. 46-50 hay una solemne expresión de alabanza y gratitud a Jehová, quien ha dado la victoria a David (ver PP 772, 773). Considerando todo lo que Dios ha hecho, el salmista tiene amplia razón en afirmar que hay un Dios viviente, en contraste con los ídolos inanimados de los paganos. La vida de Dios es la fuente de la vida humana.

Roca.

Heb. tsur. Ver com. vers. 2, 31.

Dios de mi salvación.

Frase predilecta en los salmos (ver Sal. 25: 5; 27: 9; 51: 14; cf. Sal. 38: 22; 88: 1).

48.  Varón violento.

Posiblemente David se refiere a Saúl, pero también podría aludir a sus enemigos en general.

49.  Las naciones.

Heb. goyim (ver com. Sal. 2: 1; 9: 5). Las conquistas de David exaltaron el nombre del Dios de Israel ante las naciones.

Pablo cita este versículo (Rom. 15: 9) como prueba de que la salvación de Dios es tanto para el gentil como para el judío. Debido al fracaso de los descendientes de David, las predicciones de los vers. 49, 50 sólo podrán hallar su cumplimiento en el reino espiritual de Cristo, reino que nunca tendrá fin.

50. Triunfos.

En hebreo, este término se usa en plural para referirse a los numerosos hechos de salvación registrados en el salmo.

A su rey.

El rey que Dios había escogido para reinar sobre Israel: David, ungido de Dios (ver com. Sal. 2: 2).

Su descendencia.

Con referencia al futuro cumplimiento de estas promesas en la vida de Cristo, ver com. 2 Sam. 7: 12-16.

CBA T3

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