Libro El Cantar de los Cantares capítulo 4
1. Tú eres hermosa.
Hasta aquí, el principal interlocutor del Cantar ha sido la doncella sulamita. Ahora comienza un discurso 1137 más extenso del novio, quien ensalza la belleza de la novia y le propone matrimonio, lo cual ella acepta.
Ojos . . . como de paloma.
Cf. cap. 1: 15.
Tus guedejas.
Mejor, "tu velo" " (BJ). El velo que usan muchas mujeres del Cercano Oriente es una tela oscura que pende de la cabeza. La frente y los ojos quedan al descubierto. Este velo cubre no sólo el rostro, excepto la frente y los ojos, sino también el cuello. Cuelga suelto sobre el busto.
Manada de cabras.
Su cabello es negro y brillante como el pelo de las cabras de Palestina, que por lo general eran negras o de color marrón oscuro.
2. Manada de ovejas.
Es bella la blancura de los dientes bien formados y simétricos, de los cuales no falta ninguno.
3. Tu habla.
Más bien, "tu boca", como órgano indispensable del habla.
4. Escudos.
Con frecuencia se colgaban escudos de las torres, así para adorno como para tenerlos a mano en una emergencia.
6. Apunte el día.
Ver com. cap. 2: 17. Este parece ser otro estribillo, quizá presentado por la novia en su recato y humildad, a fin de morigerar el ardor del novio. Sin embargo, él continúa demostrando su amor con nuevas expresiones de afecto.
7. Toda tú eres hermosa.
Todo en ti es hermoso; no tienes un solo defecto. Se presenta a Jesús como diciendo estas palabras a la iglesia, su novia (ver MC 275; DMJ 57).
8. Amana.
Los montes del Antilíbano.
Senir.
El nombre amorreo, ugarítico y acadio del monte Hermón (cf. Deut. 3: 9). Quizá aquí estén en aposición las dos montañas, o Senir puede ser una alta cumbre del Hermón. Salomón anhela que la doncella sulamita deje todas las hermosas montañas de su país norteño.
9. Prendiste mi corazón.
"Me robaste el corazón" " (BJ). El verbo hebreo deriva del sustantivo "corazón". Quizá lo que quiso decir fue: "Me has reanimado".
10. Tus amores.
Es decir, las muchas atenciones y manifestaciones de amor (cf. cap. 1: 2).
12. Huerto cerrado.
Con la expresión simbólica de un huerto cerrado propone casamiento el rey Salomón, y con el mismo símbolo lo acepta la doncella sulamita (vers. 16). Nadie ha entrado jamás en ese huerto ni bebido de esa fuente, y nunca se ha roto el sello de esa fuente.
15. Pozo de aguas vivas.
Se ha tomado el lenguaje de este versículo para describir las corrientes perennes y refrescantes que pueden obtenerse en la Palabra de Dios (ver PR 176; DMJ 22; Juan 4: 14).
16. Venga . . . a su huerto.
Esta es la respuesta de la sulamita. Invita al novio a que entre en su huerto para comer de sus frutos.
CBA T3
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