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CBA Libro de Jeremías capítulo 2


 CBA Libro de Jeremías capítulo 2

1. Palabra de Jehová.

" Con esta frase comienza una serie de profecías que comprenden los cap. 2 al 6. Esta serie recuerda el pasado de Israel, y muestra cómo las condiciones imperantes en el presente son el resultado de los fracasos del pasado. Esta profecía fue dada durante los diez primeros años del ministerio de Jeremías (627/626-c. 616 a. C.), quizá durante el año 13 de Josías (cap. 3: 6; cf. cap. 1: 2). "

2. Anda y clama.

" Jeremías posiblemente estaba en Anatot; pero se le ordenó que dejara su ciudad (o el lugar donde habitaba) y fuera a Jerusalén para realizar su labor profética. "

Me he acordado de ti.

" Literalmente, "recuerdo para ti", " es decir "en tu favor", " o "acerca de ti" " (ver Neh. 5: 19, donde la frase "acuérdate de mí" " es literalmente "acuérdate para mí" ).

La fidelidad de tu juventud.

Aunque es posible entender que se refiere a la fidelidad de Dios para con Israel, es más probable que se refiera a la fidelidad de Israel para con Dios. En su juventud Israel había respondido al amor de Dios. En figuras poéticas, Dios se representa como el Amante, e Israel es la prometida. La palabra traducida como "fidelidad" es jésed , cuyo significado es "amor leal" (ver Nota Adicional al Sal. 36).

Desposorio.

"El tiempo de los esponsales, el noviazgo" (BJ), o sea, el comienzo de la historia de Israel.

Tierra no sembrada.

Israel demostró la sinceridad de su amor abandonando las relativas comodidades y la seguridad de Egipto, a fin de seguir a Dios por el desierto.

3. Santo.

0 "una cosa santa" . Ver com. Deut. 7: 6.

Primicias.

La figura de las primicias era conocida por los judíos (ver com. Exo. 23: 19; Núm. 18: 12-13). Israel era semejante a la porción más preciosa de la cosecha, la que se dedicaba a Dios.

Eran culpables.

No se permitiría que ninguna nación pagana devorara a Israel (Jer. 10: 25; 50: 7; cf. Deut. 7: 16).

5. ¿Qué maldad?

Ver Miq. 6: 3-4. Dios desafió a Israel a que mostrara que él había sido infiel o que había quebrantado el pacto. El profeta pregunta si el Señor había obrado con engaño o dejado a un lado sus promesas. ¿En qué había fracasado Dios? (ver Deut. 32: 4). En este versículo se presenta el compasivo desafío de un amor herido, pero consciente de su integridad y fidelidad.

Vanidad.

Una referencia a los ídolos de Israel Jer. 10: 15; 14: 22; 16: 19; cf. Deut. 32: 21; 1 Rey. 16: 13; 1 Cor. 8: 4; ver com. Ecl. 1: 2). Israel había andado en pos de Dios; pero ahora el pueblo se afanaba por "la vanidad".

Se hicieron vanos.

Los hombres llegan a participar de la naturaleza del objeto al cual adoran (Deut. 7: 26; Rom. 1: 21-23; PP 313, 346-347).

6. Y no dijeron.

El pueblo demostraba una vil ingratitud por las liberaciones providenciales y el amoroso cuidado que Dios le había prodigado, y tuvo en poca estima a su Benefactor.

Nos hizo subir.

La historia de la nación de Israel comenzó con un gran acto de redención. Con mucha frecuencia se hace referencia al Israel que Dios liberó de la esclavitud egipcia, como ejemplo supremo de la milagrosa intervención de Dios en favor de su pueblo (Exo. 20: 2; Deut. 7: 8; Isa. 63: 10-14; Ose. 2: 15; 11: 1; 12: 9, 13; 13: 4; Amós 2: 10; Miq. 6: 4; etc.).

Por el desierto.

El hecho de que Dios hubiera preservado a tan vasta multitud de los peligros y las privaciones del desierto, era una manifestación maravillosa de su omnipotencia, de su bondad y de su cuidado (ver com. Deut. 32: 10).

Sombra de muerte.

Ver com. Sal. 23: 4.

7. Tierra de abundancia.

Literalmente, "tierra de plantación de árboles" " o "tierra del vergel" " (BJ). Es notable el contraste entre esta tierra y el desierto por el cual había pasado el pueblo. En este versículo se cambia de tercera a segunda persona, a fin de que el mensaje tenga una aplicación personal.

Mi tierra.

Ver Lev. 25: 23; Deut. 11: 12; cf. Lev. 18: 25, 27-28; Núm. 35: 34.

8. Los sacerdotes.

En este versículo se describe la delincuencia de las tres clases dominantes: sacerdotes, pastores y profetas (cf. vers. 26; Miq. 3: 11).

Los que tenían la ley.

Los sacerdotes debían ser expertos en la ley (ver com. Deut. 31: 9; Sal. 19: 7; Prov. 3: 1) y en explicarla al pueblo (Deut. 33: 10; Mal. 2: 6-7).

Los pastores.

Expresión que designa a los que debían ser dirigentes responsables, tanto en lo civil como en lo religioso, en la teocracia de Israel (Jer. 3: 15; 10: 21; 22: 22; 25: 34-36; 1 Rey. 22: 17; Isa. 44: 28; Zac. 10: 3; 11: 5).

9. Contenderé.

Heb. rib , " "contender", "pleitear" " (Isa. 3: 13; 57: 16). Dios continuará litigando contra su pueblo rebelde. Lo hará infligiéndole castigos (ver com. Sal. 74: 22).

10. Pasad a las costas.

Se advierte a los hebreos que fijaran la atención en otras naciones para observar la fidelidad de esos pueblos a los dioses paganos, a fin de hacer notar el contraste con la infidelidad de Israel para con el verdadero Dios.

Quitim.

Este nombre abarca aquí a los griegos en general (ver com. Gén. 10: 4).

Cedar.

Uno de los hijos de Ismael, padre de una tribu nómada que vivía en el desierto de Arabia (ver com. Gén. 25: 13).

Ved si se ha hecho.

Los israelitas habían manifestado el deseo de imitar a las naciones vecinas (1 Sam. 8: 5, 19-20), pero no las imitaron en cuanto a la lealtad de éstas a su religión. Una intensa investigación desde oriente hasta occidente no podría encontrar un ejemplo similar de infidelidad como el de Israel.

11. ¿Alguna nación ha cambiado?

La pregunta implica una respuesta negativa. Sólo en casos excepcionales una nación idólatra desecharía su religión ancestral. Aún hoy muchos seguidores de religiones paganas son más fieles a sus dioses que los cristianos nominales al único Dios verdadero.

No son dioses.

Los dioses de las naciones no son verdaderos, pues el dios representado por el ídolo no existe.

Ha trocado su gloria.

Israel trocó lo verdadero por lo falso, lo que era por lo que no era (Sal. 106:20; Rom. 1: 23). "Su gloria" era Dios, la fuente de toda prosperidad (Deut. 10: 21; 1 Sam. 4: 21; Sal. 3: 3). En Amós 8:7 se denomina a Dios "gloria de Jacob" , y en Ose. 5: 5 "soberbia de Israel"." Otras naciones podrían haber abandonado sus dioses falsos, sin que eso les representara pérdida alguna; pero cuando Israel abandonó a Jehová su Dios, no sólo actuó en contra de la costumbre de las otras naciones, sino en contra de los dictados de la razón.

12. Espantaos.

La impiedad de Israel es tan terrible, que el profeta, en esta apasionada personificación, ruega a los cielos que se pasmen de asombro.

13. Dos males.

Pueden definirse los dos males de la siguiente forma: (1) El rechazo de lo real y verdadero, y (2) el preferir lo irreal y falso. Lo primero lleva naturalmente a lo segundo.

Me dejaron a mí.

La redundancia del pronombre es enfática, tanto en hebreo como en castellano.

Agua viva.

Esto es, "aguas que fluyen"; "aguas vivas" " (BJ). La misma frase hebrea aparece en Gén. 26: 19; Lev. 14: 5, etc. Compárese esta figura con Jer. 17: 13; Juan 4: 10; 7: 37; 3T 467; PP 438.

Cisternas rotas.

El agua siempre ha escaseado en el Cercano Oriente. Cualquiera que poseyera un manantial de aguas vivas, sería necio de trocarlo por una cisterna rota, llena de agua estancada.

14. Siervo.

Heb. 'ébed, vocablo que se emplea para designar tanto a un esclavo como al que recibe salario. La pregunta del profeta exige una respuesta negativa. ¡No! Israel no es esclavo: es el primogénito de Dios (Exo. 4: 22).

Esclavo.

Literalmente, "nacido en casa". Por lo general se hacía una distinción entre los siervos comprados o capturados en la guerra y los que nacían y se criaban en la casa del amo. Dios deseaba que Israel tuviera el dominio y no fuera mantenido en esclavitud.

¿Por qué ha venido a ser presa?

El pueblo no podía culpar a Dios por la pérdida de su libertad. La tragedia era el resultado de su propia conducta (vers. 17). Los hombres no deberían culpar a Dios por sus propios fracasos. Por medio de sus decisiones ellos mismos forjan su destino.

15. Los cachorros del león.

Los invasores extranjeros, llamados así debido a su fiereza y poder (Isa. 5: 29-30). Con frecuencia se compara a los tiranos y opresores con leones (Job 4: 10-11; Sal. 58: 6; Eze. 19: 3, 6; Nah. 2: 11-12; Jer. 4: 7; 50: 17).

16. Menfis.

Antigua capital del Bajo Egipto, o sea el norte de Egipto, situada a unos 22 km. al sur de El Cairo, en la orilla occidental del Nilo. En hebreo la ciudad era conocida por el nombre de Nof, lo que quizá era una corrupción de la parte central del nombre egipcio Men-nefer. En asirio el nombre era Mempi, o Mimpi, de donde se obtiene el nombre 396 Menfis, dado por los griegos. Ahora se conoce por el nombre de Mit Rahineh. Desde tiempos muy remotos Menfis fue el centro del culto del dios Ptah. En tiempos de Jeremías continuaba siendo un lugar de Egipto, renombrado por su población cosmopolita.

Tafnes.

Por lo general se identifica esta ciudad con Dafne, lo que hoy es Tell Defenneh, en el delta oriental. Esta ciudad ocupó un lugar prominente en la historia de la parte final del ministerio de Jeremías (cap. 43:7-10). Menfis y Tafnes representan aquí a los egipcios que han herido a Judá.

17. ¿No te acarreó?

Cf. cap. 4: 18; Sal. 107: 17. El profeta destaca la verdadera causa de las calamidades. Dios no había abandonado a su pueblo; éste había abandonado al Señor. El Altísimo había conducido a los suyos por el verdadero camino de vida, pero ellos habían escogido otro sendero.

18. Ahora, pues.

Heb. we'attah. Término que sirve para expresar la conclusión de algún asunto. El adverbio "ahora" no es temporal, sino lógico.

Camino de Egipto.

Profetas anteriores habían censurado a Israel por su intento de liberarse de Asiria mediante una alianza con Egipto (Isa. 30: 1-7; 31: 1-3; cf. Ose. 7: 11, 16). Por eso Jeremías pregunta qué se ganaría con tal alianza.

El cristiano bien puede hoy preguntarse: "¿Qué tienes tú en el camino de Egipto, en sus pecados o en sus placeres?"

Nilo.

Heb. shijor , del egipcio shi-jor , "aguas de Horus". Este río o lago sin duda se encontraba en la parte oriental del delta, sin que se conozca la ubicación exacta. Ver com. 1 Crón. 13: 5; Jos. 13: 3.

Eufrates.

El hebreo sólo dice "el río", pero es evidente que se trata del Eufrates (Gén. 31: 21; Exo. 23: 31; ver com. Núm. 22:5). La LXX dice "ríos", " como si incluyera el Tigris y el Eufrates. El Eufrates representa al poderío asirio.

19. Tus rebeldías.

Heb. meshuboth (plural de meshubah) , "apostasías", "deserciones". Palabra predilecta de Jeremías, pues de las 12 veces que aparece en el AT, este profeta la usa en 9 ocasiones (cap. 2: 19; 3: 6, 8, 11-12, 22; 5: 6; 8: 5; 14: 7).

Cuán malo y amargo.

La maldad consistió, evidentemente, en apostasía e indiferencia hacia Dios.

20. Rompiste.

La RVR sigue aquí a la LXX y la Vulgata. El hebreo dice "yo rompí", " pero la lógica indica que el empleo de la segunda persona es más consecuente dentro del pasaje. El yugo y las ataduras son la disciplina y la conducción del Señor (cap. 5: 5).

No serviré.

Así dice el texto masorético, y también la LXX y las versiones siríacas. Los tárgumes dicen: "no transgrediré" , traducción que se obtiene al modificar ligeramente la grafía de la palabra hebrea (ver VM). Parece que Israel declarara su independencia y afirmara que está libre de la obligación de servir a Dios (vers. 31).

Sobre todo collado alto.

Así se designa a los numerosos lugares donde se ofrecían sacrificios a Baal, o donde se practicaban los ritos inmorales de Asera y Astarot (o Astoret) (Deut. 12: 2; 1 Rey. 14: 23; 2 Rey. 16: 4; 17: 10; Isa. 57: 5, 7; Jer. 3: 6, 13; 17: 2; Eze. 6: 13).

Te echabas como ramera.

Heb. tsa'ah, ,"acostarse [como una prostituta]". La prostitución equivale al desvergonzado adulterio espiritual de la idolatría (ver com. Exo. 34: 15).

21. Vid escogida.

Heb. 'soreq , una vid especial del Oriente, que producía uvas de color rojo oscuro (Deut. 32: 32; Sal. 80: 8-9; Isa. 5: 1-7; Ose. 10: 1).

¿Cómo, pues?

La perversión degradante de Israel no era el resultado del descuido de Dios, sino de la perversidad del pueblo mismo.

22. Te laves.

Heb. kabas, "lavar ropa, batiéndola o fregándola en agua". La autoexpiación del pecado mediante el propio esfuerzo es imposible, a pesar de que los hombres en todas las épocas la hayan intentado.

Lejía.

Heb. néther , "natrón", carbonato de sodio, mineral alcalino que se depositaba en ciertos lagos en Egipto. En la antigüedad se lo usaba para blanquear (cf. Prov. 25: 20). No debe confundirse "natrón" con "salitre", que es nitrato de sodio o de potasio.

Jabón.

No lo que hoy llamamos jabón, sino un álcali de origen vegetal que se obtenía al quemar ciertas plantas. Se usaba para lavar ropa.

Permanecerá.

"Queda grabada" " (VM). Cf. Isa. 1: 18.

23. ¿Cómo puedes decir?

Indudablemente esta pregunta es más que un intento del profeta de anticiparse a la justificación propia de estos pecadores. Parece que los habitantes de Judá en repetidas ocasiones pronunciaron esta objeción (vers. 35). Desde que 397 Josías reavivó el culto público regular dedicado a Jehová, la gente parecía querer autoconvencerse de que adoraba al verdadero Dios, a pesar de que aún persistía en los ritos idólatras paganos (cap. 9: 13-14).

Baales.

Equivale a los "dioses extraños" " del cap. 1: 16.

En el valle.

El profeta fundamenta sus cargos destacando las malas acciones. Es probable que Jeremías se esté refiriendo a las abominaciones que se llevaban a cabo en el valle del hijo de Hinom, al suroeste de Jerusalén (cap. 7: 31-32; 19: 2, 6, 13-14; 32: 35). En la cima sur del cerro que dominaba este valle, Salomón había erigido un alto para el rito de Moloc (ver com. 1 Rey. 11: 7). (Algunos investigadores creen que Moloc se refiere a un rito y no a un dios.) De tanto en tanto, reyes idólatras posteriores reavivaron los horrendos ritos en el mismo lugar. Acaz y Manasés hicieron "pasar por fuego" a sus hijos (2 Rey. 16: 3; 21: 6; 2 Crón. 28: 3; 33: 6). A fin de acabar con las abominaciones cometidas en este valle, el buen rey Josías profanó el sitio con huesos y basura (ver com. 2 Rey. 23: 10).

Dromedaria.

Heb. bikrah , "hembra joven de camello", " o "camellita liviana que trenza sus derroteros" " .(BJ) o " "dromedario en celo" " (VM). Indica el ardor con el cual el pueblo de Israel se dedicaba a la idolatría.

24. Asna montés.

En su celo, Israel se asemeja a este animal silvestre que no puede ser dominado (Job 24: 5; 39: 5).

En su ardor olfatea el viento.

Celosa, olfatea el viento para dar con el macho.

No se fatigarán.

No es difícil encontrarla, pues está buscando a los machos. Tampoco los dioses falsos necesitaban buscar el favor de Israel. Este, en su loca pasión, corría tras ellos (Eze. 16: 34; cf. Ose. 2: 7).

25. Guarda tus pies.

Parece que fuera una advertencia para que Israel dejara de correr locamente tras los ídolos hasta quedar descalzo y con la garganta seca.

No hay remedio.

La exhortación es en vano. Judá está decidido a seguir en su conducta pecaminosa. Razona que ya ha avanzado demasiado para dar marcha atrás.

Extraños.

Se refiere a los dioses extraños (cf. Jer. 3: 13; Deut. 12: 2; 32: 16).

26. Se avergonzará la casa de Israel.

Es posible que haya aquí un juego de palabras, pues la palabra bósheth , "vergüenza", algunas veces era empleada para designar a Baal (Jer. 11: 13; Ose. 9: 10). Israel había escogido servir a la "vergüenza" en vez de servir a Jehová, y su retribución no podría ser menos que una vergonzosa exposición de su impiedad (cf. Jer. 6: 15; 8: 9).

Sus reyes.

Compárese con las tres clases de dirigentes que aparecen en el vers. 8.

27. Leño.

Mejor, "árbol" o "trozo de madera", material del cual se fabrica un ídolo (Isa. 40: 20; 44: 9; 45: 20; Ose. 4: 12).

Mi padre eres tú.

¡Qué necedad, atribuir la creación y el sostén de la vida a un pedazo de madera! Dios destaca la vanidad de la adoración de los ídolos a fin de hacer notar que la transgresión de Israel es imperdonable.

Piedra.

Es decir, un ídolo hecho de piedra (Jer. 3: 9; Deut. 4: 28; 28: 36, 64; 29: 17; 2 Rey. 19: 18; Eze. 20: 32).

Tú me has engendrado.

En hebreo el pronombre es femenino, para indicar que la piedra es la madre. "Tú me diste a luz" " (BJ).

Me volvieron la cerviz.

En gesto de desprecio y repugnancia (cap. 7: 24; 18: 17; 32: 33).

En el tiempo de su calamidad.

Compárese con Sal. 78: 34; Isa. 26: 16. Muchas veces las dificultades hacen que los hombres vuelvan en sí (cf. Ose. 5: 15).

28. ¿Dónde están tus dioses?

Compárese con Deut. 32: 37-38; ver com. Juec. 10: 14. Se lanzó este reto, no para burlarse de los habitantes de Judá, sino para que comprendieran más íntimamente su terrible apostasía, y para que reconocieran la verdadera fuente de su socorro y esperanza (cf. Isa. 43: 11, 25; 51: 12).

Levántense ellos.

Se alude a la impotencia y falta de vigor de estos dioses (cf. Jer. 10: 15; Isa. 46: 7).

Número de tus ciudades.

Cada ciudad tenía su dios tutelar o patrono (cap. 11: 13).

29. ¿Por qué porfías?

La gente no tenía en qué basar sus quejas. Su rebeldía era demasiado manifiesta como para pasar inadvertida. ¿Cómo podrían seguir intentando justificarse? Habían perdido todo derecho a recibir las promesas de Dios por causa de sus transgresiones.

30. En vano.

En los vers. 30 al 32 se realza de nuevo la idea (vers. 5) de que Dios no puede ser culpado en absoluto por la rebelión de Judá.

Vuestros hijos.

Es decir, los hijos o habitantes de Judá. Algunas veces se representa a las ciudades de Judá bajo la figura de una madre, cuyos hijos son los habitantes de esas ciudades (Lev. 19: 18; Joel 3: 4-6; Zac. 9: 13).

Vuestros profetas.

Los que habían sido enviados para reprenderlos por su necedad y exhortarles a corregir su conducta (2 Crón. 36: 15-16; Neh. 9: 26; Mat. 23: 29-31; Hech. 7: 52). Culminó la violencia contra los mensajeros de Dios durante el medio siglo que duró el reinado de Manasés (2 Rey. 21: 16). Isaías fue uno de los primeros mártires entre los profetas (PR 281; Material Suplementario de EGW sobre Isa. 1: 1).

31. Un desierto.

Dios reta al pueblo, como en el vers. 5, para que diga en qué no ha sido bondadoso con él, para que le haya dado la espalda. ¿Acaso Dios fue alguna vez un lugar estéril en donde no pudieron hallar sustento? En realidad Dios había sido la fuente de donde Judá había obtenido todo lo que necesitaba para vivir (ver com. Deut. 32: 13-14; Neh. 9: 15).

Somos libres.

En hebreo esta frase se expresa con una forma verbal irregular que, según la tradición masorética, deriva de la raíz rud, "vagar libremente". El pueblo diría, en efecto, que era libre de ir a donde le placiera, y de hacer lo que le pareciera mejor; que era amo de su propio destino, y que no se conformaría con las leyes, ni de Dios ni del hombre. Rechazaba la autoridad de Dios (ver com. vers. 20).

Pero la raíz puede ser radad y no rud, por lo cual debería traducirse, "somos subyugados". La LXX dice, " "no se enseñorearán de nosotros". " Uno de los manuscritos griegos de la LXX dice, "no seremos hechos esclavos". La traducción griega de Aquila y la Vulgata latina dicen: "nos estamos rebelando". "¡Sacudimos el yugo!" " (VM).

32. Atavío.

Era natural que la novia conservara con cariño los recuerdos materiales de su boda.

Se ha olvidado de mí.

Judá había hecho más que olvidar los recuerdos visibles de su boda:se había olvidado de su Esposo (cap. 3: 14).

33. ¿Por qué adornas tu camino?

Se representa a Judá bajo la figura de una ramera que se adorna para salir en busca de relaciones ilícitas. Judá procura aliarse con naciones extranjeras y con sus ídolos mientras que olvida a Dios, su verdadera gloria.

Las malvadas.

Judá se había envilecido tanto que aun las mujeres malvadas e impías podían aprender de ella. La impiedad del pueblo escogido de Dios no sólo confirmaba a los paganos en su idolatría, sino que les enseñaba nuevas maneras de practicarla.

34. De los pobres, de los inocentes.

Entre estos estaban, sin duda, los que habían sufrido por falta de justicia (Jer. 7: 6; 19: 4; 22: 3, 17; Miq. 3: 10), los niños sacrificados en los ritos de Moloc, y los profetas y otros mártires muertos, sobre todo, durante el reinado de Manasés Jer. 2: 30; 2 Rey. 21: 16; 24: 3-4).

En ningún delito.

Heb. "majtéreth, " el acto de entrar violenta e ilegalmente a una casa como cuando se la asalta. La oración podría traducirse: "No los hallaste forzando entrada a tu casa". " Sugiere que los inocentes habían muerto a pesar de que no se los había encontrado culpables de ningún delito (vers. 30). Si los asesinados hubieran sido culpables de algún delito, como el de entrar en una casa para robar, la ley no habría considerado criminal al que les hubiera dado muerte (ver com. Exo. 22: 2). Pero estos mártires eran "inocentes", y no criminales. La situación era tan clara y la nación judía tan culpable, que no había necesidad de que Dios llevara a cabo ninguna investigación.

35. Soy inocente.

La nación parecía estar inconsciente de su culpabilidad. Quizá la gente podía hacerse la ilusión de que si bien había caído muy profundamente en el pecado durante el reinado de Manasés, la reforma externa de Josías había evitado la temible ira de Dios (2 Rey. 22: 17).

36. ¿Para qué discurres tanto?

" "¡Cuánta ligereza la tuya para cambiar de dirección!" " (BJ). Es decir, ¿por qué tenía tanta prisa la nación para cambiar su política y modificar sus alianzas?

Serás avergonzada de Egipto.

Para su desdicha y su ruina, Acaz se había aliado con el rey de Asiria (2 Rey. 16: 10; 2 Crón. 28: 16-21). El profeta predijo que la alianza con Egipto produciría la misma vergüenza y confusión. Esta predicción se cumplió literalmente durante el reinado de Sedequías (Jer. 37: 5-10).

37. De allí.

De Egipto.

Con tus manos sobre tu cabeza.

Expresión de profunda tristeza y completa desesperación (2 Sam. 13: 19).

CBA T4

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