1. Recorred las calles.
Se da esta orden para
destacar el aumento de la corrupción mora que prevalecía en Jerusalén. Este
desafío nos recuerda el antiguo relato de Diógenes, el filósofo griego y
fundador de la escuela filosófica de los cínicos, quien andaba de día en las
calles de Atenas llevando en la mano una lámpara encendida, a cuya luz pretendía
buscar un hombre honrado. La orden de "recorrer", "mirar", "informarse" y
"buscar" llama la atención, en forma inconfundible, a la gran escasez de
personas rectas.
Sus plazas.
Las plazas del mercado o las plazas
públicas donde se reunían los hombres de todos los sectores de la ciudad.
Yo la perdonaré.
Compárese con Gén. 18: 25-32.
2. Vive Jehová.
Jurar por el nombre
del Dios viviente (Deut. 6: 13; 10: 20-21; Sal. 63: 11; Isa. 45: 23) equivalía a
reconocer a Yahweh (Jehová) como Dios supremo.
3. ¿No miran tus ojos?
Dios ve a través de las
pretensiones del hombre y escudriña los motivos que rigen su conducta (2 Crón.
16: 9; Prov. 5: 21; 15: 3; Jer. 16: 7; 32: 19).
Verdad.
Heb.
'emunah , "firmeza", "fidelidad". Muchas veces se lo ha traducido como es
verdad", pues sólo lo que es "verdad" puede ser digno de una confianza plena y
firme. Este mismo vocablo se traduce como "fe" en Hab. 2:4, pero sería mejor
traducirlo como 'fidelidad" o "lealtad'. El Señor es "Dios de verdad" ( emunah ,
Deut. 32: 4), y como tal busca hombres firmes y leales.
4. Estos son pobres.
El profeta parece llegar a la
conclusión de que la depravación moral estaba limitada a las masas paupérrimas.
No conocen.
Jeremías sugiere que su conducta errada se debía a
que les había faltado instrucción religiosa.
Juicio.
Heb.
mishpat , que también puede referirse a la ley religiosa o al sistema de leyes
que Dios había ordenado (cf. 1 Sam. 10: 25 y 2 Rey. 17: 33 en donde se traduce
'leyes" y "costumbre", respectivamente).
5. Los grandes.
Los príncipes, los sacerdotes, etc. Su
posición y educación les habían proporcionado la oportunidad de estudiar la ley
y de aprender de ella "el camino de Jehová".
Pero.
Heb. 'ak ,
palabra que algunas veces puede traducirse como conjunción adversativa, pero que
muchas veces es enfática y debe traducirse como "solamente" (ver com. Sal. 62:
1). Quizá aquí debe traducirse por "ciertamente" o "especialmente".
Ellos también.
Pero cuanto han pecado contra una luz mayor, son
más culpables.
6. El león.
Sin duda
este león representa a los babilonios. El león representa la fuerza; el lobo, la
fiereza; el leopardo, la rapidez.
Acechará.
Heb. shoqed , del
verbo shaqad , "vigilar", "estar alerta" " (ver com. cap. 1: 11). Es probable
que este acecho se refiera al sitio de Jerusalén y de otras ciudades de Judá.
Se han aumentado.
Son muchas.
Deslealtades.
Literalmente su "volver atrás" " o " "apostasía" (ver com. cap. 2: 19).
7. Juraron.
Ver Deut. 32: 17, 21;
Jos. 23: 7; Sof. 1: 5; ver com. Jer. 2: 11.
Adulteraron.
Tanto
espiritual como carnalmente (ver com. Núm. 25: l; Juec. 2: 17; 1 Rey. 14: 15; 2
Rey. 9: 22; 23: 7). La asociación de la inmoralidad con el culto idólatra hace
que esta figura sea doblemente apropiada.
En compañías.
Se
congregaban en las casas de prostitución, los templos de los ídolos, los parajes
donde se cometía adulterio espiritual y carnal (ver com. 1 Rey. 11: 5).
8. Cada cual relinchaba.
Compárese
con Jer. 13: 27; Eze. 22: 11
9. ¿No había
de castigar esto?
Este estribillo se repite en Jer 5: 29 y 9: 9.
¿No se había de vengar?
Aquí el profeta emplea un razonamiento
humano para expresar cuán terriblemente había insultado el pueblo a Dios (ver
Jer. 44: 22; cf. Isa. 30: 27; Eze. 5: 13; 6: 9). Se presenta a Dios, su Esposo
legal, como quien ya no está dispuesto a tolerar más la impía abominación de su
mujer.
10. Muros.
Hay diferencia de
opinión en cuanto al significado de este vocablo hebreo. 412 Parece que se
refiere a las paredes o muros que sostenían los terraplenes donde se cultivaban
las vides. La segunda parte del versículo se refiere claramente a una vid, lo
que hace más lógica esta interpretación. El profeta parece estar hablando de una
viña cercada (cf. Isa. 5: 1; Jer. 2: 2 1).
No del todo.
Debía
conservarse un residuo que no sería destruido (vers. 18; ver com. cap. 4: 27).
Por lo tanto, se puso límite a la vehemente furia de los babilonios.
Almenas.
Heb. netishoth , "sarmientos", "zarcillos" (de la
vid).'Los degenerados de Judá serían podados de la vid, pero la planta misma
indudablemente sobreviviría. Dios los desposeyó y los entregó en manos de los
babilonios.
12. Negaron.
Heb.
kajash , en la forma aquí empleada significa "negar" (ver com. Sal. 66:3).
"Renegaron de Yahveh" (BJ). El pueblo había actuado engañosamente contra el
Señor. Lo habían negado como Dios y habían renegado de él.
El no es.
La LXX dice: "Estas cosas no son" . Es difícil concebir que el pueblo
hubiera negado absolutamente la existencia de Yahweh. Sin embargo, se negaron a
escuchar el mensaje profético que les advertía del desastre inminente. Los
juicios que les habían sobrevenido se los adjudicaron a la suerte o a la
fortuna. Por otra parte, el populacho, amador del pecado, aceptó con avidez los
mensajes de los falsos profetas, quienes prometían paz y seguridad para las
naciones (Jer. 14: 13; 23: 25, 32; cf. Isa. 28: 15).
13. Los profetas.
En este versículo continúa el discurso de
los judíos incrédulos. Afirmaban que las advertencias de los profetas no se
cumplirían, y que se vería que los profetas eran "como viento".
Así se
hará a ellos.
Evidentemente estos incrédulos expresaban el deseo de que
la espada y el hambre cayeran sobre la cabeza de los profetas.
14. Jehová Dios de los ejércitos.
Ver com. cap. 7: 3.
Fuego.
En vez de ser viento, la
palabra de Dios en boca de Jeremías sería un fuego que de repente y en forma
irresistible consumiría a los burladores así como el fuego consume la leña seca
(ver Jer. 1: 9-10; 23: 29; cf. Sal. 83: 14-15; Isa. 9: 18-19).
15. De lejos.
Posiblemente se aluda
aquí a la predicción de Deut. 28: 49. En comparación con países como Moab,
Filistea y Edom, Babilonia era un país lejano, y así se lo designa en Isa. 39:3
(cf. Jer. 1: 15; 4: 16).
Casa de Israel.
Frase que designa a las
dos tribus restantes, los únicos representantes libres de toda la nación de
Israel (Jer. 6: 9; 9: 26; Eze. 13: 16; 18: 31).
Gente robusta.
Literalmente, "gente 'ethan ", "que siempre fluye", es decir
"permanente". El río que tiene aguas perennes es profundo y caudaloso. No habría
cómo escapar de este pueblo imposible de vencer, cuyos ejércitos parecían no
menguar nunca ni fracasar, y cuyos recursos parecían ser inagotables.
Gente antigua.
La gran antigüedad de Babilonia sólo parece haber
aumentado su orgullo, arrogancia, crueldad y habilidad para destruir.
Lengua.
Es probable que se haga alusión al, arameo, que
rápidamente se estaba convirtiendo en lengua internacional de la diplomacia y el
comercio (ver t. 1, PP. 33-34). El arameo es una lengua muy similar al hebreo,
pero en esa época el pueblo judío no la entendía (ver com. 2 Rey. 18: 26).
Algunos piensan que se habla de la lengua babilónico.
16. Su aljaba.
Los babilonios eran diestros arqueros (cap.
4: 29).
Sepulcro abierto.
Esta expresión proverbial (Sal. 5: 9)
sin duda se refiere al poder devastador de los arqueros babilónicos (Isa. 5: 28;
13: 18).
17. Comerá.
Compárese con
Deut. 28: 30, 48, 51. La acción de "comer" representa la destrucción de Judá, de
sus moradores y de todo lo que tenían.
A espada.
La espada
representa todas las armas de guerra (Jer. 33: 4; cf. Eze. 26: 9).
Convertirá en nada.
Heb. rashash, "derribar", "quebrantar". La
LXX dice "trillarán" . Las defensas de Judá serían aniquiladas (cf. Deut. 28:
52).
18. No os destruiré del todo.
Ver com. vers. 10; cap. 4: 27.
19. ¿Por qué?
Aquí se vuelve al tema principal del
capítulo: las causas de los castigos que están a punto de sobrevenir a la
nación. En caso de que los judíos se atrevieran a preguntar cuáles eran las
razones de esas calamidades, a pesar de las promesas que Dios les había hecho de
que los había escogido como su pueblo peculiar, el profeta debería responder con
esta recriminación: Judá había abandonado al Señor y se había entregado a la
idolatría. Las promesas de Dios se habían 413 dado con la condición de que el
pueblo fuera obediente y leal.
Así serviréis.
El castigo
coincidía con la naturaleza de la ofensa. Dios les había dado la tierra de
Canaán, pero como habían preferido servir a dioses ajenos, serían llevados
cautivos para servir a extraños en un país extranjero (Deut. 28: 47-48).
20. Anunciad esto.
Todos debían
escuchar el mensaje.
21. Sin corazón.
raducción literal. Para los hebreos el corazón era la sede del
pensamiento, del entendimiento. El pueblo era "sin seso" (BJ), sin
"entendimiento" " (VM). El pecado, sobre todo cuando se lo comete
conscientemente, pervierte las percepciones morales (Jer. 4: 22; Ose. 7: 11).
Tiene ojos y no ve.
Judá era ciego porque no quería ver, y sordo
porque se negaba a oír. "No hay peor sordo que el que no quiere oír". El pecado
premeditado corta el nervio óptico del alma (cf. cap. 6: 10).
22. ¿A mí no me temeréis?
En
hebreo, la forma y la ubicación del pronombre "me" dan gran realce al que habla.
Puse arena por término al mar.
El profeta alude al infinito
poder de Dios y a su consumada sabiduría manifestados en la naturaleza. Con sus
misteriosas profundidades, su vasta expansión y sus rugientes olas que forman
grandes montañas, el mar es un símbolo apropiado de las poderosas y
aparentemente irresistibles fuerzas naturales.
Pero Dios, Soberano del
universo, controla la violencia de los abismos. Pone límite al mar declarando: "
"Hasta aquí llegarás, y no pasarás adelante, y ahí parará el orgullo de tus
olas" " (Job 38: 11; cf. Sal. 33: 7; 104: 9; Prov. 8: 29). Aunque por separado
los granos de arena son fáciles de mover, las vastas playas arenosas constituyen
una barrera muy efectiva contra el incesante batir de las olas.
23. Corazón falso y rebelde.
El mar
y las olas obedecen al gran Soberano del universo, pero los hombres le niegan su
lealtad. El pueblo de Judá opuso su voluntad a la voluntad de Dios; se rebeló
contra la ley de Dios y su servicio, y con sus acciones lo desafió.
24 No dijeron.
Ni la temible
grandeza del poder divino manifestado en el mar, ni la tierna bondad de sus
obras manifestada en la bendición de la lluvia, movieron a Judá al temor piadoso
o a la santa reverencia.
Da lluvia.
La naturaleza no tiene
ningún poder inherente para actuar sin el Creador (ver 3JT 258). Las leyes de la
naturaleza no son independientes. Dios obra sin cesar en todo por medio de
ellas. La lluvia es un don del gran Benefactor de la humanidad (ver com. Lev.
26: 4).
Temprana.
Esta lluvia caía a fines del otoño. Ablandaba
el suelo seco y sediento para el arado y hacía brotar la semilla recién sembrada
(ver t. 11, PP. 111-113).
Tardía.
Esta lluvia, tan esencial para
la maduración del grano, caía en la primavera, en marzo o en la primera parte de
abril, antes de la cosecha (ver com. Deut. 11: 14; Joel 2: 23). La productividad
de cada año estaba estrechamente ligada con la regularidad de las temporadas de
lluvia.
Nos guarda los tiempos establecidos.
Literalmente, "
"nos guarda las semanas establecidas". "Nos garantiza las semanas" " (BJ). Quizá
sea ésta una referencia a las siete semanas que transcurrían entre la Pascua y
Pentecostés (Exo. 23: 16; 34: 22; Núm. 28: 26; Deut. 16: 9-10). Por lo general
había escasa lluvia durante estas semanas, y la cosecha podía recogerse sin
interrupción (Gén. 8: 22). La inusitada lluvia durante la cosecha de trigo en
tiempos de Samuel aterrorizó a los israelitas (1 Sam. 12: 17-19). Las tres
fiestas principales de los judíos coincidían con las tres épocas de la cosecha:
la Pascua estaba ligada a la cosecha de la cebada, Pentecostés o la fiesta de
las semanas a la cosecha del trigo, y la fiesta de los Tabernáculos se celebraba
al final de la cosecha de las frutas.
25. Estas cosas.
Es decir, las bendiciones mencionadas en
el vers. 24 (cap. 3: 3; 12: 4).
26 Acechaban.
Se toma esa metáfora de las actividades del
cazador de aves, quien capturaba su presa con redes extendidas en el suelo, con
lazos y trampas (Sal. 91: 3; 124: 7; Prov. 6: 5).
Para cazar hombres.
Por sus impíos y alevosos designios y sus prácticas engañosas, estos
malvados hacían presa de los inocentes y los incautos (cf. Miq. 7: 2).
27 Jaula.
La canasta o jaula de
mimbre donde se colocaban las aves capturadas (cf. Apoc. 18: 2).
Engaño.
La jaula del cazador, llena de aves cautivas, representa las casas de
los hombres repletas de lo que han obtenido con engaños y estafas. Se habían
enriquecido engañándose mutuamente y aprovechándose del prójimo con sus turbios
negocios (Sal. 73: 12).
28 Se engordaron.
Es decir, habían 414 prosperado(Deut 32: 15. Sal 73: 7, 92: 14, Prov.
28: 25).
Lustrosos.
Quizá se refiera a la tersura de su piel.
Sobrepasaron.
Verjer. 2: 33; Eze. 5: 6-7.
Del huérfano.
La gente era fría e indiferente a sus obligaciones sociales para con los
necesitados (Exo. 22: 22; Isa. 1: 23; etc.).
29 ¿No castigaré esto?
Vers. 9; cf. Mal. 3: 5; Sant. 5: 4.
La transgresión exigía retribución, castigo.
30 Cosa espantosa y fea.
"Algo pasmoso y horrendo" (BJ)
ocurriría en el país. En los vers. 30-31 se resumen las razones del inevitable
castigo que estaba por caer sobre Jerusalén. Los profetas, los sacerdotes y el
pueblo se habían unido para hacer lo malo.
31 Profetizaron mentira.
Literalmente, "profetizaron con
mentira" " (BJ).
Por manos de ellos.
Los sacerdotes ejercían sus
funciones bajo la supervisión de estos falsos profetas. En el cap. 29: 24-26 se
ilustra esta subordinación de los sacerdotes a los falsos profetas.
Así
lo quiso.
Esto sin duda explica el éxito de los falsos profetas y de los
sacerdotes. Hacían lo que agradaba al populacho. La gente voluntariamente se
dejó descarriar.
El fin.
La impiedad conjunta de los dirigentes
y del pueblo hizo que "el fin" fuera inevitable. Se exhorta aquí a la nación a
considerar esta solemne realidad. Mientras que los falsos profetas se
preocupaban sólo del presente y de su prosperidad inmediata, Jeremías se
preocupaba por la suerte final de la nación.
CBA T4
CBA Libro de Jeremías capítulo 5
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