Hace poco me jubilé y me di cuenta de que pasar de un trabajo tiempo completo a un trabajo a tiempo parcial (mi esposa cree que no me he jubilado) es todo un desafío. Pasar de tener una larga lista de "tareas pendientes", que incluye organizar el trabajo de diversas personas, a trabajar por mi propia cuenta en una oficina en casa es un cambio significativo.
Es bueno tener mi propio horario, pero extraño la rutina de las horas de trabajo regulares y a mis compañeros. Conocí a alguien que mantuvo su rutina cuando se jubiló. Se levantaba a la misma hora, se vestía con ropa de oficina y entonces se iba* a otra habitación de su casa, donde trabajaba. Simplemente mantuvo su rutina.
"Jubilarse" generalmente significa dejar de trabajar, pero dejar de ejercitar el cerebro y el cuerpo los debilita. La fragilidad no tiene que ser necesariamente una consecuencia del envejecimiento. Los que cesan su actividad cuando se jubilan se vuelven frágiles tanto mental como físicamente. No es una meta sana esperar la jubilación, si lo que se tiene en mente es dejar de trabajar. Lo ideal es pensar en la jubilación como un cambio de actividades y no como un estado de inacción.
LA DEFINICIÓN DE TRABAJO
Cuando decimos que algo "funciona", queremos decir que no está dañado, que hace lo que se supone que debe hacer. Podemos extrapolar esta definición al trabajo. De hecho, en inglés tenemos una sola palabra para "funcionar" y "trabajar". Una persona "funciona" cuando no está dañada. Podemos trabajar como pasatiempo o tener un trabajo a tiempo parcial, pero el significado de la_ vida se obtiene cuando contribuimos a través de nuestro trabajo. El que pase la jubilación sentado en una mecedora vegetando en frente de un televisor no sentirá satisfacción y no vivirá mucho. Jubilarse no significa no trabajar, porque "retirarse del trabajo ha deprimido a muchos hombres y ha acelerado su muerte".1 Fijarnos objetivos productivos es lo que nos mantiene avanzando en la vida. A mi suegra, de 99 años, todavía le gusta trabajar repartiendo folletos a las personas que la visitan en el centro de asistencia donde ella vive.
Una pregunta que siempre me hacen es: "¿Y qué tal te va en tu jubilación?". La insinuación es que ya no estoy trabajando, así que me apresuro a contarles todo el trabajo que estoy haciendo en mi "jubilación". "Cualquier persona que deja de aprender es viejo, ya sea a los veinte o a los ochenta. Cualquiera que sigue aprendiendo se mantiene joven".2 El aprendizaje permanente es crecimiento intelectual continuo. Este aspecto importante y continuo de la educación proporciona las herramientas para crecer inte-lectualmente durante toda la vida. El crecimiento mental no se jubila.
Es bueno tener mi propio horario, pero extraño la rutina de las horas de trabajo regulares y a mis compañeros. Conocí a alguien que mantuvo su rutina cuando se jubiló. Se levantaba a la misma hora, se vestía con ropa de oficina y entonces se iba* a otra habitación de su casa, donde trabajaba. Simplemente mantuvo su rutina.
"Jubilarse" generalmente significa dejar de trabajar, pero dejar de ejercitar el cerebro y el cuerpo los debilita. La fragilidad no tiene que ser necesariamente una consecuencia del envejecimiento. Los que cesan su actividad cuando se jubilan se vuelven frágiles tanto mental como físicamente. No es una meta sana esperar la jubilación, si lo que se tiene en mente es dejar de trabajar. Lo ideal es pensar en la jubilación como un cambio de actividades y no como un estado de inacción.
LA DEFINICIÓN DE TRABAJO
Cuando decimos que algo "funciona", queremos decir que no está dañado, que hace lo que se supone que debe hacer. Podemos extrapolar esta definición al trabajo. De hecho, en inglés tenemos una sola palabra para "funcionar" y "trabajar". Una persona "funciona" cuando no está dañada. Podemos trabajar como pasatiempo o tener un trabajo a tiempo parcial, pero el significado de la_ vida se obtiene cuando contribuimos a través de nuestro trabajo. El que pase la jubilación sentado en una mecedora vegetando en frente de un televisor no sentirá satisfacción y no vivirá mucho. Jubilarse no significa no trabajar, porque "retirarse del trabajo ha deprimido a muchos hombres y ha acelerado su muerte".1 Fijarnos objetivos productivos es lo que nos mantiene avanzando en la vida. A mi suegra, de 99 años, todavía le gusta trabajar repartiendo folletos a las personas que la visitan en el centro de asistencia donde ella vive.
Una pregunta que siempre me hacen es: "¿Y qué tal te va en tu jubilación?". La insinuación es que ya no estoy trabajando, así que me apresuro a contarles todo el trabajo que estoy haciendo en mi "jubilación". "Cualquier persona que deja de aprender es viejo, ya sea a los veinte o a los ochenta. Cualquiera que sigue aprendiendo se mantiene joven".2 El aprendizaje permanente es crecimiento intelectual continuo. Este aspecto importante y continuo de la educación proporciona las herramientas para crecer inte-lectualmente durante toda la vida. El crecimiento mental no se jubila.
La palabra "trabajo" evoca una imagen de compulsión o tormento. Esta palabra incluso se usa para describir el dolor de dar a luz, en la frase "trabajo de parto". La palabra trabajo en español, así como travail en francés, se derivan del termino latín trepaliare, que significa torturar, infligir sufrimiento o agonía. ¡No es precisamente algo muy inspirador!
Para aclarar el asunto, necesitamos usar la palabra "vocación", y no "trabajo". "Vocación" sugiere un llamado que uno sigue en la vida y no solo un trabajo que uno debe hacer para ganarse la vida. Cuando uno deja un trabajo en particular, que es una expresión de su vocación (en otras palabras, cuando uno se retira de ese trabajo), entonces asume otra responsabilidad, que es una expresión diferente de su vocación. Jamás nos retiramos completamente de nuestra vocación o llamado. En muchos casos, la continuación del empleo puede ser voluntaria, no remunerada, pero sigue siendo una expresión de vocación. Yo siempre les aconsejé a los estudiantes universitarios que, si se dedican a la carrera que aman, jamás tendrán que trabajar un día en sus uidas.3 Cumplir nuestro llamado no se siente como trabajo o travail. Es la simple consecuencia de una vida que busca usar los dones que Dios le dio para servir a los demás. Uno nunca se retira de su vocación o llamado. Es nuestra búsqueda de por vida de transformar el mundo, de cambiarlo. Jason D. Stevens toca este tema en una entrada de su blog: "La vocación y el apocalipsis:
El camino de McCarthy": "Yo les pregunto a mis alumnos qué hace que la elección del hombre a vivir sea más que el simple miedo a la muerte o el instinto de supervivencia. La respuesta es la vocación: el sentido de propósito del hombre eleva su elección de vivir más allá de la mera supervivencia animal (las pandillas de caníbales eligen la 'vida') a algo genuinamente humano".4
LA IMPORTANCIA DEL TRABAJO
Pablo habla de la importancia del trabajo, sugiriendo incluso que los esclavos sirvan a sus amos como si sirvieran a Cristo mismo. Nos dice: "Trabajen con entusiasmo, como si lo hicieran para el Señor y no para la gente" (Efe. 6:7, NTV). A los Tesalonicenses, les dice que los que no trabajan no deberían comer (2 Tes. 3:10).
Para aclarar el asunto, necesitamos usar la palabra "vocación", y no "trabajo". "Vocación" sugiere un llamado que uno sigue en la vida y no solo un trabajo que uno debe hacer para ganarse la vida. Cuando uno deja un trabajo en particular, que es una expresión de su vocación (en otras palabras, cuando uno se retira de ese trabajo), entonces asume otra responsabilidad, que es una expresión diferente de su vocación. Jamás nos retiramos completamente de nuestra vocación o llamado. En muchos casos, la continuación del empleo puede ser voluntaria, no remunerada, pero sigue siendo una expresión de vocación. Yo siempre les aconsejé a los estudiantes universitarios que, si se dedican a la carrera que aman, jamás tendrán que trabajar un día en sus uidas.3 Cumplir nuestro llamado no se siente como trabajo o travail. Es la simple consecuencia de una vida que busca usar los dones que Dios le dio para servir a los demás. Uno nunca se retira de su vocación o llamado. Es nuestra búsqueda de por vida de transformar el mundo, de cambiarlo. Jason D. Stevens toca este tema en una entrada de su blog: "La vocación y el apocalipsis:
El camino de McCarthy": "Yo les pregunto a mis alumnos qué hace que la elección del hombre a vivir sea más que el simple miedo a la muerte o el instinto de supervivencia. La respuesta es la vocación: el sentido de propósito del hombre eleva su elección de vivir más allá de la mera supervivencia animal (las pandillas de caníbales eligen la 'vida') a algo genuinamente humano".4
LA IMPORTANCIA DEL TRABAJO
Pablo habla de la importancia del trabajo, sugiriendo incluso que los esclavos sirvan a sus amos como si sirvieran a Cristo mismo. Nos dice: "Trabajen con entusiasmo, como si lo hicieran para el Señor y no para la gente" (Efe. 6:7, NTV). A los Tesalonicenses, les dice que los que no trabajan no deberían comer (2 Tes. 3:10).
La educación en sí misma es trabajo; es el trabajo de consolidar nuestro llamado. La educación cristiana es el proceso de llevar a los jóvenes a encontrar una vocación satisfactoria, un llamado que le dé sentido a su vida y la oportunidad de servir a la humanidad. Yo les decía a los alumnos de primer año, cuando llegaban por primera vez a la Southern Adventist University, que su trabajo consistía en educarse. Ese era su trabajo. Lo primero que tienes que hacer es presentarte a su trabajo. Si no pasas ocho horas al día en el trabajo, no estás haciendo tu trabajo. Y también te pueden despedir de este trabajo de educarte. Las universidades lo llaman "despido académico". El esfuerzo educativo se relaciona con trabajar nuestra mente. Como dice Elena de White:
Cada ser humano, creado a la imagen de Dios, está dotado de una facultad semejante a la del Creador: la individualidad, la facultad de pensar y hacer. Los hombres en quienes se desarrolla esta facultad son los que llevan responsabilidades, los que dirigen empresas, los que influyen sobre el carácter. La obra de la verdadera educación consiste en desarrollar esta facultad, en educar a los jóvenes para que sean pensadores y no meros reflectores de los pensamientos de otros hombres.5
LA FORMACIÓN DE PENSADORES
Para convertirse en "pensadores, y no meros reflectores de los pensamientos de otros", se requiere de un ambiente seguro en el que el joven pueda evaluar sus pensamientos en una atmósfera de libertad académica. En las universidades seculares, la libertad académica se considera el santo grial, y las restricciones sociales del discurso políticamente correcto excluyen los pensamientos de los alumnos y maestros por igual, casi tan estrictamente como muchas instituciones educativas patrocinadas a nivel denominacional.
Las conversaciones, por supuesto, tienen límites, pero aquellos que participan íntimamente en ella no deben, solo porque escuchan fragmentos de la conversación, llegar a conclusiones injustificadas sobre la fe de los comunicado-res. Debe haber confianza entre el estudiante, el cuerpo de profesores, el personal no docente, la administración y los miembros de la Junta Directiva. La educación no consiste en simplemente acumular ciertos hechos sobre historia mundial, química, biología, religión, filosofía, matemáticas e informática. El propósito de la educación no ha de ser únicamente conseguir un trabajo y convertirse en parte del engranaje en una economía capitalista, buscando poder y dinero. La educación cristiana ha de transformar el pensamiento y el carácter del alumno.
Albert Meyer dice: "La educación es una conversación entre las generaciones mayores y las más jóvenes sobre lo que es verdaderamente importante".6 La educación superior es un lugar para entablar conversaciones significativas entre las generaciones más antiguas y las más jóvenes de adventistas del séptimo día. Es un lugar para mantener un diálogo en el que, a través del amor y la confianza mutuos, se tomen las palabras del otro como un legado sagrado, tamizando la cizaña y aprovechando al máximo el trigo. En esta relación de confianza mutua, el alumno tiene la libertad de evaluar los pensamientos y, aquellos pensamientos que no calen en la comunidad, desaparezcan por muerte natural. No debería haber creadores de teorías conspirativas que, tomando las palabras del profesor o de los alumnos, lancen una cadena de acusaciones destinadas a entrampar a los demás en una cadena de rumores que se publiquen en páginas de Internet disidentes.
Cada ser humano, creado a la imagen de Dios, está dotado de una facultad semejante a la del Creador: la individualidad, la facultad de pensar y hacer. Los hombres en quienes se desarrolla esta facultad son los que llevan responsabilidades, los que dirigen empresas, los que influyen sobre el carácter. La obra de la verdadera educación consiste en desarrollar esta facultad, en educar a los jóvenes para que sean pensadores y no meros reflectores de los pensamientos de otros hombres.5
LA FORMACIÓN DE PENSADORES
Para convertirse en "pensadores, y no meros reflectores de los pensamientos de otros", se requiere de un ambiente seguro en el que el joven pueda evaluar sus pensamientos en una atmósfera de libertad académica. En las universidades seculares, la libertad académica se considera el santo grial, y las restricciones sociales del discurso políticamente correcto excluyen los pensamientos de los alumnos y maestros por igual, casi tan estrictamente como muchas instituciones educativas patrocinadas a nivel denominacional.
Las conversaciones, por supuesto, tienen límites, pero aquellos que participan íntimamente en ella no deben, solo porque escuchan fragmentos de la conversación, llegar a conclusiones injustificadas sobre la fe de los comunicado-res. Debe haber confianza entre el estudiante, el cuerpo de profesores, el personal no docente, la administración y los miembros de la Junta Directiva. La educación no consiste en simplemente acumular ciertos hechos sobre historia mundial, química, biología, religión, filosofía, matemáticas e informática. El propósito de la educación no ha de ser únicamente conseguir un trabajo y convertirse en parte del engranaje en una economía capitalista, buscando poder y dinero. La educación cristiana ha de transformar el pensamiento y el carácter del alumno.
Albert Meyer dice: "La educación es una conversación entre las generaciones mayores y las más jóvenes sobre lo que es verdaderamente importante".6 La educación superior es un lugar para entablar conversaciones significativas entre las generaciones más antiguas y las más jóvenes de adventistas del séptimo día. Es un lugar para mantener un diálogo en el que, a través del amor y la confianza mutuos, se tomen las palabras del otro como un legado sagrado, tamizando la cizaña y aprovechando al máximo el trigo. En esta relación de confianza mutua, el alumno tiene la libertad de evaluar los pensamientos y, aquellos pensamientos que no calen en la comunidad, desaparezcan por muerte natural. No debería haber creadores de teorías conspirativas que, tomando las palabras del profesor o de los alumnos, lancen una cadena de acusaciones destinadas a entrampar a los demás en una cadena de rumores que se publiquen en páginas de Internet disidentes.
Cuando yo tenía dudas sobre algo, mi padre solía decirme: "Duda de tus dudas y cree en tus creencias". La duda es normal. Se debe alentar a los estudiantes a cuestionar las cosas, ya que hacerlo es el preludio del conocimiento. Las universidades y los colegios universitarios por lo general no brindan todas las respuestas. Una buena educación alienta a los alumnos a hacer preguntas difíciles y mirar todo desde una variedad de puntos de vista. El cuerpo de profesores y el personal proporcionarán mentores como modelos a seguir sobre cómo relacionarse con las dudas y la vida en general. La buena noticia de la aceptación de Dios crea una atmósfera que promueve las conversaciones educativas.
Elena de White dijo: "La ignorancia no es aceptable para Dios, y es desfavorable para la ejecución de su obra".7 Incluso llega a decir que "la ignorancia es inadmisible cuando se puede obtener luz y conocimiento".8 Las instituciones educativas no existen para clonar el pasado o proteger el statu quo. Nuestro Señor murió en la cruz para proteger nuestra libertad, y lo deshonramos cuando nuestra visión de la educación se vuelve adoctrinamiento en lugar de conversación; lavado de cerebro en lugar de diálogo.
No es posible aprender una habilidad en ninguna universidad que nos mantenga durante toda la vida. Los cambios en el lugar de trabajo llegan demasiado rápido. La educación no consiste tanto en aprender un oficio como en aprender a vivir la vida. Educarnos no es llenar la mente con mucha información, sino en encender el fuego de la curiosidad sobre el mundo y la vida. No es posible aprender un poco de conocimiento en la universidad que alcance para toda la vida. El trabajo del estudiante consiste más bien en aprender a aprender, aprender a adaptarse continuamente al cambio de circunstancias, a ser un aprendiz de por vida.
La novela distópica Un mundo feliz, de Aldous Huxley, describe un mundo en el año 2540 en el que los humanos son clonados para realizar trabajos como máquinas diseñadas para una tarea, lo que resulta en la pérdida de la moral y la humanidad.9 Aún estamos muy lejos del 2540, pero la vinculación de la inteligencia artificial con las máquinas apunta a un futuro en el que el trabajo es cada vez más mental y cada vez menos físico. Todo esto apunta a la importancia de una educación que guíe a los jóvenes hacia una vocación de servicio con sólidos fundamentos morales bíblicos. La sabiduría sin un fundamento bíblico es propensa a dar como resultado una sociedad distópica, que es lo opuesto al plan de Dios para su reino en la tierra. "El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; ¡su loor permanece para siempre!" (Sal. 111:10).
FÁBULAS DEL BOSQUE FENTON
Ocurrió una vez en el bosque Fenton que Freddy el zorro y el oso Gruñón se pusieron a conversar sobre lo bueno que sería tener comida fresca de un huerto. El tema surgió porque Freddy recibió un catálogo de semillas por correo, que tenía muchas imágenes a color de frutas y verduras deliciosas. De solo mirar las fotos les dio hambre. Mientras hablaban de eso, se emocionaron con la idea.
-¡Cada cual podría tener un jardín, y lo que no usemos nosotros mismos, podríamos venderlo! -dijo Gruñón.
-¡Buena idea! -respondió Freddy-. La gente siempre quiere zanahorias, tomates y sandías frescas, y yo siempre quiero más dinero.
-¡Podríamos armar un puesto de frutas y verduras en la calle Harvard, frente a la cabaña de nueces de la ardilla Corretona! -dijo gruñendo el oso Gruñón. Gruñón siempre gruñía cuando se emocionaba.
-Exacto -agregó Freddy- Si la ardilla Corretona gana algo de dinero vendiendo nueces en Nueces Hut, ¿por qué no podemos ganar dinero nosotros con un puesto de frutas y verduras?
Todo parecía tan fácil, que ambos decidieron seguir adelante con sus planes y cada uno plantar un jardín.
Ahora, Freddy no era un tipo muy trabajador que se diga. Él mismo no se veía cavando la tierra. Su abrigo sedoso podría ensuciarse. Tampoco se veía tirando de las malas hierbas. De hecho, algunas malas hierbas eran espinosas y podrían pincharlo. Pero en realidad quería un jardín, así que pidió algunas semillas del llamativo catálogo de semillas. Cuando llegaron las semillas, encontró un lugar en el prado donde parecía que pegaba bastante sol y extendió generosamente las semillas que compró. Freddy luego se fue a su casa a esperar la cosecha.
El oso Gruñóanunca le tuvo miedo al trabajo duro ni a la suciedad. Nadie podía decir que el pelaje de Gruñón era sedoso. Había aprendido en la televisión que tener un jardín era más que arrojar unas semillas en la tierra. Entusiasmó a toda su familia y pasaron mucho tiempo excavando la tierra, sacando malezas y esparciendo fertilizantes. Leyó un libro sobre jardinería. Cuando recibió las semillas por correo, plantó las hileras a la distancia adecuada y puso las semillas en el suelo a la profundidad correcta. Regó cuando estaba seco y construyó un espantapájaros para mantener alejadas a las aves. Pronto, el arduo trabajo de Gruñón dio sus frutos y comenzó a vender frutas y verduras en un puesto en la calle Harvard, justo enfrente de Nueces Hut.
Cuando Freddy vio que el oso Gruñón estaba vendiendo en el puesto de frutas y verduras, salió rápidamente al lugar en el prado donde había esparcido las semillas. No solo no pudo encontrar ninguna verdura, ¡ni siquiera estaba seguro del lugar exacto donde las había sembrado! Cuando el viejo Búho sabio vio a Freddy buscando sus semillas, dijo: "Se necesita más que semillas para hacer un jardín".
1 Atribuida a Ezra Taft Benson en BrainyQuote, disponible en: https:// www.brainyquote.com/quotes/ezra_taft_benson_ 556124
2 Atribuida a Henry Ford en Akifrases, disponible en: https://akifra-ses.com/frase/146580
3 "Debes estar seguro de dos cosas: debes amar tu trabajo y no estar deseando que acabe para que empiece la diversión. Y la otra: no-debes avergonzarte de él y pensar que sería más honroso para ti hacer nir.i cosa. Debes sentirte orgulloso de tu trabajo, y de aprender a h<x i>i lo bien". (George Eliot, Micldlemarch: A Study of Provincial I ilc, t. I ole, hill ed. [Boston: Little, Brown, and Company, 1900], p. 564).
4 Jason D. Stevens, "Vocation and the Apocalypse: McCarthy's The Road", Vocation Matters, 14 de agosto de 2019, disponible en: https:// vocationmatters.org/2019/08/14/apocalypse-mccarthys-the-road/.
5 Elena de White, La educación, p. 17.
6 Albert J. Meyer "The Church and Hlgher Educatlon", Merino Slmons Lectures, lunes, 1o de noviembre de 1993.
7 Elena de White, Conducción del niño, p. 114.
8 Elena de White, Manuscript Releases. 1.11 (Silver Spring, MD: Ellen G. White Estate, 1990), p. 170.
9 "El gobierno de Un mundo feliz mantiene el control al hacer a sus ciudadanos tan felices y superficialmente satisfechos, que no les importa su libertad personal. En Un mundo feliz, las consecuencias del control estatal son la pérdida de la dignidad, la moral, los valores y las emociones; en resumen, la pérdida de la humanidad", "Brave New World", SparkNotes, disponible en: https://www.sparknotes.com/llt/ bravenew/themes/.
Elena de White dijo: "La ignorancia no es aceptable para Dios, y es desfavorable para la ejecución de su obra".7 Incluso llega a decir que "la ignorancia es inadmisible cuando se puede obtener luz y conocimiento".8 Las instituciones educativas no existen para clonar el pasado o proteger el statu quo. Nuestro Señor murió en la cruz para proteger nuestra libertad, y lo deshonramos cuando nuestra visión de la educación se vuelve adoctrinamiento en lugar de conversación; lavado de cerebro en lugar de diálogo.
No es posible aprender una habilidad en ninguna universidad que nos mantenga durante toda la vida. Los cambios en el lugar de trabajo llegan demasiado rápido. La educación no consiste tanto en aprender un oficio como en aprender a vivir la vida. Educarnos no es llenar la mente con mucha información, sino en encender el fuego de la curiosidad sobre el mundo y la vida. No es posible aprender un poco de conocimiento en la universidad que alcance para toda la vida. El trabajo del estudiante consiste más bien en aprender a aprender, aprender a adaptarse continuamente al cambio de circunstancias, a ser un aprendiz de por vida.
La novela distópica Un mundo feliz, de Aldous Huxley, describe un mundo en el año 2540 en el que los humanos son clonados para realizar trabajos como máquinas diseñadas para una tarea, lo que resulta en la pérdida de la moral y la humanidad.9 Aún estamos muy lejos del 2540, pero la vinculación de la inteligencia artificial con las máquinas apunta a un futuro en el que el trabajo es cada vez más mental y cada vez menos físico. Todo esto apunta a la importancia de una educación que guíe a los jóvenes hacia una vocación de servicio con sólidos fundamentos morales bíblicos. La sabiduría sin un fundamento bíblico es propensa a dar como resultado una sociedad distópica, que es lo opuesto al plan de Dios para su reino en la tierra. "El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; ¡su loor permanece para siempre!" (Sal. 111:10).
FÁBULAS DEL BOSQUE FENTON
Ocurrió una vez en el bosque Fenton que Freddy el zorro y el oso Gruñón se pusieron a conversar sobre lo bueno que sería tener comida fresca de un huerto. El tema surgió porque Freddy recibió un catálogo de semillas por correo, que tenía muchas imágenes a color de frutas y verduras deliciosas. De solo mirar las fotos les dio hambre. Mientras hablaban de eso, se emocionaron con la idea.
-¡Cada cual podría tener un jardín, y lo que no usemos nosotros mismos, podríamos venderlo! -dijo Gruñón.
-¡Buena idea! -respondió Freddy-. La gente siempre quiere zanahorias, tomates y sandías frescas, y yo siempre quiero más dinero.
-¡Podríamos armar un puesto de frutas y verduras en la calle Harvard, frente a la cabaña de nueces de la ardilla Corretona! -dijo gruñendo el oso Gruñón. Gruñón siempre gruñía cuando se emocionaba.
-Exacto -agregó Freddy- Si la ardilla Corretona gana algo de dinero vendiendo nueces en Nueces Hut, ¿por qué no podemos ganar dinero nosotros con un puesto de frutas y verduras?
Todo parecía tan fácil, que ambos decidieron seguir adelante con sus planes y cada uno plantar un jardín.
Ahora, Freddy no era un tipo muy trabajador que se diga. Él mismo no se veía cavando la tierra. Su abrigo sedoso podría ensuciarse. Tampoco se veía tirando de las malas hierbas. De hecho, algunas malas hierbas eran espinosas y podrían pincharlo. Pero en realidad quería un jardín, así que pidió algunas semillas del llamativo catálogo de semillas. Cuando llegaron las semillas, encontró un lugar en el prado donde parecía que pegaba bastante sol y extendió generosamente las semillas que compró. Freddy luego se fue a su casa a esperar la cosecha.
El oso Gruñóanunca le tuvo miedo al trabajo duro ni a la suciedad. Nadie podía decir que el pelaje de Gruñón era sedoso. Había aprendido en la televisión que tener un jardín era más que arrojar unas semillas en la tierra. Entusiasmó a toda su familia y pasaron mucho tiempo excavando la tierra, sacando malezas y esparciendo fertilizantes. Leyó un libro sobre jardinería. Cuando recibió las semillas por correo, plantó las hileras a la distancia adecuada y puso las semillas en el suelo a la profundidad correcta. Regó cuando estaba seco y construyó un espantapájaros para mantener alejadas a las aves. Pronto, el arduo trabajo de Gruñón dio sus frutos y comenzó a vender frutas y verduras en un puesto en la calle Harvard, justo enfrente de Nueces Hut.
Cuando Freddy vio que el oso Gruñón estaba vendiendo en el puesto de frutas y verduras, salió rápidamente al lugar en el prado donde había esparcido las semillas. No solo no pudo encontrar ninguna verdura, ¡ni siquiera estaba seguro del lugar exacto donde las había sembrado! Cuando el viejo Búho sabio vio a Freddy buscando sus semillas, dijo: "Se necesita más que semillas para hacer un jardín".
1 Atribuida a Ezra Taft Benson en BrainyQuote, disponible en: https:// www.brainyquote.com/quotes/ezra_taft_benson_ 556124
2 Atribuida a Henry Ford en Akifrases, disponible en: https://akifra-ses.com/frase/146580
3 "Debes estar seguro de dos cosas: debes amar tu trabajo y no estar deseando que acabe para que empiece la diversión. Y la otra: no-debes avergonzarte de él y pensar que sería más honroso para ti hacer nir.i cosa. Debes sentirte orgulloso de tu trabajo, y de aprender a h<x i>i lo bien". (George Eliot, Micldlemarch: A Study of Provincial I ilc, t. I ole, hill ed. [Boston: Little, Brown, and Company, 1900], p. 564).
4 Jason D. Stevens, "Vocation and the Apocalypse: McCarthy's The Road", Vocation Matters, 14 de agosto de 2019, disponible en: https:// vocationmatters.org/2019/08/14/apocalypse-mccarthys-the-road/.
5 Elena de White, La educación, p. 17.
6 Albert J. Meyer "The Church and Hlgher Educatlon", Merino Slmons Lectures, lunes, 1o de noviembre de 1993.
7 Elena de White, Conducción del niño, p. 114.
8 Elena de White, Manuscript Releases. 1.11 (Silver Spring, MD: Ellen G. White Estate, 1990), p. 170.
9 "El gobierno de Un mundo feliz mantiene el control al hacer a sus ciudadanos tan felices y superficialmente satisfechos, que no les importa su libertad personal. En Un mundo feliz, las consecuencias del control estatal son la pérdida de la dignidad, la moral, los valores y las emociones; en resumen, la pérdida de la humanidad", "Brave New World", SparkNotes, disponible en: https://www.sparknotes.com/llt/ bravenew/themes/.
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