1. En aquel tiempo.
Heb. ba'eth hahi' , "a ese
tiempo", o "en ese tiempo". Algunos sostienen que estas palabras aluden a la
frase be'eth qets "Al [o en el] tiempo del fin" (cap. 11: 40); es decir que los
acontecimientos que se han de narrar ocurren dentro de ese período general. Sin
embargo, el contexto justifica la conclusión de que "aquel tiempo" se refiere al
tiempo de la desaparición del poder descrito al final del cap. 11. Debiera
notarse que las palabras "en aquel tiempo" no especifican si los acontecimientos
que aquí se predicen han de ocurrir simultáneamente con los del cap. 11: 45, o
si los preceden inmediatamente o los siguen. Lo importante es que los
acontecimientos del último versículo del cap. 11 y los del primero del cap. 12
están estrechamente relacionados en cuanto a tiempo.
Se levantará.
Heb. 'amad. Se usa la misma palabra posteriormente en el versículo para
describir a Miguel que "está de parte de los hijos de tu pueblo". Según el
sentido pareciera ser muy claro que Cristo se levanta para librar a su pueblo
(CS 671, 691, 698-700, 715).
Miguel.
Ver com. cap. 10: 13. Aquí
el Paladín divino en el gran conflicto actúa para librar a su pueblo.
Príncipe.
Heb. Ñar (ver com. cap. 10: 13).
Está de
parte.
Heb. ha'omed 'al , "que se levanta sobre", es decir, para
proteger.
Tiempo de angustia.
Cuando cese la mediación de Cristo
y el Espíritu de Dios se retire de entre los hombres, entonces todos los poderes
de las tinieblas que han sido retenidos descenderán sobre el mundo con furia
indescriptible. Habrá una escena de lucha tal que ninguna pluma podrá
describirla (ver CS 671- 672).
Libertado.
¡Qué consuelo saber
que el resultado de este gran conflicto no está en duda! Compárese con cap. 7:
18, 22, 27; 10: 14. 904
El libro.
Es decir el libro de la vida
(ver com. Dan. 7: 10; cf. Fil. 4: 3; Apoc. 13: 8; 20: 15; 21: 27; 22: 19).
2. Serán despertados.
Una
resurrección especial precede al segundo advenimiento de Cristo. "Todos los que
hayan muerto en la fe del mensaje del tercer ángel" se levantarán en esa
ocasión. Además, los que contemplaron burlonamente la crucifixión de Cristo y
los que se opusieron más violentamente al pueblo de Dios serán sacados de sus
tumbas para ver el cumplimiento de la promesa divina y el triunfo de la verdad
(CS 695; Apoc. 1: 7).
Vergüenza.
Heb. der'on , palabra que sólo
aparece en la Biblia en Isa. 66: 24 y aquí. Se relaciona con el árabe dara' ,
"repeler", y tiene el sentido de "aborrecimiento". Después de haber sido
testigos de lo terrible que es el pecado durante los milenios del gran
conflicto, los habitantes del universo sentirán una intensa repulsión por el
pecado. Cuando el conflicto haya terminado y se haya vindicado plenamente el
nombre de Dios, inundará el universo un profundo aborrecimiento por el pecado y
por todo lo que éste haya contaminado. Es este aborrecimiento lo que garantiza
que el pecado nunca más trastornará la armonía del universo.
3. Los entendidos.
Heb. hammaÑkilim
, del verbo; Ñ akal "ser prudente". Esta forma puede entenderse en un sentido
simple, como "los que son prudentes", o "los que tienen discernimiento"; o en un
sentido causativo: "los que hacen que haya discernimiento", es decir, "los que
enseñan". El que verdaderamente tiene discernimiento de las cosas de Dios se da
cuenta de que, en virtud de ese mismo hecho, esas cosas deben compartirse con
otros. La sabiduría divina lo guía para que sea maestro de esa sabiduría para
otros.
MaÑkilim aparece en el cap. 11: 33, donde se traduce "sabios". En
este pasaje se los presenta como perseguidos debido a sus fieles esfuerzos; aquí
son recompensados con la gloria eterna. Compárese con el vers. 10.
4. Cierra las palabras.
Compárese
con la advertencia similar respecto a la visión anterior de Daniel (cap. 8: 26).
Esta instrucción no se aplica a todo el libro de Daniel, porque una parte del
mensaje ha sido comprendida y de ese modo ha sido una bendición para los
creyentes durante siglos. Se aplica, más bien, a la parte de la profecía de
Daniel referente a los últimos días (HA 467, DTG 201). Hasta que llegara ese
tiempo no se podría proclamar un mensaje basado en el cumplimiento de estas
profecías (CS 405). Compárese con el "librito abierto" " que tenía en la mano el
ángel de Apoc. 10: 1-2 (TM 11 2).
Correrán.
Heb. shuÛ , verbo
que aparece 13 veces en el AT (Núm. 11: 8; 2 Sam. 24: 2, 8; 2 Crón. 16: 9; Job
1: 7; 2: 2; Jer. 5: 1; 49: 3; Eze. 27: 8, 26; Dan. 12: 4; Amós 8: 12; Zac. 4:
10). En la mayoría de estos casos shuÛ describe el acto físico de andar de aquí
para allá.
Muchos intérpretes creen que shuÛ se usa aquí en un sentido
metafórico y describe una ferviente investigación de la Biblia, con el resultado
de que aumenta el conocimiento sobre las profecías del libro de Daniel (ver com.
"la ciencia se aumentará"; cf. DTG 201; CS 405). Otros creen que Daniel predice
aquí una multiplicación de viajes y de medios de transporte tal como se ha visto
en el último siglo.
La LXX reza en forma muy diferente: "Y tú, Daniel,
cubre las órdenes y sella el libro hasta el tiempo del fin, hasta que muchos
enloquezcan y la tierra será llenada de maldad". La versión de Teodoción se
asemeja más al texto masorético: "Y tú, Daniel, cierra las palabras y sella el
libro hasta el tiempo del fin; hasta que muchos sean enseñados y la sabiduría
sea aumentada". La BJ traduce: "Muchos andarán errantes acá y allá, y la
iniquidad aumentará".
La ciencia se aumentará.
Esta cláusula
puede considerarse como una consecuencia lógica de la cláusula inmediatamente
precedente: Cuando el libro sellado sea abierto en el tiempo del fin, se
aumentará el conocimiento de las verdades contenidas en estas profecías (PR
401-402; cf. Apoc. 10: 1-2). Al final del siglo XVIII y al comienzo del XIX se
despertó un nuevo interés en las profecías de Daniel y Apocalipsis en varios
lugares del mundo muy distantes entre sí. El estudio de estas profecías difundió
mucho la creencia de que la segunda venida de Cristo estaba cerca. Numerosos
expositores en Inglaterra, José Wolff en el Medio Oriente, Manuel Lacunza en la
América del Sur y Guillermo Miller en los Estados Unidos, junto con una hueste
de otros estudiantes de las profecías, basándose en su estudio de las profecías
de Daniel, declararon que la segunda venida estaba próxima. Hoy esta convicción
se ha convertido en la fuerza impulsara de un movimiento mundial. 905
Esta profecía también se ha interpretado como una anticipación de los
estupendos progresos de la ciencia y del conocimiento general en el último siglo
y medio; progresos que han hecho posible una extensa proclamación del mensaje de
estas profecías.
5. Y yo Daniel miré.
Los vers. 5-13 forman un epílogo de la visión de los cap. 10- 12 y
pueden considerarse, en un sentido menos literal, como un epílogo de todo el
libro.
Otros dos.
Aquí aparecen dos seres celestiales más que se
unen con el que ya ha estado narrándole la profecía a Daniel. Algunos han
sugerido que posiblemente fueran los dos "santos" mencionados en el cap. 8: 13.
Del río.
Es decir, el Hidekel, o Tigris (ver com. cap. 10: 4).
6. Varón vestido de lino.
Daniel
había visto a este Ser celestial al comienzo de su visión (cap. 10: 5-6).
La referencia incidental que Daniel hace al "río" (vers. 5) y al "varón
vestido de lino" , sin hacer una identificación más plena, sugiere vívidamente
que el cap. 10, donde se presentan ambos, es parte de la misma visión.
¿Cuándo será el fin?.
El ángel aquí formula la pregunta tácita
que debe haber embargado la mente de Daniel. La gran aflicción del profeta era
la rápida y completa restauración de los judíos (ver com. Dan. 10: 2). Es verdad
que el decreto de Ciro ya había sido promulgado (Esd. 1: 1; cf. Dan. 10: 1),
pero quedaba mucho por hacer. Después del largo y complejo relato de las
vicisitudes futuras por las que pasaría el pueblo de Dios, es natural que el
profeta estuviese ansioso de saber hasta cuándo continuarían "estas maravillas"
y cuándo sería cumplida la promesa de que sería "libertado" su "pueblo" (Dan.
12: 1). Daniel no comprendió plenamente la relación de lo que había visto con el
futuro. Una parte de la profecía fue sellada y sólo habría de entenderse en el
"tiempo del fin" (Dan. 12: 4).
7. Su
diestra.
Ver Deut. 32: 40. El levantar ambas manos indicaba que se
añadían a la declaración la máxima solemnidad y garantía.
El que vive.
No podía formularse un juramento mayor (ver Heb. 6: 13; cf. Apoc. 10:
5-6).
Tiempo, tiempos, y la mitad.
Es decir, el período de 1.260
años, 538-1798 d. C., que aparece primero en el cap. 7: 25 (ver com. allí). En
ese pasaje se usa el arameo 'iddan , "un tiempo especificado", o "un tiempo
definido" ; aquí aparece su equivalente hebreo, mo'ed palabra que recalca el
hecho de que el Ser celestial habla de un "tiempo determinado" (ver com. cap.
11: 35). Dios ha jurado cumplir con su compromiso.
8. No entendí.
En el versículo introductorio de esta
visión (cap. 10: 1), Daniel dice que "tuvo inteligencia en la visión". Durante
el curso de la visión el ángel le aseguró al profeta que había venido para
hacerle "saber" (cap. 10: 14). La revelación que siguió fue dada en un lenguaje
literal. Ahora, después de haberse introducido el factor tiempo de los 1.260
años, como respuesta a su pregunta: "¿Hasta cuándo?", Daniel confesó, "mas no
entendí". Pareciera pues que la parte de la visión que Daniel no comprendió fue
la que se relaciona con el factor tiempo. Estaba orando por la pronta
restauración del templo (ver com. cap. 10: 2), un problema inmediato. Parecería
que hubiera sido incapaz de hacer amoldar el factor tiempo dentro de su concepto
de una pronta liberación de su pueblo.
El fin.
Aunque ya se le
había mandado que sellase esta parte de la revelación (vers. 4), el anciano
profeta estaba aún deseoso de saber más de su significado.
9. Anda.
No se le permitió al
venerable vidente y siervo de Dios que supiera el significado completo de las
revelaciones que había registrado. Todo el significado sólo sería apreciado por
los que habrían de ver el cumplimiento histórico de esas profecías, porque sólo
entonces se le podría dar al mundo un mensaje basado en el hecho de que su
cumplimiento había llegado (CS 405-406).
10. Serán limpios, y emblanquecidos.
O, "se purificarán a
sí mismos y se emblanquecerán", o "demostrarán que son puros y blancos". Si bien
el hombre no puede purificarse por sí mismo, puede demostrar por su vida que
Dios lo ha purificado. Esto contrasta con la siguiente cláusula, "los impíos
procederán impíamente".
Comprenderán.
Una garantía de que
aquellos que en los últimos días estudien las profecías bíblicas con dedicación
e inteligencia, entenderán el mensaje de Dios para su tiempo.
11. Sea quitado.
La cláusula puede
traducirse literalmente, "y desde el tiempo en que se quitare el continuo, a fin
de establecer la 906 abominación". (Nota: La presencia de la preposición "hasta"
en la RVR oscurece -en realidad distorsiona- el significado de este pasaje, pues
esa preposición interpone el transcurso de "mil doscientos noventas días" entre
la supresión del "continuo" y la presencia de la "abominación desoladora". Mucho
más ceñida a la traducción literal es la versión de la BJ: "Contando desde el
momento en que sea abolido el sacrificio perpetuo e instalada la abominación de
la desolación: mil doscientos noventa días". -N. del T.* Esto indicaría que el
"quitar" se hizo con la intención directa de establecer la abominación. El
énfasis podría ponerse sobre el acto preparatorio de "quitar" más bien que sobre
el "establecimiento" siguiente.)
Las palabras de este pasaje son tan
claramente similares con las del cap. 8: 11-12 y el cap. 11: 31 (ver com. sobre
esos pasajes), que deben referirse al mismo acontecimiento.
El continuo
sacrificio.
Ver com. cap. 8: 11.
Mil doscientos noventa días.
Este lapso es mencionado en estrecha relación con el "tiempo, tiempos, y
la mitad de un tiempo" " (vers. 7), o 1.260 días, por lo que los acontecimientos
que habrían de ocurrir al final de estos períodos son probablemente idénticos.
Parecería pues razonable entender que estos dos períodos abarcan aproximadamente
el mismo lapso histórico. El excedente de los 1.290 sobre los 1.260 quizá ha de
entenderse considerando que el comienzo de los 1.290 días se relaciona con la
desaparición del "continuo", preámbulo del establecimiento de la "abominación".
Los que sostienen que el "continuo" representa el "paganismo" (ver com.
cap. 8: 11) restan 1.290 de 1798 y llegan a la fecha 508. Ven en los
acontecimientos que rodean esta fecha, tales como la conversión a la fe católica
de Clodoveo, rey de los francos, y la victoria sobre los godos, un importante
paso en el establecimiento de la supremacía de la Iglesia Católica en el
Occidente.
Los que sostienen que el "continuo" se refiere al continuo
ministerio sacerdotal de Cristo en el santuario y a la verdadera adoración de
Cristo durante la era evangélica (ver com. cap. 8: 11) no encuentran una
explicación satisfactoria para este texto. Creen que éste es uno de esos pasajes
de las Escrituras sobre el cual el estudio futuro proyectará más luz.
12. Bienaventurado.
Los períodos
mencionados en los vers. 7, 11-12 llegan hasta el " "tiempo del fin" , al cual
se hace referencia en los vers. 4, 9. " "Bienaventurado" (ver com. Mat. 5: 3),
dice el ángel, el que es testigo de los dramáticos acontecimientos de las
escenas finales de la historia terrenal. Entonces serán entendidas aquellas
porciones de Daniel que habían estado selladas (ver com. Dan. 12: 4), y pronto "
"los santos del Altísimo" "recibirán el reino... y poseerán el reino hasta el
siglo, eternamente y para siempre" " (cap. 7: 18).
Espere.
Esto
implica que se puede esperar que el período profético que se menciona
seguidamente continúe más allá del fin de los 1.290 días. Si los 1.290 y los
1.335 días comienzan en la misma fecha, este segundo período llega hasta el año
1843, una fecha importante en relación con el gran despertar adventista ocurrido
en Norteamérica, que generalmente se conoce como el movimiento millerita.
13. Te levantarás para recibir tu heredad.
El cumplimiento de las profecías de Daniel debía alcanzar hasta un
futuro lejano. Daniel debía descansar en la tumba, pero " 'hasta el tiempo', en
el período final de la historia de este mundo, se le permitiría a Daniel ocupar
otra vez su suerte y lugar" (PR 402; ver también E, GW, Material Suplementario,
sobre este versículo).
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE T4
CBA LIBRO DE DANIEL CAPÍTULO 12
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