Este es el tercero de los tres mensajes de Amós (ver com. cap. 3: 1; 4: 1). En cuanto a la nota clave de este mensaje, ver com. cap. 5: 4. Aquí Dios ofrece arreglar todo sin recurrir a la justicia (ver com. cap. 3: 3; 4: 12).
Lamentación.
En los vers. 1-3 Amós lamenta la caída de Israel. El profeta, después de pronunciar ayes para los israelitas rebeldes, cambia el tono y se transforma en un espectador que se lamenta al contemplar los castigos que se cumplen. En esto refleja el espíritu de Cristo, que es tan bondadoso que no sólo nos muestra nuestros pecados sino que sufre cuando debe castigarnos por ellos (ver Luc. 19: 40-44).
2. La virgen.
Este término se aplica a Israel a pesar de su infidelidad a Dios, quizá por que había sido cuidado tiernamente por el Señor y protegido por él de sus enemigos (ver Isa. 23: 12; Jer. 14: 17; cf. Isa. 47: 1).
No podrá levantarse ya más.
Ver com. Ose. 4: 17.
3. Con mil.
Tan severo sería el castigo de Dios para Israel que sólo quedaría una décima parte de los habitantes de una ciudad. La misma proporción se aplicaría a las ciudades pequeñas y también a los pueblos. La codicia de Israel (ver com. cap. 2: 7) resultaría en pérdida y no en ganancia.
4. Buscadme.
Los vers. 4-6 son una defensa de la destrucción venidera sobre Israel y también un último ofrecimiento de liberación. Dios en su insondable misericordia perdonaría generosamente el pasado si sólo se volvían a él. Nada complace más a Dios que el regreso del pecador a él, y todo el proceder divino con nosotros tiene como propósito este resultado (Eze. 18: 23, 31-32; Luc. 15: 3-7). Por lo tanto, hasta que el castigo no caiga realmente sobre el pecador, la amenaza de ese castigo sirve para disuadirle de su mal proceder.
Este versículo presenta la nota clave del tercer mensaje de Amós (ver com. vers. 1). Si Israel " "buscaba" a Dios nada más, no se produciría el resultado que, de otra manera, sería inevitable.
Viviréis.
Una promesa para los que buscan a Dios de todo corazón (ver Jer. 29: 13-14).
5. No busquéis.
El hombre busca por naturaleza o lo bueno o lo malo. Bet-el y Gilgal eran centros de un culto idólatra (ver com. Ose. 4: 15; Amós 4: 4).
Beerseba.
Pueblo a unos 70 km al sur de Jerusalén. En algún momento fue convertido en un santuario de idolatría (2 Rey. 23: 8), e indudablemente lo frecuentaban los israelitas aunque estaba lejos de su territorio (Amós 8: 14).
Gilgal será llevada en cautiverio.
Heb. gilgal galoh yigleh . Nótese la aliteración que hay en esta frase. Es un verdadero juego de palabras.
Bet-el.
Amós declara que Bet-el, "la casa de Dios" , ya no sería únicamente una "casa de vanidad" sino la vanidad misma (ver com. Ose. 4: 15). En otras palabras: Bet-el en vez de ser un lugar de culto al verdadero Dios se había convertido en el templo de un ídolo, y por esto se había convertido en nada (ver 1 Cor. 8: 4). 994 De las tres ciudades mencionadas en este versículo como centros de idolatría, sólo dos fueron mencionadas por Amós como condenadas a la destrucción. Amós no menciona el destino final de Beerseba quizá porque no estaba en el territorio de las diez tribus. Además, cuando Israel fue vencido Beerseba no participó de su ruina.
6. Vivid.
Dios extiende su bondadosa promesa a los pecadores para que, en su desesperación, no caigan en un pecado tras otro.
Como fuego.
Dios es comparado con "fuego consumidor" cuando castiga el pecado (Deut. 4: 24; Jer. 4: 4). Dios desea que todos los hombres se salven, pero cualquiera que decida seguir sus propios malos caminos, no puede escapar del justo castigo divino (2 Ped. 3: 7-9).
Casa de José.
José era el padre de Efraín, la más importante de las tribus del reino del norte (ver com. Ose. 4: 17 ); por esto el término "casa de José" equivale a Israel.
7. Ajenjo.
Planta del género Artemisia , de un gusto muy amargo (Deut. 29: 18; Prov. 5: 4). Tan grande era la corrupción moral de Israel que la justicia se convirtió en la más amarga injusticia.
8. Las Pléyades.
Ver com. Job. 38: 31.
Orión.
Ver com. Job 9: 9.
Las tinieblas.
La frase "vuelve las tinieblas en mañana" se emplea como un notable contraste con esta otra: " "los que convertís en ajenjo el juicio" (vers. 7).
Las derrama.
Puede referirse al diluvio (Gén. 7) y catástrofes semejantes, o podría ser una descripción de la evaporación, maravilla de la providencia divina por medio de la cual la humedad se eleva del mar para caer más tarde en forma de lluvia.
9. Que da esfuerzo.
Este versículo es algo oscuro en hebreo. La BJ traduce: " "El que desencadena ruina sobre el fuerte y sobre la ciudadela atrae devastación". "
10. En la puerta.
En las ciudades del Cercano Oriente la puerta era el lugar de reuniones públicas, de negocios, para administrar justicia y para oír y relatar noticias (ver com. Gén. 19: 1; Jos. 8: 29). La zona de la puerta principal de Samaria era muy grande (1 Rey. 22: 10; 2 Rey. 7: 1; 2 Crón. 18: 9).
Abominaron.
Una de las manifestaciones destacadas del endurecimiento de la apostasía de los israelitas era su desprecio por la verdad y la justicia.
11. Carga de trigo.
Quizá tributos obligatorios e impuestos ordenados por los caudillos. Esa "carga" también podría referirse a los intereses cobrados por dinero o alimento prestados.
No las habitaréis.
Esta amonestación de castigo contrasta con la promesa de bendición registrada en Isa. 65: 22.
12. Cohecho.
Podría referirse no sólo a dinero dado para ganar un pleito ante los tribunales, sino también a dinero pagado como soborno para evitar el castigo por un crimen (ver 1 Sam. 12: 3; Prov. 6: 35). La ley prohibía que se pagara un rescate tal por la vida de un asesino (ver com. Núm. 35: 31).
Hacéis perder su causa a los pobres.
Esto equivale a despojar a un pobre de la justicia que le corresponde porque no puede pagar (ver Exo. 23: 6; Deut. 16: 19).
14. Buscad lo bueno.
Amós exhortó a los israelitas para que fueran tan diligentes en buscar "lo bueno" como lo habían sido para buscar lo malo (vers. 4-6). Además les recordó que no podían buscar lo bueno sin antes apartarse de lo malo (ver Isa. 1: 16-17).
Como decís.
Israel había escogido tiempo atrás servir definitivamente a Dios y rechazar a Baal (1 Rey. 18: 39); pero debido a su idolatría servían a Jehová sólo en forma nominal. Por esto los profetas se esforzaban en fomentar un culto sincero, de corazón.
15. Tendrá piedad.
Dios sabía que la mayoría de los israelitas no se arrepentirían; sin embargo, ofreció su gracia al "remanente".
Remanente.
Esto equivale a decir que sólo unos pocos de los israelitas se salvarían de la ruina final de su ciudad y su nación. Amós tal vez usó el nombre "José" en lugar de "Efraín" para que se acordaran de su antepasado, que recibió la bendición de Jacob y por cuya causa se conservaría ese remanente.
16. Jehová Dios de los ejércitos.
Cf. Amós 3: 13; ver com. Jer. 7: 3.
Llanto.
La iniquidad de Israel era incorregible, por lo tanto era inevitable el castigo divino.
Al labrador.
Aquí se describe a Israel como un labrador, y se le aconseja a que deje su trabajo en el campo para lamentar las calamidades en su hogar.
Los que sepan endechar.
Plañideras que eran contratadas para que entonaran endechas en los funerales (ver com. Jer. 9: 17 ).
17. En todas las viñas.
Lugares donde predominaban el gozo y la alegría (Isa. 16: 10).
18. ¡Ay de los que desean!
El profeta amonesta 995 a los que confiaban en la relación del pacto de Israel con Dios, y pensaban que el Altísimo aceptaría este formalismo religioso.
El día de Jehová.
Los israelitas esperaban que "el día de Jehová" les traería gran bien: que serían liberados de sus enemigos, que disfrutarían de una prosperidad incomparable y de un puesto destacado entre las naciones. Amós les advirtió que ese día significaba precisamente lo opuesto.
¿Para qué?
El profeta dice a los israelitas que debido a su impiedad, "el día de Jehová" será un día de angustia y de muerte, cuando su nación será destruida y ellos mismos serán llevados cautivos: algo contrario a lo que esperaban.
20. Tinieblas.
Otra vez se advierte al pueblo que es un engaño la confianza que tiene en que " "el día de Jehová" le traerá bien (vers. 18; ver com. cap. 8: 9).
21. Aborrecí.
La fidelidad a las formas externas de la religión no ganará el favor divino en el tiempo del juicio. El orden y la belleza de las formas externas del culto no tienen más valor que el valor alimenticio que se atribuya a una fruta nada más que por su tamaño y su color.
Solemnidades.
En vista de la impiedad de los israelitas, esas solemnidades no eran más que una expresión de su hipocresía (ver com. Isa. 1: 11-15).
22. Me ofrecéis vuestros holocaustos.
Este versículo indica que los israelitas, a pesar de su idolatría, todavía observaban algunas de las formas rituales de la ley mosaica.
Ofrendas.
Ofrendas de grano o de harina (ver com. Núm. 15: 4).
23. Multitud de tus cantares.
El culto superficial y desprovisto de sinceridad de los israelitas, hacía que sus salmos e himnos sólo fueran ofensivos y cansadores a los oídos de Dios (ver Eze. 26: 13).
Instrumentos.
"Arpas" " (BJ). Heb. nébel , "arpa" (ver t. III, pp. 35-36). Ambas, la música vocal y la instrumental formaban parte del culto del templo (1 Crón. 16: 42; 23: 5; 25: 6-7).
24. Juicio.
O "Justicia".
Impetuoso arroyo.
Es decir, una corriente alimentada por fuentes perennes y no algo transitorio, nada más que de una estación (ver com. 1 Sam. 17: 3). Esta bella comparación presentaba a los israelitas el anhelo que Dios tenía para ellos (ver com. Jer. 5: 15); anhelo que todavía hoy siente por su pueblo.
25. ¿Me ofrecisteis?
Aun durante la peregrinación por el desierto, cuando los hijos de Israel prácticamente no tenían relación ninguna con un culto idólatra externo, no ofrecieron a Jehová la obediencia fiel y verdadera que le debían rendir (ver Sal. 78: 37).
26. Tabernáculo.
Heb. sikkuth. Como nombre propio podría ser el nombre de un dios. "Vosotros llevaréis a Sikkut" (BJ). Sin embargo, podría ser simplemente un refugio o un santuario.
Vuestro Moloc.
O "vuestro rey" (BJ).
Quiún.
No sabemos con certeza quién era este dios. Algunos sostienen que Quiún no es un nombre propio, sino que significa pedestal o "base" de un ídolo.
Os hicisteis.
Aquí se revela el motivo fundamental de los apóstatas: la satisfacción del yo. En último análisis, toda idolatría es egocéntrica. Esteban, al referirse a esta parte de la profecía de Amós (Hech. 7: 42-43), destacó la idolatría de Israel antes que los detalles de su adoración de ídolos.
27. Transportar.
"Deportaré" " (BJ). Con frecuencia Dios castiga el pecado contra él por medio de algún instrumento humano, generalmente mediante los impíos (cf. 2 Sam. 24: 13; PR 217; ver com. 2 Crón. 22: 8).
Más allá de Damasco.
Damasco era la capital del poderoso reino sirio en el norte. Siria fue el enemigo más poderoso que Dios utilizó para castigar a su pueblo, hasta que los asirios conquistaron la supremacía en esa parte del mundo (2 Rey. 13: 7). Poco antes Dios había liberado a Israel de las manos de Siria y entregado a Damasco a los israelitas (2 Rey. 14: 23-28). Sin embargo, debido a la continua apostasía de Israel, Damasco, escenario de la reciente victoria de Israel, sería el camino hacia el cautiverio. Los asirios pronto llevarían cautivo a Israel más allá de la cercana región de Damasco, hasta tierras más distantes.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE T4
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