1. Palabra de Jehová.
El mensaje no era de
Sofonías sino de Dios (cf. 2 Sam. 23: 1-2; 2 Tim. 3: 16-17; 2 Ped.1: 21).
Ezequías.
El hecho de que se citen cuatro generaciones de la
ascendencia de Sofonías, cuando por lo general sólo se menciona al padre de los
profetas, si es que se da algún dato genealógico, es una razón para creer que
este "Ezequías" fue especialmente notable. Lo más probable es que se trate del
rey de Judá de ese nombre. Además, el lapso que separa a estos dos personajes
permitiría que Sofonías hubiera sido el tataranieto del rey Ezequías.
2. De sobre la faz de la tierra.
Tomada dentro del contexto de la primera parte del versículo, esta
expresión indica la severidad de los castigos venideros. El profeta aquí se
refiere específicamente a la tierra de Judá, a cuyos gobernantes y a cuyo pueblo
fue originalmente dirigido su mensaje (cap. 1: 1, 4, 12; 2: 1). 1085
Los
hombres y las bestias.
La maldición resultante del pecado no sólo
descansa sobre los hombres sino también sobre el resto de la creación (Gén. 3:
17; Rom. 8: 19-22).
Destruiré... cortaré... raeré.
Todos los
ídolos, todos los designios de impiedad, los errores, los engaños, todos los "
"frutos" " de iniquidad serían destruidos junto con los pecadores mismos (ver
Jer. 17: 10; Mat. 7: 17-19; Rom. 6: 21).
4. Mi mano.
La mano es sin símbolo de poder pues es el
instrumento de acción del hombre (Jos. 4: 24).
Los restos.
Todo
lo que quedara de Baal. " LXX dice: "Eliminaré los nombres de Baal" (ver com.
Ose. 2: 17).
Ministros idólatras.
Los sacerdotes idólatras
instituidos por los reyes de Judá para que celebraran cultos en los altos (ver
com. Ose. 10: 5).
5. Los terrados.
Sobre los techos planos de sus casas las familias levantaban altares
para adorar los cuerpos celestes, para ofrecer sacrificios de animales y quemar
incienso (ver com. Jer. 19: 13).
Ejército del cielo.
Desde la
antigüedad, el sol, la luna y las estrellas han recibido adoración como
representantes de los poderes de la naturaleza y principales ocasionadores de
los sucesos terrenales (Jer. 8: 2; 19: 13; ver com. Deut. 4: 19). Manasés, rey
de Judá y quizá tío bisabuelo de Sofonías (ver com. Sof. 1: 1), de un modo
especial fomentó ese culto (2 Rey. 21: 3).
Jurando.
La última
mitad del vers. 5 se refiere a los transigentes que combinaban el culto de
Jehová con el de las estrellas y otros dioses.
Milcom.
Dios
amonita mencionado en varios documentos antiguos (ver com. 1 Rey. 11: 7).
6. Se apartan.
Aquí el profeta
condena a los apóstatas descarados que rechazaron el culto del verdadero Dios.
No buscaron.
La última parte del vers. 6 se refiere a los que
eran indiferentes a Jehová y no tenían interés en la religión.
7. Calla.
Eran apropiados el
silencio y el temor porque caerían terribles castigos sobre diversas clases de
personas (vers. 7-13; cf. Hab. 2: 20).
Día de Jehová.
Aquí el
profeta se refiere al castigo inminente que acompañaría a la invasión babilónico
(ver com. Isa. 13: 6).Sin embargo, debe recordarse que las profecías de Sofonías
"de los juicios a punto de caer sobre Judá se aplican con igual fuerza a los
juicios que han de caer sobre un mundo impenitente en ocasión del segundo
advenimiento de Cristo" (PR 287). En cuanto a los principios implicados al hacer
aplicaciones a los últimos días, ver las pp. 36-40.
Sacrificio.
Un vívido cuadro que representa a la nación culpable de Judá como a un
animal sacrificado (cf. Isa. 31: 6; Eze. 39: 17-20).
Ha dispuesto a sus
convidados.
Literalmente, "santificó a los llamados de él". Es decir, se
describe a los babilonios como puestos aparte, de acuerdo con el propósito de
Dios, para llevar a cabo el castigo de los transgresores (ver com. Isa. 13: 3).
8. Príncipes.
Esto incluye a los
principales funcionarios del Estado.
Hijos del rey.
Los miembros
de la familia real, y posiblemente no fue mencionado aquí el rey Josías porque
fue leal a Jehová (2 Crón. 34: 1-2, 26-28).
Extranjero.
La
vestimenta extranjera puede haber sido un indicio de las costumbres y los
hábitos paganos entre el pueblo (ver Isa. 3: 16-24). La vestimenta de los hijos
de Israel debería haber sido un recordativo para que los hijos de Israel no
olvidaran que eran un pueblo especial dedicado al servicio de Dios (Núm. 15:
37-41).
9. Saltan la puerta.
"Saltan por encima del umbral" " (BJ). No es claro el significado de
esta expresión. Quizá describa una costumbre pagana (ver com. 1 Sam. 5: 5).
Algunos piensan que las palabras expresan la avidez con que los siervos llevan a
cabo las órdenes de sus impíos amos. Otros identifican la "puerta" con las casas
de los pobres que eran robados. Los que por ser siervos de otros, llevan a cabo
"robo y engaño" para enriquecer a sus amos, debían sufrir con ellos en los
castigos venideros.
Robo.
"Violencia" (BJ). Heb. jamas (ver com.
Hab. 1: 2).
10. Clamor.
Se describe
a los babilonios que entraban en los lugares donde moraban los mercaderes y los
usureros.
Puerta del Pescado.
Quizá estaba en el medio de la
muralla del lado norte de la ciudad. Se la llamaba así porque cerca había un
mercado de pescado donde los tirios vendían sus peces (ver com. Neh. 3: 3). 1086
Segunda puerta.
"Ciudad nueva" " (BJ). Heb. mishneh , "segundo";
el segundo distrito o barrio. Ver com. 2 Rey. 22: 14.
11. Mactes.
Literalmente, "mortero", o "muela (molar)".
Muchos eruditos piensan que Mactes es aquí el nombre de un sector de Jerusalén.
El contexto (vers. 10) parece favorecer esta opinión.
traian dinero.
Mejor " "pesan plata" (BJ). Esto se refiere a los que aumentaban su
riqueza comerciando, o a los que, siendo usureros, pesaban plata. La cláusula
final reza así en la LXX: "Y fueron totalmente destruidos todos los ensalzados
por plata".
12. Jerusalén.
La
capital, representante de toda la nación.
Con Linterna.
Figura
que muestra la intensidad de la búsqueda que realizarían los enemigos de Judá a
fin de matar o capturar a tantos como pudieran.
Reposan tranquilos como
el vino asentado.
Es decir, el pueblo estaba encallecido en su inicuo
proceder. Los profesos seguidores de¡ Señor, en los días de Sofonías, no
comprendían -así como muchos cristianos no comprenden hoy- que no debe haber
reposo en nuestra lucha espiritual antes de llegar al cielo. Nadie debiera
descansar contento con sus progresos espirituales. Tan sólo un avance continuo
demuestra que vivimos a la altura de nuestras oportunidades dadas por Dios. La
complacencia es el peor enemigo de una experiencia cristiana viviente.
Dicen en su corazón.
Un falso concepto de Dios siempre resulta
en una norma de conducta equivocada. Las personas a las cuales aquí se hace
referencia eran prácticamente deístas. Concordaban en que había un Dios pero lo
concebían como a un Gobernante ausente que poco se preocupaba de su pueblo y le
prestaba poca atención. Tanto sus promesas de bendiciones como sus advertencias
de castigos perdían su significado. No era diferente de los dioses de los
paganos.
13. Mas no las habitarán.
Los que transgredían continuamente la ley de Dios recibirían un castigo,
precisamente lo opuesto de la recompensa dada a los que permanecían fieles a
Jehová (Isa. 65: 21).
14. Día grande de
Jehová.
Ver com. vers. 7.
Cercano.
Habiendo destacado en
forma particular a los que experimentarán el castigo divino, Sofonías otra vez
advierte (vers. 7) que ese castigo está tan próximo que su voz, el sonido de su
aproximación, se puede oír.
15. Aquel día.
Gráficamente el profeta describe los terribles efectos de ese día, el
encenderse en llamas de la "ira" de Dios (cf. Isa. 9: 19), la "angustia" " y el
"aprieto" " que sobrecogen a los hombres (cf. Job 15: 23-24), "día de tinieblas
y de oscuridad" (cf. Joel 2: 2; Amós 5: 18, 20).
16. Trompeta.
Señal de batalla o de aproximación del
enemigo (ver Amós 2: 2; com. Jer. 4: 5). La batalla a la que se hace referencia
destruiría a Judá como nación.
Ciudades fortificadas.
Es decir,
ciudades poderosamente fortificadas.
Altas torres.
Solía haber
torrecillas en los ángulos de las murallas para que hubiera una adecuada defensa
contra los sitiadores.
17. Como ciegos.
Descripción del terrible desconcierto que sobrevendría a la nación.
Como estiércol.
Los cadáveres insepultos de la gente quedaría
descomponiéndose sobre el terreno (ver com. Jer. 9: 22).
18. Plata.
La riqueza del pueblo no podría evitar la
destrucción (ver Isa. 13: 17; Eze. 7: 19). ¡Cuán poco valor tienen las riquezas
para los hombres en sus momentos de más profunda angustia!
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE T4
CBA LIBRO DE SOFONÍAS CAPÍTULO 1
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