1. En aquel tiempo.
Referencia especial al día
del Mesías ya mencionado (cap. 12: 10. La venida del Redentor llamaría de un
modo especial la atención de los hombres a las medidas que Dios ha dispuesto en
cuanto al pecado. Siempre había existido un manantial abierto. Los hombres
siempre habían podido obtener el perdón del pecado mediante la fe en un Salvador
venidero. Pero habían despreciado en máximo grado lo que se había provisto para
su salvación. Ahora debía extenderse una nueva invitación.
2. Quitaré.
En los vers. 2-5 se
predice que la tierra sería purificada de ídolos y falsos profetas. La forma en
que serían aborrecidos los falsos profetas se ilustra gráficamente invocando una
ley similar al antiguo código aplicable a los hijos apóstatas (Deut. 13: 6- 10;
cf. Deut. 18: 20). Israel había sufrido de tan modo especial la plaga de los
falsos profetas (Jer. 23: 9-40; Eze. 13: 1-23). En el nuevo orden que Dios se
proponía establecer después del primer advenimiento del Mesías, tenía especial
importancia que fueran eliminados todos los falsos maestros religiosos y que se
silenciaran sus enseñanzas engañosas.
Los falsos profetas y los maestros
religiosos falsos han sido desde antiguo una calamidad
para la iglesia
de Dios, y continuarán siéndolo hasta el fin del tiempo (Mat. 24: 24; 2 Tes. 2:
9-10; Apoc. 13: 13-14). El único remedio contra sus enseñanzas engañosas es que
la mente esté bien fortalecida con las verdades de la Biblia (ver com. Eze. 22:
25).
6. En tus manos.
Literalmente,
" "entre tus manos" " (BJ). Algunos interpretan que esta frase significa
"espalda", comparándola con la expresión "entre las espaldas" (2 Rey. 9: 24). El
dardo que hirió a Joram "entre los hombros" (BJ) le salió por el corazón. Sin
embargo, la palabra allí es "brazos" (Heb. zero'im ) y no "manos" (Heb. yadim ),
y no podemos estar seguros de que las dos expresiones sean idénticas en su
significado. La pregunta acerca de esas heridas parece estar dirigida, según el
contexto, al falso profeta convertido (Zac. 13: 5-6). Algunos intérpretes han
aplicado este texto a Cristo, como una predicción del flagelamiento y las
heridas que le infligieron los que debían haber sido sus amigos (Mat. 27: 26;
Mar. 14: 65; 15: 15; Luc. 22: 63; Juan 19: 1, 17- 18). Pero esto tiene que
hacerse mediante una aplicación secundaria, o haciendo una separación después de
Zac. 13: 5 y relacionando el vers. 6 con el vers. 7, que es tina clara profecía
acerca de Cristo (Mat. 26: 31).
7. Hiere al
pastor.
Jesús se aplicó a sí mismo estas palabras (Mat. 26: 31). Las
ovejas estaban esparcidas cuando sus discípulos huyeron antes de que fuera
llevado para ser juzgado y incierto (Mat. 26: 56; Juan 16: 32).
Haré
volver mi mano.
Esta frase puede entenderse para bien, como en Isa. 1:
25, o para mal, como en Amós 1: 8. En el primer caso, es una seguridad de
consuelo y protección para sus "pequeñitos"; en el segundo, una predicción de
que habría dificultades y angustias que se extenderían aun sobre los débiles y
humildes de la grey.
8. Serán cortadas.
Zacarías anticipa las condiciones que habrían existido y los
acontecimientos que habrían ocurrido si Israel hubiera cooperación con los
planes y propósitos del cielo (ver p. 32). Un gran número, aunque no todos,
habrían aceptado al Mesías. Su muerte habría sido seguida por tiempos de gran
angustia, sin tiempo cuando serían separados los que no estuvieron dispuestos a
aceptar al Mesías, y un tiempo de purificación (vers. 9) para los que fueran sus
seguidores. La proporción que aquí se da (dos tercios separados y un tercio que
permanecería ) 1137 no necesita ser tomada en un sentido absoluto, aunque sin
duda entonces, como también después, la mayoría rechazaría la salvación ofrecida
por Dios (Mat. 22: 14).
9. Pueblo mío.
Dios establecería de nuevo su pacto con el remanente purificado. Cf.
Eze. 37: 23; Ose. 2: 23.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE T4
CBA LIBRO DE ZACARÍAS CAPÍTULO 13
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