1. Aconteció.
Los vers. 1-3 cuentan de una
delegación procedente de Bet-el (ver com. vers. 2) que preguntaba si se debía
continuar con el ayuno que conmemoraba la desolación de Jerusalén.
Año
cuarto.
La fecha que aquí se da puede calcularse aproximadamente como el
7 de diciembre de 518 a. C. (ver t. III, p. 102), unos dos años después de que
se dieron las visiones anteriores (cap. 1: 1, 7). Puesto que unos dos años
después quedó terminado el templo (Esd. 6: 15), sin dada había avanzado mucho la
obra de reedificación. Los sacerdotes ya estaban "en la casa de Jehová" (Zac. 7:
3). Debido a esa perspectiva optimista surgió, naturalmente, la pregunta de si
aún debía observarse un ayuno instituido en circunstancias dolorosas.
Darío.
Darío I (ver t. III, pp. 72-74).
2. Sarezer.
Nombre babilonio que corresponde con el acadio
Shar-utsur, hijo y asesino de Senaquerib (2 Rey. 19: 37). El hombre extranjero
sugiere que Sarezer nació en el exilio.
Sus hombres.
Tal vez los
acompañantes de los delegados.
A implorar.
Del Heb. jalah, que
en la forma que aquí aparece significa "ablandar",""aplacar", "implorar". " La
BJ traduce: "Ablandar el rostro de Yahveh".
3. Sacerdotes.
Intérpretes de la ley (cf. Hag. 2: 11).
En la casa.
Ver com. vers. 1.
Profetas.
Sin duda
Hageo y Zacarías, y quizá otros.
¿Lloraremos?
Este ayuno (vers.
5) conmemoraba la destrucción de Jerusalén a manos de Nabucodonosor en el 5.°
mes de 586 a. C. 1123 (2 Rey 25: 8-9; Jer. 52: 12-14). Ver com. cap. 8: 19.
¿Haremos abstinencia?
De alimentos y diversiones.
4. Palabra de Jehová.
La respuesta
se presenta en varias partes, cada una de las cuales comienza con esta fórmula
característica (vers. 8; cap. 8: 1).
5. Todo el pueblo.
La respuesta interesaba a todos, y no
sólo a los de Bet-el.
Séptimo mes.
Según la tradición, este
ayuno conmemoraba el asesinato de Gedalías (2 Rey. 25: 22-26).
Setenta
años.
Desde 586 a. C., año de la destrucción de Jerusalén (2 Rey. 25:
1-4) hasta ese momento (ver com. Zac. 7: 1), habían pasado unos 70 años (ver t.
III, pp. 102-103). Esto es, computando el año de otoño a otoño de 587/586 a
518/1517 resultaban 70 años, usando el cómputo inclusivo (ver t. III, p. 102).
Para mí.
Esos ayunos eran un invento humano y no respondían a
ninguna orden divina. Evidentemente no eran motivados por un verdadero
arrepentimiento de los pecados que habían causado la destrucción de la ciudad y
del país.
6. Para vosotros mismos.
Sin tener en cuenta a Dios (cf. 1 Cor. 11: 17-22).
7. ¿No son éstas las palabras?
"Los
profetas primeros" los habían amonestado repetidas veces para que no confiaran
únicamente en la observancia de ceremonias externas (1 Sam. 15: 22; Prov. 21: 3;
etc.).
Tranquila.
El contraste entre la prosperidad anterior de
los israelitas y su decadencia era un triste recordativo de lo que habían
perdido por la desobediencia.
La Sefela.
El Neguev y la Sefela
eran dos de las tres partes de Judea. La tercera era la región de "las montañas"
alrededor de Jerusalén " (ver com. Juec. 1: 9).
9. Juzgad conforme a la verdad.
El profeta enumera varios
aspectos de rectitud moral que con frecuencia se habían exigido (Exo. 23: 6-8;
Isa. 32: 7; Jer. 22: 3; Miq. 2: 1-2).
10. No oprimáis.
Cf. Exo. 22: 22-24; Deut, 10: 18-19; Jer.
7: 5-6; Isa. 58: 5-7.
11. Volvieron la
espalda.
Como un buey que esquiva el yugo que está por serle colocado
(ver Neh. 9: 29; Ose. 4: 16).
Taparon sus oídos.
Eran del todo
indiferentes a la voluntad de Dios.
12. Diamante.
Heb. shamir, piedra durísima, quizá esmeril
(ver com. Eze. 3: 9). Un corazón duro como un diamante o como una piedra no
recibe impresiones. Las exhortaciones más vigorosas no produjeron una respuesta.
La acción fue deliberada, un acto de la voluntad: Ellos " pusieron su corazón
como diamante".
Ley.
Heb. torah, "instrucción", "enseñanza" (ver
com. Prov. 3: 1).
13. Clamó.
Esto
es, el Señor. Podrían haberse evitado los severos castigos que sobrevinieron al
pueblo. Cuando fue evidente que sería necesaria la disciplina del exilio para
que se efectuara una reforma moral, fueron desoídos los clamores que pedían que
desapareciera el castigo (ver PR 217; Isa. 65: 12-14; 66: 4).
14. Los esparcí.
La desobediencia y
la apostasía resultaron en el cautiverio babilónico.
Ellos no conocían.
Cf. Deut. 28: 33, 49; Jer. 16: 13.
Desolada.
Ver Jer. 9:
9-16.
Tierra deseable.
Ver Deut. 8: 7-10; Sal. 106: 24; Jer. 3:
19; Eze. 20: 6.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE T4
CBA LIBRO DE ZACARÍAS CAPÍTULO 7
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