Miércoles 2 de junio | Lección 10
“UN MEJOR PACTO” (HEB. 8:6)
Ayer vimos que, en lo que respecta a los elementos básicos, el Antiguo Pacto y el Nuevo Pacto eran lo mismo. Lo esencial es la salvación por la fe en un Dios que perdonará nuestros pecados, no porque haya algún mérito en nosotros, sino solo por su gracia. Como resultado de este perdón, entablamos una relación con el Señor en la que nos entregamos a él con fe y obediencia. No obstante, el libro de Hebreos califica al Nuevo Pacto como “un mejor pacto”. ¿Cómo entendemos lo que eso significa? ¿En qué sentido un Pacto es mejor que otro?
¿Dónde radica la culpa del “fracaso” del Antiguo Pacto? (Heb. 8:7, 8).
Heb 8:7 Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo.
Heb 8:8 Porque reprendiéndolos dice:
He aquí vienen días, dice el Señor,
En que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto;
El problema del Antiguo Pacto no era el pacto en sí, sino el hecho de que el pueblo no lo aceptó por fe (Heb. 4:2). La superioridad de lo nuevo sobre lo viejo radica en que Jesús, en lugar de revelarse solo a través de los sacrificios de animales (como en el Antiguo Pacto), ahora aparece en la realidad de su vida, su muerte y su ministerio sumosacerdotal. En otras palabras, la salvación que se ofrece en el Antiguo Pacto es la misma que se ofrece en el Nuevo Pacto. Sin embargo, en el Nuevo se manifiesta una revelación mayor y más completa del Dios del Pacto y el amor que tiene por la humanidad caída. Es mejor porque todo lo que se había enseñado a través de símbolos y tipos en el Antiguo Testamento ha encontrado su cumplimiento en Jesús, cuya vida sin pecado, su muerte y su ministerio sumosacerdotal se simbolizaban en el servicio del Santuario terrenal (Heb. 9:8-14).
No obstante, ahora, en lugar de símbolos, tipos y ejemplos, tenemos al mismo Jesús, no solo como el Cordero inmolado que derramó su sangre por nuestro pecado (Heb. 9:12), sino además se presenta como nuestro Sumo Sacerdote celestial que intercede en nuestro favor (7:25). Aunque la salvación que ofrece es la misma, esta revelación más completa de sí mismo y la salvación que se halla en él, según lo revela el Nuevo Pacto, la hacen
superior al Antiguo Pacto.
Lee Hebreos 8:5 y 10:1. ¿Qué palabra usa el autor para describir los servicios del Santuario del Antiguo Pacto? ¿Cómo nos ayuda el uso de esa palabra a comprender la superioridad del Nuevo Pacto?
Heb 8:5 los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte.
Heb 10:1 Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan.
Piensa en esto: ¿Por qué conocer la vida, la muerte y el ministerio sumosacerdotal de Cristo en nuestro favor nos da una mejor comprensión de Dios que si solo contáramos con el ritual de servicios del Santuario terrenal con sacrificios de animales?
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