Lección 1 | Domingo 26 de septiembre
AMAR, SER AMADO
Primera de Juan 4:8 dice: “Dios es amor”. Por más sencillas que sean esas tres palabras (cuatro, en griego), la idea que está detrás de ellas es tan profunda, tan insondable, que apenas podemos captar sus implicaciones. No nos dicen que Dios ama, ni que Dios revela amor, ni que Dios es una manifestación del amor, sino que Dios es amor. Es amor, como si el amor fuese la esencia de la identidad de Dios mismo. Como seres humanos caídos, con solo unos pocos kilos de tejido y sustancias químicas en la cabeza con los que captar la realidad, simplemente no somos capaces de comprender plenamente lo que significa “Dios es amor”.
Pero, indudablemente, podemos comprender lo suficiente como para saber que es una muy buena noticia. Si en lugar de “Dios es amor”, dijera “Dios es odio” o “Dios es vengativo” o “Dios es indiferente”, esta revelación acerca de él podría haber sido algo de qué preocuparse.
Y la verdad de que “Dios es amor” nos ayuda a comprender mejor la idea de que el gobierno de Dios refleja ese amor. El amor impregna el cosmos, quizás incluso más que la gravedad. Dios nos ama; y por eso nosotros podemos amarlo a él (ver Deut. 6:5; Mar. 12:30).
Sin embargo el amor, para ser amor, debe darse gratuitamente. Dios no puede forzar el amor; en el momento en que lo fuerza, ya no es amor. Por lo tanto, cuando Dios creó a seres inteligentes y racionales en el cielo y en la Tierra con la capacidad de amar, siempre existió el riesgo de que no lo amaran. Algunos no lo hicieron, y de allí los orígenes de lo que conocemos como el Gran Conflicto.
¿Por qué los siguientes textos tienen sentido solo en el contexto de la libertad y el riesgo que implica el amor? Isaías 14:12-14; Ezequiel 28:12-17; Apocalipsis 12:7.
Isa 14:12 ¡Cómo caíste del cielo,(A) oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones.
Isa 14:13 Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte;
Isa 14:14 sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.
Eze 28:12 Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura.
Eze 28:13 En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación.
Eze 28:14 Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas.
Eze 28:15 Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad.
Eze 28:16 A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector.
Eze 28:17 Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti.
Apo 12:7 Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel(G) y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles;
Especialmente perspicaz es Ezequiel 28:15, que muestra que aunque este ángel, Lucifer, era un ser perfecto creado por un Dios perfecto, se halló iniquidad en él. No fue porque él haya sido creado con esa iniquidad en un primer momento. Lucifer fue creado con la capacidad de amar; tenía verdadera libertad moral y, a pesar de todo lo que se le había dado (“de toda piedra preciosa era tu vestidura”), este ángel quería más. Una cosa llevó a la otra hasta que, bueno, hubo “batalla en el cielo”.
Existen los perros robot, que obedecen órdenes, nunca ensucian la alfombra ni mastican los muebles. Sin embargo, ¿tendrías algún tipo de relación significativa con este “perro”? ¿Cómo ayuda tu respuesta a comprender por qué Dios quería seres que realmente pudieran retribuirle su amor?
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