Lección 13 | Martes 21 de septiembre
ÓRDENES DE MARCHA
El panorama profético de la historia no solo no nos permite sentarnos de brazos cruzados a medida que se desarrollan los acontecimientos, acontecimientos que en realidad no podemos controlar. Muy a menudo, la actitud puede ser: “Bueno, los sucesos finales van a suceder según lo predicho; entonces, ¿qué podemos hacer al respecto, que no sea simplemente aceptarlos?”
Pero, no es así como los cristianos deben relacionarse con el mundo que los rodea y, en especial, con los acontecimientos finales. Apocalipsis 14 nos dice que nuestro propósito en este momento de la historia es contar a otros sobre el Juicio de Dios y ayudarlos a prepararse para la segunda venida de Jesús.
Lee Apocalipsis 14:6 al 12. ¿Qué se enseña aquí y qué debemos proclamar al mundo? ¿Por qué este mensaje es de tanta urgencia?
Apo 14:6 Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo,
Apo 14:7 diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.
Apo 14:8 Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación.
Apo 14:9 Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano,
Apo 14:10 él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero;
Apo 14:11 y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.
Apo 14:12 Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.
Como Adventistas, creemos que la “verdad presente” (2 Ped. 1:12) se encuentra, específicamente, en estos versículos a los que nos referimos como “el mensaje de los tres ángeles”.
Fíjate que comienza con el “evangelio eterno”, la maravillosa noticia de la muerte y la resurrección de Cristo, sobre la que descansa nuestra única esperanza de salvación. También se presenta el mensaje de que “la hora de su juicio ha llegado” (Apoc. 14:7), una señal poderosa que indica el fin del tiempo. Luego, también tenemos el llamado a adorar a “aquel que hizo el cielo y la tierra”, en contraste con la terrible advertencia acerca de los que, al quedarse en Babilonia, adoran a “la bestia y a su imagen”. Finalmente, se menciona la descripción del pueblo de Dios del tiempo del fin: “Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús”.
Lee Apocalipsis 14:11. ¿Qué dice sobre la falta de descanso de quienes adoran a la bestia y a su imagen?
Apo 14:11 y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.
Aunque existen varias ideas sobre lo que esto significa exactamente, todos coinciden en que estas personas no experimentan el tipo de descanso que Dios ofrece a quienes le son fieles.
¿Por qué crees que la primera parte del mensaje de los tres ángeles es el “evangelio eterno”? ¿Por qué debemos tener siempre presente esta maravillosa verdad mientras proclamamos estos mensajes al mundo? ¿Cuán esencial es entender el evangelio para el concepto de descanso?
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