Lunes 20 de septiembre | Lección 13
CUENTA REGRESIVA
En el Monte de los Olivos, Jesús pintó la historia a grandes trazos al responder las preguntas de los discípulos: “Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?” (Mat. 24:3).
El famoso sermón de Jesús registrado en Mateo 24 abarca ininterrumpidamente la línea de tiempo histórica desde su época hasta la Segunda Venida y más allá.
Jesús quiso dar a su pueblo de todas las épocas una descripción esquemática del plan divino para las profecías del tiempo del fin, con el fin de que los que vivan en ese tiempo puedan estar preparados para el evento final. Quería que pudiéramos descansar confiadamente en su amor, incluso cuando todo a nuestro alrededor se cayera a pedazos.
Los adventistas conocen bien la descripción de Daniel de un “tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces” (Dan. 12:1). Jesús quiere que estemos preparados para este acontecimiento, que precede a su segunda venida.
¿Cómo será su Venida? ¿Cómo podemos evitar caer en el engaño? Lee Mateo 24:4 al 8, y 23 al 31.
Mat 24:4 Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe.
Mat 24:5 Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.
Mat 24:6 Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin.
Mat 24:7 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.
Mat 24:8 Y todo esto será principio de dolores.
Mat 24:23 Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis.
Mat 24:24 Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.
Mat 24:25 Ya os lo he dicho antes.
Mat 24:26 Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis.
Mat 24:27 Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.
Mat 24:28 Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas.
Mat 24:29 E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.
Mat 24:30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
Mat 24:31 Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
La venida de Jesús será un acontecimiento literal en el tiempo del fin. Dado el espacio que se dedica a su regreso en la profecía, e incluso en los sermones de Jesús, este suceso es sumamente importante.
La última vez que hubo un acontecimiento climático mundial, solo ocho personas en todo el mundo estuvieron preparadas para él. Jesús compara lo inesperado de la Segunda Venida con ese evento: el Diluvio (Mat. 24:37–39). Pero, aunque nadie sabe el día ni la hora de la Segunda Venida (Mat. 24:36), Dios nos ha dado una cuenta regresiva profética, cuyo cumplimiento podemos presenciar en el mundo que nos rodea.
Se nos ha dado un rol para cumplir en este drama profético. ¿Cuál es nuestra parte? Concéntrate en Mateo 24:9 al 14.
Mat 24:9 Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre.
Mat 24:10 Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán.
Mat 24:11 Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos;
Mat 24:12 y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.
Mat 24:13 Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
Mat 24:14 Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
En este conflicto cósmico, somos más que meros observadores. Debemos ser participantes activos en la difusión del evangelio hasta los confines del mundo, lo que significa que nosotros también sufriremos persecución.
¿Qué significa “perseverar hasta el fin”? ¿Cómo se logra eso? ¿Qué decisiones debemos tomar todos los días para no apartarnos, como muchos lo han hecho?
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