Lunes 27 de diciembre | Lección 1
LA LUCHA
Cuando los creyentes confesaron su fe en Cristo y se unieron a la iglesia, establecieron un límite que los distinguió del resto de la sociedad. Lamentablemente, esto se convirtió en una fuente de conflicto porque implícitamente emitía un juicio negativo sobre su comunidad y sus valores.
Lee Hebreos 10:32 al 34; y 13:3. ¿Cuál fue la experiencia de la audiencia de Hebreos después de su conversión?
Heb 10:32 Pero traed a la memoria los días pasados, en los cuales, después de haber sido iluminados, sostuvisteis gran combate de padecimientos;
Heb 10:33 por una parte, ciertamente, con vituperios y tribulaciones fuisteis hechos espectáculo; y por otra, llegasteis a ser compañeros de los que estaban en una situación semejante.
Heb 10:34 Porque de los presos también os compadecisteis, y el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos.
Heb 13:3 Acordaos de los presos, como si estuvierais presos juntamente con ellos; y de los maltratados, como que también vosotros mismos estáis en el cuerpo.
Es muy probable que los lectores de Hebreos sufrieran verbal y físicamente a manos de turbas incitadas por los oponentes (p. ej., Hech. 16:19-22; 17:1-9). También fueron encarcelados, y es posible que además hayan sido golpeados, porque los funcionarios tenían el poder de autorizar el castigo y el encarcelamiento, a menudo sin seguir las normas judiciales apropiadas, mientras reunían pruebas (p. ej., Hech. 16:22, 23).
Lee Hebreos 11:24 al 26; y 1 Pedro 4:14 y 16. ¿Cómo nos ayudan las experiencias de Moisés y de los lectores de 1 Pedro a comprender por qué se perseguía a los creyentes cristianos?
Heb 11:24 Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón,
Heb 11:25 escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado,
Heb 11:26 teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón.
1Pe 4:14 Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado.
1Pe 4:16 pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello.
Sufrir “el vituperio de Cristo” significaba simplemente identificarse con Cristo y soportar la vergüenza y el abuso que implicaba esta asociación con su nombre. La animosidad pública contra los cristianos era resultado de sus compromisos religiosos distintivos. La gente puede sentirse ofendida por prácticas religiosas que no comprende o por personas cuyo estilo de vida y moralidad podrían hacer que otros se sientan culpables o avergonzados. A mediados del siglo I d.C., Tácito consideraba que los cristianos eran culpables de “odio contra la humanidad” (A. J. Church y W. J. Brodribb, trad., The Complete Works of Tacitus, Anales 15.44.1). Cualquiera que sea la razón exacta de esa acusación –indudablemente falsa–, muchos cristianos primitivos, como aquellos a quienes Pablo les había escrito esta carta, estaban sufriendo por su fe.
Toda persona, ya sea cristiana o no, sufre. Sin embargo, ¿qué significa sufrir por causa de Cristo? ¿Cuánto sufrimiento enfrentamos por causa de Cristo, y cuánto se debe a nuestras propias decisiones?
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