Lección 1/ Lunes 28 de marzo
LA CREACIÓN
Lee Génesis 1:4, 10, 12, 18, 21, 25, 31; y 2:1 al 3. ¿Cuál es el significado del estribillo “era buena/o” en el primer relato de la Creación? ¿Cuál es la lección implícita que alberga el final de la Creación (Gén. 2:1-3)?
Gén 1:4 Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.
Gén 1:10 Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno.
Gén 1:12 Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno.
Gén 1:18 y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno.
Gén 1:21 Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno.
Gén 1:25 E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno.
Gén 1:31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.
Gén 2:1 Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos.
Gén 2:2 Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.
Gén 2:3 Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.
A cada paso del relato de la Creación, Dios evalúa su obra como tov, “buena”. Generalmente se entiende que este adjetivo significa que la obra de creación de Dios fue exitosa y que la observación de Dios de que “era buena” significa que “funcionó”. La luz iluminaba (Gén. 1:4). Las plantas daban frutos (Gén. 1:12), y así sucesivamente.
Pero esta palabra se refería a algo más que a la eficiencia de una función. La Biblia también utiliza la palabra hebrea tov para expresar una apreciación estética de algo hermoso (Gén. 24:16). También se usa en contraste con el mal (Gén. 2:9), que se asocia con la muerte (Gén. 2:17).
La frase “era bueno” significa que la Creación estaba funcionando bien, que era hermosa y perfecta, y que no había maldad en ella. El mundo “todavía no era” como nuestro mundo, afectado por el pecado y la muerte, una idea que se destaca en la introducción del segundo relato de la Creación (ver Gén. 2:5). Esta descripción de la Creación contradice radicalmente las teorías de la evolución, que afirman dogmáticamente que el mundo se fue configurando progresivamente mediante una sucesión de acontecimientos accidentales, aleatorios, partiendo de una condición inferior a una superior.
En contraste, el autor bíblico afirma que Dios creó el mundo en forma intencional y repentina (Gén. 1:1). No hubo nada casual ni azaroso en nada de eso. El mundo no surgió por sí solo, sino solo como resultado de la voluntad y la palabra de Dios (Gén. 1:3). El verbo bará’, “crear”, traducido en Génesis 1 como en el principio “creó” Dios los cielos y la Tierra, aparece solo con Dios como sujeto, y denota brusquedad: Dijo Dios, y fue así.
El texto de la Creación nos informa que “todo” se hizo en aquel entonces (Gén. 1:31), y que el mismo Creador consideró que todo era “bueno en gran manera” (Gén. 1:31). Génesis 1:1 declara el evento en sí, la creación del cielo y la Tierra; y Génesis 2:1 declara que el evento terminó. Y todo se completó, incluyendo el sábado, en siete días.
¿Por qué la idea de miles de millones de años de evolución anula por completo la historia de la Creación del Génesis? ¿Por qué estas dos posturas son incompatibles en todo sentido?
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