Lección 13 | Martes 22 de marzo
ACORDAOS DE VUESTROS PASTORES
Lee Hebreos 13:7 al 17. ¿Cuál debería ser nuestra relación con nuestros dirigentes?
Heb 13:7 Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe.
Heb 13:8 Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.
Heb 13:9 No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas, que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de ellas.
Heb 13:10 Tenemos un altar, del cual no tienen derecho de comer los que sirven al tabernáculo.
Heb 13:11 Porque los cuerpos de aquellos animales cuya sangre a causa del pecado es introducida en el santuario por el sumo sacerdote, son quemados fuera del campamento.
Heb 13:12 Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta.
Heb 13:13 Salgamos, pues, a él, fuera del campamento, llevando su vituperio;
Heb 13:14 porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir.
Heb 13:15 Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.
Heb 13:16 Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios.
Heb 13:17 Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.
Hebreos 13:7 al 17 contiene una exhortación a respetar y obedecer a los líderes de la congregación. Comienza con una invitación a “acordarse” de los dirigentes del pasado que les llevaron la palabra de Dios, y termina con un llamado a “obedecer” a los dirigentes actuales (Heb. 13:17). Los líderes del pasado probablemente sean los que les predicaron la palabra por primera vez y fundaron la congregación. El llamado a “acordarse” de ellos no se refiere simplemente a un ejercicio mental de recogimiento ni a un tributo externo que los honre. Pablo explica que deben recordarlos reflexionando en el resultado de la conducta de ellos e imitando su fe.
Para Pablo, el mayor acto de recuerdo y honra es la emulación. De esta manera, Pablo ha añadido a los líderes fundadores de la congregación a la lista de héroes fieles a quienes los creyentes deben considerar con atención. Esta lista incluye a los héroes de la fe de Hebreos 11, y a Jesús, el ejemplo consumado de la fe, en Hebreos 12. El autor, además, señala que Jesús es “el mismo ayer, y hoy, y por los siglos” (Heb. 13:8). Él contrasta totalmente con los falsos maestros, que cambian con el tiempo y cuyas enseñanzas llegan a ser “diversas” y “extrañas” (Heb. 13:9).
El llamado a recordar a los dirigentes en Hebreos 13:7 se repite en términos más contundentes al final del capítulo. Se exhorta a los creyentes a obedecer a los líderes, porque ellos se preocupan por sus almas. Aquí se describe a los dirigentes como pastores que están a cargo del bienestar espiritual de la congregación, su rebaño, y que darán cuenta a Dios por su estado espiritual (ver además 1 Ped. 5:1–4; 1 Cor. 3:10-15). Sin duda, la idea también debería aplicarse a todos los líderes de nuestra iglesia, así como a todos los niveles de nuestras iglesias en la actualidad.
El contexto también sugiere que estos líderes son pastores adjuntos que sirven bajo las órdenes de Jesús, “el gran pastor de las ovejas” (Heb. 13:20). La combinación del cuidado y la fidelidad de los dirigentes y la obediencia o confianza de los miembros producirá alegría. Esto puede indicar que los líderes podrán servir a la congregación con “alegría” o que darán cuenta de la congregación a Dios con alegría y no con tristeza.
¿Qué puedes hacer tú para fortalecer o mejorar la relación entre los dirigentes y los miembros de tu congregación, y con líderes de todo el mundo?
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