Lección 9 | Domingo 22 de mayo
JACOB Y ESAÚ
Lee Génesis 25:21 al 34. Compara las dos personalidades de Jacob y Esaú. ¿Qué cualidades de Jacob lo predisponían para merecer la bendición de Isaac?
Gén 25:21 Y oró Isaac a Jehová por su mujer, que era estéril; y lo aceptó Jehová, y concibió Rebeca su mujer.
Gén 25:22 Y los hijos luchaban dentro de ella; y dijo: Si es así, ¿para qué vivo yo? Y fue a consultar a Jehová;
Gén 25:23 y le respondió Jehová:
Dos naciones hay en tu seno,
Y dos pueblos serán divididos desde tus entrañas;
El un pueblo será más fuerte que el otro pueblo,
Y el mayor servirá al menor.(B)
Gén 25:24 Cuando se cumplieron sus días para dar a luz, he aquí había gemelos en su vientre.
Gén 25:25 Y salió el primero rubio, y era todo velludo como una pelliza; y llamaron su nombre Esaú.
Gén 25:26 Después salió su hermano, trabada su mano al calcañar de Esaú; y fue llamado su nombre Jacob.[a] Y era Isaac de edad de sesenta años cuando ella los dio a luz.
Esaú vende su primogenitura
Gén 25:27 Y crecieron los niños, y Esaú fue diestro en la caza, hombre del campo; pero Jacob era varón quieto, que habitaba en tiendas.
Gén 25:28 Y amó Isaac a Esaú, porque comía de su caza; mas Rebeca amaba a Jacob.
Gén 25:29 Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado,
Gén 25:30 dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom.[b]
Gén 25:31 Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura.
Gén 25:32 Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?
Gén 25:33 Y dijo Jacob: Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura.(C)
Gén 25:34 Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura.
Ya desde el vientre de su madre entendemos que Jacob y Esaú son diferentes y lucharán entre sí. Mientras que a Esaú se lo describe como un cazador robusto que corre por el campo, Jacob es visto como alguien “quieto” que se sienta en la tienda a meditar. La palabra hebrea tam, traducida como “tranquilo” (NVI), es el mismo verbo que se aplica a Job y a Noé, traducido como “perfecto” para Job (Job 8:20) y para Noé (Gén. 6:9).
Esta diferencia de carácter se vuelve más evidente más adelante en sus vidas (Gén. 27:1–28:5). Cuando Esaú llega a casa cansado y hambriento, Jacob le cocina lentejas. Para Esaú, el disfrute inmediato, visible y físico de la comida “en este día” (Gén. 25:31) es más importante que la bendición futura relacionada con su primogenitura (comparar con Heb. 12:16, 17).
“Las promesas hechas a Abraham y confirmadas a su hijo eran miradas por Isaac y Rebeca como la meta suprema de sus deseos y esperanzas. Esaú y Jacob conocían esas promesas. Se les había enseñado a considerar la primogenitura como asunto de gran importancia, porque no solo abarcaba la herencia de las riquezas terrenales, sino también la preeminencia espiritual. El que la recibía debía ser el sacerdote de la familia, y de su linaje descendería el Redentor del mundo” (PP 175, 176).
Para Jacob, a diferencia de su hermano, lo que importa es la relevancia espiritual futura de la bendición. Sin embargo, más tarde, por instigación de su madre (ver Gén. 27), Jacob engaña a su padre en forma abierta y deliberada, incluso usando el nombre de “Jehová tu Dios” (Gén. 27:20) para perpetrar ese engaño. Efectúa este terrible engaño, aun cuando era por algo que sabía que era bueno. Los resultados fueron trágicos, y añadieron nuevas capas de disfunción a una familia de por sí disfuncional.
Jacob quería algo bueno, algo de valor, y eso era admirable (especialmente en comparación con la actitud de su hermano). Sin embargo, usó el engaño y la mentira para conseguirlo. ¿Cómo podemos evitar caer en una trampa similar de hacer lo malo para lograr algo “bueno”?

Bendisiones
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