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Lección 12 | Martes 14 de junio - JOSÉ Y BENJAMÍN


Lección 12 | Martes 14 de junio

JOSÉ Y BENJAMÍN

Jacob sencillamente no podía permitir la partida de Benjamín, el único hijo con Raquel que le quedaba. Tenía miedo de perderlo, como ya había perdido a José (Gén. 43:6-8). Solo cuando no hubo más comida (Gén. 43:2) y cuando Judá se comprometió a garantizar el regreso de Benjamín (Gén. 43:9), Jacob finalmente consintió en una segunda visita a Egipto y permitió que Benjamín fuera con sus hermanos.

Lee Génesis 43. ¿Qué efecto tuvo la presencia de Benjamín en el curso de los acontecimientos?

Gén 43:1  El hambre era grande en la tierra;
Gén 43:2  y aconteció que cuando acabaron de comer el trigo que trajeron de Egipto, les dijo su padre: Volved, y comprad para nosotros un poco de alimento.
Gén 43:3  Respondió Judá, diciendo: Aquel varón nos protestó con ánimo resuelto, diciendo: No veréis mi rostro si no traéis a vuestro hermano con vosotros.
Gén 43:4  Si enviares a nuestro hermano con nosotros, descenderemos y te compraremos alimento.
Gén 43:5  Pero si no le enviares, no descenderemos; porque aquel varón nos dijo: No veréis mi rostro si no traéis a vuestro hermano con vosotros.
Gén 43:6  Dijo entonces Israel: ¿Por qué me hicisteis tanto mal, declarando al varón que teníais otro hermano?
Gén 43:7  Y ellos respondieron: Aquel varón nos preguntó expresamente por nosotros, y por nuestra familia, diciendo: ¿Vive aún vuestro padre? ¿Tenéis otro hermano? Y le declaramos conforme a estas palabras. ¿Acaso podíamos saber que él nos diría: Haced venir a vuestro hermano?
Gén 43:8  Entonces Judá dijo a Israel su padre: Envía al joven conmigo, y nos levantaremos e iremos, a fin de que vivamos y no muramos nosotros, y tú, y nuestros niños.
Gén 43:9  Yo te respondo por él; a mí me pedirás cuenta. Si yo no te lo vuelvo a traer, y si no lo pongo delante de ti, seré para ti el culpable para siempre;
Gén 43:10  pues si no nos hubiéramos detenido, ciertamente hubiéramos ya vuelto dos veces.
Gén 43:11  Entonces Israel su padre les respondió: Pues que así es, hacedlo; tomad de lo mejor de la tierra en vuestros sacos, y llevad a aquel varón un presente, un poco de bálsamo, un poco de miel, aromas y mirra, nueces y almendras.
Gén 43:12  Y tomad en vuestras manos doble cantidad de dinero, y llevad en vuestra mano el dinero vuelto en las bocas de vuestros costales; quizá fue equivocación.
Gén 43:13  Tomad también a vuestro hermano, y levantaos, y volved a aquel varón.
Gén 43:14  Y el Dios Omnipotente os dé misericordia delante de aquel varón, y os suelte al otro vuestro hermano, y a este Benjamín. Y si he de ser privado de mis hijos, séalo.
Gén 43:15  Entonces tomaron aquellos varones el presente, y tomaron en su mano doble cantidad de dinero, y a Benjamín; y se levantaron y descendieron a Egipto, y se presentaron delante de José.
Gén 43:16  Y vio José a Benjamín con ellos, y dijo al mayordomo de su casa: Lleva a casa a esos hombres, y degüella una res y prepárala, pues estos hombres comerán conmigo al mediodía.
Gén 43:17  E hizo el hombre como José dijo, y llevó a los hombres a casa de José.
Gén 43:18  Entonces aquellos hombres tuvieron temor, cuando fueron llevados a casa de José, y decían: Por el dinero que fue devuelto en nuestros costales la primera vez nos han traído aquí, para tendernos lazo, y atacarnos, y tomarnos por siervos a nosotros, y a nuestros asnos.
Gén 43:19  Y se acercaron al mayordomo de la casa de José, y le hablaron a la entrada de la casa.
Gén 43:20  Y dijeron: Ay, señor nuestro, nosotros en realidad de verdad descendimos al principio a comprar alimentos.
Gén 43:21  Y aconteció que cuando llegamos al mesón y abrimos nuestros costales, he aquí el dinero de cada uno estaba en la boca de su costal, nuestro dinero en su justo peso; y lo hemos vuelto a traer con nosotros.
Gén 43:22  Hemos también traído en nuestras manos otro dinero para comprar alimentos; nosotros no sabemos quién haya puesto nuestro dinero en nuestros costales.
Gén 43:23  El les respondió: Paz a vosotros, no temáis; vuestro Dios y el Dios de vuestro padre os dio el tesoro en vuestros costales; yo recibí vuestro dinero. Y sacó a Simeón a ellos.
Gén 43:24  Y llevó aquel varón a los hombres a casa de José; y les dio agua, y lavaron sus pies, y dio de comer a sus asnos.
Gén 43:25  Y ellos prepararon el presente entretanto que venía José a mediodía, porque habían oído que allí habrían de comer pan.
Gén 43:26  Y vino José a casa, y ellos le trajeron el presente que tenían en su mano dentro de la casa, y se inclinaron ante él hasta la tierra.
Gén 43:27  Entonces les preguntó José cómo estaban, y dijo: ¿Vuestro padre, el anciano que dijisteis, lo pasa bien? ¿Vive todavía?
Gén 43:28  Y ellos respondieron: Bien va a tu siervo nuestro padre; aún vive. Y se inclinaron, e hicieron reverencia.
Gén 43:29  Y alzando José sus ojos vio a Benjamín su hermano, hijo de su madre, y dijo: ¿Es éste vuestro hermano menor, de quien me hablasteis? Y dijo: Dios tenga misericordia de ti, hijo mío.
Gén 43:30  Entonces José se apresuró, porque se conmovieron sus entrañas a causa de su hermano, y buscó dónde llorar; y entró en su cámara, y lloró allí.
Gén 43:31  Y lavó su rostro y salió, y se contuvo, y dijo: Poned pan.
Gén 43:32  Y pusieron para él aparte, y separadamente para ellos, y aparte para los egipcios que con él comían; porque los egipcios no pueden comer pan con los hebreos, lo cual es abominación a los egipcios.
Gén 43:33  Y se sentaron delante de él, el mayor conforme a su primogenitura, y el menor conforme a su menor edad; y estaban aquellos hombres atónitos mirándose el uno al otro.
Gén 43:34  Y José tomó viandas de delante de sí para ellos; mas la porción de Benjamín era cinco veces mayor que cualquiera de las de ellos. Y bebieron, y se alegraron con él. 

 La presencia de Benjamín dominó los acontecimientos. Cuando todos los hermanos se presentan ante José, Benjamín es la única persona a quien José ve (Gén. 43:16). Benjamín es al único al que llama “hermano” (Gén. 43:29). Aunque llama a Benjamín por su nombre, no identifica a todos los demás hermanos; simplemente los llama “hombres” (Gén. 43:16).

José llama “mi hijo” a Benjamín, como una expresión tranquilizadora de afecto especial (Gén. 43:29; comparar con Gén. 22:8). La bendición de José se refiere a la “misericordia” (Gén. 43:29), una reminiscencia de su súplica por misericordia, que no recibió (Gén. 42:21). José devuelve a Benjamín la misericordia que no recibió de sus otros hermanos.

En tanto que los hermanos de José temen ir a prisión por el dinero que les fue devuelto, José les prepara un banquete debido a la presencia de Benjamín. Es como si Benjamín tuviera un efecto redentor en toda la situación. Una vez que todos los hermanos están sentados por orden de edad y respetando las reglas de honor, es a Benjamín, el menor, a quien se le sirve cinco veces más que a todos los demás hermanos (Gén. 43:33, 34). Y sin embargo, este favoritismo no les molesta, como sucedió cuando José era el favorito de su padre muchos años atrás, lo que llevó a su terrible accionar tanto hacia su medio hermano como hacia su propio padre (Gén. 37:3, 4).

“Mediante esta demostración de favor en beneficio de Benjamín, José esperaba averiguar si sentían por el hermano menor la envidia y el odio que le habían manifestado a él. Suponiendo todavía que José no comprendía su idioma, los hermanos conversaron libremente entre sí; de modo que le dieron una buena oportunidad para conocer sus verdaderos sentimientos. Y, como deseaba probarlos aún más, antes de su partida ordenó que ocultaran su propia copa de plata en el saco del menor” (PP 231).

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