Lección 5 | Lunes 25 de julio
EL ISRAEL REBELDE
La historia de Oseas tiene algunas lecciones poderosas que enseñarnos. La situación de Oseas es notable. Su esposa, Gomer, huye y tiene hijos con otros hombres. Aunque ella es maritalmente infiel, Dios llama a Oseas para que recupere a su esposa y le muestre nuevamente su amor. Esta historia se presenta como una parábola acerca de Dios e Israel. Los israelitas habían dejado a Dios y se estaban prostituyendo espiritualmente con otros dioses, pero Dios todavía los amaba y quería mostrarles su amor. ¡Pero fíjate los métodos de Dios!
Lee Oseas 2:1 al 12. ¿Qué métodos dice Dios que usará para atraer a Israel de nuevo a sí? ¿Cómo habrán sido estas experiencias?
Ose. 2:2, 3
Ose. 2:5-7
Ose. 2:8, 9
Ose. 2:10
Ose 2:1 Decid a vuestros hermanos: Ammi; y a vuestras hermanas: Ruhama.
Ose 2:2 Contended con vuestra madre, contended; porque ella no es mi mujer, ni yo su marido; aparte, pues, sus fornicaciones de su rostro, y sus adulterios de entre sus pechos;
Ose 2:3 no sea que yo la despoje y desnude, la ponga como el día en que nació, la haga como un desierto, la deje como tierra seca, y la mate de sed.
Ose 2:4 Ni tendré misericordia de sus hijos, porque son hijos de prostitución.
Ose 2:5 Porque su madre se prostituyó; la que los dio a luz se deshonró, porque dijo: Iré tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida.
Ose 2:6 Por tanto, he aquí yo rodearé de espinos su camino, y la cercaré con seto, y no hallará sus caminos.
Ose 2:7 Seguirá a sus amantes, y no los alcanzará; los buscará, y no los hallará. Entonces dirá: Iré y me volveré a mi primer marido; porque mejor me iba entonces que ahora.
Ose 2:8 Y ella no reconoció que yo le daba el trigo, el vino y el aceite, y que le multipliqué la plata y el oro que ofrecían a Baal.
Ose 2:9 Por tanto, yo volveré y tomaré mi trigo a su tiempo, y mi vino a su sazón, y quitaré mi lana y mi lino que había dado para cubrir su desnudez.
Ose 2:10 Y ahora descubriré yo su locura delante de los ojos de sus amantes, y nadie la librará de mi mano.
Ose 2:11 Haré cesar todo su gozo, sus fiestas, sus nuevas lunas y sus días de reposo, y todas sus festividades.
Ose 2:12 Y haré talar sus vides y sus higueras, de las cuales dijo: Mi salario son, salario que me han dado mis amantes. Y las reduciré a un matorral, y las comerán las bestias del campo.
Esta historia plantea dos cuestiones importantes sobre la forma en que experimentamos a Dios cuando él nos guía al arrepentimiento.
En primer lugar, corremos el riesgo de no reconocer que Dios está obrando. Cuando Israel pasó por esas experiencias tan duras y dolorosas, probablemente les haya resultado difícil reconocer que su Dios estaba obrando para su salvación. Cuando nuestro camino se ve bloqueado con espinas agudas o quedamos tan encerrados que no sabemos hacia dónde vamos (Ose. 2:6), ¿ese es nuestro Dios? Cuando no podemos cubrir nuestras necesidades básicas o nos sentimos avergonzados (Ose. 2:9, 10), ¿podría nuestro Padre estar en medio de todo esto? La verdad es que, más allá de lo que sintamos, Dios siempre está obrando para conducirnos al arrepentimiento, porque nos ama mucho.
En segundo lugar, corremos el riesgo de malinterpretar a Dios cuando él obra. Quizá reconozcamos que Dios está obrando, pero no nos gusta lo que él hace. Cuando nos sentimos heridos y avergonzados, es fácil culpar a Dios por ser cruel, por no intervenir o por no preocuparse. Pero Dios siempre está obrando para renovarnos mediante su pacto de amor.
Lee Oseas 2:14 al 23. ¿Qué revela este pasaje acerca de Dios? Pide al Espíritu Santo que te muestre si huyes de Dios en algún aspecto de tu vida. Si estás convencido de que estás huyendo, ¿por qué esperar a pasar por el crisol? ¿Qué te impide entregar todo a Dios ahora?
Ose 2:13 Y la castigaré por los días en que incensaba a los baales, y
se adornaba de sus zarcillos y de sus joyeles, y se iba tras sus
amantes y se olvidaba de mí, dice Jehová.
Ose 2:14 Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón.
Ose
2:15 Y le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de
esperanza; y allí cantará como en los tiempos de su juventud, y como en
el día de su subida de la tierra de Egipto.
Ose 2:16 En aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Ishi, y nunca más me llamarás Baali.
Ose 2:17 Porque quitaré de su boca los nombres de los baales, y nunca más se mencionarán sus nombres.
Ose
2:18 En aquel tiempo haré para ti pacto con las bestias del campo, con
las aves del cielo y con las serpientes de la tierra; y quitaré de la
tierra arco y espada y guerra, y te haré dormir segura.
Ose 2:19 Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia.
Ose 2:20 Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehová.
Ose 2:21 En aquel tiempo responderé, dice Jehová, yo responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra.
Ose 2:22 Y la tierra responderá al trigo, al vino y al aceite, y ellos responderán a Jezreel.
Ose
2:23 Y la sembraré para mí en la tierra, y tendré misericordia de
Lo-ruhama; y diré a Lo-ammi: Tú eres pueblo mío, y él dirá: Dios mío.

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