Lección 13 | Martes 20 de diciembre
EL JUICIO DURANTE EL MILENIO
La Biblia nos dice que, en la Segunda Venida (1), tanto los santos vivos como los santos resucitados "recibir[án] al Señor en el aire" (1 Tes. 4:16, 17); (2) todos los santos serán llevados al cielo para habitar en las "moradas" que él mismo preparó para ellos (Juan 14:1-3); y (3) solo al final del Milenio la Nueva Jerusalén descenderá a esta Tierra y se convertirá en el hogar eterno de los santos (Apoc. 21:1-3, 9-11). Entonces, durante el Milenio, mientras esta Tierra permanezca desolada, los santos reinarán con Cristo en el cielo (Jer. 4:23; Apoc. 20:4).
Lee 1 Corintios 6:2 y 3 y Apocalipsis 20:4 al 6 y 11 al 13. ¿Por qué los santos deben participar del Juicio durante el Milenio?
1Co 6:2 ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas?
1Co 6:3 ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida?
Apo 20:4 Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar;(B) y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.
Apo 20:5 Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección.
Apo 20:6 Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.
Apo 20:11 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.
Apo 20:12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.
Apo 20:13 Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.
Todo el proceso judicial tiene como objetivo (1) vindicar el carácter de Dios contra las acusaciones de Satanás de que Dios es injusto en la forma en que trata a sus criaturas; (2) confirmar la imparcialidad de las recompensas de los justos; (3) demostrar la justicia del castigo de los impíos; y (4) disipar todas las dudas que pudieran conducir a otra rebelión en el Universo. En el Juicio Investigador preadvenimiento de los justos, solo intervienen las huestes celestiales (Dan. 7:9, 10). Pero, durante el Milenio, durante el juicio de los ángeles malos y caídos, los santos también participarán personalmente (1 Cor. 6:3; Jud. 6; Apoc. 20:4-6).
El Juicio Investigador preadvenimiento comenzó en 1844, cuando "fueron puestos tronos [ ... ] el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos" (Dan. 7:9, 10). No obstante, el juicio durante el Milenio comenzará después de que los santos sean llevados al cielo, se sienten en tronos y se les asigne el Juicio. Entonces, una vez más, los libros celestiales se abren y son "juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras" (Apoc. 20:4, 12). Este proceso brinda la oportunidad de que los santos evalúen los registros celestiales y comprueben el trato justo de Dios en todos los casos. Él no solo recompensa a todos los seres humanos según lo que merecen en función de sus decisiones, sino también les explica por qué lo hace.
■ El hecho de que los salvos participen del proceso de juzgar a los perdidos que duermen antes de que resuciten para enfrentar la segunda muerte, y de que nadie será castigado hasta que nosotros también comprobemos la justicia y la equidad de Dios, ¿qué nos enseña acerca del carácter de Dios? Lleva tu respuesta a la clase el sábado.
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