Miércoles 3 de mayo | Lección 6
EL MESÍAS “CORTADO”
Gabriel comenzó esta profecía de 490 años con un acontecimiento que era extremadamente importante para Daniel y para los judíos: la orden de restaurar y construir Jerusalén. Aunque se habían aprobado varios decretos relativos a Jerusalén, en Esdras 7 descubrimos que el decreto aprobado en 457 a. C. permitió que los judíos no solo volvieran a su tierra natal, sino también se establecieran como una comunidad religiosa (ver Esd. 7:13, 27).
Es importante notar que el decreto de Artajerjes se emitió en el otoño de 457 a.C. A partir de este decreto, en 457 a.C., hasta el Mesías, según Daniel, habría 69 semanas, o 483 años. Si comenzamos en 457 a.C. y avanzamos en la línea de tiempo de la historia, llegamos a 27 d.C.
La palabra Mesías significa “El Ungido”. En el año 27 d.C., Jesucristo, el Mesías, se bautizó. (Ver Mat. 3:13-17). Daniel predijo con cientos de años de anticipación el año exacto del bautismo de Cristo, el momento en que Jesús comenzaría
sus tres años y medio de ministerio.
Lee Romanos 5:6 al 9, junto con Daniel 9:26. ¿Qué grandes verdades se revelan aquí?
Rom 5:6 Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.
Rom 5:7 Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno.
Rom 5:8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Rom 5:9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
Dan 9:26 Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones.
“Después de las sesenta y dos semanas le quitarán la vida al Mesías, y nada le quedará” (Dan. 9:26). El Mesías sería “cortado”, o crucificado. El versículo agrega “Y nada le quedará”. En otras palabras, la muerte de Cristo en la Cruz del Calvario fue para nosotros, no para sí mismo, por lo que Pablo pudo escribir: “Pero Dios demuestra su amor hacia nosotros en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Rom. 5:8).
En Daniel 9:27, leemos que a mitad de la semana, los últimos siete años, Cristo “har[ía] cesar el sacrificio y la ofrenda”. A la mitad de esta semana setenta, en el año 31 d.C., Cristo confirmó el Pacto eterno con su sangre al morir en la Cruz, y el sistema de sacrificios perdió todo significado profético.
Estas profecías revelan que Cristo, el Mesías, sería crucificado y haría que el sistema de sacrificios perdiera su importancia profética, en la primavera del año 31 d.C. Estas predicciones se cumplieron en cada detalle. Exactamente en la Pascua, cuando el sumo sacerdote ofrecía el cordero pascual, Cristo fue
sacrificado por nosotros.
Lee Marcos 15:38; y Mateo 3:15 y 16, teniendo en mente lo que acabas de leer. ¿Cómo nos ayudan estos versículos a entender la profecía de Daniel 9:24 al 27?
Mar 15:38 Entonces el velo(H) del templo se rasgó en dos, de arriba abajo.
Mat 3:15 Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó.
Mat 3:16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.
Dan 9:24 Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.
Dan 9:25 Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos.
Dan 9:26 Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones.
Dan 9:27 Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador,(C) hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.
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