LA ÚLTIMA CENA
Lee Marcos 14:22 al 31 y Éxodo 24:8. ¿Qué gran relevancia para la fe cristiana se encuentra en este relato?
Mar 14:23 Después tomó una copa, dio gracias y se la dio a ellos, y todos bebieron de ella.
Mar 14:24 —Esto es mi sangre del pacto, que es derramada por muchos —les dijo—.
Mar 14:25 Les aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta aquel día en que beba el vino nuevo en el reino de Dios.
Mar 14:26 Después de cantar los salmos, salieron al monte de los Olivos.
Mar 14:27
Jesús predice la negación de Pedro
—Todos ustedes me abandonarán —les dijo Jesús—, porque está escrito: »“Heriré al pastor, y se dispersarán las ovejas.”
Mar 14:28 Pero después de que yo resucite, iré delante de ustedes a Galilea.
Mar 14:29 —Aunque todos te abandonen, yo no —declaró Pedro.
Mar 14:30 —Te aseguro —le contestó Jesús—que hoy, esta misma noche, antes de que el gallo cante por segunda vez, me negarás tres veces.
Mar 14:31 —Aunque tenga que morir contigo —insistió Pedro con vehemencia—, jamás te negaré. Y los demás dijeron lo mismo.
Éxo 24:8 Moisés tomó la sangre, roció al pueblo con ella y dijo: —Ésta es la sangre del pacto que, con base en estas palabras, el Señor ha hecho con ustedes.
Marcos 14:12 observa que este es el primer día de la fiesta de los Panes sin Levadura, cuando se sacrificaba el cordero pascual. La cena se realizaba al atardecer del jueves.
En la Última Cena, Jesús instituye un nuevo servicio conmemorativo. Es una transición que parte de la celebración de la Pascua judía y se vincula directamente con la salida de Israel de Egipto y su transformación en el pueblo del Pacto de Dios en el Sinaí. En Éxodo 24:8, cuando se ratifica el Pacto, Moisés rocía al pueblo con la sangre de los sacrificios y dice: “Esta es la sangre del pacto que el Señor ha hecho con ustedes acerca de estas cosas”.
Es llamativo el hecho de que en la Cena del Señor, instituida aquí por Jesús, no se hace mención alguna al cordero de la cena pascual. Esto puede deberse a que Jesús es el Cordero de Dios (Juan 1:29). El pan de la Cena del Señor representa su cuerpo. El Nuevo Pacto (compara con Jer. 31:31-34) es sellado con la sangre de Jesús, la cual está representada por la copa y su contenido. Él dice: “Esto es mi sangre del nuevo pacto, que es derramada en favor de muchos”.
Entonces, en medio de todo esto, Jesús predice que sus discípulos lo abandonarán. Cita Zacarías 13:7, que habla de la espada que hiere al pastor y de la resultante dispersión de las ovejas. Jesús es aquí el pastor, y sus discípulos son las ovejas. Es un mensaje duro y deprimente. Pero Jesús agrega una palabra de esperanza al repetir la predicción acerca de su resurrección, y añade que irá delante de ellos a Galilea. El joven que estaba en la tumba vacía de Jesús se refiere, en Marcos 16:7, a esa predicción que, por lo tanto, tiene un peso especial aquí.
Pero todo esto es demasiado difícil de aceptar para los discípulos, especialmente para Pedro, quien argumenta que todos los demás pueden caer menos él. No obstante, Jesús continúa con el lenguaje solemne y predice que Pedro lo negará tres veces antes de que el gallo cante dos veces. La predicción jugará un papel crucial en la escena del juicio de Jesús y la negación de Pedro; por ello, juega también un papel crucial aquí.
¿Qué aprendiste de las ocasiones en las que prometiste a Dios que harías o no algo y terminaste no haciendo lo que prometiste hacer o haciendo lo que prometiste no hacer?
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