Lección 12 | Lunes 16 de septiembre
¡SALVE, REY DE LOS JUDÍOS!
Lee Marcos 15:15 al 20. ¿Qué hicieron los soldados a Jesús, y cuál es la relevancia de ello?
Mar 15:16 Los soldados llevaron a Jesús al interior del palacio (es decir, al pretorio) y reunieron a toda la tropa.
Mar 15:17 Le pusieron un manto de color púrpura; luego trenzaron una corona de espinas, y se la colocaron.
Mar 15:18 —¡Salve, rey de los judíos! —lo aclamaban.
Mar 15:19 Lo golpeaban en la cabeza con una caña y le escupían. Doblando la rodilla, le rendían homenaje.
Mar 15:20 Después de burlarse de él, le quitaron el manto y le pusieron su propia ropa. Por fin, lo sacaron para crucificarlo.
Los romanos utilizaban una severa forma de flagelación como preparación de los prisioneros para la ejecución. La víctima era despojada de su ropa, atada a un poste y azotada con un látigo de tiras de cuero en cuyos extremos adherían trozos de hueso, vidrio, piedras y clavos.
Después de que Jesús fue azotado, los soldados encargados de su ejecución continuaron humillándolo, vistiéndolo con un manto de color púrpura, poniendo una corona de espinas sobre su cabeza y burlándose de él como rey de los judíos. Al grupo de soldados se lo llamaba batallón, que pudo estar compuesto, en este caso, por entre doscientos y seiscientos hombres.
La ironía de la escena es evidente para el lector, pues Jesús es en verdad el Rey y las burlas de los soldados así lo proclaman. La acción de ellos era una parodia del saludo que daban al emperador romano con las palabras: “¡Salve, César, Emperador!” Por lo tanto, se trata de una implícita comparación con el emperador.
Las acciones de los soldados como parte de su burla a Jesús incluyen golpear su cabeza con una caña, escupirlo y postrarse ante él simulando homenaje. Estas tres acciones son expresadas en griego usando el tiempo imperfecto. En este contexto, este tiempo verbal conlleva la idea de acción repetitiva, prolongada. Es decir que siguieron golpeándolo, escupiéndolo y postrándose ante él como una parodia de homenaje. Jesús soporta todo esto en silencio, sin responder en absoluto.
El procedimiento típico de una ejecución romana consistía en hacer que el condenado cargara desnudo con su cruz hasta el lugar de la ejecución. Este patrón, nuevamente, tenía el propósito de humillar y avergonzar completamente a la persona delante de la comunidad.
Los judíos aborrecían la desnudez en público. Marcos 15:20 destaca que le quitaron el manto púrpura y volvieron a vestirlo con su propia ropa. Esto parece ser una concesión hecha por los romanos a los judíos en ese tiempo y lugar.
Piensa en cuánta ironía hay aquí, en el hecho de que se postraran ante Jesús y le rindieran homenaje como a un rey sin percibir que era en verdad el Rey, no solo de los judíos sino también de ellos.
Estos hombres no tenían idea de lo que estaban haciendo. ¿Por qué, sin embargo, su ignorancia no los excusará el Día del Juicio?
Comentarios
Publicar un comentario