PERMANECER EN JESÚS
Lee Juan 12:32. ¿De qué manera describe esta sorprendente afirmación la autoridad de Jesucristo?
Jua 12:32 Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo.
Como hemos visto a lo largo de las lecciones de este trimestre, el Evangelio de Juan nos atrae hacia Jesús, pero solo si estamos dispuestos a conocer a Dios y a hacer su voluntad. A lo largo de su Evangelio, las personas que se encuentran con Jesús aceptan la luz y crecen o la rechazan y quedan ciegas. Nicodemo, la mujer junto al pozo, el funcionario, el hombre del estanque de Betesda, los cinco mil alimentados con unos pocos panes y peces, los hermanos de Jesús, los líderes religiosos, el ciego de nacimiento, María y Marta, Pilato, todos se encontraron con Jesús y tomaron decisiones acerca de la verdad y la luz que él traía.
La teología desde abajo comienza con la argumentación humana para determinar y examinar la existencia y la naturaleza de Dios. La defectuosa, caída y prejuiciosa perspectiva humana tiene prioridad sobre la divina, santa, perfecta y omnisciente. La teología desde abajo conduce a las personas inevitablemente por mal camino, como lo ha hecho en el pasado y lo hará en el futuro (véase Apoc. 14:1-12), cuando la sabiduría humana usurpará el lugar de la divina e intentará imponer una falsa adoración en el mundo.
Lee Juan 15:1 al 11. ¿Cuál es el secreto del crecimiento y la salud espirituales?
Jua 15:1 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
Jua 15:2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
Jua 15:3 Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.
Jua 15:4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Jua 15:5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
Jua 15:6 El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.
Jua 15:7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.
Jua 15:8 En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.
Jua 15:9 Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.
Jua 15:10 Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.
Jua 15:11 Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
El secreto es permanecer conectados a Jesús. Él es la Palabra de Dios; el Pan de Vida; la Luz del mundo; la Puerta de las ovejas; el Buen Pastor; la Resurrección y la Vida; el Camino, la Verdad y la Vida; y la Vid verdadera.
Los integrantes de la Deidad y la Biblia son como imanes. Si no nos resistimos, nos atraerán hacia ellos. “La voz de Dios nos habla a través de su Palabra, y oiremos muchas voces, pero Cristo nos dijo que debemos cuidarnos de quienes dirán: ‘Aquí está Cristo’ o ‘Allí está Cristo’. Entonces, ¿cómo sabremos que los tales no tienen la verdad, a menos que cotejemos cada cosa con las Escrituras?” (Elena G. de White, Fe y obras, p. 56). Entonces, debemos someter nuestros propios puntos de vista a los presentados en la Palabra de Dios.
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