Ir al contenido principal

CBA LIBRO DE MATEO CAPÍTULO 10

CBA Libro de Mateo capítulo 10

1. Llamando.

El relato del envío de los doce comienza en el cap. 9: 36 (ver allí el comentario). La instrucción que se da aquí, en esencia, tiene dos partes: consejos que se aplicaban específicamente al viaje misionero que se realizaría en seguida (cap. 10: 5-15), y consejos de una naturaleza más general, aplicables a todos los que hayan de ser enviados al servicio de Cristo y de su reino (vers. 16- 42; DTG 318- 319). Ver com. cap. 24: 3.

Sus doce discípulos.

Esta es la primera vez que Mateo menciona a los doce, ya sea por separado o como grupo. Las palabras "sus doce discípulos" indican claramente que Mateo reconoce que el grupo de los doce ya existía como una entidad oficialmente reconocida antes de que llegara el momento del tercer viaje por Galilea. Debería notarse que Mateo no dice que los doce fueron designados como apóstoles en esta ocasión, sino sencillamente que Jesús los llamó antes de enviarlos a predicar y a sanar.

Autoridad.

Gr. exousía, "autoridad" , "potestad" (ver com. Luc. 1: 35). Los doce recibieron autoridad tanto para realizar milagros, como se dice aquí, como para predicar el Evangelio del reino (Mat. 10: 7). Al parecer, antes de este momento los discípulos sólo habían ayudado a Jesús y no habían realizado milagros ni habían enseñado públicamente (ver DTG 315).

2. Los nombres.

Con referencia a los nombres de los apóstoles, ver com. Mar. 3: 16-19.

Apóstoles.

Literalmente, "enviados". Con referencia a la designación de los doce como "apóstoles" ver com. Mar. 3: 13-19.

3. Lebeo, por sobrenombre Tadeo.

La evidencia textual (cf. p. 147) favorece el texto sencillo: "Tadeo" . También se lo menciona como "Lebeo llamado Tadeo"," o "Tadeo llamado Lebeo" (ver com. Mar. 3: 18).

4. El cananista.

Aquí "cananista" se refiere al grupo político de los celotes y nada dice acerca del lugar de donde era oriundo Simón (ver com. Mar. 3: 18).

5. Estos doce.

Los doce, que hasta este momento habían ayudado a Jesús en su ministerio (DTG 315), ahora habían de ser enviados a trabajar solos. Habían sido oficialmente designados como discípulos durante el verano (junio-agosto) del año 29 d. C. (ver com. cap. 5: 1), quizá no más de seis meses antes (ver com. cap. 9: 36). Pedro, Andrés, Jacobo y Juan probablemente habían sido llamados a ser discípulos permanentes a fines de la primavera del año 29 (ver com. Luc. 5: 1). Tres de éstos -todos menos Jacobo- así como Felipe y Bartolomé, habían sido discípulos ocasionales de Jesús desde fines del año 27 d. C. (ver com. Juan 1: 35- 45). Todos habían estado con Jesús en su segundo viaje por Galilea, probablemente durante fines del verano o principios del otoño del año 29 d. C. (ver com. Mat. 9: 35; Luc. 8: 1), y así habían podido observar los métodos de Cristo, escuchado sus enseñanzas y aprovechado las instrucciones que de vez en cuando había dado en privado a sus discípulos. Cuando los doce fueron enviados solos, salieron de dos en dos (ver Mar. 6: 7; com. cap. 3: 14), hermano con hermano, y amigo con amigo (DTG 316).

Por camino de gentiles.

Un "camino de gentiles" era aquel que conducía a una comunidad en la que predominaban los gentiles. Por ejemplo, los doce no habrían de visitar ninguna de las ciudades de la Decápolis, que estaba poblada mayormente de gentiles. Es probable que esta restricción se debiera al deseo de Jesús de trabajar por los judíos y de no hacer nada que innecesariamente les creara prejuicios contra él. Además, los discípulos mismos no estaban preparados para trabajar por sus vecinos gentiles, y el prejuicio que compartían con todos los judíos en contra de los gentiles sin duda habría frustrado, aunque involuntariamente, los esfuerzos realizados en favor de esos gentiles. Cuando casi un año después, Jesús envió a los setenta, no les impuso la misma prohibición; al contrario, comenzaron sus trabajos entre los samaritanos (DTG 452). Para este tiempo la situación había cambiado. Jesús mismo había sido rechazado por el pueblo de Galilea y había trabajado en favor de samaritanos y gentiles, y por lo tanto instruyó a sus discípulos para que hicieran lo mismo (Mat. 28: 19-20; Hech. 1: 8).

Ciudad de samaritanos.

Con referencia a los samaritanos, ver pp. 20, 47. En el pozo de Jacob, Jesús había tomado la iniciativa al extender a los samaritanos de Sicar la invitación para que creyeran en él como el Mesías (Juan 4: 4- 42). Sin embargo, hasta esta fecha, no se registra ningún otro ministerio de Jesús entre los samaritanos.

Una última restricción referente al territorio adonde los doce debían ir fue que sólo visitaran aquellas ciudades y aldeas donde Cristo mismo ya había estado (DTG 317-318).

6. Las ovejas perdidas.

Con frecuencia en el AT se emplea la figura de las ovejas para referirse a Israel, y sus dirigentes son llamados pastores (Eze. 34: 2-16; etc.). En Jer. 50: 6 Dios habla de su pueblo como de "ovejas perdidas". Isaías habla de quienes se han descarriado en el pecado como de " "ovejas" descarriadas y apartadas por sus propios caminos (Isa. 53: 6). Jesús se presentó a sí mismo como Pastor y dijo que los que oían su voz eran ovejas de su rebaño (Juan 10: 1-16).

" "A la verdad era necesario que se . . . hablase primero la palabra de Dios" " a los judíos. Tan sólo cuando ellos la rechazaron Cristo y los apóstoles se volvieron a los gentiles (Hech. 13: 46; 18: 6; 28: 28). Cristo destacó este hecho fundamental ante los dirigentes judíos durante el transcurso de su último día de enseñanza en el templo, mediante la parábola de los labradores malvados (Mat. 21: 41, 43).

7. Predicad.

Gr. k ' rússÇ , " "proclamar" , " "anunciar" " (con referencia al contenido de su predicación, ver DTG 318-319).

8. Sanad enfermos.

Cristo enumera los diversos tipos de milagros que con frecuencia los discípulos le habían visto realizar. Ellos debían hacer todo lo que él había hecho; los demonios y hasta la muerte misma debían estarles sujetos.

De gracia recibisteis.

Simón el Mago procuró comprar el poder divino (Hech. 8: 18-24), pero aprendió que los dones de Dios no pueden comprarse con dinero. Todos los que lo deseen, pueden tomar gratuitamente del agua de la vida (Apoc. 22: 17). Los discípulos no debían lucrar con la predicación del Evangelio, pero al mismo tiempo debían recordar que el "obrero es digno de su alimento" (ver com. Mat. 10: 10).

9. No os proveáis.

Gr. ktáomai , "procurarse", "proveerse de", "adquirir para uno". Debían salir con fe, confiados de que sus necesidades serían satisfechos. De este modo, sus preparativos serían sencillos, y no habría nada que los distrajera de la tarea que les había sido asignada. Mientras viajaban, podrían aceptar la hospitalidad que se les extendía (vers. 10-13), pero no debían esperar ni aceptar regalos que excedieran sus necesidades inmediatas. Es decir, no debían obtener ganancias con su ministerio.

Cintos.

Gr. zÇn ', "cinto" o "faja", con que se cerraba o se ataba el manto ( himátion ) exterior en torno al cuerpo (ver com. cap. 5: 40). Era común entre los antiguos llevar el dinero en ese cinto o faja.

10. Alforja.

Gr. p ' ra , "alforja" o "mochila" o "saco de cuero", empleado muchas veces por los viajeros para llevar sus provisiones o su ropa.

Túnica.

Gr. jitÇn , "túnica", vestimenta llevada por hombres y mujeres como ropa interior (ver com. cap. 5: 40). Los discípulos sólo habían de llevar la ropa que tenían puesta. Debían vestirse como los labradores comunes entre los cuales habían de trabajar y habían de ser uno con ellos. De este modo sus esfuerzos serían más eficaces.

Calzado.

Literalmente "sandalias" (BJ). El calzado que solía usarse entonces era una suela de cuero atada al pie con correas. Según Mar. 6: 9 se ordena a los discípulos que llevaran sandalias para el viaje. Lo que parecería indicarse aquí es que no debían llevar dos pares (cf. Luc. 10: 4).

Bordón.

En el pasaje paralelo de Mar. 6: 8, se instruye a los discípulos a que no lleven más que "bordón". Quizá Mateo deseaba hacer resaltar el hecho de que no debían proveerse de ninguna cosa adicional para el viaje (ver com. vers. 9), y quería decir con esto que el discípulo que no tuviera ya bordón o bastón, no debía considerar que era necesario procurarse uno.

Obrero.

o "labrador". Los discípulos eran los obreros por quienes debían rogar al Señor de la mies que mandara al campo para cosechar (cap. 9: 38).

Alimento.

Gr. trof ' " "alimento" , "sustento" " (BJ). Ver com. cap. 3: 4. En su relato de las instrucciones a los setenta, Lucas (cap. 10: 7) emplea la palabra misthós , "salario". Comparar esto con lo que dijo Pablo acerca del sostén del obrero evangélico (1 Tim. 5: 18).

11. Quien en ella sea digno.

Es decir, las personas que fueran estimadas y respetadas por sus conciudadanos. Morar con personas dignas tendría varias ventajas; ante todo, inspiraría confianza en los otros lugareños.

Posad allí.

Las instrucciones dadas a los setenta les prohibían específicamente ir "de casa en casa" " (Luc. 10: 7). Es decir, no debían aceptar la hospitalidad de varias casas mientras estuvieran en determinada aldea o pueblo (DTG 317-318), pues eso estorbaría su trabajo. El mudarse "de casa en casa" podría hacer pensar a la gente que los primeros dueños de casa no habían recibido con simpatía a los mensajeros ni al mensaje que predicaban, y ya no querían tener más relaciones con ellos. Por el contrario, el posar en un solo lugar sería muestra de estabilidad y seriedad.

12. Y al entrar.

Debían saludar al entrar en la casa. Si bien esta instrucción se aplicaba de un modo especial a la casa en la cual los discípulos posarían, comprendía también a todos los hogares que los discípulos visitarían en el transcurso de su trabajo misionero. Los doce habían de trabajar de casa en casa, y por el momento no debían tratar de realizar un ministerio público en las sinagogas.

Saludadla.

Algunas versiones griegas añaden el contenido del saludo: "Paz a esta casa".

13. Si la casa.

Es decir, si la familia se mostraba dispuesta a recibir a los discípulos, manifestaría su hospitalidad y así sería digna.

Vuestra paz.

La bendición pronunciada al cruzar el umbral (ver com. vers. 12) debía ser confirmada por la presencia de los discípulos en el hogar y la bienvenida que allí recibieran; 366 de otra forma, la casa de ningún modo se beneficiaría con las palabras ya pronunciadas.

14. Sacudid el polvo.

Dondequiera los discípulos encontraran una recepción poco amistosa, no debían perder tiempo sino que debían apresurarse a ir en busca de los que quisieran recibirlos con alegría. Sacudirse el polvo de los pies al salir de una casa o de un pueblo no era una acción ruda o descortés, sitio una solemne protesta. Al sacudiese el polvo de los pies los discípulos tan sólo decían que la gente de ese lugar debía aceptar la responsabilidad por la decisión que había tomado.

15. Más tolerable.

Sodoma y Gomorra no habían tenido la oportunidad de gustar del ministerio personal de Cristo, como había ocurrido con las ciudades de Galilea y de Judea. Los hombres deben rendir cuentas ante Dios por toda la luz de la verdad que han recibido, porque ésa será la base por la que han de ser juzgados (Sal. 87: 4, 6; Sant. 4: 17; ver com. Juan 15: 22, 24).

Sodoma.

Con referencia a los pecados y al castigo de Sodoma y Gomorra, ver com. Gén. 18: 17-23; 19: 1-27. Sodoma y su castigo se convirtieron en símbolos de perversidad y del juicio divino (Isa. 1: 9; Eze. 16: 48-50). Cristo así lo presentó en varias ocasiones (Mat. 11: 23-24; Luc. 10: 12; 17: 29-30), y así aparece en otros pasajes del NT (Rom. 9: 29; 2 Ped. 2: 6; Jud. 7; Apoc. 11: 8).

16. He aquí.

Después de concluir la exhortación dirigida a los doce sobre los puntos que se aplicaban específicamente a la misión que tenían por delante (vers. 5-15) Jesús trata de problemas de una naturaleza más general y de instrucciones aplicables a los obreros cristianos hasta el fin del tiempo (vers. 16-42; DTG 318-319).

Como a ovejas.

Ver com. vers. 6. Quienes trabajan por Cristo deben manifestar ciertos rasgos característicos de las ovejas, sobre todo la suavidad en su trato con otros. Comparar esto con la expresión "sencillos como palomas"

Prudentes como serpientes.

Quienes predican el Evangelio deben estar alerta y actuar con rapidez cuando se presenta la oportunidad, reconociendo los peligros y las dificultades que puedan presentarse debido a su plan de acción. Deben ser prudentes en su conducta y en su enfoque de las situaciones difíciles. Deben discernir a través de la astucia de los impíos, sin practicar ellos mismos esos ardides. Por supuesto, hay algunos rasgos característicos de las serpientes que no deben imitar, ni tampoco imitar todas las características de las ovejas. Deben ser tan cautelosos como las serpientes, pero no imitar su astucia.

Sencillos.

Gr. akéraios , literalmente "sin mezcla"; por lo tanto, "puro", "inocente" o "sencillo". Si bien deben ser cuidadoso como las serpientes, el obrero cristiano debe estar tan libre de dolo o astucia como una paloma.

17. Guardaos.

Gr. proséjÇ , "prestar atención". Cristo presenta aquí un ejemplo concreto de la cautela que debería caracterizar el trabajo del misionero cristiano: debe guardarse de los hombres, específicamente de quienes no dejan que sus pensamientos sean guiados por el Espíritu Santo, porque los tales responden en menor o mayor grado, a las insinuaciones de Satanás.

Concilios.

Es decir, los juzgados locales o pequeños sanedrines, que posiblemente tenían 23 miembros (ver com. cap. 5: 22). Estos pequeños juzgados se encontraban en varias ciudades judías pero no en Jerusalén donde se reunía el gran sanedrín.

Azotarán.

El diácono, o jazzan , era por lo general el que azotaba (ver p. 58). La ley de Moisés disponía el castigo con azotes (Deut. 25: 1-3). La pena máxima era de cuarenta azotes. Se acostumbraba dar sólo 39 azotes pues no dar el último azote insinuaba misericordia. Pablo recibió este castigo cinco veces (2 Cor. 11: 24).

18. Gobernadores y reyes.

Durante los primeros años del cristianismo, gobernadores tales como Pilato, Félix, Festo y Galión juzgaron a misioneros cristianos acusados de ser anarquistas o perturbadores. Herodes Antipas, Herodes Agripa I, Nerón y Domiciano fueron algunos de los reyes y emperadores ante quienes los cristianos debieron comparecer.

Por causa de mí.

La promesa del vers. 19 sólo se aplica cuando los cristianos son acusados por causa de su fe y por sus actividades misioneras, y no cuando han participado en actividades indebidas (ver 1 Ped. 2: 19-20).

A ellos.

Muchos "gobernadores y reyes", como también funcionarios menores, no habrían tenido la oportunidad de escuchar la verdad y de observar el efecto de sus principios en la vida de los acusados si no se hubieran visto obligados a hacerlo debido a su posición oficial.

19. No os preocupéis.

Gr. merimnáÇ , "preocuparse" , " "afanarse" (ver com. Luc. 10: 41). Cristo no disculpa aquí el descuido y la despreocupación de parte de los creyentes cristianos en lo que concierne al estudio de las Escrituras, porque el cristiano debe estar siempre preparado " "para presentar defensa ... ante todo el que ... demande razón" " de la fe que profesa (1 Ped. 3: 15). Hemos de servir fielmente a Dios día tras día, sin preocuparnos por el día de mañana (Mat. 6: 34). Hemos de confiar en Dios quien nos dará la gracia necesaria para hacer frente a los problemas que surjan, pero al mismo tiempo hemos de estudiar con todo esmero la voluntad revelada por Dios a fin de estar preparados para afrontar cualquier situación que se presente.

20. No sois vosotros los que habláis.

Los misioneros cristianos nunca deberían olvidar que hablan como representantes o embajadores de Cristo (2 Cor. 5: 19-20), y nunca han de presentar sus propias teorías como si fueran verdad. Si así lo hicieran, bien podría clasificárselos como falsos profetas (ver com. Mat. 7: 15).

En vosotros.

Es decir, por medio de vosotros.

21. El hermano.

En el griego no aparece el artículo definido, por lo cual debería traducirse como "un hermano", entendiéndose "cualquier hermano". Hasta donde sea posible, los cristianos deberían vivir "en paz con todos los hombres" (Rom. 12: 18) y deberían realizar sinceros y perseverantes esfuerzos, no sólo por vivir en paz con los miembros de su familia, sino ganarlos para Cristo si fuera posible (1 Cor. 7: 13-16).

22. Aborrecidos de todos.

Con frecuencia, aquellos cuyas vidas testifican del poder de Cristo y de la verdad del Evangelio son objeto de odio, pero deben cuidarse de no pagar con la misma moneda. Todos los que viven piadosamente, pueden esperar persecución Juan 16: 33; 2 Tim. 3: 12) pues los impíos se resienten ante la tácita condenación de sus malas prácticas debido a la vida piadosa de los representantes de Cristo (1 Juan 3: 12). Aquellos cuyas vidas no armonizan con los principios que saben que son correctos suelen evitar relacionarse con las personas correctas.

Por causa de mi nombre.

Ver com. vers. 18.

El que persevere hasta el fin.

Es evidente que el que abandona una carrera antes de alcanzar la meta, nunca puede esperar recibir el premio. Es necesario comenzar la carrera y también permanecer, en ella si se la ha de ganar. No basta comenzar la carrera cristiana, debemos permanecer en ella "hasta el día de Jesucristo" (Fil.1: 6). Debemos afirmar el rostro (Luc. 9: 51) para finalizar la carrera que Dios nos ha señalado, así como lo hizo Jesús, "autor y consumador de la fe" (Heb. 12: 2).

23. Os persigan.

Ver com. cap. 5: 10-12.

Huid.

En ciertas circunstancias, huir demuestra cobardía; otras veces indica prudencia (cf. com. vers. 16). Lo que determina si es cobardía o prudencia es el resultado final para el reino de los cielos, no la conveniencia personal ni lo que la gente pueda pensar. Cuando el trabajo en algún lugar no da resultados, los embajadores del reino bien pueden ir prestamente a otro sitio con la esperanza de que allí encontrarán a alguien que esté dispuesto a escuchar.

El sufrir persecución como un medio de ganar méritos para ir al cielo no tiene valor en sí. En su propio ministerio, Cristo demostró repetidas veces el principio que aquí expuso a los doce, y presentó ilustraciones que muestran las circunstancias en que debe aplicarse ese principio. Cuando fue rechazado por el sanedrín después de haber sanado el paralítico en Betesda, se fue a Galilea (ver com. cap. 4: 12) y en ocasiones posteriores se fue de Nazaret a Capernaúm (ver com. Luc. 4: 30-31), de Galilea a Fenicia (ver com. Mat. 15: 21), de Magdala a Cesarea de Filipo (cap. 16: 1-13), y de Judea a Efraín (Juan 11: 53-54). Cuando los cristianos de Jerusalén fueron perseguidos después del apedreamiento de Esteban, se esparcieron en todas direcciones, "anunciando el evangelio" (Hech. 8: 1-4).

Ciudades de Israel.

El término Israel, como era usado en tiempos de Cristo, no parece haberse empleado en un sentido geográfico o político, sino más bien con referencia al pueblo de Israel (Mat. 8: 10; Luc. 2: 34; Juan 3: 10; Hech. 2: 22; etc.).

Antes que venga el Hijo del Hombre.

Quizá Jesús se dirija aquí en términos generales a todos los cristianos, indicando que habría lugares donde trabajar y gente lista para recibir el mensaje hasta que sea " "predicado este evangelio del reino en todo el mundo" " (Mat. 24: 14; EC 464).

24. El discípulo.

Lo que Jesús dijo en esta ocasión bien podría haber sido un proverbio común en ese tiempo. Aparece en otros idiomas además del arameo.

Maestro.

Gr. didáskalos , "el que enseña", "maestro". La misma palabra griega aparece en la primera parte del vers. 25.

25. Padre de familia.

Gr. oikodespót ' s , "dueño de la casa" (BJ). Ver com. Luc. 2: 29. Siguiendo el pensamiento de Mat. 10: 24, el "padre de familia" " es Cristo.

Beelzebú.

Este era el nombre dado al príncipe de los demonios (Mat. 12: 24-27; Mar. 3: 22-23; Luc. 11: 15-19). La evidencia textual establece la forma Beelzebóul. Algunos MSS dicen: Beelzebóub . Se desconoce el significado exacto de la palabra. Es posible que el nombre Beelzebú derive del Heb. ba'al zebul , que podría significar "señor de la gran casa" o "señor de la casa celestial". Podría también derivar del Heb. ba'al zebub , "señor de las moscas", dios de Ecrón (ver com. 2 Rey. 1: 2). Se ha sugerido que los judíos pudieron haber cambiado el nombre Beelzebub a Beelzebul (un juego de palabras basado en los vocablos ba'al zibbul, "señor del estiércol") para mostrar su desprecio por el dios pagano. En Ras Samra se encontraron tablillas que datan de 1400 a. C. y que hablan de "Zebul, príncipe de la tierra". De este modo, podría entenderse que Beelzebú significa "Baal es príncipe".

27. En tinieblas.

Es probable que se refiera aquí al grupito de los discípulos, círculo relativamente pequeño dentro del cual Jesús habló.

Decidlo en la luz.

Quizá esto indica que los discípulos debían propagar ampliamente las lecciones de verdad que habían aprendido en privado.

Al oído.

Idea paralela a "en tinieblas", de la primera parte del versículo.

Desde las azoteas.

Figura de la amplia divulgación que debían dar al Evangelio, similar a decir "en la luz". Los discípulos no habían de comprar la paz por medio del silencio ni de transigencias.

28. Matan.

Los que "matan el cuerpo" son, evidentemente, los perseguidores que se mencionan en los vers. 18-25, 36. Sólo Dios " "puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno" " . Dentro del contexto del juicio final, cabe señalar lo que dice Heb. 10: 31: "¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!" " En cuanto a persecuciones, ver com. cap. 5: 10-12.

Alma.

Gr. psuj ', "aliento", "vida", "alma". La palabra psuj ' (plural psujái ) aparece 102 veces en el NT griego. La traducción más común de la RVR es "alma" (48 veces; Mat. 11: 29; 12: 18; etc.). Le sigue "vida" o "vivir" (38 veces; Mat. 6: 25; 16: 25; etc.). En siete casos se refiere a la identidad personal y la RVR traduce "personas" " (Hech. 7: 14; 1 Ped. 3: 20; etc.). Seis veces tiene que ver con las emociones y se traduce como "corazón" (Efe. 6: 6) o "ánimos" (Hech. 14: 2). Una vez se traduce como "muerte" (Mat. 2: 20) y dos veces no hay una traducción literal de la palabra (Rom. 2: 9; 11: 3). En el vocablo psujé no hay nada que insinúe ni siquiera remotamente una entidad consciente que pueda sobrevivir a la muerte del cuerpo o que sea inmortal. La Biblia nunca emplea el término psujé para referirse a un ser consciente capaz de existir aparte del cuerpo. La Biblia no habla de almas vivas y conscientes que sobrevivan al cuerpo. Con referencia a la palabra hebrea néfesh , equivalente a la palabra griega psujé, ver com. 1 Rey. 17: 21; Sal. 16: 10. Lo que se dice de una palabra se aplica a la otra.

Infierno.

Gr. géenna (ver com. cap. 5: 22).

29. Pajarillos.

Gr. strouthíon , diminutivo de stróuthos . Se traduce generalmente "gorrión", y por extensión, cualquier pájaro pequeño. Estos pajarillos, de ínfimo valor comercial, eran vendidos como avecillas canoras o como alimento.

Un cuarto.

Gr. assárion , diminutivo griego del sustantivo latino as , moneda romana de cobre. El assárion valía 1/16 de un denario (ver p. 51). Equivaldría a 1/16 del salario diario de un obrero en los días de Cristo.

Cae a tierra.

En el pasaje paralelo de Lucas se dice que "ni uno de ellos está olvidado delante de Dios" (cap. 12: 6).

Sin vuestro Padre.

Es decir, sin que Dios se dé cuenta de ello. Si el Padre celestial tiene en cuenta las lastimaduras o la muerte de un pajarillo, cuánto más ha de significar para él el dolor o la muerte de uno de sus hijos o hijas.

30. Aun vuestros cabellos.

No se sabe de nadie que se haya interesado tanto en sí mismo como para contar los cabellos de su cabeza. El Creador nos conoce mucho más íntimamente de lo que nosotros mismos nos conocemos.

32. Me confiese.

Literalmente "confiese en mí", debido al sentido de unidad con Cristo. Cuando permanecemos en él y él en nosotros, nuestra confesión de fe en él llevará mucho fruto (Juan 15: 1-8). Jesús rogó por esta íntima comunión antes de entrar en el huerto de Getsemaní (Juan 17: 23). Los que testifican de Cristo entre los hombres son aquellos en favor de quienes Jesús puede dar testimonio ante el Padre. Jesús es ahora nuestro Testigo, nuestro Embajador ante el Padre, así como nosotros hemos de ser sus testigos y embajadores ante los hombres.

34. No penséis.

Aquí Cristo intenta disipar la opinión errada que, evidentemente, tenían algunos discípulos de que el mensaje que habían de predicar produciría armonía como único resultado. No debían sorprenderse si, en el transcurso de su trabajo de casa en casa (ver com. vers. 11-13), surgían diferencias como resultado de su ministerio.

Para traer paz.

Cristo es el Príncipe de paz. Él es quien ha traído la paz del cielo a la tierra y la ha impartido a los hombres (ver com. Juan 14: 27). Sin embargo, cuando una persona hace la paz con Dios (Rom. 5: 1), con frecuencia el mundo la considera enemiga (1 Juan 3: 12-13). Cristo vino a poner a los pecadores en paz con Dios, pero al hacerlo inevitablemente causó la discordia entre ellos y los que se negaron a recibir la oferta de paz (ver com. Mat. 10: 22). El cristiano nunca debería buscar la paz que se logra mediante componendas con el mal, ni debería conformarse con esa paz. Para el verdadero cristiano, no se trata de un asunto de paz a cualquier costo.

35. Nuera.

Gr. númf' , "novia", "joven casada", "nuera". Todavía hoy es relativamente común, en algunos países del Cercano Oriente, que el matrimonio joven viva en casa de los padres del novio, y que la novia esté sujeta a la madre del esposo. De este modo, ahora tanto como entonces, esta relación entre suegra y nuera se prestaba para dificultades. En el caso de que una creyera en Cristo y la otra se opusiera a esa creencia, los problemas podrían ser serios.

36. Los enemigos.

Cuando una persona acepta a Cristo, muchas veces sus amigos más íntimos se convierten en sus enemigos más acérrimos e implacables. Esto no sólo ocurre en tierras paganas, sino también en países cristianos y entre cristianos nominales que practican las formas de religión pero saben poco o nada acerca del poder que la religión tiene para transformar la vida (ver 2 Tim. 3: 5).

37. Ama a padre o madre.

Jesús sancionó lo que ordena el quinto mandamiento y reprochó cualquier intento de escapar a las obligaciones legítimas de los hijos para con sus padres (ver com. Mat. 5: 17-19; Mar. 7: 9-13). Sin embargo, el amor a los padres nunca debe impedir la obediencia a Dios en todo, si hay un conflicto entre ambos. El amor a Dios y su servicio deben ser la regla suprema de la vida, "el primero y grande mandamiento" (ver com. Mat. 22: 36-37); pero la segunda tabla del Decálogo, donde está el quinto mandamiento, es "semejante" a la primera en naturaleza e importancia (ver com. cap. 22: 39).

No es digno de mí.

Es decir, no es digno de ser llamado cristiano. Ninguna obligación humana es pretexto válido para dejar de tomar la cruz de la lealtad, la obediencia y el servicio a Cristo (vers. 38).

38. No toma su cruz.

Entre los romanos, la muerte por crucifixión estaba reservada para los esclavos y para los culpables de los más horrendos crímenes. Por lo tanto, podría decirse que los que eran sentenciados a morir así eran detestados, odiados y execrados por la sociedad. El que era condenado a morir crucificado generalmente llevaba su cruz hasta el lugar de la ejecución. El tomar la cruz de Cristo y seguirle significa sufrir sin queja ni pesar la desaprobación de amigos y parientes, y soportar con paciencia y humildad el reproche de los hombres. Significa sobrellevar la "espada" de la persecución (vers. 34-37) empuñada por aquellos de quienes se podría haber esperado paz. Cristo reiteró este principio en diversas ocasiones (Mat. 16: 24; Mar. 8: 34; Luc. 9: 23; 14: 27). Aquel que es llamado a llevar su cruz a fin de seguir a Cristo, tiene el supremo privilegio de compartir con él sus sufrimientos. Nadie puede tener mayor honor (DTG 195-197).

Sigue en pos de mí.

Es decir, por el camino del discipulado y del sufrimiento.

39. El que halla.

Es decir, el que se propone gozar de aquellas cosas que, desde el punto de vista humano, son esenciales para la felicidad y el contentamiento a fin de disfrutar de ellas. El hijo pródigo pensó que al abandonar su hogar hallaría verdadera vida (Luc. 15: 12-13), pero cuando, por amarga experiencia y solemne reflexión pudo ver la vida en su verdadera perspectiva, se levantó y volvió a su padre (Luc. 15: 17-20). Los que piensan que han de "hallar" la vida afanándose para obtener las cosas que este mundo ofrece, están trabajando "por la comida que perece" (ver com. Juan 6: 27). El principio registrado aquí fue repetido por Cristo en más de una ocasión (Mat. 16: 25; Mar. 8: 35; Luc. 9: 24; 17: 33; Juan 12: 25).

Vida.

Gr. psujé (ver com. vers. 28).

La perderá.

El que extiende la mano para asir las cosas sin valor de esta vida, por lo general encuentra que se desvanecen como burbujas en la mano de un niño.

El que pierde.

Es decir, el que está dispuesto a prescindir del placer y de las recompensas que este mundo ofrece, y elige " "antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado" " (Heb. 11: 25). El tal sabe distinguir los verdaderos valores. Así como Pablo, se siente dispuesto a perder todo lo que esta vida ofrece a cambio de la ventaja suprema de conocer a Jesucristo y de compartir con él sus sufrimientos (Fil. 3: 8, 10).

Por causa de mí.

Ver com. vers. 18.

La hallará.

Sólo cuando un grano de trigo es enterrado y muere, puede dar lugar a nueva vida (ver com. Juan 12: 24-25). Sólo cuando el yo es enterrado en el surco de la necesidad del mundo, el hombre puede descubrir el verdadero propósito de su existencia.

40. A vosotros recibe.

Los cristianos son embajadores del reino de los cielos. Todo lo que digan o hagan es considerado por los habitantes de esta tierra como una expresión de los ideales del reino de los cielos. La forma en que el mundo los trata -por ser embajadores de Cristo- es considerada por el Salvador como si ese trato le hubiera sido dado a él mismo.

41. Recibe a un profeta.

Es decir, recibe al profeta en su hogar y lo trata como a profeta.

Por cuanto es profeta.

La viuda de Sarepta sin duda recibió a Elías como profeta, porque era profeta. De otro modo es probable que le hubiera negado la hospitalidad que él le pedía (1 Rey. 17: 9-16). Lo mismo ocurrió en el caso de la sunamita que recibió a Eliseo en su casa (2 Rey. 4: 8-10).

Recompensa de profeta.

Es probable que se refiera esto a una recompensa digna de ser concedida por un profeta o a un profeta. La viuda de Sarepta recibió amplia provisión de alimento en medio de la sequía, y le fue restaurada la vida a su hijo (1 Rey. 17: 16, 23). Del mismo modo, la sunamita recibió una gran recompensa pues Dios le concedió un hijo y cuando éste murió, lo recibió de nuevo con vida (2 Rey. 4: 16-17, 34-37).

42. Estos pequeñitos.

No necesariamente los de corta edad, sino quizá también personas de poca o ninguna importancia.

Un vaso de agua fría.

Quizá se emplea este acto como ilustración del servicio mínimo que podría brindársela a una persona. Era un servicio insignificante, pero muchas veces un servicio importantísimo y muy necesario en las tierras bíblicas, donde casi siempre escaseaba el agua.

Por cuanto es discípulo.

El griego dice literalmente "en nombre de un discípulo". En Mar. 9: 41 se explica que dar "un vaso de agua en mi nombre [en el de Cristo]" es darlo "porque sois de Cristo". 

CBA T5

Comentarios

Entradas populares de este blog

Lección 11 LA CRISIS VENIDERA | Lunes 10 de junio

 Lunes 10 de junio | Lección 11 LA CRISIS VENIDERA La profecía de la marca de la bestia en Apocalipsis 13 nos habla de la peor etapa, la más feroz, de la guerra de Satanás contra Dios. Desde que Jesús murió en la Cruz, el enemigo sabe que ha sido derrotado, pero se ha resuelto a hundir junto con él a la mayor cantidad posible de personas. Su primera estrategia en esta campaña es el engaño. Cuando el engaño no funciona, recurre a la fuerza. En última instancia, él está detrás del decreto de que cualquiera que se niegue a adorar a la bestia o a recibir su marca será condenado a muerte. La persecución religiosa, por supuesto, no es nueva. Ha existido desde que Caín mató a Abel por obedecer el mandato de Dios. Jesús dijo que sucedería incluso entre los creyentes. Lee Juan 16:2; Mateo 10:22; 2 Timoteo 3:12; y 1 Pedro 4:12. ¿Qué experimentó la iglesia del Nuevo Testamento y cómo se aplica esto a la iglesia de Cristo del tiempo del fin?  Jua 16:2  Los expulsarán de las sinagogas...

Lección 1| PARA ESTUDIAR Y MEDITAR | Viernes 5 de Julio

  Viernes 5 de Julio | Lección 1 PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Lee el capítulo 10 de El Deseado de todas las gentes, de Elena de White, titulado “La voz en el desierto” (pp. 72-83), y el capítulo 17 de Los hechos de los apóstoles, de la misma autora, titulado “Heraldos del evangelio” (pp. 137-145). ¡Qué fascinante es el hecho de que el mensaje del primer ángel, en Apocalipsis 14:6 y 7, sea paralelo al mensaje evangélico de Jesús en Marcos 1:15! El mensaje del primer ángel trae el evangelio eterno al mundo en los últimos días en preparación para la Segunda Venida. Al igual que el mensaje de Jesús, el evangelio angélico del tiempo del fin contiene los mismos tres elementos, como ilustra la siguiente tabla: El mensaje del primer ángel anuncia el comienzo del juicio previo al regreso de Cristo predicho en la profecía de los 2.300 días de Daniel 8:14; este comenzó en 1844. El Juicio trae el Reino de Dios a su pueblo perseguido (Dan. 7:22). La exhortación del primer ángel a reverenciar, glori...

Lección 3 | EL SEÑOR REINA | Lunes 15 de enero

Lunes 15 de enero | Lección 3 EL SEÑOR REINA Estrechamente ligado (mejor dicho, inseparablemente ligado) al concepto del Señor como Creador está el concepto del Señor como Soberano, como Gobernante. La declaración “El Señor reina” se proclama solemnemente en Salmos 93:1, 96:10, 97:1 y 99:1, pero sus ecos se escuchan en todo el libro de Salmos. El Señor está revestido de honor, majestad y fuerza (Sal. 93:1; 104:1). Está rodeado de nubes y tinieblas (Sal. 97:2), pero también se cubre “de luz como de un vestido” (Sal. 104:2). Estas metáforas exaltan el poder y el esplendor del Rey, y fueron cuidadosamente escogidas para expresar la grandeza única de Dios, que está más allá de la comprensión humana. Lee Salmo 97. ¿Qué caracteriza el reinado del Señor? (Sal. 97:2, 10). ¿Cuál es el dominio de su reinado? (Sal. 97:1, 5, 9). Sal 97:1   Jehová reina; regocíjese la tierra,   Alégrense las muchas costas.  Sal 97:2  Nubes y oscuridad alrededor de él;   Justic...