CBA Libro de Lucas capítulo 3
1. En el año decimoquinto.
[Predicación de Juan
el Bautista, Luc. 3:1-18 = Mat. 3:1 - 12 = Mar. 1.-1-8. Comentario principal:
Mateo y Lucas. Ver diagrama p. 218.] En la antigüedad se computaban las fechas
de los acontecimientos según los años del reinado de los reyes o citando los
nombres de los funcionarios bajo cuya jurisdicción ocurrían los sucesos. No
había una cronología universal que se pueda comparar con la que usamos hoy. Los
seis detalles históricos que Lucas presenta aquí ocasionan, en algunos aspectos,
ciertos problemas cronológicos a los estudiosos de la Biblia; sin embargo, esos
mismos detalles señalan con certeza que Lucas era un historiador preciso y
exacto (ver com. cap. 1: 1-4), lo cual testifica que su Evangelio es digno de
confianza. La principal dificultad cronológica que hay en este pasaje es hacer
coincidir "el año decimoquinto del imperio de Tiberio César" con otros datos
cronológicos que existen de la vida de Cristo y con el sistema de fechas de la
era cristiana. Con referencia a este problema, ver pp. 234-238.
Aunque
suele considerarse que Lucas era gentil, es posible que aquí empleara la forma
de cómputo cronológico común entre los Judíos. Si se calculan los años del
reinado computando el año de otoño a otoño, sin contar como año de ascensión al
trono la parte del año entre la entronización y el año nuevo (ver t. II, pp.
139-143) el primer año de Tiberio habría terminado en el otoño
(septiembre-noviembre) del año 14 d. C. Por lo tanto, su decimoquinto año habría
comenzado en el otoño del año 27 d. C. y habría terminado en el otoño del año 28
d. C. El bautismo de Jesús ocurrió en el otoño del año 27 (DTG 200), a comienzos
del año quince de Tiberio. Esta fecha y su relación con la profecía de las 70
semanas se discute en com. Dan. 9: 25, 27. Ver también DTG 84-88.
Otro
procedimiento utilizado por algunos para determinar la fecha del comienzo del
ministerio de Cristo, se basa en Juan 2:13, 20, donde se sitúa la primera pascua
del ministerio público de Jesús en el año 46 del templo (Juan 2:20). Este
problema se trata en las pp. 233-234. Con referencia a la expresión "como de
treinta años", ver com. Luc. 3:23.
Tiberio.
Ver p. 237. Excepto
la mención de Augusto en Luc. 2:1, todas las referencias que se hacen al "César"
en los Evangelios se aplican a Tiberio César. Tiberio se destacó por sus
triunfos en diversas campañas militares antes de que fuera nombrado gobernador
militar de las provincias, siendo aclamado como el "primer soldado del imperio".
Fue reconocido por su estricta disciplina, por haber sido considerado en el
cobro de impuestos y por su estricta economía en la administración. Fomentó el
comercio y las comunicaciones. En su honor, el mar de Galilea recibió el nombre
de mar de Tiberias (Juan 6: 1; etc.). Ver diagramas 3, 11, pp. 218, 224.
Gobernador.
El gobernador o procurador era un administrador de
orden ecuestre nombrado por el emperador como gobernante de una subdivisión de
una provincia. En ese tiempo Judea era una subdivisión de la provincia romana de
Siria. (ver p. 67; com. Mat. 27:2).
Poncio Pilato.
Fue el quinto
en la serie de procuradores nombrados por Roma después de la deposición y del
destierro de Arquelao en el año 6 d. C. (ver com. Mat. 2: 22). Pilato sucedió a
Valerio Grato aproximadamente en el año 26 d. C., y fue destituido por Tiberio
en el año 36 d. C. por su conducta indebida mientras ejercía el mando. Ver pp.
69-70; diagramas 3, 11, pp. 218, 224.
Herodes.
Herodes Antipas
(ver com. Mat. 2:22), fue designado por su padre, Herodes el Grande, como
tetrarca de Galilea y Perea. Este nombramiento fue confirmado más tarde por
Augusto. La madre de Herodes era samaritana. Este Herodes se casó con su sobrina
Herodías, esposa de su medio hermano (ver diagrama p. 40), matrimonio objetado
por los Judíos y por el cual Herodes Antipas fue reprendido por Juan el Bautista
(Luc. 3:19-20). Jesús con toda propiedad lo llamó "zorra" (cap. 13:31-32), y se
refirió a su mala influencia utilizando la figura "levadura de Herodes" (Mar. 8:
15). Pilato envió a Jesús a Herodes Antipas durante el transcurso del juicio del
Salvador (Luc. 23:7-15). El nombre Antipas es una forma contracta de Antípater,
abuelo de Herodes Antipas. Aunque sólo era tetrarca, gobernó prácticamente como
rey desde la muerte de su padre Herodes el Grande hasta que fue destituido
alrededor del año 39 d. C. (Josefo, Antigüedades xvii . 11. 4; Guerra ii. 6. 3).
Parece que por simple cortesía se le permitió ostentar el título de rey (Mar.
6:14; ver pp. 65-66; diagramas 3, 11, pp. 218, 224 y mapa frente a la p. 353).
Tetrarca de Galilea.
Antipas hizo acuñar monedas en las que
aparecía con el título de "tetrarca". Al principio "tetrarca" era, estrictamente
hablando, el gobernador de la cuarta parte de una provincia, pero posteriormente
el término se comenzó a usar para designar a cualquier gobernante que tuviera
menos jerarquía que un rey.
Felipe.
Hijo de Herodes el Grande
(ver diagrama, p. 40) y probablemente el más justo y juicioso de todos los hijos
de Herodes el Grande (Josefo, Antigüedades xviii. 4. 6). Se casó con Salomé,
hija de Herodías y de Herodes Felipe I, poco después del episodio registradoen
Mar. 6:22-25 (Josefo, Antigüedades xviii. 5. 4). Felipe fue el primero de la
familia de los herodiaiios que hizo grabar la efigie de Augusto y de Tiberio en
las monedas que ordenó acuñar. Los judíos consideraron que eso era idolatría,
pero afortunadamente para Felipe sus súbditos eran casi todos paganos.
Reconstruyó la ciudad de Cesarea de Filipo al pie del monte Hermóti, poniéndole
ese nombre en homenaje a Tiberio César y a sí mismo (Josefo, Antigüedades xviii.
2. 1 ; Guerra ii . 9. 1 ). Reconstruyó la ciudad de Betsaida Julias, a la que
puso el nombre de la hija de Augusto. En esta ciudad, en el extremo norte del
mar de Galilea, vivieron Pedro, Andrés y Felipe (Juan 1:44; 12:21). Felipe
gobernó durante 37 años, desde el año 4 a. C. hasta 34 d.C. (ver diagramas 3,
11, pp. 218, 224).
lturea.
Región situada al noreste del mar de
Galilea y al este de Cesarea de Filipo. Algunos han pensado que el nombre deriva
de Jetur, hijo de Ismael (Gén. 25:15). Ver mapa frente a la p. 353.
Traconite.
Región al este de Iturea. El nombre evidentemente
deriva del Gr. trajús , que significa áspero o pedregoso, adjetivos que
describen bien esa región. Sus soldados se destacaron como hábiles arqueros.
Lisanias.
Los críticos de la Biblia afirmaron durante largo
tiempo que el hecho de que Lucas mencionara a Lisanias como tetrarca de Abilinia
era un grave error cronológico. Señalaban que el único gobernante conocido por
ese nombre en ese lugar fue un hijo de Tolomeo, que había sido rey y no
tetrarca, que su capital estuvo en Chalcis en Celesiria y no en Abilene, y que
reinó desde el 40 hasta el 36 a. C. Aunque debe admitirse que no se tienen
mayores datos acerca de Lisanias para confirmar la aseveración de Lucas, existen
hoy suficientes evidencias en cuanto a este tetrarca, hasta el punto de que en
la Enciclopedia de la Biblia (Barcelona: Editorial Garriga, 1964) se afirma que
"se le ha dado la razón al evangelista" (ver "Lisanias"). Josefo habla de "Abila
de Lisanias " (Antigüedades xix. 5. 1.) y de la tetrarquía de Lisanias
(Antigüedades xx. 7. 1; Guerra ii. 11. 5). Se encontró una medalla en la cual se
nombra a un tal Lisanias como "tetrarca y sumo sacerdote". Se sabe que durante
el reinado de Tiberio la región de Abilinia fue gobernada por un tetrarca
Lisanias; y finalmente se ha encontrado en Abilene una inscripción que data del
período comprendido entre los años 14-29 d. C., en la cual aparece Lisanias como
tetrarca.
Abilinia.
Distrito situado entre Damasco y las
montañas del Antilíbano.
Sumos sacerdotes.
Caifás era
oficialmente el sumo sacerdote, pero Anás, destituido por los romanos, era
respetado por el pueblo como sumo sacerdote (Juan 18: 13, 24; Hech. 4:6). El
oficio de sumo sacerdote originalmente era hereditario y vitalicio; pero durante
el gobierno herodiano y el romano se nombraba y se destituía a los sumos
sacerdotes en rápida sucesión. Uno de ellos ejerció sólo durante un día. Desde
la entronización de Herodes el Grande en el año 37 a. C. hasta la caída de
Jerusalén en el año 70 d. C., 28 personas ocuparon ese sagrado puesto, con un
promedio de unos cuatro años cada uno.
2. Anás.
Nombrado sumo sacerdote por Quirinio, gobernador
de Siria alrededor del año 6 ó 7 d. C., Y destituido en el año 14 ó 15 d.C. por
Valerio Grato (Josefo, Antigüedades xviii. 2. 2), quien precedió a Pilato como
procurador de Judea. Anás tuvo cinco hijos; todos ellos fueron sumos sacerdotes
como también lo fue su yerno Caifás. Este cargo fue ocupado intermitentemente
por miembros de su familia durante unos 50 años después que Anás fue destituido.
Aunque éste ya no ejercía el sumo sacerdocio durante el ministerio de Jesús, aún
seguía siendo considerado como legítimo sumo sacerdote por un buen número de sus
compatriotas (Hech. 4:6).
Caifás.
Yerno de Anás. Nombrado sumo
sacerdote por Valerio Grato alrededor del año 18 ó 19 d. C. Ocupó el puesto
aproximadamente hasta el año 36 d. C.; por lo tanto, fue oficialmente sumo
sacerdote durante todo el ministerio de Jesús. Era saduceo, orgulloso y cruel,
prepotente e intolerante; pero su carácter era débil y vacilante (Juan 11:49-50;
DTG 497-498, 651). Ver diagramas 1, 3, pp. 217-218.
Juan.
Ver
com. Mat. 3: 1. Sólo Lucas llama a Juan hijo de Zacarías (Luc. 1:67). Parece que
los datos cronológicos de Mat. 3:1 se aplican al momento cuando fue "palabra de
Dios a Juan", es decir, cuando Dios lo llamó a cumplir la misión que se le había
asignado y le dio la "palabra", o mensaje específico que debía proclamar. Tal
vez Juan comenzó su ministerio cerca de la pascua del 27 d. C. (ver diagrama p.
220).
El desierto.
Ver com. Mat. 3: 1. Los tres Evangelios
sinópticos afirman que Juan estuvo "en el desierto" para hacer destacar que se
apartaba de los lugares donde la gente solía congregarse. Es probable que la
"palabra de Dios" le fuera dada a Juan en el desierto de 700 judea, pues allí
había transcurrido una gran parte de su adolescencia y los primeros años de su
juventud (ver com. Luc. 1:80); pero, en realidad, comenzó a predicar y a
bautizar en Perea, frente a Jericó (Juan 10:40; DTG106; ver com. Luc. 1:80; Juan
1:28).
3. Región.
Gr. períjÇros ,
"región circundante" , "región vecina" (ver com. Mat. 3:1, 5). Juan comenzó a
predicar y a bautizar en "Betábara, al otro lado del Jordán" (ver com. Juan
1:28). Más tarde, Juan aparece "junto a Salim" (ver com. Juan 3:23); pero la
mayor parte de su ministerio se desarrolló en el desierto (DTG 191).
Predicando.
Gr. k'rússÇ , "proclamar". Juan proclamó el valor y
la necesidad de bautizarse y de abandonar el pecado (ver com. Mat. 3:2, 6) como
una preparación indispensable para la venida del Mesías y de su reino.
El bautismo del arrepentimiento.
Ver com. Mat. 3: 2, 6; cf. Isa.
1: 16. El "arrepentimiento" predicado por Juan abarcaba mucho más que la
confesión de los pecados pasados (Sal. 32: 1). Como lo demuestran sus palabras
de admonición (Luc. 3:9-14), el "arrepentimiento" debía ser seguido
inmediatamente por una nueva vida en la cual debían ponerse en práctica los
principios de justicia ya revelados en las Escrituras (cf. Miq. 6:8).
Perdón.
Gr. áfesis , "remisión", "perdón", o literalmente, "un
despido". El arrepentimiento y la confesión, y por lo tanto también el perdón,
debían preceder al bautismo, y eran los primeros pasos que debían darse en la
preparación del "camino del Señor" para enderezar "sus sendas", para rellenar
los valles y bajar los montes del carácter (Luc. 3: 4-5; cf. Mat. 3: 6). Lucas
emplea más la palabra áfesis que todos los otros autores del NT juntos.
4. Sendas.
La palabra griega se
refiere a sendas muy transitadas.
5. Todo
valle.
Es decir, toda barranca o cañada, todo lugar áspero del camino.
Sólo Lucas añade los detalles de los vers. 5-6, tomados de Isa. 40: 4-5. La obra
que aquí se describe es una ilustración apropiada de la transformación de
carácter que acompaña a la genuina conversión. Las alturas del orgullo y del
poder humanos debían ser abatidas (DTG 186; ver com. Mat. 3: 3).
6. Verá toda carne la salvación.
En
Isa. 40: 5, de donde cita Lucas, se lee: "Y se manifestará la gloria de Jehová,
y toda carne, juntamente la verá". Cuando Simeón contempló al niño Jesús en el
templo, exclamó: "Han visto mis ojos tu salvación" (Luc. 2: 30). Jesús vino a la
tierra a revelar la gloria del carácter de Dios, y nosotros, al contemplar "la
gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen" (2
Cor. 3: 18).
7. Decía.
El empleo
del tiempo verbal imperfecto indica que Juan habló muchas veces, recalcando, sin
duda, el mismo tema. Por lo tanto, no debe entenderse que Lucas se refiere aquí
a un sermón específico, predicado por Juan en una determinada ocasión, sino que
más bien presenta un resumen, de varios sermones, de los puntos especiales que
impresionaban a los oyentes (ver com. vers. 18).
Generación.
Gr. génn'ma , "descendencia", prole". Estas palabras fueron dirigidas
específicamente a los fariseos y a los saduceos (ver com. Mat. 3: 7). Las
ilustraciones concretas que usa Juan en su predicación, poniendo énfasis en las
escenas comunes y cotidianas del campo, nos recuerdan los mensajes de profetas
del AT tales como Joel y Amós, y las parábolas de Cristo. Nótese la rápida
sucesión de figuras literarias: los obreros que reparan un camino, generación de
víboras, frutos, el hacha puesta al tronco de un árbol, el siervo que desata el
calzado de su amo. un bautismo de fuego, la era con un aventador, su montón de
grano v el tamo llevado por el viento.
¿Quién os enseñó?
El
profeta del desierto puso en duda con esta penetrante pregunta los motivos de
los fariseos y de los saduceos. Sus motivos y sus ideales eran ajenos a los
principios del reino de los cielos. En esa condición presente no recibirían una
mejor bienvenida en este reino que la que se hubiera dado a una camada de
víboras en la era en época de cosecha (ver Luc. 3: 17; cf. com. Mat. 3: 7).
10. Preguntaba.
La gente
preguntaba después de cada discurso cómo podría aplicar esos principios a los
problemas de su propia vida. A cada uno Juan le daba el consejo apropiado (vers.
10-14).
¿Que haremos?
Las palabras de Juan el Bautista,
inspiradas por el Espíritu Santo, conmovieron los corazones hasta que la gente
sintió anhelo de hacer algo inmediatamente para prepararse para la "ira
venidera" (vers, 7) y el reino de Dios (vers. 4). Un sermón que no conmueve a
los oyentes y produce una respuesta positiva, no ha alcanzado su propósito. Juan
era un poderoso evangelista. Después de exhortar a la gente a prepararse para la
venida del Señor, le pidieron que les explicara cómo hacerlo. Juan respondió
señalando a cada persona o grupo los pecados que los acosaban, indicando así a
cada uno por dónde debía comenzar. Josefo escribió que Juan "era un hombre
bueno, y mandaba a los judíos a que practicaran la virtud, tanto en su justicia
mutua como en su piedad para con Dios, y que luego procedieran a bautizarse"
(Antigüedades xviii. 5. 2).
11. Túnicas.
Gr. jitÇn, la vestimenta interior que llevaba junto a la piel, y no
himátion , manto exterior que se ponía sobre el jitÇn .
Dé.
De
un verbo griego que significa "compartir".
12. Publicanos.
Gr. telÇn's, recaudador de impuestos",
llamados publicani por los romanos. La palabra telÇn's deriva de télos,
"impuesto", y Çnéomai , "comprar", literalmente "comprador de impuestos". Los
romanos no tenían empleados en el gobierno para cobrar los impuestos, sino que
vendían al que pagara más el derecho de recaudarlos dentro de una determinada
ciudad o provincia. Sólo los ricos podían comprar ese derecho, porque se exigía
que el comprador pagara cierta suma al tesoro real, sin importar la cantidad que
fuera finalmente recaudada, y debía depositar cierta fianza hasta que la suma
fuera pagada. Los telÇnai (plural de telÇn's) solían subdividir entre
subcontratistas la zona que les había sido asignada, o pagaban a otros para que
hicieran el trabajo de recaudar los impuestos. Los "publicanos" que menciona el
NT eran los funcionarios que recaudaban los impuestos, y, con raras excepciones,
probablemente eran judíos.
Los recaudadores de impuestos eran
representantes de un conquistador pagano, Y por eso evocaban en el pueblo un
recuerdo sumamente triste del bajo nivel al cual había descendido la nación
judía. Un hecho que aumentaba la vergüenza de los publicanos delante de los
judíos, era la inescrupulosa práctica que seguían la mayor parte de esos
despiadados parásitos de despojar a la gente de toda moneda, por pequeña que
fuera, que pudieran quitarles autorizados por la ley o la constante presencia de
los soldados romanos. Al judío que era "publicano" lo consideraban traidor de
Israel y lacayo de los odiados romanos. Si desde el punto de vista de los Judíos
era incorrecto pagar impuestos, ¡cuánto peor no sería entonces recaudarlos! Por
lo tanto, el publicano era excluido de la sociedad y excomulgado de la sinagoga.
Era considerado como un perro pagano y tratado como tal. Se lo toleraba
únicamente porque estaba respaldado por el poder romano (ver com. Mar. 2: 14; p.
68).
Maestro.
Juan no sólo predicaba como Cristo, sino que
además enseñaba.
13. No exijáis más.
Ni Juan ni Cristo condenaron la ocupación de recaudador de impuestos.
Jesús fue "amigo" de los publicanos (Mat. 11: 19) y se juntaba con ellos en
reuniones sociales (Mat. 9: 10-13). Pero tanto Jesús como Juan exigían justicia,
honradez y bondad de los miembros de este grupo que desearan ser ciudadanos del
reino del cielo.
Ordenado.
Debían recaudar sólo lo que la ley
les permitía, y ganar una suma razonable para mantenerse, porque no había -ni
hay- lugar en el reino de los cielos para los extorsionadores ni para los que
son como lobos implacables.
14. Soldados.
Literalmente "que servían como soldados", quizá porque estaban de
guardia en ese momento. Juan quizá estaba predicando en Perea (ver com. Juan 1:
28), dentro de la jurisdicción de Herodes Antipas (ver com. Luc. 3: 1), y los
soldados que se dirigieron a él probablemente eran judíos al servicio de
Herodes. Posiblemente fueron enviados por Herodes para vigilar a Juan, para
prevenir una revuelta popular, o tal vez eran policías que ayudaban a los
recaudadores de impuestos ya mencionados. La palabra que se usa para nombrarlos
podría indicar que los "soldados" habían sido destacados allí y no eran sólo
unos curiosos. Probablemente preguntaron con toda sinceridad: como soldados que
eran, ¿podían entrar en el reino de los cielos, Juan les respondió
afirmativamente: podrían entrar si cumplían con los requisitos de la ciudadanía
del reino de los cielos. Si los soldados hubiesen sido romanos, probablemente,
Juan les hubiera dicho que 702 creyeran en el verdadero Dios y se convirtieran a
la fe judía.
¿Qué haremos?
En griego, la construcción es
enfática, como si los soldados hubieran preguntado: "y nosotros, ¿qué haremos
nosotros?" Este énfasis podría sugerir que los soldados estaban junto con los
recaudadores de impuestos que acababa de hablar con Juan (vers. 12-13).
No hagáis extorsión.
Es decir "no exijáis dinero de nadie con
violencia o intimidación". El abuso del poder que practicaban los soldados era
el pecado dominante sobre el cual debían obtener la victoria a fin de estar
listos para recibir al Príncipe que iba a venir. Juan no condenó a los soldados
por ser soldados, sino destacó que debían ejercer su autoridad con justicia y
misericordia.
Salario.
Gr. opsÇnion, "salario", "soldada". Pablo
utiliza la palabra opsÇnion en Rom. 6: 23 al hablar de la "paga del pecado"; y
pregunta a los creyentes de la iglesia de Corinto: "¿Quién fue jamás soldado a
sus propias expensas [Gr. opsÇnion]"? (1 Cor. 9: 7). Evidentemente los soldados
que se acercaron a Juan eran mercenarios y no conscriptos.
15. Estaba en expectativa.
Gr.
prosdokáÇ, "aguardar", "buscar" o "esperar". Se usa el mismo vocablo griego al
hablar del cojo que estaba sentado a la puerta la Hermosa, quien miró a Pedro y
a Juan " "esperando recibir de ellos algo" " (Hech. 3: 2-5). La imaginación de
las multitudes que escuchaban a Juan ardía con la ansiosa expectativa de que
estuvieran a punto de cumplirse las profecías mesiánicas a las cuales él se
refería. Así como sucedió con los dos discípulos a quienes Cristo se les
apareció en el camino a Emaús, cuyos corazones ardían en ellos (Luc. 24: 32), la
gente anhelaba con vehemencia la pronta aparición del Libertador de Israel. El
mensaje de Juan captó la imaginación popular en una forma tal que conmovió a la
nación y llegó hasta la más remota aldea y el más apartado caserío.
Preguntándose todos.
Literalinente "estaban razonando" o
"estaban deliberando" (ver com. cap. 1: 29). "Andaban todos pensando en sus
corazones" (BJ). La conmoción general había llegado a su máximo grado. La gente
se preguntaba cuál sería el resultado de toda esa excitación. Josefo dice que
las multitudes que se reunían para escuchar a Juan "se conmovían grandemente al
escuchar sus palabras", y que Herodes Antipas "temía que la gran influencia que
Juan tenía sobre el pueblo pudiera proporcionarle el poder y la inclinación para
producir una rebelión (pues parecían estar listos a hacer cualquier cosa que él
les aconsejara)" (Antigüedades xviii. 5. 2). La misión que se le había señalado
a Juan era la de despertar la mente de los hombres de su sueño de siglos, de
encender en su corazón la esperanza de que un nuevo día estaba por amanecer y de
impulsarlos a prepararse para Aquel que vendría: el Deseado de todas las gentes.
Tuvo un éxito tan grande en esta obra que, sin duda, aun pudo interesar a los
dirigentes judíos para que investigaran su mensaje (Juan 1: 19-25). Todos sabían
de Juan, y todos los que podían hacerlo, venían a escucharlo.
Si acaso
Juan sería el Cristo.
Los dirigentes judíos muchas veces exigieron a
Jesús que hiciera milagros como evidencia de que era el Mesías (ver com. Mat,
12: 38, 16: 1; etc.); sin embargo, Juan "ninguna señal hizo" (Juan 10: 41). Su
burda vestimenta no tenía ningún parecido con la de la realeza. Era, sin dada,
de la tribu de Leví (Luc. 1: 5), no de la tribu de Judá como habían dicho los
profetas que lo sería el Cristo (ver com. Mat. 1: 1); sin embargo, el pueblo
estaba listo para aceptarlo como al Mesías si afirmaba serlo, y aun los
representantes del sanedrín se preguntaban si no podría acaso ser el Prometido
(Juan 1: 19-21). La nación judía no podría haberle hecho mayor elogio ni haber
dado un testimonio más elocuente acerca del poder de su mensaje. Ciertamente, su
proclamación de la venida del Mesías fue tan efectiva, que el pueblo creyó que
él era el Mesías.
18. Otras muchas exhortaciones.
Esto indica que lo que se ha presentado constituye un resumen de la
predicación de Juan el Bautista, y no un informe al pie de la letra de un sermón
determinado (ver com. vers. 7).
19. Herodes
el tetrarca.
[Encarcelamiento de Juan , Luc. 3.-19-20 = Mat. 14:3-5.
Comentario principal: Lucas. Ver mapa, p. 207; diagrama, p. 220]. Lucas relata
aquí el encarcelamiento y la muerte de Juan el Bautista para completar su
narración acerca de éste antes de ocuparse del ministerio de Cristo. Parece que
Juan no fue encarcelado sino hasta varios 703 meses, quizá un año o más, después
del bautismo de Jesús (DTG 185; cf. p. 203), cerca de la pascua del año 29 d. C.
Permaneció encarcelado hasta la primavera (marzo-mayo) del año 30, y fue
decapitado unas pocas semanas antes de la pascua de ese año (DTG 327-328, 332;
ver p. 66; diagramas 6 y 7, pp. 219-221; Nota Adicional de Lucas. 4).
Reprendido.
Según Josefo, los judíos en general desaprobaron
este matrimonio ( Antigüedades xviii. 5. 4).
Herodías.
Hija de
Aristóbulo y nieta, de Herodes el Grande. Herodes Antipas se divorció de su
esposa, hija del rey Aretas de Arabia, para casarse con Herodías (Josefo,
Antigüedades xviii. 5. 1). Ver com. vers. 1.
De Felipe.
Este
Herodes (ver diagrama p. 40) era medio hermano de Herodes Antipas, hijo de
Herodes el Grande y Mariamna (II), y no Felipe el tetrarca (ver com. vers. 1),
hijo de Herodes el Grande y de Cleopatra. Salomé era hija del primer Felipe y de
Herodías. Felipe fue desheredado por su padre Herodes el Grande, y vivió como un
ciudadano cualquiera, primero en Jerusalén y después en Roma.
20. Añadió además.
Esta fue una
maldad muy grande que Herodes añadió a todas sus otras "maldades" que había
cometido (vers. 19).
Encerró a Juan.
Juan fue encarcelado a
comienzos de la primavera el año 29, quizá en marzo o abril, después de un
ministerio de unos dos años (ver diagramas pp. 218-220; com. Mat. 3: 1). El
hecho de que fuera encarcelado por Herodes Antipas significa que Juan fue
detenido cuando estaba predicando en la parte oriental del jordán, es decir en
Perea (ver com. Luc. 3: 3).
A Herodes le pareció que el pueblo estaba
dispuesto a hacer cualquier cosa que Juan le dijera, y temió que esto produjera
una revuelta popular ( Antigüedades xviii. 5. 2; DTG 327). Josefo no menciona el
asunto de Herodías en relación con el encarcelamiento de Juan, aunque sí lo
menciona en otro lugar (Antigüedades xviii. 5. 4). Josefo quizá registre la
razón que dio Herodes públicamente para encarcelar a Juan. Difícilmente Herodes
habría anunciado que encarcelaba a Juan por causa del asunto privado de
Herodías, el cual los judíos en general desaprobaban (ver DTG 185).
Cárcel.
Según Josefo (Antigüedades xviii. 5. 2), Juan fue
encarcelado en la fortaleza de Machaeros, en Perea, al este del mar Muerto. El
lugar de Machaeros fue descubierto en 1807; aún pueden verse las ruinas de los
calabozos. Sin embargo, en vista de la secuencia de los acontecimientos narrados
en Mar. 6:17-30 (cf. DTG 193-194), algunos eruditos creen que el cumpleaños de
Herodes pudo haberse celebrado en Tiberias, v por lo tanto ponen en duda la
exactitud de la afirmación de Josefo.
21. Todo el pueblo.
[El bautismo de Jesús, Luc. 3: 21-23ª =
Mat. 3: 13-17 = Mar. 1: 9-11. Comentario principal: Mateo.] Una hipérbole común
judía, que quizá signifique que una gran mayoría de los que escuchaban, se
bautizaban. Pero, por lo menos, ciertos fariseos y saduceos rechazaron el
bautismo (Luc. 7: 30, 33; Mat. 21: 25, 32).
Orando.
Sólo Lucas
registra que Jesús oró cuando salió del agua. Es apropiado que Lucas, quien con
tanta frecuencia menciona a Jesús orando, señalase aquí este detalle.
22. En forma corporal.
Unicamente
Lucas describe el Espíritu Santo descendiendo en forma de paloma.
Mi
Hijo amado.
Ver com. Mat. 3: 17. El Códice de Beza y algunos otros
antiguos autores y versiones añaden "hoy te he engendrado". Lucas afirma aquí la
verdadera deidad de Jesús, pero inmediatamente procede a su verdadera humanidad
(vers. 23-38). Mateo comienza su narración del Evangelio con la presentación de
la genealogía de Jesús (ver com. Mat. 1: 1); Lucas, en cambio, reserva su
genealogía para el momento cuando Jesús emprende la misión de su vida. Moisés
también presenta su propia genealogía después de registrar su primera actuación
pública como portavoz de Dios y dirigente de Israel (Exo. 6: 16-20)
23. Al comenzar.
Gr. árjomai ,
"comenzar" (Mat. 4: 17; Mar. 4: 1; Luc. 3: 8; Hech. 1: 1, 22; 10: 37; etc.). El
problema no está tanto en el sentido del verbo sino en la forma verbal que se
emplea, arjomenos, "comenzando", sin que haya referencia exacta a lo que está
comenzando. La palabra "ministerio" no está en el griego; fue añadida por los
revisores de la RVR. En la RVA se había traducido: "Jesús comenzaba a ser como
de treinta años" . La BJ traduce: "Tenía Jesús, al comenzar, unos treinta años"
. De acuerdo al contexto (vers. 1-22), que concluye con el bautismo de Jesús,
parece lógico suponer que el pasaje se refiere al comienzo de su ministerio Y no
al comienzo de su trigésimo año.
Como de treinta años.
Lucas no
da la edad precisa de Jesús cuando fue bautizado, sino que hace notar que
era "como de treinta años". La declaración de Lucas podría significar o uno o
dos años más o menos que treinta. Entre los Judíos se consideraba que a los 30
años de edad un hombre llegaba a la plena madurez, y por lo tanto podía asumir
las responsabilidades de la vida pública.
Si Jesús nació en el otoño (septiembre-noviembre) del año 5 a. C., lo
cual parece razonable (ver com. cap. 2: 6, 8), su trigésimo año según el cómputo
judío (ver com. cap. 2: 42) habría comenzado en el otoño del año 25 y concluido
en el otoño del año 26 (ver com. vers. 1). Esto armoniza plenamente con la
declaración más o menos general de Lucas en el sentido de que Jesús "era como de
treinta años" y con todos los datos cronológicos que se tienen de la vida de
Jesús. Por lo tanto, parece que Lucas no hace aquí una declaración cronológica
precisa, sino sencillamente indica que Jesús había llegado a la edad madura
cuando fue bautizado y dio comienzo a su ministerio público.
Según se
creía.
[Genealogía de Jesús, Luc. 3: 23b-38 = Mat. 1: 1-17 . Comentario
principal: Mateo y Lucas.] Desde el punto de vista legal y según la creencia
popular, Jesús era hijo de José (Juan 8: 41). En los registros oficiales del
templo de Jerusalén, Jesús estaba registrado como primogénito de José y de María
(Luc. 2: 21; DTG 36). El rápido proceder de José cuando el ángel le dijo que
tomara a María por esposa, sin duda protegió el buen nombre de María y del niño
(ver com. Mat. 1: 24). Según los registros oficiales y ante la ley, Jesús era
hijo de José.
Hijo.
En cuanto a la importancia y al valor del
registro de los antepasados de Jesús para la gente de los tiempos del NT, ver
com. Mat. 1: 1. La genealogía que presenta Lucas es diferente en varios puntos
importantes de la que presenta Mateo, y esas diferencias significan para los
modernos lectores de la Biblia un asunto bastante difícil de resolver. El
problema consiste, en esencia, en el hecho de que aunque ambas listas
genealógicas se proponen presentar a los antepasados de José, sin embargo,
difieren entre sí no sólo en cuanto al número de antepasados enumerados dentro
de determinado período, sino también en lo referente a la identidad de la
mayoría de los mismos.
Los principales puntos de diferencia entre las dos listas
son los siguientes:
1. Lucas enumera 41 descendientes de David,
antepasados de Jesús; Mateo 26.
2. Con la excepción de Salatiel,
Zorobabel, y José, esposo de María, la lista de descendientes de David es
totalmente diferente.
3. Las dos genealogías convergen brevemente -con
Salatiel y Zorobabel-, pero Mateo identifica a Salatiel como hijo de Jeconías,
en tanto que Lucas lo cataloga como hijo de Neri.
4. Mateo identifica a
José como hijo de Jacob; Lucas, como hijo de Elí.
Estas diferencias
parecen ser, a primera vista, discrepancias mayúsculas entre las listas dadas
por Mateo y Lucas. El problema se complica más porque no se sabe absolutamente
nada en cuanto a 60 de las 64 personas nombradas en ambas listas, y porque la
información que se tiene acerca de los otros cuatro es escasa. Esta falta de
información hace que sea prácticamente imposible reconciliar las diferencias
entre las dos listas. Sin embargo, y por fortuna, se sabe lo suficiente acerca
de las antiguas costumbres judías y la manera de pensar y de expresarse de esos
tiempos como para proporcionar una explicación enteramente razonable de cada
punto de diferencia, y para demostrar así que las discrepancias bien pueden
considerarse aparentes y no reales. Se consideran a continuación, en orden, los
diversos puntos de diferencia:
1. Según ya vimos, Mateo asigna 26
generaciones, con un promedio de 37 años cada una, al período transcurrido entre
la muerte de David y el nacimiento de Jesús. Lucas da 41 generaciones, lo que
daría un promedio de unos 24 años a cada una. Según la cronología adoptada por
este Comentario , David murió en el año 971 a. C. (t. II, pp. 79, 146-148), y
Cristo nació en el año 5 a. C. (p. 233) lo que significa un intervalo de unos
966 años. Es posible explicar en parte la gran diferencia entre 26 y 41
generaciones, suponiendo que cada antepasado de Jesús en el linaje trazado por
Lucas, era, por término medio, unos 13 años menor cuando nació su descendiente
que el antepasado promedio de la lista de Mateo. Pero la diferencia es demasiado
grande para que pueda explicarse sólo con este argumento. En vista de que Mateo
claramente ha omitido, al menos, cuatro eslabones genealógicos en esos 966 años,
en donde puede hacerse una comparación con las listas del AT (ver com. Mat. 1:
8, 11, 17), es enteramente posible que pudiera haber omitido al menos 11 del
período intertestamentario (los 400 años entre Malaquías y el nacimiento de
Cristo), del cual se sabe muy poco. También podría señalarse que un período
promedio de 24 años entre el nacimiento de un hombre y el de su descendiente es
mucho más probable que un período de 37 años. Esta observación tiende a
confirmar las 41 generaciones de Lucas y la probabilidad de que Mateo llegó al
número de 26, mediante la omisión intencional de unos 15 nombres en su lista
(ver com. Mat. 1: 8, 11, 17).
2. Con excepción de Salatiel, Zorobabel y
José, esposo de María, las listas genealógicas presentadas por Mateo y por Lucas
evidentemente dan los antepasados de Jesús hasta David siguiendo dos líneas
totalmente diferentes. Mateo sigue la sucesión de los monarcas de la familia
real desde David hasta el cautiverio, y puede suponerse que lo mismo ocurre
desde el cautiverio en adelante (ver com. Mat. 1: 17). Lucas parece seguir otra
rama de la familia, no la que reinó, pero siempre de la familia real,
remontándose a Natán, otro hijo de David y de Betsabé (1 Crón. 3: 5, donde se
lee "Natán... hijo de Bet-súa"; en cuanto a la diferencia de grafía entre
"Betsabé" y "Bet-súa". ver com. 2 Sam. 5: 14; com. Luc. 3: 31). El matrimonio
entre miembros de la familia real explica fácilmente que la ascendencia de
Cristo pueda remontarse hasta David por dos ramas familiares casi totalmente
diferentes. Sin embargo, esto no explica por qué se presentan las dos ramas (ver
N.º 4).
3. Con referencia al problema presentado por la convergencia de
las dos listas en Salatiel y Zorobabel, después de los cuales otra vez se
separan, ver com. vers. 27.
4. Ver com. "de José" y com. "hijo de Elí".
De José.
Lucas, como Mateo (ver com. Mat. 1: 16), evita
cuidadosamente decir que Jesús era hijo de José. La expresión "según se creía",
que constituye un paréntesis, indica que no había una relación sanguínea
directa, y también sugiere que tanto la ley como la gente consideraban a Jesús
como hijo de José.
Los términos "padre" e "hijo", "madre" e "hija",
"hermano" y "hermana", etc., se empleaban comúnmente entre los hebreos para
incluir relaciones (le parentesco más distantes que las que estas palabras
representan actualmente (ver com. Gén. 29: 12; Núm. 10: 29; Deut. 15: 2; 1 Crón.
2: 7). Por lo tanto la palabra "hijo", tal como se emplea en la Biblia, puede
denotar relación por nacimierito (inmediata o remota), por adopción, por
matrimonio en caso de levirato (ver com. Deut. 25: 5-9), o sencillamente hijo
espiritual (2 Tim. 1: 2).
Hijo de Elí.
José, cónyuge de María,
evidentemente no podía ser el hijo literal de Elí y de Jacob, según Mat. 1: 16.
Se han propuesto dos explicaciones razonables y ambas armonizan plenamente con
lo que se conoce de las costumbres judías. Según una explicación, ambas listas
dan los antepasados de José, una por ascendencia sanguínea, y la otra por
adopción o matrimonio según el levirato. Según la otra explicación, Mateo da los
antepasados de José, y Lucas los de María, por el linaje del padre de ésta.
Quienes consideran que ambas listas se refieren al linaje de José,
explican que una lista presenta sus verdaderos antepasados consanguíneos,
mientras que la otra da sus antepasados por adopción en un linaje familiar
emparentado. Si José fue literalmente hijo de Jacob, como lo dice Mateo, tuvo
que llegar a ser hijo de Elí de algún otro modo, no en un sentido literal. Si
Elí no tuvo herederos, pudo haber adoptado a José, por medio de quien, segun la
costumbre, judía, ambos linajes podían haberse preservado. Según la segunda
explicación, María era hija única de Elí, y cuando José se casó con ella se
convirtió en hijo y heredero legal de Elí en armonía con las estipulaciones de
las leyes del matrimonio en caso de levirato, dadas en tiempos de Moisés (ver
com. Deut. 25: 5-9; Mat. 22: 24).
24. Matat.
Ver com. Mat. 1: 15. Nada más se sabe acerca de
las personas nombradas en Luc. 3: 24-27, desde Matat hasta Resa, excepto que
fueron antepasados de Jesús. No se mencionan en la Biblia, ya que el canon del
AT apenas se extiende hasta el retorno de los judíos del cautiverio babilónico.
27. Zorobabel.
Lucas dice que
Zorobabel era hijo de Salatiel, y Salatiel hijo de Neri. Mateo dice que
Zorobabel era hijo de Salatiel, pero que Salatiel era hijo de Jeconías (ver com.
Mat. 1: 12). Bien pudo haber otro Zorobabel en este período (el nombre significa
"retoño de Babilonia" o "engendrado en Babilonia") cuyo padre se llamaba
Salatiel, pero esta posibilidad queda casi totalmente descartada, Por lo tanto,
el problema que se presenta aquí es común a las dos teorías generales que se dan
para explicar las diferencias entre las dos listas genealógicas (ver com. Luc.
3: 23).
Se han propuesto varias soluciones al problema 706 de la
ascendencia de Salatiel. Algunos han sugerido que Salatiel era el hijo literal
de Neri, pero hijo de Jeconías (Joaquín; ver com. 1 Crón. 3: 16) por adopción.
Otros han sugerido qué Salatiel, aunque hijo de Neri, llegó a ser el sucesor
legal de Jeconías, quizá debido a la extinción de la familia de éste (ver com.
Jer. 22: 30) o por alguna otra razón. También otros sugieren que una hija de
Jeconías se casó con Neri, y que por lo tanto Salatiel era hijo de Neri y nieto
de Jeconías; pero que, según la costumbre judía, fue conocido como hijo de
Jeconías. En cuanto a los ascendientes de Zorobabel, tanto Lucas como Mateo lo
llaman hijo de Salatiel de acuerdo con Esd. 3: 2; 5: 2; Neh. 12: 1; y Hag. 1: 1,
aunque el texto masorético de 1 Crón. 3: 19 dice que Zorobabel era hijo de
Pedaías (ver com. 1 Crón. 3: 19; Esd. 2: 2); sin embargo, la LXX dice en 1 Crón.
3: 19 que Salatiel era padre de Zorobabel, y es evidente que Lucas aquí sigue a
la LXX era todos los casos en que le proporciona información pertinente a su
lista genealógica (ver com. Luc. 3: 36).
Neri.
Las personas
nombradas desde Neri en el vers. 27 hasta Matata en el vers. 31 no aparecen en
ninguna otra referencia bíblica. El período comprendido entre estas generaciones
se extiende hacia atrás desde el cautiverio babilónico hasta la división del
reino de Salomón.
31. Natán.
Natán
fue hijo de David y de Betsabé, nació en Jerusalén (ver com. 2 Sam. 5: 14).
32.
David.
Ver com. Mat. 1: 1, 6.
Con referencia a los nombres desde David hasta Abrahán, que se registran en Luc.
3: 31-34, ver com, Mat. 1: 2-6-
36. Cainán.
El nombre de Cainán aparece aquí y en la LXX,
en Gén. 11: 12-13 y 1 Crón. 1: 1 8, pelo no en el texto masorético. El hecho de
que la transliteración griega de estos nombres hebreos en Luc. 3: 34-38 sea
idéntica a la de la LXX en Gén. 5: 5-32; 11: 10-24, sugiere que Lucas siguió la
LXX en esta parte de su genealogía. Esta posibilidad es confirmada por el hecho
adicional de que Lucas incluye a Cainán en este punto, entre Sala y Arfaxad.
37. Cainán.
Ver com. Gén. 5: 9. Este patriarca, hijo de Enós, no
debe confundirse con el Cainán de Luc. 3: 36, que no aparece en el texto
masorético del AT (ver com. vers. 36).
38. Adán.
Con referencia
al significado del nombre, ver com. Gén. 1: 26; 3: 17; Núm. 24: 3. Lucas
comienza su genealogía con el nacimiento sobrenatural del segundo o "postrer"
Adán (1 Cor. 15: 45), y la concluye con la referencia a la creación del primer
Adán.
Hijo de Dios.
Lucas afirma aquí su fe en Dios como Creador
del hombre y Autor de la vida, Aquel que "da a todos vida y aliento y todas las
cosas. Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres" (Hech. 17:25-26).
El hombre fue creado al principio a la imagen de Dios. Y por la fe en Jesucristo
tenemos el privilegio de ser creados de nuevo a su semejanza (2 Cor. 5: 17).
CBA T5
Comentarios
Publicar un comentario