1. De cierto.
[El buen pastor, Juan 10:1 - 21.]
Ver com. Mat. 5: 18; Juan 1: 51. Este pasaje es una secuela de la curación del
ciego. Los fariseos -los pastores reconocidos de Israel- habían sido desleales a
su cometido. Habían expulsado del redil a quien había expresado fe en el Mesías
(Juan 9: 34).
Redil.
Gr. aul' , un recinto cercado, sin techo,
en torno de una casa, como un patio amplio (ver com. Mat. 26: 58). A veces se lo
usaba como lugar para las ovejas. Algunos eruditos piensan que se hace
referencia a algún recinto sin techo, en el campo.
Ladrón.
Gr.
klépt's, uno que hurta o roba, como robaba Judas de la bolsa común (cap. 12: 6).
Podría usar o no de violencia. La idea de violencia resalta más en la palabra
"salteador", l'st's , "uno que saquea". Tal era Barrabás (cap. 18: 40). El que
sube por sus propios medios por encima del vallado del redil demuestra que no es
el dueño de las ovejas. Puede ser un ratero solitario que hurta amparándose en
la oscuridad, o puede pertenecer a una banda de ladrones que roban empleando
violencia. En cualquier caso es un falso pastor.
Aquí, de un modo
especial, Jesús llama ladrones y salteadores a los fariseos que pretendían ser
los pastores de Israel. Decretaban quiénes debían ser admitidos en el redil y
quiénes debían ser expulsados. Cerraban "el reino de los cielos delante de los
hombres" y no dejaban entrar a los que querían hacerlo (Mat. 23: 13). Recorrían
la tierra y el mar para ganar un prosélito, pero cuando lo habían logrado, lo
hacían "dos veces más hijo del infierno" que ellos (Mat. 23: 15). Quitaban la
"llave de la ciencia" " (Luc. 11: 52), y con sus falsas interpretaciones de las
Escrituras impedían que los hombres reconocieran y aceptaran la luz.
Ladrones y salteadores son los que ofrecen a los hombres cualquier otro
medio de salvación que el que ha sido proporcionado mediante Jesucristo (Hech.
4: 12). El mundo ha tenido, y continuará teniendo, sus falsos mesías. No entran
por la puerta, Cristo Jesús (Juan 10: 9). Sus pretensiones son falsas, y sus
designios, cuidadosamente trazados, terminarán en un desastre.
2. El pastor de las ovejas.
El
verdadero pastor entra en el redil por la puerta que corresponde. Se acerca a
ella y hace salir las ovejas a la plena luz del día. Aquí se distingue entre el
pastor y la puerta. Posteriormente Jesús se identificó tanto con la "puerta"
(vers. 9) como con el "pastor" (vers. 14).
El símbolo del pastor es
común en las Escrituras. Jehová se presenta como el Pastor divino (Sal. 23; Isa.
40: 11), y los gobernantes desleales de Israel son los falsos pastores (Eze. 34:
1-10; cf Jer. 23: 14). En Efe. 4: 11 se habla de los "pastores" que Dios puso en
la iglesia.
3. Portero.
El
"portero" cuidaba del rebaño durante la noche. A la mañana volvía el pastor,
llamaba a las ovejas por su nombre y las hacía salir a pastar.
Sus
ovejas.
Esto implica que dentro del redil se cobijaban otras ovejas,
además de las que pertenecían al pastor. Quizá en un mismo recinto se albergaban
dos o tres rebaños. Sólo respondían al llamado del pastor las ovejas que le
pertenecían. En algunos lugares del Cercano Oriente, hoy día varios rebaños se
albergan juntos por la noche, y por la mañana cada pastor sale en una dirección
diferente llamando a sus ovejas.
4. Las ovejas le
siguen.
Los pastores del Cercano Oriente viven muy cerca de su rebaño.
Cuando la última oveja ha sido sacada del aprisco, el pastor se coloca a la
cabeza del rebaño, y las ovejas lo siguen, normalmente sin vacilación. Se hace
referencia a esta costumbre en el Midrash: "'Condujiste a tu pueblo como
ovejas'" [Sal. 77: 20]. " Así como un rebaño sigue al pastor mientras el pastor
lo conduce, así también Israel, doquiera se dirigían Moisés y Aarón, los
seguían" " (Rabbah, com. Núm. 33: 1). "Qué lección para los pastores que tratan
de arrear a la iglesia como a ganado, y fracasan. El verdadero pastor guía en
amor, en palabras, en hechos" (Robertson).
5. Extraño.
Especialmente, el ladrón y salteador
mencionados en el vers. 1, aunque, por supuesto, cualquiera, aun el pastor de
otro rebaño.
No seguirán.
Esta negación se expresa con mucha
fuerza en el griego. El timbre familiar de la voz del pastor significa para el
ganado protección, conducción y apacentamiento. La voz del extraño despierta
alarma.
6. Alegoría.
Gr. paroimía,
que es diferente de parabol' (parábola). Su definición está en la p. 193. En la
LXX, paroimía y parabol' son traducciones del Heb. mashal , cuya definición está
en el t. III, p. 957. Paroimía sólo aparece cinco veces en el NT: aquí, en Juan
16: 25 (dos veces), 29 y en 2 Ped. 2: 22 (donde se ha traducido como "proverbio"
en la RVR). La palabra "proverbio" no encuadra con el uso de ese vocablo en
Juan, donde se la usa para describir un dicho simbólico o figurado, quizá
enigmático, por lo que la traducción "alegoría" de la RVR es muy exacta. El
discurso de Juan 10 difiere de lo que generalmente se denomina una "parábola" en
que no establece una diferencia completa entre el aspecto externo (los detalles)
y las verdades ideales (centrales), tal como se hace en las verdaderas
parábolas.
No entendieron.
Es decir, no captaron la verdad que
Jesús estaba ilustrando. Por supuesto, entendieron el aspecto externo (los
detalles), pero las verdades espirituales permanecieron ocultas para ellos.
Estaban ciegos espiritualmente (cap. 9: 40-41).
7. Puerta de las ovejas.
Es decir, la puerta por la cual entran las
ovejas. Mas tarde, Jesús se identifica también como el pastor (vers. 11). Ahora
declara que él es la única verdadera entrada al redil espiritual (cf. vers. 9).
Sólo mediante Cristo es posible el acceso al reino espiritual. Los que presentan
cualquier otro medio para llegar a Dios son falsos pastores, falsos maestros.
Tales eran los fariseos a quienes se dirigieron estas palabras. Se aferraban a
la enseñanza de que la salvación es alcanzada por los que observan la Torah (ver
com. Mat. 19: 16). Rechazaron a Jesús, "el camino, la verdad, y la vida" (Juan
14: 6), y trataron de impedir que otros pudieran aceptarlo, como en el caso del
ciego del cap. 9.
10. El ladrón.
Ver com. vers. 1. El
pastor constantemente entra y sale en medio de sus ovejas. El ladrón va hasta el
rebaño en raras ocasiones, y lo hace por motivos puramente egoístas, arruinando
el rebaño.
Yo.
En posición enfática en el griego, y contrasta
con el ladrón.
Vida.
ZÇ', aquí se usa en un sentido teológico
equivalente a vida eterna. Cuando Adán y Eva fueron creados, poseían z Ç' pero
la perdieron al pecar. Es verdad que se prolongó su vida física, pero no tenían
más inmortalidad condicional (ver com. Gén. 2: 17). Jesús vino a restaurar la
zÇ' , cuyo derecho había perdido Adán (ver com. Juan 8: 51).
En
abundancia.
La "vida" incluye lo físico, lo intelectual y lo espiritual.
La vida física es considerada como abundante en un cuerpo que está lleno de
vigor y en perfecta salud. Los milagros de curación física de Jesús dieron
abundante vida física a aquellos cuyas fuerzas vitales declinaban. Pero de
ninguna manera la restauración física era el cumplimiento completo de la misión
de Jesús. El hombre también tiene vida intelectual y espiritual, que asimismo
debe revitalizarse y ser abundante, pues " "no sólo de pan vivirá el hombre, mas
de todo lo que sale de la boca de Jehová " " (Deut. 8: 3). Aunque son
importantes los aspectos físicos e intelectuales de una vida bien equilibrada,
ninguna vida es plenamente completa a menos que se nutra su naturaleza
espiritual.
11. El buen pastor.
En
cuanto al símbolo del pastor, ver com. vers. 2. La imagen de Jesús como el
pastor ha impresionado profundamente a la iglesia en su literatura, arte, música
y escultura. El adjetivo "buen" (Gr. kalós ) designa a quien realiza bien su
servicio, a uno que es extraordinario, sobresaliente, excelente. En 1 Tim. 4: 6,
kalós describe a un buen ministro, y en 2 Tim. 2: 3 a un buen soldado.
La figura del Mesías como pastor, no era nueva para los Judíos. En el
libro apócrifo llamado "Salmos de Salomón", escrito a mediados del siglo I a.
C., se habla del Ungido de esta manera: "Pastoreando con fidelidad y rectitud el
rebaño del Señor, no permitirá, que ninguno de ellos tropiece en su pastura. Los
conducirá con toda santidad y no habrá entre ellos arrogancia para que ninguno
sea oprimido" (17: 40-41).
Su vida da.
Este es el contraste con
el ladrón que viene "para hurtary matar y destruir" (vers. 10). En el AT no hay
ningún ejemplo de un pastor que realmente‚ hubiera dado su vida por sus ovejas,
aunque los riesgos de esa ocupación se reflejan en 1 Sam. 17: 34-37. La
abnegación que induce al pastor a arriesgar su vida por un miembro de su rebaño
tiene su cumplimiento ideal en el Buen Pastor que hubiera dado su vida por cada
uno de los miembros de la raza humana (DTG 447).
12. El asalariado.
La Mishnah menciona cuatro clases de
depositarios (guardianes): "un depositario que no recibe pago, uno que pide
prestado, un depositario pagado y uno que contrata a otro. Un depositario que no
recibe pago debe jurar por todas las cosas [si el depósito se pierde o es
destruído por alguna causa, excepto negligencia, el depositario que no recibe
pago debe aclarar lo que ocurrió mediante, juramento, y queda libre de
responsabilidad]. Uno que ha recibido un préstamo debe pagar por todo. Uno que
recibe pago o uno que contrata a otro debe jurar en cuanto a un animal que fue
lastimado, capturado [en una incursión] o que pereció; pero debe pagar por la
pérdida o el robo" ( Baba Mezia 7. 8). El mismo tratado expone la
responsabilidad del guardián de esta manera: "Si un lobo ataca, no es un
accidente inevitable; si dos atacan, es un accidente inevitable. . . El ataque
de dos perros no es un 982 accidente inevitable. . . El ataque de un ladrón es
un accidente inevitable. El daño hecho por un león, oso, leopardo, una pantera y
serpiente está en la categoría de un accidente inevitable. ¿Cuando es así Si
vinieron y atacaron por su propia iniciativa: pero si el pastor las condujo a un
lugar infestado por bestias salvajes y ladrones, no es un accidente inevitable"
( id . 7. 9).
El asalariado se preocupa mas por su salario que por las
ovejas. No se interesa personalmente en el rebaño (cf. 1 Ped. 5: 2). En la hora
del peligro se ve la diferencia entre él y el verdadero pastor.
El lobo
arrebata.
De acuerdo con la Mishnah, si sólo atacaba un lobo, el pastor
era considerado responsable por el rebaño. Si eran dos, se consideraba un
accidente inevitable (ver com. "El asalariado"). Pero el verdadero pastor
arriesgaba su vida para proteger el rebaño. Cf. Mat. 10: 6; Hech. 20: 29.
13.
El asalariado huye.
La evidencia textual establece (cf.
p. 147) la omisión de esta cláusula. (Está suprimida en la BJ.) Sin embargo, la
idea cuadra perfectamente en el contexto. En cuanto al "asalariado", ver com.
vers. 12.
14. Conozco mis ovejas.
El conoce a sus ovejas por
nombre (vers. 3). Ellas no sólo conocen su voz (vers. 4), sino que lo conocen a
él . El conocimiento induce a la acción. El buen pastor que conoce las ovejas de
su rebaño se interesa en forma personal y amante en cada una de ellas. A su vez,
las ovejas, conociendo el carácter de su pastor, depositan una confianza
implícita en su guardián y le rinden una obediencia amante e incondicional (DTG
445).
15. Yo conozco al Padre.
En
cuanto a la estrecha relación entre el Padre y el Hijo, ver com. Mat. 11: 27;
Juan 1: 1, 18; cf. Juan 7: 29; 8: 55.
16.
Otras ovejas.
Se
trata de los gentiles. Isaías había predicho que el Mesías sería "luz de las
naciones" (Isa. 42: 6; cf. Isa. 49: 6). Jesús declaró que él mismo era aquella
luz (Mat. 12: 16-21). El era la luz no sólo de la nación judía sino del mundo
(Juan 8: 12). "De tal manera amo Dios al mundo , que ha dado" a Jesús (cap. 3:
16). Cuando los gentiles ocuparan su lugar en el reino espiritual, muchos de los
judíos serían rechazados (Mat. 8: 11-12; Rom. 11: 1-26). La enseñanza de Jesús
era explícita en cuanto a este tema, aunque no fue claramente encendida. La
verdadera condición de los gentiles en la iglesia primitiva fue algo muy
discutido (ver com. Hech. 15: 1).
Un rebaño.
Existe la variante "un
solo redil" (nota de Pie de página de la BJ), pero no tiene apoyo en ningún
manuscrito griego, y fue introducida por Jerónimo, quien tradujo tanto la
palabra aul' (redil) como poímn' (rebaño) con la palabra latina ovile (redil).
La traducción de Jerónimo concuerda con la pretensión de que la iglesia católica
es el verdadero redil. Por otro lado, no se insinúa en este pasaje la
interpretación dada por muchos comentadores protestantes, de que hay muchos
rediles en los cuales está albergado el único rebaño.
17. Por eso.
La demostración de amor abnegado como fue el
de la ofrenda voluntaria que hizo, Jesús de sí mismo para redimir a la
humanidad, se convirtió en una razón más para el amor del Padre.
Volverla a tomar.
El plan de salvación había sido trazado antes
de la fundación del mundo Apoc. 13: 8 PP 48). La resurrección de Jesús era una
parte del plan eterno tanto como la crucifixión. Jesús habría de pasar bajo el
dominio de la muerte, pero sólo por un breve período (Sal. 16: 10; cf. Hech. 2:
31-32), y después saldría glorificado para ser la resurrección y la vida (Juan
11: 25) y el intercesor del hombre (Heb. 7: 25). Como resultado de su
humillación, el Padre lo ensalzaría grandemente y le daría un nombre por encima
de todo nombre (Fil. 2: 9).
18. Nadie.
Un término que podría incluir a los seres sobrenaturales. La entrega de
la vida de Jesús para la salvación de los hombres fue algo enteramente
voluntario. En ninguna forma fue obligado por su Padre (ver com. vers. 17).
Tampoco Satanás podría haberle tocado la vida si él no la hubiera puesto
voluntariamente.
Quita.
Si bien algunos MSS dicen "quitó", la
evidencia textual se inclina (cf. p. 147) por el uso del presente, "quita". Esta
última variante podría entenderse en el sentido de que la muerte de Cristo fue
destinada "desde antes de la fundación del mundo" " (1 Ped. 1: 20). El era el "
"Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo" " (Apoc. 13: 8). Pero la
ofrenda de su vida fue voluntaria.
Poder.
Gr. exousía ,
"autoridad", "derecho", "privilegio" antes que capacidad o fuerza (ver com. cap.
1: 12).
Recibí de mi Padre.
El procedimiento estaba en armonía
con la voluntad de Dios el Padre. Al mismo tiempo, era la propia voluntad de
Cristo el tornarla otra vez; fue fruto de su libre albedrío. El Padre y el Hijo
procedían plenamente de acuerdo con el convenio establecido antes de la
fundación del mundo (1 Ped. 1: 20; PP 48).
20.
Demonio tiene.
Vieja acusación (Juan 7: 20; 8: 48; cf.
Mar. 3: 21-22). Hay un estudio en cuanto a la posesión demoníaca en la Nota
Adicional de Mar. 1. La locura se consideraba como uno de los resultados de la
posesión demoníaca.
21. De endemoniado.
Este grupo razonaba que las palabras y acciones de Jesús eran muy
diferentes de las de un poseso del demonio. Cuando un demonio toma posesión de
una persona, por lo general le perturba la mente, le confunde y nubla el
pensamiento, por lo que su habla y razonamiento son incoherentes. En ninguna
circunstancia un poseído por un mal espíritu podría realizar un milagro tan
asombroso como abrirle los ojos a un ciego de nacimiento. En este versículo se
halla la evidencia de que había un grupo mejor encaminado en el sanedrín.
22. Fiesta de la dedicación.
[En la
fiesta de la dedicación, Juan 10: 22-42 . Ver mapa p. 213; diagrama p. 221.]
Esta fiesta fue instituida por Judas Macabeo para celebrar la limpieza del
templo y la restauración de sus servicios después de la profanación realizada
por Antíoco Epífanes (ver com. Dan. 11: 14). Según 1 Mac. 4: 59: " "Judas, de
acuerdo con sus hermanos y con toda la asamblea de Israel, decidió que cada año,
a su debido tiempo y durante ocho días a contar del veinticinco del mes de
Kisleu, se celebrara con alborozo y regocijo el aniversario de la dedicación del
altar" " (BJ). Josefo dice que ese festival era llamado "la fiesta de las luces"
( Antigüedades xii.7. 7). Se celebraba mas o menos como la fiesta de los
tabernáculos (2 Mac. 10: 6-7). El mes de Kisleu (Kislev, o Quisleu) corresponde
con nuestros noviembre/diciembre (ver t. II, p. 119). En la literatura rabínica,
la fiesta es llamada Hanuca, que significa "dedicación".
Era invierno.
Según el Talmud ( Baba Mezia 106b) el invierno se extendía mas o menos
desde mediados de Kisle hasta mediados de Sebat (aproximadamente desde mediados
de diciembre a mediados de febrero). La palabra griega para invierno ( jeimÇn)
podría referirse a la estación, o, sencillamente, a un tiempo húmedo y
tormentoso. Juan puede haber introducido esta observación sólo para mostrar que
Jesús estaba en el pórtico de Salomón (vers. 23) porque el tiempo era inclemente
en esa estación.
23. Pórtico de Salomón.
Un peristilo (o columnata) al este del templo propiamente dicho, que se
suponía que sobrevivió a la destrucción del templo en 586 a. C. y que, por lo
tanto, era parte de la obra de Salomón (Josefo, Antigüedades xx. 9. 7; Guerra v.
5. 1). El pórtico se menciona también en Hech. 3: 11; 5: 12.
24. ¿Hasta cuando nos turbarás?
Literalmente, "levantarás nuestra alma". Se piensa que la expresión
significa: "¿Hasta cuando vas a tenemos en vilo?" (BJ) o quizá "nos
mortificarás, o vejarás". juzgando por la actitud que los judíos habían
manifestado hasta este momento, no era una pregunta sincera.
Cristo.
Es decir, el Mesías (ver com. Mat. 1: 1). Jesús evitaba aplicarse ese
título a si mismo, quizá principalmente debido a su significado político (ver
com. Luc. 4: 19).
25. Os lo he dicho.
Si Jesús hubiese contestado con un "sí" categórico a la pregunta, los
judíos lo hubieran entendido mal pues no correspondía con el mesías de las
expectativas judías (ver com. Luc. 4: 19). No podría haber dicho "no" sin negar
su misión divina. Hasta donde sepamos por lo que está registrado, nunca había
afirmado publicamente que le correspondía ese título (cf. Juan 4: 26). Sin
embargo, repetidas veces había afirmado su parentesco con su Padre, de modo que
-en la mente del que honradamente inquiriría- no quedara ninguna duda en cuanto
a su identidad (cap. 5: 17-47; 7: 14-44; 8: 12-59).
26.
No
sois de mis ovejas.
La fe y la obediencia son las señales inequívocas de
los seguidores del Verdadero Pastor. La incredulidad de los judíos no era el
resultado de no pertenecer al redil de Cristo, sino era la evidencia de que no
eran sus ovejas.
Como os he dicho.
La evidencia textual favorece
la omisión (cf. p. 147) de esta cl cláusula. Nada esencial está implicado. Lo
hubiera dicho o no, Jesús se refería al asunto del buen pastor de los vers.
1-18. 984
28.
Les doy.
El tiempo
verbal es presente. La dádiva se da ahora da (ver com. cap. 8: 51; 10: 10).
No perecerán jamás.
Esta negación se expresa muy vigorosamente
en griego. En su significado más pleno, "perecerán" se refiere aquí a la muerte
final, irrevocable, la muerte segunda (Apoc. 20: 14, cf. Mat. 10: 28; Juan 3:
16). La primera muerte es sólo un corto sueño (Sal. 146: 4; 2 Cor. 5: 1-4; 1
Tes. 4: 13-18), un breve entrar en el descanso "delante de la aflicción" (Isa.
57: 1-2), durante cuyo tiempo la vida del, justo "está escondida con Cristo en
Dios" (Col. 3: 3). La muerte física llega tanto a los justos como a los impíos,
y de ella no están protegidas las "ovejas". Sin embargo, se les da la promesa de
que de la muerte segunda (Apoc. 2: 11; cf. cap. 20: 6). Ver com. Juan 3: 16; 5:
25-29.
Nadie.
Ni el mismo Satanás. Sólo hay una forma en la que
las ovejas pueden ser arrebatadas de la mano del pastor, y es por su propia
elección voluntaria. Cuando las ovejas se apartan, lo hacen voluntariamente, y
en ese caso a nadie pueden culpar sino así mismas. No pueden culpar a Satanás
por su defección, pues aun cuando él puede instigar no puede forzar a los
hombres a que apostaten (MJ 65). Este versículo no apoya la fatal presunción de
que una vez que el hombre está salvado, es imposible que se pierda. No hay nada
que impida que las ovejas se descarríen apartándose del cuidado del pastor, si
así lo eligen.
29. Mi padre que me las dio.
La evidencia textual sugiere (cf. p. 147) la variante: "Mi Padre, lo que
me ha dado es más que todo". El contexto definidamente parece favorecer el texto
tal como aparece en la RVR, BJ (en su texto), VM, etc. Es evidente que aquí se
trata de la superioridad del Padre sobre todas las cosas como la base de la
seguridad de las ovejas, y no la superioridad de ellas.
30. Uno somos.
"Somos una sola cosa" (BJ, 1966). La palabra
traducida "uno" está en género neutro, lo que muestra que no se discute la
unidad de las personas. Jesús afirmó su unidad con el Padre en voluntad,
propósito y designios. El Padre respalda las palabras y acciones de Jesús. Más
allá de eso, las palabras implicaban la estrecha relación de Jesús con el Padre.
Los judíos entendieron sus palabras como una pretensión a la divinidad (cap. 10:
32-33; cf. cap. 5: 18-19).
32.
Por la blasfemia.
Los judíos
sintieron la fuerza del reproche de Jesús, y no querían admitir que las buenas
obras de él no tenían significado para ellos. Sin embargo, era cierto que las
buenas obras de Cristo habían estimulado su mala voluntad, incitándola a una
mayor actividad. Con todo, pretendían que los impulsaba un motivo más elevado
que un punto doctrinal; pretendían ser muy celosos del honor de Dios. La
acusación de blasfemia posteriormente fue presentada ante Pilato (cap. 19: 7).
34. En vuestra ley.
Si bien falta
en algunos MSS, la evidencia textual favorece (cf. p. 147) retener el pronombre
posesivo "vuestra". Sin embargo, aun cuando se acepte la variante "en vuestra
ley", no debe tomársela como una desautorización que Jesús hubiera hecho de la
ley que él mismo había dado. El posesivo "vuestra" podría hacer resaltar el
pensamiento de que la ley que vosotros mismos reconocéis como autoridad dice,
etc. Cf. cap. 8: 17. La palabra "ley" (Gr. nómos ) aquí, así como en los cap.
12: 34; 15: 25; etc., se usa para designar a todas las Escrituras del AT como se
las reconocían entonces, y no sólo el Pentateuco, como frecuentemente era el
caso (cap. 1: 17; etc.). Tal uso de la palabra "ley" también se encuentra en la
literatura rabínica. Por ejemplo, al responder a la pregunta en cuanto a dónde
la Torah (Ley) afirma la resurrección de los muertos, como una prueba el Talmud
cita Sal. 84: 4 ( Sanhedrin 91b).
Dioses sois.
La cita es de
Sal. 82: 6. El Salmo es una acusación contra los jueces injustos de los cuales
se habla como de "dioses" (ver la introducción del Sal. 82 y com. vers. 1, 6).
La tradición rabínica aplicaba el término "dioses" a los que recibían la ley. "
"Los israelitas aceptaban la Torah sólo para que el Ángel de la Muerte no
tuviera dominio sobre ellos [ " Sal. 82: 6-7] "" (Talmud 'Abodah Zarah 5a).
Jesús parece usar en su respuesta los tradición de esta tradición (ver com. Juan
10: 35). Sin embargo, él era "Dios" en una forma completamente diferente a la
del Sal. 82: 6.
35. Vino la palabra de
Dios.
Como parece, si Jesús pensaban en la interpretación rabínica de
Sal. 82: 6 (ver com. Juan 10: 34), entonces se hace referencia a los israelitas
en términos generales porque ellos recibieron la ley.
Quebrantada.
Gr. lúÇ , "soltar", "quebrar", "anular", "cancelar" (ver com. Mat. 5:
19). Los judíos reconocían este principio. Por lo tanto, también debían
reconocer las conclusiones basadas en este principio. Si las Escrituras llamaban
"dioses" a los israelitas, ¿cómo podían acusar los judíos a Jesús de blasfemia
por pretender ser el Hijo de Dios?
37. No me creáis.
"Dios nunca nos exige que creamos sin
darnos suficiente evidencia sobre la cual fundar nuestra fe" (CC 105). Los
milagros que Jesús realizaba tenían el propósito de proporcionar la base
necesaria para la fe (ver p. 199). Además, el carácter de Jesús armonizaba
completamente con el del Padre. Así también en la iglesia primitiva las obras de
los apóstoles y los dones sobrenaturales del Espíritu conferidos a los creyentes
confirmaban "el testimonio acerca de Cristo" (1 Cor. 1: 6).
38. Conozcáis y creáis.
La evidencia textual se inclina
por (cf. p. 147) la variante "conozcáis y entendáis". Es decir, llegar a conocer
y continuar en el conocimiento. El sentido literal de la variante reflejada en
la RVR es "llegar a conocer y afirmar vuestra fe".
40. Se quedó allí.
Jesús
parece haber pasado en Perea la mayor parte de su tiempo entre la fiesta de la
dedicación (ver com. vers. 22) y la pascua unos meses más tarde (ver com. Mat.
19: 1).
41. Juan.
. . ninguna señal hizo.
En contraste con Jesús, quien realizó allí
milagros (Mat. 19: 2). Respecto al testimonio de Juan acerca de sí mismo, ver
cap. 1: 19-28. Juan pretendía ser tan sólo una voz. Sin embargo, su ministerio
había hecho una profunda impresión sobre la gente de la región donde actuaba, la
recepción que ahora recibió Jesús, sin duda, se debía grandemente a la obra de
Juan. La gente recordaba el mensaje del precursor.
CBA T5
Comentarios
Publicar un comentario