2. En el primer día.
Es decir, el primer día del mes de Abib o Nisán, lo que correspondería a fines de marzo o principios de abril. ¿Qué tarea mejor podría haber emprendido el pueblo en el primer día del nuevo año que la edificación de este lugar de culto?
3. Pondrás en él el arca.
El arca del pacto era el mueble más importante del tabernáculo, el corazón mismo del santuario, la base del pacto (Deut. 4: 12, 13), el lugar de la presencia de Dios entre su pueblo (ver Exo. 25: 8, 21, 22). Por lo tanto, el arca fue el primer mueble ubicado dentro del tabernáculo. Las dos tablas de piedra va estaban dentro de ella (vers. 20, 21).
5. Delante del arca.
No en el lugar santísimo, sino "delante del velo" , frente al arca, pero en el lugar santo (vers. 26).
La cortina.
Es decir, la cortina del frente del tabernáculo, o sea del lado oriental (cap. 26: 36, 37).
10. Un altar santísimo.
No porque fuera más santo que los otros muebles del tabernáculo, que se designan también como santísimos (cap. 30: 29). Se lo llamó así para que los israelitas se dieran cuenta constantemente de su naturaleza sagrada, por cuanto tenían más contacto con el altar que con el santuario y sus muebles.
15. Los ungirás.
Parecería haber una diferencia entre el ungimiento del sumo sacerdote y el ungimiento de los sacerdotes comunes. En primer lugar, se derramaba el aceite sobre la cabeza de Aarón, luego se lo esparcía sobre su persona y sus vestimentas. En el caso de los sacerdotes comunes, parece haberse asperjado el aceite sobre ellos, y no habérselo derramado en sus cabezas (Lev. 8: 12, 30; Sal. 133: 2). Por causa de este ungimiento especial, se hace referencia al sumo sacerdote como " "sacerdote ungido" (Lev. 4: 5, 16; 6: 22; 16: 32).
17. Segundo año.
El segundo, si se contaba como primero el año en que salieron de Egipto. El primer aniversario del éxodo ocurrió dos semanas más tarde, el día 15 del primer mes (ver págs. 196, 197).
En el día primero.
En los vers. 17 al 33 se registra cuándo realmente se erigió el tabernáculo. Debido a la naturaleza portátil del tabernáculo, esto podía hacerse fácilmente en un día.
18. Sus columnas.
Las columnas sostenían el "velo" interior y también las cortinas del lado oriental, o entrada del santuario (cap. 26:31, 32, 36, 37).
19. La tienda sobre el tabernáculo.
En este pasaje queda clara la diferencia entre la "tienda", el "tabernáculo" y la "sobrecubierta". La "tienda" era la cubierta de pelo de cabra que cubría la armazón de madera que la sostenía. Sobre ésta estaban las cubiertas de pieles de carnero y de tejones (cap. 26: 14).
25. Encendió las lámparas.
Moisés, como símbolo del gran Sumo Sacerdote, Cristo (Heb. 4: 15; 8: 1, 2), inauguró el servicio del santuario. No sólo encendió las "lámparas" y quemó "incienso aromático", sino que también ofreció sobre el altar del holocausto el primer sacrificio vespertino, "holocausto y ofrenda" (Exo. 29: 38-41; 40: 29).
30. Puso la fuente.
Los vers. 31 y 32 son como un paréntesis que explica el propósito de la fuente, puesto que hasta este momento no se había explicado su uso.
33. Acabó Moisés.
La construcción del tabernáculo fue completada antes de que se lo levantara. Después de que el Evangelio haya sido predicado a todo el mundo, los " "escogidos" serán juntados (Mat. 24: 14, 31). Entonces, toda " "piedra viva" (1 Rey. 6: 7; 1 Ped. 2: 4, 5) que haya sido labrada Y acabada de acuerdo con el modelo divino, ocupará su lugar en el templo de Dios (Apoc. 3: 12). Estamos ahora construyendo los caracteres que un día habrán de formar parte de aquella morada eterna (Mat. 6: 19-21; 7: 24-29). Una vez que se haya completado el trabajo preparatorio, relacionado con el reino de Dios, de 701 acuerdo con el plan, no se tardará en establecer ese reino en toda su gloria. Cristo aparecerá entonces, y su pueblo aparecerá con él (Col. 3: 4).
Así como la construcción del tabernáculo lo preparó para que fuese la morada del Señor, así también la glorificación de la iglesia abrirá el camino para que el "tabernáculo de Dios" esté "con los hombres" (Apoc. 21: 3). Así como el pueblo participó con Moisés en la construcción del santuario terrenal, así también Cristo nos invita a ser colaboradores con él en la edificación de su iglesia (1 Cor. 3: 9; 2 Cor. 5: 19-21; 6: 1). Cuando el tabernáculo fue erigido, no le faltaba nada para ser perfecto. Así será cuando la iglesia finalmente sea glorificada (Efe. 5: 27).
34. Una nube.
Literalmente, "La nube" (BJ). Esta nube había guiado a Israel desde Sucot (caps. 13: 20-22; 14: 19, 20, 24; 19: 9; 24:15-18). Por un tiempo también había acompañado a la "tienda de la reunión" (cap. 33: 7-10), pero ahora "cubrió" el tabernáculo como señal de que "la gloria de Jehová" lo llenaba.
La gloria de Jehová.
Con cuántas ansias debe haberse agolpado el pueblo para contemplar la sagrada estructura. Y mientras contemplaban con reverente satisfacción, la columna de nube flotó majestuosamente sobre el tabernáculo, descendió y lo envolvió. De esta manera Dios demostró su aprobación de todo lo que se había hecho. El Señor aceptó la casa que le había sido preparada y entró en ella. Con profunda emoción el pueblo vio la señal de que la obra de sus manos había sido aceptada (PP 361, 362). Ahora se daba cuenta de que Dios mismo habitaría entre ellos y los acompañaría en su viaje (Núm. 9: 15-23).
El libro del Exodo concluye adecuadamente con una sublime manifestación de la gloria y del poder de Dios. Termina como terminará la historia de este mundo: con el descenso de la gloria del Señor para morar entre los hombres (Apoc. 21: 3; 22: 5).
Es decir, el primer día del mes de Abib o Nisán, lo que correspondería a fines de marzo o principios de abril. ¿Qué tarea mejor podría haber emprendido el pueblo en el primer día del nuevo año que la edificación de este lugar de culto?
3. Pondrás en él el arca.
El arca del pacto era el mueble más importante del tabernáculo, el corazón mismo del santuario, la base del pacto (Deut. 4: 12, 13), el lugar de la presencia de Dios entre su pueblo (ver Exo. 25: 8, 21, 22). Por lo tanto, el arca fue el primer mueble ubicado dentro del tabernáculo. Las dos tablas de piedra va estaban dentro de ella (vers. 20, 21).
5. Delante del arca.
No en el lugar santísimo, sino "delante del velo" , frente al arca, pero en el lugar santo (vers. 26).
La cortina.
Es decir, la cortina del frente del tabernáculo, o sea del lado oriental (cap. 26: 36, 37).
10. Un altar santísimo.
No porque fuera más santo que los otros muebles del tabernáculo, que se designan también como santísimos (cap. 30: 29). Se lo llamó así para que los israelitas se dieran cuenta constantemente de su naturaleza sagrada, por cuanto tenían más contacto con el altar que con el santuario y sus muebles.
15. Los ungirás.
Parecería haber una diferencia entre el ungimiento del sumo sacerdote y el ungimiento de los sacerdotes comunes. En primer lugar, se derramaba el aceite sobre la cabeza de Aarón, luego se lo esparcía sobre su persona y sus vestimentas. En el caso de los sacerdotes comunes, parece haberse asperjado el aceite sobre ellos, y no habérselo derramado en sus cabezas (Lev. 8: 12, 30; Sal. 133: 2). Por causa de este ungimiento especial, se hace referencia al sumo sacerdote como " "sacerdote ungido" (Lev. 4: 5, 16; 6: 22; 16: 32).
17. Segundo año.
El segundo, si se contaba como primero el año en que salieron de Egipto. El primer aniversario del éxodo ocurrió dos semanas más tarde, el día 15 del primer mes (ver págs. 196, 197).
En el día primero.
En los vers. 17 al 33 se registra cuándo realmente se erigió el tabernáculo. Debido a la naturaleza portátil del tabernáculo, esto podía hacerse fácilmente en un día.
18. Sus columnas.
Las columnas sostenían el "velo" interior y también las cortinas del lado oriental, o entrada del santuario (cap. 26:31, 32, 36, 37).
19. La tienda sobre el tabernáculo.
En este pasaje queda clara la diferencia entre la "tienda", el "tabernáculo" y la "sobrecubierta". La "tienda" era la cubierta de pelo de cabra que cubría la armazón de madera que la sostenía. Sobre ésta estaban las cubiertas de pieles de carnero y de tejones (cap. 26: 14).
25. Encendió las lámparas.
Moisés, como símbolo del gran Sumo Sacerdote, Cristo (Heb. 4: 15; 8: 1, 2), inauguró el servicio del santuario. No sólo encendió las "lámparas" y quemó "incienso aromático", sino que también ofreció sobre el altar del holocausto el primer sacrificio vespertino, "holocausto y ofrenda" (Exo. 29: 38-41; 40: 29).
30. Puso la fuente.
Los vers. 31 y 32 son como un paréntesis que explica el propósito de la fuente, puesto que hasta este momento no se había explicado su uso.
33. Acabó Moisés.
La construcción del tabernáculo fue completada antes de que se lo levantara. Después de que el Evangelio haya sido predicado a todo el mundo, los " "escogidos" serán juntados (Mat. 24: 14, 31). Entonces, toda " "piedra viva" (1 Rey. 6: 7; 1 Ped. 2: 4, 5) que haya sido labrada Y acabada de acuerdo con el modelo divino, ocupará su lugar en el templo de Dios (Apoc. 3: 12). Estamos ahora construyendo los caracteres que un día habrán de formar parte de aquella morada eterna (Mat. 6: 19-21; 7: 24-29). Una vez que se haya completado el trabajo preparatorio, relacionado con el reino de Dios, de 701 acuerdo con el plan, no se tardará en establecer ese reino en toda su gloria. Cristo aparecerá entonces, y su pueblo aparecerá con él (Col. 3: 4).
Así como la construcción del tabernáculo lo preparó para que fuese la morada del Señor, así también la glorificación de la iglesia abrirá el camino para que el "tabernáculo de Dios" esté "con los hombres" (Apoc. 21: 3). Así como el pueblo participó con Moisés en la construcción del santuario terrenal, así también Cristo nos invita a ser colaboradores con él en la edificación de su iglesia (1 Cor. 3: 9; 2 Cor. 5: 19-21; 6: 1). Cuando el tabernáculo fue erigido, no le faltaba nada para ser perfecto. Así será cuando la iglesia finalmente sea glorificada (Efe. 5: 27).
34. Una nube.
Literalmente, "La nube" (BJ). Esta nube había guiado a Israel desde Sucot (caps. 13: 20-22; 14: 19, 20, 24; 19: 9; 24:15-18). Por un tiempo también había acompañado a la "tienda de la reunión" (cap. 33: 7-10), pero ahora "cubrió" el tabernáculo como señal de que "la gloria de Jehová" lo llenaba.
La gloria de Jehová.
Con cuántas ansias debe haberse agolpado el pueblo para contemplar la sagrada estructura. Y mientras contemplaban con reverente satisfacción, la columna de nube flotó majestuosamente sobre el tabernáculo, descendió y lo envolvió. De esta manera Dios demostró su aprobación de todo lo que se había hecho. El Señor aceptó la casa que le había sido preparada y entró en ella. Con profunda emoción el pueblo vio la señal de que la obra de sus manos había sido aceptada (PP 361, 362). Ahora se daba cuenta de que Dios mismo habitaría entre ellos y los acompañaría en su viaje (Núm. 9: 15-23).
El libro del Exodo concluye adecuadamente con una sublime manifestación de la gloria y del poder de Dios. Termina como terminará la historia de este mundo: con el descenso de la gloria del Señor para morar entre los hombres (Apoc. 21: 3; 22: 5).
CBA T1
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