1. Cuando.
Ver cap. 12: 29.
Habites.
Los asuntos en consideración se referían especialmente a la situación en Palestina misma, una vez que Israel hubiera ya colonizado la tierra escogida por Dios. Lo que sigue se aplica a una vida social estable (ver cap. 6: 10).
2. Te apartarás tres ciudades.
Dios ya le había ordenado esto a Moisés (Núm. 35: 14, 15). Las tres que estaban del lado occidental del Jordán fueron designadas por Josué después de la conquista (Jos. 20). Las tres que estaban al este del Jordán ya habían sido designadas por Moisés. Eran: Beser, Ramot de Galaad y Golán (Deut. 4: 41-43).
En medio.
No se trata de un centro geográfico preciso, sino de una distribución que las hiciera accesibles a todos los que las necesitaran. Las ciudades de refugio señalan a los de corazón temeroso el camino hacia la seguridad en Cristo.
3. Los caminos.
Debía facilitarse el acceso a las ciudades de refugio. El camino debía estar marcado con claridad y mantenerse en buen estado (PP 55 l), porque había vidas humanas en juego. Así debe ser el "camino" hacia nuestro refugio en Jesucristo; tan claro que no haya posibilidad de equivocarse (ver Isa. 35: 8).
Partes.
Cada ciudad de refugio serviría como centro del distrito en el cual estaba ubicada, y ningún lugar quedaría demasiado lejos de una ciudad de refugio. Las mismas disposiciones debían hacerse para todas las comarcas del país.
Huya.
Seguramente el cristiano piadoso pensará en el privilegio que tiene el pecador de huir hacia Cristo para refugiarse en él. Así como las puertas de las ciudades de refugio nunca debían estar cerradas para el que buscase entrar, así también Cristo nunca rechaza al que se acerca a él contrito y arrepentido (Sal. 51: 17; Isa. 57: 15).
4. Sin intención.
Literalmente, "sin conocimiento" " (Deut. 4: 42; Jos. 20: 3, 5).
Sin haber tenido enemistad.
El responsable de la muerte había actuado sin malas intenciones (ver Núm. 35: 23). De haberse condenado a muerte a tal homicida accidental, se hubiera derramado sangre inocente.
5. Monte.
Según los informes egipcios, en la época patriarcal había espesos montes en Canaán. Este sería un caso de homicidio accidental y no premeditado (ver Núm. 35: 22). 1035 La persona estaba ocupada en una tarea lícita, y la muerte de su compañero fue puramente accidental.
Vivirá.
Ver detalles adicionales en Jos. 20: 1-4. Aquí se presenta un cuadro simbólico de la seguridad que el pecador puede hallar en Cristo Jesús. La persona manchada de sangre es limpiada en Jesús (1 Juan l: 7). " "Ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús" " (Rom. 8: 1), porque "justificados, pues, por la fe" tienen " "paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo" " (Rom. 5: 1).
6. El vengador de la sangre.
De la misma palabra que se traduce "pariente" (ver com. Rut 2: 20), y "redentor" " (Job 19: 25; Sal. 19: 14; 78: 35; Isa. 41: 14; 43: 14; 54: 5).
Por ser largo el camino.
La misma preocupación por la distancia y la incomodidad del viaje había sido demostrada por Dios en relación con las obligaciones a cumplirse en el altar central (caps. 12: 21; 14: 24).
7. Por tanto.
A Fin de impedir que ocurriese una situación desafortunada como la que se acaba de describir, se debían establecer tres ciudades en diferentes partes del país.
8. Ensanchare.
Ver Gén. 15: 18; Exo. 23: 31; Deut. 1: 7.
9. Siempre y cuando guardares.
El cumplimiento de la promesa de que el territorio sería ensanchado dependía de la obediencia (cap. 11: 22-24). Compárese con la promesa hecha a Abrahán (Gén. 15: 18).
Tres ciudades más.
Eran nueve en total, pues ya se había estipulado que debía haber tres a cada lado del Jordán (vers. 2; cap. 4: 41-43); sin embargo, no hay ningún registro de que se hubieran designado posteriormente esas tres ciudades adicionales.
10. Inocente.
Compárese con Deut. 21: 8; Jer. 7: 6. La palabra así traducida proviene de una raíz que significa "estar limpio", "estar libre". Está implícita la idea de estar libre de las obligaciones que resultan de la culpabilidad.
No seas culpado.
Compárese con 2 Sam. 16: 8; Ose. 12: 14. La sangre inocente de la cual serían culpados sería la del homicida que hubiese muerto accidentalmente a una persona y no pudiese encontrar un lugar de refugio antes de ser muerto él mismo.
11. Que aborreciera a su prójimo.
Ver los detalles en Núm. 35: 16-24. El odio en el corazón del hombre hace que aseche a su prójimo a quien aborrece, se levante contra él y lo hiera de muerte (ver Exo. 21: 14).
12. Los ancianos.
En este importante asunto debían actuar los que estuviesen debidamente designados y autorizados para hacerlo. Compárese con cap. 21: 2, 4, 6, 19, donde aparece el caso de ancianos designados en forma legal. Con referencia a los ancianos de estas ciudades ver Jos. 20: 1-6.
Lo entregarán.
Si era hallado culpable de homicidio premeditado, el asesino debía ser entregado al vengador de la sangre, De lo contrario, debía recibir protección (Núm. 35: 125 24, 25).
13. No le compadecerás.
Ver com. vers. 2 1. Quitarás. Literalmente, "consumirás" o "quemarás", para indicar extirpación total.
14. No reducirás.
Es decir, no reducir lo ajeno para aumentar la propiedad de uno. Desde los tiempos antiguos se consideraban inviolables los hitos que marcaban los límites de una propiedad. Se pronunció una maldición sobre aquel que los cambiase en forma solapada (Deut. 27: 17; ver también Job 24: 2; Prov. 22: 28; 23: 10; Ose. 5: 10).
Los antiguos.
Los que originalmente dividieron la tierra y fijaron los límites.
15. Un solo testigo.
No se podía condenar a una persona por testimonio de un solo testigo, ya fuese en asuntos civiles o criminales (cf. Deut. 17: 6; Núm. 35: 30).
16. Testigo falso.
El testigo falso debía ser castigado (vers. 19).
17. Delante de Jehová.
Un caso difícil podía ser llevado a un tribunal superior a la puerta del santuario del Señor, donde los litigantes pudiesen estar en la presencia de Jehová (cap. 17: 8-12).
18. Aquel testigo resultare falso.
El perjurio es un crimen horrendo, pero muchos no vacilan en mentir, aun bajo juramento. El que viola públicamente la verdad peca contra sí mismo, contra su enemigo y contra Dios.
19. Como él pensó.
Un testigo falso debería sufrir el castigo que pensaba infligir al acusado (ver Deut. 19: 21; cf. Exo. 23: 1; Sal. 35: 11). Esta es la ley de la justa retribución.
20. No volverán a hacer.
Esta ley reprimía el egoísmo y tendía a crear un sentido más elevado del deber público y de la moralidad (ver caps. 13: 11; 17: 13).
21. No le compadecerás.
Este consejo está dirigido a los jueces, para que no se sientan 1036 tentados a ser más indulgentes de lo que requiere la estricta justicia.
Vida por vida.
Ver más detalles en Exo. 21: 23-25; Lev. 24: 19, 20. Un complot para presentar falso testimonio y por ende hacer peligrar a un hombre inocente es imperdonable, porque representa el homicidio en potencia en el corazón del falso testigo (ver Mat. 5: 22). El pozo que éste cavó para su prójimo, inocente debía ser su propio sepulcro.
Ver cap. 12: 29.
Habites.
Los asuntos en consideración se referían especialmente a la situación en Palestina misma, una vez que Israel hubiera ya colonizado la tierra escogida por Dios. Lo que sigue se aplica a una vida social estable (ver cap. 6: 10).
2. Te apartarás tres ciudades.
Dios ya le había ordenado esto a Moisés (Núm. 35: 14, 15). Las tres que estaban del lado occidental del Jordán fueron designadas por Josué después de la conquista (Jos. 20). Las tres que estaban al este del Jordán ya habían sido designadas por Moisés. Eran: Beser, Ramot de Galaad y Golán (Deut. 4: 41-43).
En medio.
No se trata de un centro geográfico preciso, sino de una distribución que las hiciera accesibles a todos los que las necesitaran. Las ciudades de refugio señalan a los de corazón temeroso el camino hacia la seguridad en Cristo.
3. Los caminos.
Debía facilitarse el acceso a las ciudades de refugio. El camino debía estar marcado con claridad y mantenerse en buen estado (PP 55 l), porque había vidas humanas en juego. Así debe ser el "camino" hacia nuestro refugio en Jesucristo; tan claro que no haya posibilidad de equivocarse (ver Isa. 35: 8).
Partes.
Cada ciudad de refugio serviría como centro del distrito en el cual estaba ubicada, y ningún lugar quedaría demasiado lejos de una ciudad de refugio. Las mismas disposiciones debían hacerse para todas las comarcas del país.
Huya.
Seguramente el cristiano piadoso pensará en el privilegio que tiene el pecador de huir hacia Cristo para refugiarse en él. Así como las puertas de las ciudades de refugio nunca debían estar cerradas para el que buscase entrar, así también Cristo nunca rechaza al que se acerca a él contrito y arrepentido (Sal. 51: 17; Isa. 57: 15).
4. Sin intención.
Literalmente, "sin conocimiento" " (Deut. 4: 42; Jos. 20: 3, 5).
Sin haber tenido enemistad.
El responsable de la muerte había actuado sin malas intenciones (ver Núm. 35: 23). De haberse condenado a muerte a tal homicida accidental, se hubiera derramado sangre inocente.
5. Monte.
Según los informes egipcios, en la época patriarcal había espesos montes en Canaán. Este sería un caso de homicidio accidental y no premeditado (ver Núm. 35: 22). 1035 La persona estaba ocupada en una tarea lícita, y la muerte de su compañero fue puramente accidental.
Vivirá.
Ver detalles adicionales en Jos. 20: 1-4. Aquí se presenta un cuadro simbólico de la seguridad que el pecador puede hallar en Cristo Jesús. La persona manchada de sangre es limpiada en Jesús (1 Juan l: 7). " "Ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús" " (Rom. 8: 1), porque "justificados, pues, por la fe" tienen " "paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo" " (Rom. 5: 1).
6. El vengador de la sangre.
De la misma palabra que se traduce "pariente" (ver com. Rut 2: 20), y "redentor" " (Job 19: 25; Sal. 19: 14; 78: 35; Isa. 41: 14; 43: 14; 54: 5).
Por ser largo el camino.
La misma preocupación por la distancia y la incomodidad del viaje había sido demostrada por Dios en relación con las obligaciones a cumplirse en el altar central (caps. 12: 21; 14: 24).
7. Por tanto.
A Fin de impedir que ocurriese una situación desafortunada como la que se acaba de describir, se debían establecer tres ciudades en diferentes partes del país.
8. Ensanchare.
Ver Gén. 15: 18; Exo. 23: 31; Deut. 1: 7.
9. Siempre y cuando guardares.
El cumplimiento de la promesa de que el territorio sería ensanchado dependía de la obediencia (cap. 11: 22-24). Compárese con la promesa hecha a Abrahán (Gén. 15: 18).
Tres ciudades más.
Eran nueve en total, pues ya se había estipulado que debía haber tres a cada lado del Jordán (vers. 2; cap. 4: 41-43); sin embargo, no hay ningún registro de que se hubieran designado posteriormente esas tres ciudades adicionales.
10. Inocente.
Compárese con Deut. 21: 8; Jer. 7: 6. La palabra así traducida proviene de una raíz que significa "estar limpio", "estar libre". Está implícita la idea de estar libre de las obligaciones que resultan de la culpabilidad.
No seas culpado.
Compárese con 2 Sam. 16: 8; Ose. 12: 14. La sangre inocente de la cual serían culpados sería la del homicida que hubiese muerto accidentalmente a una persona y no pudiese encontrar un lugar de refugio antes de ser muerto él mismo.
11. Que aborreciera a su prójimo.
Ver los detalles en Núm. 35: 16-24. El odio en el corazón del hombre hace que aseche a su prójimo a quien aborrece, se levante contra él y lo hiera de muerte (ver Exo. 21: 14).
12. Los ancianos.
En este importante asunto debían actuar los que estuviesen debidamente designados y autorizados para hacerlo. Compárese con cap. 21: 2, 4, 6, 19, donde aparece el caso de ancianos designados en forma legal. Con referencia a los ancianos de estas ciudades ver Jos. 20: 1-6.
Lo entregarán.
Si era hallado culpable de homicidio premeditado, el asesino debía ser entregado al vengador de la sangre, De lo contrario, debía recibir protección (Núm. 35: 125 24, 25).
13. No le compadecerás.
Ver com. vers. 2 1. Quitarás. Literalmente, "consumirás" o "quemarás", para indicar extirpación total.
14. No reducirás.
Es decir, no reducir lo ajeno para aumentar la propiedad de uno. Desde los tiempos antiguos se consideraban inviolables los hitos que marcaban los límites de una propiedad. Se pronunció una maldición sobre aquel que los cambiase en forma solapada (Deut. 27: 17; ver también Job 24: 2; Prov. 22: 28; 23: 10; Ose. 5: 10).
Los antiguos.
Los que originalmente dividieron la tierra y fijaron los límites.
15. Un solo testigo.
No se podía condenar a una persona por testimonio de un solo testigo, ya fuese en asuntos civiles o criminales (cf. Deut. 17: 6; Núm. 35: 30).
16. Testigo falso.
El testigo falso debía ser castigado (vers. 19).
17. Delante de Jehová.
Un caso difícil podía ser llevado a un tribunal superior a la puerta del santuario del Señor, donde los litigantes pudiesen estar en la presencia de Jehová (cap. 17: 8-12).
18. Aquel testigo resultare falso.
El perjurio es un crimen horrendo, pero muchos no vacilan en mentir, aun bajo juramento. El que viola públicamente la verdad peca contra sí mismo, contra su enemigo y contra Dios.
19. Como él pensó.
Un testigo falso debería sufrir el castigo que pensaba infligir al acusado (ver Deut. 19: 21; cf. Exo. 23: 1; Sal. 35: 11). Esta es la ley de la justa retribución.
20. No volverán a hacer.
Esta ley reprimía el egoísmo y tendía a crear un sentido más elevado del deber público y de la moralidad (ver caps. 13: 11; 17: 13).
21. No le compadecerás.
Este consejo está dirigido a los jueces, para que no se sientan 1036 tentados a ser más indulgentes de lo que requiere la estricta justicia.
Vida por vida.
Ver más detalles en Exo. 21: 23-25; Lev. 24: 19, 20. Un complot para presentar falso testimonio y por ende hacer peligrar a un hombre inocente es imperdonable, porque representa el homicidio en potencia en el corazón del falso testigo (ver Mat. 5: 22). El pozo que éste cavó para su prójimo, inocente debía ser su propio sepulcro.
CBA T1
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