1. Todo mandamiento.
Literalmente, "cada mandamiento". Tal vez deba entenderse que se recalca cada uno individualmente (ver com. cap. 7: 11).
2. Y te acordarás de todo el camino.
Las evidencias de la dirección divina son tantas y tan notables, que el humilde hijo de Dios nunca necesita perder la confianza ni la esperanza. Al olvidarnos de lo mucho que Dios ha hecho por nosotros, comenzamos a alejarnos de él, hacia el lejano país del olvido (Rom. 1: 21; LS 196).
3. No sólo de pan.
Este pasaje de Moisés fue el que citó Jesús en respuesta a la primera tentación de Satanás en el desierto (Mat. 4: 4; Luc. 4: 4).
4. Tu vestido nunca se envejeció.
Esta fue una intervención milagrosa de parte de Dios (ver Deut. 29: 5; Neh. 9: 21). Evidentemente no tenían medios para proveerse de suficiente ropa; de otro modo Dios no hubiera empleado medidas sobrenaturales para satisfacer sus necesidades. Dios les proveyó de alimento, bebida, protección y de otros elementos cuando no pudieron conseguirlos por su propia cuenta.
Hinchado.
La palabra así traducida aparece solamente aquí y en Neh. 9: 21. Su significado es algo oscuro. Tal vez signifique "ampollar". El sustantivo proveniente de la misma raíz se traduce "masa" (Exo. 12: 34, 39; Jer. 7: 18; Ose. 7: 4), sin duda porque se hincha como resultado de la fermentación de la levadura.
5. Te castiga.
La disciplina de Dios es siempre educativa; nunca tiene el único objeto de causar sufrimiento y malestar (Heb. 12: 5-11; Apoc. 3: 19). El verbo Gr. traducido "poner" o "someter a prueba" en 2 Cor. 8: 8; 1 Tim. 3: 10, casi siempre implica la prueba que se hace para aprobar lo que se prueba. Esto es lo que ocurre con el castigo de Dios (Job 23: 10; Jer. 9: 7).
6. Andando en sus caminos.
Y no en los caminos de nuestra propia elección (ver Exo. 18: 20; 1 Rey. 3: 14).
7. La buena tierra.
La Palestina de hoy no tiene parecido con esta descripción. Es probable que su fertilidad se haya agotado por el uso descuidado de la tierra durante siglos y por haber talado sus espesos bosques, que controlaban el agua y la erosíón. Las descripciones del suelo egipcio de la época del éxodo ofrecen sin cuadro mucho más atrayente que el que presenta hoy.
8. Trigo y cebada.
Las cosechas básicas de cereales.
Higueras y granados.
Además del olivo éstos eran los principales árboles frutales de la antigua Palestina.
9. Cuyas piedras son hierro.
El hierro se encontraba en el territorio montañoso del sur del mar Muerto. Ahora se exporta hierro desde esta región. Durante el tiempo de los jueces, los filisteos tenían el monopolio de la fabricación de objetos de hierro (1 Sam. 13: 19-22). Probablemente conseguían el hierro del Asia Menor. Cuando el poder de los filisteos fue quebrantado en tiempos de David, el hierro pasó a ser de uso común en Israel.
10. Bendecirás a Jehová tu Dios.
La gratitud debe ser expresada y sentida. Sin gratitud, el hombre es poco mejor que un animal. La verdadera nobleza de alma comienza con el aprecio de las bendiciones del cielo y las bondades de nuestro prójimo (Sal. 103: 2).
11. Cuídate de no olvidarte.
Compárese con el cap. 6: 12.
12. Buenas casas.
A menudo las posesiones materiales llevan a la indebida preocupación por las cosas de este mundo. El cristiano debe poner a Dios en primer lugar, y confiar en él para recibir lo necesario para la vida (Mat. 6: 33). Demasiadas veces tenemos la tendencia de poner las "cosas" en primer lugar, y esperar que de alguna manera el cielo nos será "dado por añadidura".
13. Todo lo que tuvieres.
Las riquezas no son malas en sí mismas. Sin embargo, es tendencia humana preocuparse con el intento de acumularlas y retenerlas por placer personal, olvidándose de Dios en ese proceso. Cuando Abrahán y Lot se volvieron ricos, se levantaron querellas entre ellos (Gén. 13: 6, 7). Cuando los cristianos se vuelven ricos y llenos de bienes, y se sienten contentos con esas riquezas, empobrecen en lo que se refiere a las cosas de valor ms duradero (Apoc. 3: 17). A menudo los "pobres de este mundo" son los "ricos en fe" (Sant. 2: 5).
14. Se enorgullezca tu corazón.
El orgullo es el que afirma que la riqueza y la prosperidad se deben a los esfuerzos realizados por la persona misma (vers. 18). Nótese el consejo dado referente a los deberes del rey (cap. 17:20). Compárese con Ose. 13: 6.
15. Desierto grande y espantoso.
Ver com. cap. 1: 19.
Serpientes ardientes.
Ver com. Núm. 21: 6.
Escorpiones.
Plaga común en la región desértica al sur de Judea, y algo menos común en el resto de Palestina. Existen unas ocho variedades de escorpión o alacrán, en Palestina. Su picadura puede ser muy dolorosa.
Sed.
Literalmente, "tierra sedienta" (ver Sal. 107: 33; Isa. 35: 7).
Literalmente, "cada mandamiento". Tal vez deba entenderse que se recalca cada uno individualmente (ver com. cap. 7: 11).
2. Y te acordarás de todo el camino.
Las evidencias de la dirección divina son tantas y tan notables, que el humilde hijo de Dios nunca necesita perder la confianza ni la esperanza. Al olvidarnos de lo mucho que Dios ha hecho por nosotros, comenzamos a alejarnos de él, hacia el lejano país del olvido (Rom. 1: 21; LS 196).
3. No sólo de pan.
Este pasaje de Moisés fue el que citó Jesús en respuesta a la primera tentación de Satanás en el desierto (Mat. 4: 4; Luc. 4: 4).
4. Tu vestido nunca se envejeció.
Esta fue una intervención milagrosa de parte de Dios (ver Deut. 29: 5; Neh. 9: 21). Evidentemente no tenían medios para proveerse de suficiente ropa; de otro modo Dios no hubiera empleado medidas sobrenaturales para satisfacer sus necesidades. Dios les proveyó de alimento, bebida, protección y de otros elementos cuando no pudieron conseguirlos por su propia cuenta.
Hinchado.
La palabra así traducida aparece solamente aquí y en Neh. 9: 21. Su significado es algo oscuro. Tal vez signifique "ampollar". El sustantivo proveniente de la misma raíz se traduce "masa" (Exo. 12: 34, 39; Jer. 7: 18; Ose. 7: 4), sin duda porque se hincha como resultado de la fermentación de la levadura.
5. Te castiga.
La disciplina de Dios es siempre educativa; nunca tiene el único objeto de causar sufrimiento y malestar (Heb. 12: 5-11; Apoc. 3: 19). El verbo Gr. traducido "poner" o "someter a prueba" en 2 Cor. 8: 8; 1 Tim. 3: 10, casi siempre implica la prueba que se hace para aprobar lo que se prueba. Esto es lo que ocurre con el castigo de Dios (Job 23: 10; Jer. 9: 7).
6. Andando en sus caminos.
Y no en los caminos de nuestra propia elección (ver Exo. 18: 20; 1 Rey. 3: 14).
7. La buena tierra.
La Palestina de hoy no tiene parecido con esta descripción. Es probable que su fertilidad se haya agotado por el uso descuidado de la tierra durante siglos y por haber talado sus espesos bosques, que controlaban el agua y la erosíón. Las descripciones del suelo egipcio de la época del éxodo ofrecen sin cuadro mucho más atrayente que el que presenta hoy.
8. Trigo y cebada.
Las cosechas básicas de cereales.
Higueras y granados.
Además del olivo éstos eran los principales árboles frutales de la antigua Palestina.
9. Cuyas piedras son hierro.
El hierro se encontraba en el territorio montañoso del sur del mar Muerto. Ahora se exporta hierro desde esta región. Durante el tiempo de los jueces, los filisteos tenían el monopolio de la fabricación de objetos de hierro (1 Sam. 13: 19-22). Probablemente conseguían el hierro del Asia Menor. Cuando el poder de los filisteos fue quebrantado en tiempos de David, el hierro pasó a ser de uso común en Israel.
10. Bendecirás a Jehová tu Dios.
La gratitud debe ser expresada y sentida. Sin gratitud, el hombre es poco mejor que un animal. La verdadera nobleza de alma comienza con el aprecio de las bendiciones del cielo y las bondades de nuestro prójimo (Sal. 103: 2).
11. Cuídate de no olvidarte.
Compárese con el cap. 6: 12.
12. Buenas casas.
A menudo las posesiones materiales llevan a la indebida preocupación por las cosas de este mundo. El cristiano debe poner a Dios en primer lugar, y confiar en él para recibir lo necesario para la vida (Mat. 6: 33). Demasiadas veces tenemos la tendencia de poner las "cosas" en primer lugar, y esperar que de alguna manera el cielo nos será "dado por añadidura".
13. Todo lo que tuvieres.
Las riquezas no son malas en sí mismas. Sin embargo, es tendencia humana preocuparse con el intento de acumularlas y retenerlas por placer personal, olvidándose de Dios en ese proceso. Cuando Abrahán y Lot se volvieron ricos, se levantaron querellas entre ellos (Gén. 13: 6, 7). Cuando los cristianos se vuelven ricos y llenos de bienes, y se sienten contentos con esas riquezas, empobrecen en lo que se refiere a las cosas de valor ms duradero (Apoc. 3: 17). A menudo los "pobres de este mundo" son los "ricos en fe" (Sant. 2: 5).
14. Se enorgullezca tu corazón.
El orgullo es el que afirma que la riqueza y la prosperidad se deben a los esfuerzos realizados por la persona misma (vers. 18). Nótese el consejo dado referente a los deberes del rey (cap. 17:20). Compárese con Ose. 13: 6.
15. Desierto grande y espantoso.
Ver com. cap. 1: 19.
Serpientes ardientes.
Ver com. Núm. 21: 6.
Escorpiones.
Plaga común en la región desértica al sur de Judea, y algo menos común en el resto de Palestina. Existen unas ocho variedades de escorpión o alacrán, en Palestina. Su picadura puede ser muy dolorosa.
Sed.
Literalmente, "tierra sedienta" (ver Sal. 107: 33; Isa. 35: 7).
Pedernal.
La misma palabra aparece en Deut. 32: 13 y Sal. 114: 8. En la Biblia, el "pedernal" " puede referirse a cualquier roca dura. Algunas veces se hacían cuchillos de pedernal (Jos. 5: 2, BJ). En un sentido figurado, el pedernal representa la lealtad y la dedicación al deber (Isa. 50: 7).
16. A la postre.
"Al final". Aquí se hace referencia al establecimiento de los israelitas en la tierra prometida. Se traza el contraste entre las penosas lecciones de los 40 años de peregrinaje con la paz y la seguridad de Canaán (Heb. 12: 11). No se hace aquí ninguna alusión al fin del mundo.
17. Mi poder.
El hombre tiende a atribuirse a sí mismo el mérito de haber llegado a una buena situación y se jacta de no deber eso a nadie.
18. El te da el poder.
Todo lo que somos y todo lo que tenemos proviene de Dios. Cuando es consciente de este hecho, el hombre se mantiene humilde y puede contemplar las cosas temporales en su verdadera perspectiva.
19. Mas si llegares a olvidarte.
Literalmente, "si ciertamente te olvidaras". En este pasaje el hebreo usa una construcción idiomática llamada infinitivo absoluto, cuyo propósito es recalcar o enfatizar una idea o acción. Puede traducirse: "Si acaso llegaras a olvidarte", sugiriendo que es remotísima la posibilidad de que eso ocurra. Otros ejemplos son: "Ciertamente morirás" (Gén. 2: 17) y "podrás libremente comer" (Gén. 2: 16, VM).
Yo lo afirmo.
Literalmente, "te lo afirmo este día". En el día del juicio no podrían decir que Dios no les había advertido (caps. 30: 19; 32: 36).
20. No habréis atendido a la voz.
En hebreo "obedecer" es sinónimo de escuchar o atender la voz. Obedecer es poner en práctica lo oído (cap. 7: 12).
CBA T1
La misma palabra aparece en Deut. 32: 13 y Sal. 114: 8. En la Biblia, el "pedernal" " puede referirse a cualquier roca dura. Algunas veces se hacían cuchillos de pedernal (Jos. 5: 2, BJ). En un sentido figurado, el pedernal representa la lealtad y la dedicación al deber (Isa. 50: 7).
16. A la postre.
"Al final". Aquí se hace referencia al establecimiento de los israelitas en la tierra prometida. Se traza el contraste entre las penosas lecciones de los 40 años de peregrinaje con la paz y la seguridad de Canaán (Heb. 12: 11). No se hace aquí ninguna alusión al fin del mundo.
17. Mi poder.
El hombre tiende a atribuirse a sí mismo el mérito de haber llegado a una buena situación y se jacta de no deber eso a nadie.
18. El te da el poder.
Todo lo que somos y todo lo que tenemos proviene de Dios. Cuando es consciente de este hecho, el hombre se mantiene humilde y puede contemplar las cosas temporales en su verdadera perspectiva.
19. Mas si llegares a olvidarte.
Literalmente, "si ciertamente te olvidaras". En este pasaje el hebreo usa una construcción idiomática llamada infinitivo absoluto, cuyo propósito es recalcar o enfatizar una idea o acción. Puede traducirse: "Si acaso llegaras a olvidarte", sugiriendo que es remotísima la posibilidad de que eso ocurra. Otros ejemplos son: "Ciertamente morirás" (Gén. 2: 17) y "podrás libremente comer" (Gén. 2: 16, VM).
Yo lo afirmo.
Literalmente, "te lo afirmo este día". En el día del juicio no podrían decir que Dios no les había advertido (caps. 30: 19; 32: 36).
20. No habréis atendido a la voz.
En hebreo "obedecer" es sinónimo de escuchar o atender la voz. Obedecer es poner en práctica lo oído (cap. 7: 12).
CBA T1

Comentarios
Publicar un comentario