2. Ciudades en que habiten.
A los levitas no se les dio como heredad tierra, viñas, olivares, etc. Sin embargo, era conveniente que tuvieran casas adecuadas para morar; por lo tanto se destinaron ciudades para que vivieran (Lev. 25: 32).
Ejidos.
Literalmente, "campo abierto", o "tierra de pastoreo", del verbo hebreo "conducir hacia afuera". Aquí se hace referencia al distrito rural fuera de la ciudad, al cual podía llevarse ganado para pastar, o que podía usarse para huertas. "Ejidos", como aquí se usa, es equivalente a la expresión castellana "pastos comunes", referente al campo abierto a disposición de toda la comunidad (ver Eze. 48: 10-20).
3. Animales.
Los animales más grandes, tales como bueyes y camellos.
Bestias.
Esto puede referirse a ovejas y cabras o puede incluir ganado.
4. Mil codos.
Unos 440 m. Fuera de los límites de la ciudad se proporcionaba campo abierto para su ganado, huertos particulares y parques de recreación, y para efectuar entierros.
6. Seis ciudades serán de refugio.
Tres en Canaán y tres al lado este del Jordán (ver Núm. 35: 14; Deut. 4: 43; Jos. 20: 7, 8).
De refugio.
Las ciudades de refugio eran un santuario, y por lo tanto un símbolo de Cristo, que ampara al pecador que se refugia en él por fe (ver Exo. 21: 13; Deut. 19: 2-9; Sal. 46: 1; 142: 5; Isa. 4: 6; Rom. 8: 1, 33, 34; Fil. 3: 9; Heb. 6: 18, 19).
8. Según la posesión que heredará.
Las ciudades debían ser distribuidas de acuerdo con la población (ver Núm. 26: 54; 33: 54; Jos. 21: 16-32).
11. Sin intención.
De una palabra cuya raíz significa "extraviarse", "cometer un error". La palabra aquí usada significa literalmente "por equivocación" , " "por error" (ver Jos. 20: 3; Ecl. 5: 6). El derecho del santuario fue reconocido por la mayoría de las naciones desde la más remota antigüedad.
12. Vengador.
De una palabra cuya raíz significa generalmente "redimir", "actuar como un pariente", lo que implica una relación personal íntima. Los deberes de este "pariente-redentor" llegaron a ser variados y numerosos. Uno de sus deberes era vengar el asesinato de un pariente. También debía contraer matrimonio de acuerdo con la ley del levirato (Rut 3: 13), comprar rescatando a un pariente de la esclavitud a la que lo hubieran forzado circunstancias desafortunadas (Lev. 25: 47, 48), impedir la enajenación de la propiedad familiar (Jer. 32: 8-12), y rescatar por medio de una compra la propiedad que pudiera haber caído en manos ajenas (Lev. 25: 25).
Delante de la congregación.
No se presentan con detalles cuáles eran los deberes que cumplía la congregación. Pero sin duda todo el procedimiento era forense, con presentación de pruebas, debate y decisión por medio de un jurado (ver Núm. 27: 2; Deut. 19: 17; Jos. 20: 6). Nótese que Deut. 19: 12 contiene la expresión "los ancianos de su ciudad" .
13. Seis ciudades.
Las seis ciudades puestas aparte eran un refugio seguro. Se mantenían expeditos los caminos que conducían a ellas.
15. Estas seis ciudades.
En cuanto a sus nombres, ver Jos. 20: 7, 8.
Extranjero.
O "poblador", para referirse quizá a una persona que se había unido a una familia hebrea en alguna forma más permanente.
16. Instrumento de hierro.
Esta frase no sólo incluye tales armas como espadas y lanzas, sino diversos instrumentos hechos de hierro, cuya función principal no era bélica sino pacífica. A lo que aquí se hace referencia es a la intención de matar, ya fuera con premeditación o debido a un arrebato de ira.
17. Con piedra en la mano.
Literalmente, "con una piedra de la mano", lo que significa una piedra lo bastante grande como para ser levantada y arrojada para ocasionar la muerte de alguien (ver Exo. 21: 18).
18. Con instrumento de palo.
Tales como el cayado de un pastor, un garrote, un bastón, etc.
19. Vengador.
El go'el o "pariente" (ver com. vers. 12).
Cuando lo encontrare.
Es decir, fuera de la ciudad de refugio.
20. Lo empujó.
Esto es, desde un lugar elevado del cual una caída causaría la muerte (ver Eze. 34: 21).
21. Su mano.
Esto es, su puño.
22. Sin enemistades.
Es decir, en un súbito arrebato de ira, siendo provocado pero sin premeditación o intención previa de matar (Exo. 21: 13 ; Deut. 19: 5).
24. Juzgará.
El acusado era sacado de la ciudad de refugio, probablemente bajo la protección de una escolta, hasta algún lugar donde la comunidad consideraba las pruebas del caso (Exo. 21: 12-14; Deut. 19: 1-13).
25. Sumo sacerdote.
La seguridad del acusado radicaba en su obediencia a la ley de la ciudad de refugio y debía vivir en ella. Al proceder así, literalmente estaba bajo protección levítica o eclesiástica, y por lo tanto sometido al sumo sacerdote. Figuradamente, una nueva administración le daba un nuevo curso a su vida.
30. Testigos.
Compárese con Deut. 17: 6; 19:15; Mat. 18: 16.
31. Precio.
De la forma sustantiva de una raíz verbal comúnmente traducida "hacer una expiación", "hacer reconciliación", "purgar". Aquí significa que un asesino no podía ser redimido pagando un precio de rescate. Esta disposición hace resaltar la dignidad del hombre y el valor de su vida a la vista de Dios.
32. Precio.
La misma palabra del caso anterior. El morar forzosamente en la ciudad de refugio se consideraba como un castigo por el descuido al cometer un homicidio accidental. Al que cometía homicidio sin intención no se le permitía volver a su hogar a cambio de una suma de dinero.
33. Contaminaréis la tierra.
No podía haber expiación para la tierra (ver Gén. 4: 10; Deut. 21: 1-9; Sal. 106: 38).
34. En medio de la cual yo habito.
El santuario de Dios estaba entre su pueblo, y constituía una razón poderosa para precaverse contra "contaminar" la tierra (ver Exo. 29: 45; Núm. 23: 21; 2 Crón. 20: 11; Zac. 2: 10). Compárese con la enseñanza del NT en 2 Cor. 6: 16, acerca de la iglesia, y el estado ideal en la tierra nueva (Apoc. 21: 3).
A los levitas no se les dio como heredad tierra, viñas, olivares, etc. Sin embargo, era conveniente que tuvieran casas adecuadas para morar; por lo tanto se destinaron ciudades para que vivieran (Lev. 25: 32).
Ejidos.
Literalmente, "campo abierto", o "tierra de pastoreo", del verbo hebreo "conducir hacia afuera". Aquí se hace referencia al distrito rural fuera de la ciudad, al cual podía llevarse ganado para pastar, o que podía usarse para huertas. "Ejidos", como aquí se usa, es equivalente a la expresión castellana "pastos comunes", referente al campo abierto a disposición de toda la comunidad (ver Eze. 48: 10-20).
3. Animales.
Los animales más grandes, tales como bueyes y camellos.
Bestias.
Esto puede referirse a ovejas y cabras o puede incluir ganado.
4. Mil codos.
Unos 440 m. Fuera de los límites de la ciudad se proporcionaba campo abierto para su ganado, huertos particulares y parques de recreación, y para efectuar entierros.
6. Seis ciudades serán de refugio.
Tres en Canaán y tres al lado este del Jordán (ver Núm. 35: 14; Deut. 4: 43; Jos. 20: 7, 8).
De refugio.
Las ciudades de refugio eran un santuario, y por lo tanto un símbolo de Cristo, que ampara al pecador que se refugia en él por fe (ver Exo. 21: 13; Deut. 19: 2-9; Sal. 46: 1; 142: 5; Isa. 4: 6; Rom. 8: 1, 33, 34; Fil. 3: 9; Heb. 6: 18, 19).
8. Según la posesión que heredará.
Las ciudades debían ser distribuidas de acuerdo con la población (ver Núm. 26: 54; 33: 54; Jos. 21: 16-32).
11. Sin intención.
De una palabra cuya raíz significa "extraviarse", "cometer un error". La palabra aquí usada significa literalmente "por equivocación" , " "por error" (ver Jos. 20: 3; Ecl. 5: 6). El derecho del santuario fue reconocido por la mayoría de las naciones desde la más remota antigüedad.
12. Vengador.
De una palabra cuya raíz significa generalmente "redimir", "actuar como un pariente", lo que implica una relación personal íntima. Los deberes de este "pariente-redentor" llegaron a ser variados y numerosos. Uno de sus deberes era vengar el asesinato de un pariente. También debía contraer matrimonio de acuerdo con la ley del levirato (Rut 3: 13), comprar rescatando a un pariente de la esclavitud a la que lo hubieran forzado circunstancias desafortunadas (Lev. 25: 47, 48), impedir la enajenación de la propiedad familiar (Jer. 32: 8-12), y rescatar por medio de una compra la propiedad que pudiera haber caído en manos ajenas (Lev. 25: 25).
Delante de la congregación.
No se presentan con detalles cuáles eran los deberes que cumplía la congregación. Pero sin duda todo el procedimiento era forense, con presentación de pruebas, debate y decisión por medio de un jurado (ver Núm. 27: 2; Deut. 19: 17; Jos. 20: 6). Nótese que Deut. 19: 12 contiene la expresión "los ancianos de su ciudad" .
13. Seis ciudades.
Las seis ciudades puestas aparte eran un refugio seguro. Se mantenían expeditos los caminos que conducían a ellas.
15. Estas seis ciudades.
En cuanto a sus nombres, ver Jos. 20: 7, 8.
Extranjero.
O "poblador", para referirse quizá a una persona que se había unido a una familia hebrea en alguna forma más permanente.
16. Instrumento de hierro.
Esta frase no sólo incluye tales armas como espadas y lanzas, sino diversos instrumentos hechos de hierro, cuya función principal no era bélica sino pacífica. A lo que aquí se hace referencia es a la intención de matar, ya fuera con premeditación o debido a un arrebato de ira.
17. Con piedra en la mano.
Literalmente, "con una piedra de la mano", lo que significa una piedra lo bastante grande como para ser levantada y arrojada para ocasionar la muerte de alguien (ver Exo. 21: 18).
18. Con instrumento de palo.
Tales como el cayado de un pastor, un garrote, un bastón, etc.
19. Vengador.
El go'el o "pariente" (ver com. vers. 12).
Cuando lo encontrare.
Es decir, fuera de la ciudad de refugio.
20. Lo empujó.
Esto es, desde un lugar elevado del cual una caída causaría la muerte (ver Eze. 34: 21).
21. Su mano.
Esto es, su puño.
22. Sin enemistades.
Es decir, en un súbito arrebato de ira, siendo provocado pero sin premeditación o intención previa de matar (Exo. 21: 13 ; Deut. 19: 5).
24. Juzgará.
El acusado era sacado de la ciudad de refugio, probablemente bajo la protección de una escolta, hasta algún lugar donde la comunidad consideraba las pruebas del caso (Exo. 21: 12-14; Deut. 19: 1-13).
25. Sumo sacerdote.
La seguridad del acusado radicaba en su obediencia a la ley de la ciudad de refugio y debía vivir en ella. Al proceder así, literalmente estaba bajo protección levítica o eclesiástica, y por lo tanto sometido al sumo sacerdote. Figuradamente, una nueva administración le daba un nuevo curso a su vida.
30. Testigos.
Compárese con Deut. 17: 6; 19:15; Mat. 18: 16.
31. Precio.
De la forma sustantiva de una raíz verbal comúnmente traducida "hacer una expiación", "hacer reconciliación", "purgar". Aquí significa que un asesino no podía ser redimido pagando un precio de rescate. Esta disposición hace resaltar la dignidad del hombre y el valor de su vida a la vista de Dios.
32. Precio.
La misma palabra del caso anterior. El morar forzosamente en la ciudad de refugio se consideraba como un castigo por el descuido al cometer un homicidio accidental. Al que cometía homicidio sin intención no se le permitía volver a su hogar a cambio de una suma de dinero.
33. Contaminaréis la tierra.
No podía haber expiación para la tierra (ver Gén. 4: 10; Deut. 21: 1-9; Sal. 106: 38).
34. En medio de la cual yo habito.
El santuario de Dios estaba entre su pueblo, y constituía una razón poderosa para precaverse contra "contaminar" la tierra (ver Exo. 29: 45; Núm. 23: 21; 2 Crón. 20: 11; Zac. 2: 10). Compárese con la enseñanza del NT en 2 Cor. 6: 16, acerca de la iglesia, y el estado ideal en la tierra nueva (Apoc. 21: 3).
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