1. Cuando hayas entrado.
Es decir, " "te hayas establecido" " en la Tierra Santa (cf. Deut. 17: 14).
2. Primicias.
Ver en Núm. 18: 12 y Deut. 18: 4 la ley de las primicias.
Al lugar.
Se debía tomar una parte de las primicias, colocarla en una canasta, llevarla al santuario y entregársela al sacerdote.
3. Te presentarás.
Es decir, en las tres grandes fiestas (Exo. 23: 14-16). En épocas posteriores, al entrar en el atrio del templo 1057 donde esperaba el sacerdote que estaba oficiando, los adoradores alababan a Dios y llevaban sus ofrendas. Con confesión del pecado y oración de gratitud, el que rendía culto debía reconocer la bondad de Dios al haber liberado a su pueblo de la esclavitud egipcia y haberle dado la tierra prometida.
4. Delante del altar.
El sacerdote mecía la canasta y la colocaba delante del Señor, reconociendo que Jehová era dueño de la tierra. Esta ceremonia debía realizarse con gozo en Dios, como Dador de la cosecha, de la paz y de la prosperidad. El apóstol Pablo afirma que los cristianos deben emular este principio de devolverle a Dios parte de las bendiciones recibidas (1 Cor. 16: 2; 2 Cor. 8: 7-9).
5. Un arameo a punto de perecer.
Literalmente, " "un arameo errante" (BJ). Se refiere al humilde comienzo de la nación, a Rebeca y Lea, quienes eran de Padan-aram (Gén. 25: 20), y a Jacob, quien pasó varios años allí (Gén. 29 a 31). Labán, tío de Jacob, aparece como "arameo" (Gén. 25: 20; 28: 5, 6; 31: 20, 24). La expresión "a punto de perecer" se aplicaba a los animales extraviados (Deut. 22: 3; 1 Sam. 9: 3, 20), como también a los hombres que se hubiesen perdido (Sal. 119: 176) y que estuviesen en peligro de muerte (Job 6: 18). Moisés se está refiriendo aquí al origen nómade de los israelitas.
Descendió a Egipto.
Ver en Gén. 46: 26 y 47: 4 el viaje a Egipto. Nótese cuán pocos eran entonces.
Nación.
Ver Exo. 1: 7, 9, 12, 20. Aquí Jacob aparece como arameo, en parte debido a su larga residencia en el norte de Mesopotamia, de donde Abrahán había llegado a Canaán (Gén. 11: 31). De este pequeño comienzo surgió una gran nación. La presentación de las primicias conmemoraba la liberación de los primogénitos e Egipto.
6. Nos afligieron.
La bendición de Dios que los hizo aumentar con tanta rapidez llegó a ser también la causa de duras persecuciones de parte de los egipcios (Exo. 1: 9-14; cf. Núm. 20: 15).
7. Jehová oyó.
Ver Exo. 2: 23-25; 3: 7-9; 4: 31; Núm. 20: 16.
8. Nos sacó.
Ver caps. 4: 34; 7: 19; 16: 3.
9. Este lugar.
Ver cap. 1: 1, 5.
Leche y miel.
Ver com. Exo. 3: 8; también Deut, 6: 3.
10. Lo dejarás.
Debían darle las primicias al sacerdote, quien, a su vez, las presentaría al Señor (vers. 4).
Adorarás.
El reconocimiento de las bondades y misericordias de Dios es parte vital del culto. Jehová es Dios, y guarda su pacto y cumple fielmente sus promesas. Su pueblo no puede menos que expresar el aprecio que siente por la fidelidad que demuestra Dios. Literalmente, "te postrarás" (BJ) (Gén. 37: 10; Exo. 11: 8; Lev. 26: 1; Isa. 60: 14).
11. Te alegrarás.
El ofrecimiento de las primicias debía ir acompañado de fiesta y regocijo. Además de la familia inmediata, se invitaba a los levitas, a los vecinos y aun a los extraños a participar de las bondades del cielo (caps. 12: 6, 7; 16: 10-12).
12. El año tercero.
Al tercer año debía darse un "diezmo" a los pobres del lugar (ver com. cap. 14: 28, 29), además del que siempre se pagaba a los levitas. Dios no olvidó a los menos afortunados. Su pueblo tampoco debiera hacerlo.
Y comerán.
El legalista o el moralista podrían argumentar que los pobres sufren por causa de sus propias equivocaciones. Por supuesto, es cierto que no todos son tan cuidadosos, enérgicos o diligentes como podrían serlo. Pero si tienen necesidad, no debe pasárselos por alto por esa razón. Dios deliberadamente colocó a los levitas en una situación de dependencia de sus hermanos para estimular la liberalidad de Israel.
13. He sacado.
Esta confesión del deber cumplido debía ser un privilegio anual. Debía tenerse en cuenta a los levitas y a los pobres. El oferente afirmaba que había cumplido enteramente los requisitos de Dios, que el "diezmo" había sido pagado con toda fidelidad, tal cual Dios lo había ordenado, para ser usado en armonía con sus instrucciones. Mientras el "diezmo" permaneciese en una casa particular, esa casa estaba endeudada con Dios. No podría recibir la bendición del Señor hasta tanto la deuda hubiera sido saldada en su totalidad.
14. Mi luto.
Probablemente en relación con la impureza ceremonial por los muertols (ver Lev. 7: 20; 21: 1; cf. Ose. 9: 4). Diversas circunstancias podían producir impureza, y por ende "luto" , haciendo imposible que la persona compareciese ante Dios con regocijo. No sólo debía ser considerada ceremonialmente "impura" la persona implicada, sino que las mismas cosas consagradas se volverían impuras 1058 si participaba de ellas estando "impuro" (ver com. Deut. 14: 23-26).
A los muertos.
Desde tiempos antiguos, los paganos han creído que a los muertos les alegra recibir presentes de alimento o de otras cosas que pudieran necesitar. Es digno de notar que en la religión hebrea no se prescriben tales ritos, y que además, como aquí, se los excluye específicamente. En tierras paganas se practica aún la costumbre de colocar alimentos en las tumbas como obsequio para el "espíritu" " de los difuntos (ver Tobías 4: 17; Eclesiástico 30: 18). Esto se sigue practicando en la India y en la China.
Quizá los gastos del sepelio hubieran sido grandes, y la tentación de usar parte del "diezmo" para afrontar estos gastos probablemente no era infrecuente.
15. Mira.
Una plegaria que invoca el cuidado misericordioso de Dios. Es también un piadoso reconocimiento de la excelsa posición de Dios, muy por encima de toda habitación humana, y del hecho de que todas las bendiciones provienen de él. Compárese esto con las palabras de David dichas ante la congregación (1 Crón. 29: 11-13). Ver también 2 Crón. 30: 27; Isa. 63: 15; Jer. 25: 30; Zac. 2: 13.
Bendice.
La palabra así traducida significa "arrodillarse". " Un sustantivo derivado significa "rodilla", y otro, "bendición" . La expresión "bendecir a Dios" presenta el cuadro de la adoración de rodillas ante Dios.
Como juraste.
Un reconocimiento agradecido de la lealtad inquebrantable de Dios a su pacto, y de su fidelidad a todas sus promesas. Jehová no sólo es capaz de cumplir sus promesas, sino que es imposible que alguna vez falle en su cumplimiento (vers. 3, también caps. 1: 8; 6: 3).
16. Estatutos.
Las diversas palabras usadas en este pasaje comprenden todos los requerimientos de Dios para con su pueblo, no sólo con referencia a sus deberes religiosos, sino también a los civiles y sociales. Moisés se refiere a su estada en "el valle delante de Bet-peor" (cap. 3: 29), donde presentó al pueblo todas las leyes que le habían sido reveladas en Horeb. Aquí comienza una solemne exhortación a todo el pueblo. Es un recordativo de que habían entrado en relación de pacto con Dios y que, al hacer esto, habían asumido solemnísimas obligaciones. Por su parte, Jehová prometía bendecirlos.
Ponerlos por obra.
La parte que les correspondía en el solemne pacto. Este es un llamado a la sinceridad de vida con respecto a la relación de pacto (ver caps. 4: 6; 7: 12).
17. Has declarado solemnemente.
La construcción hebrea es enfática. "Este día has hecho que Jehová proclame que él es para ti tu Dios". Esto ocurrió cuando Israel escuchó la recitación de todos los requisitos del pacto y reconoció su propia obligación de observarlos.
18. Y Jehová ha declarado hoy.
Esta expresión es paralela con la del vers. 17. Dice literalmente: "Jehová este día ha hecho que tú digas que tú eres para él un pueblo de posesión", es decir, posesión privada.
Pueblo suyo
La construcción enfática de la VVR refleja bien la idea hebrea de posesión exclusiva. Ver com. Exo. 19: 5; 1 Ped. 2: 9. La misma palabra aparece en 1 Crón. 29: 3 y Mal. 3: 17.
Te lo ha prometido.
Ambas partes asumían obligaciones. El pacto era mutuo, y la promesa, como en el Sinaí, era condicional (Exo. 19: 5-8; 24: 3, 7).
19. Exaltarte.
Ver Deut. 28: 1 y com. Gén. 17:1. El hebreo usa una palabra que puede ser también uno de los nombres de Dios (ver Gén. 14: 18-20, 22; Núm. 24: 16; Deut. 32: 8; 2 Sam. 22: 14; Sal. 9: 2; Isa. 14: 14). Como parte del plan divino, el pueblo de Dios recibe el nombre del Altísimo (Núm. 6: 27).
Gloria.
La palabra hebrea así traducida se deriva del verbo "hermosear", "glorificar". El sustantivo derivado significa "turbante", "cofia", originalmente "ornamento". La misma palabra aparece en Isa. 46: 13; 62: 3. Nótese el significado más profundo que Cristo le da (Juan 17: 10) y su aplicación a la iglesia de hoy, según lo comenta el apóstol Pedro (1 Ped. 2: 9, 10).
Así termina el llamado Libro del Pacto, y con él, el segundo discurso de Moisés.
CBA T1
Es decir, " "te hayas establecido" " en la Tierra Santa (cf. Deut. 17: 14).
2. Primicias.
Ver en Núm. 18: 12 y Deut. 18: 4 la ley de las primicias.
Al lugar.
Se debía tomar una parte de las primicias, colocarla en una canasta, llevarla al santuario y entregársela al sacerdote.
3. Te presentarás.
Es decir, en las tres grandes fiestas (Exo. 23: 14-16). En épocas posteriores, al entrar en el atrio del templo 1057 donde esperaba el sacerdote que estaba oficiando, los adoradores alababan a Dios y llevaban sus ofrendas. Con confesión del pecado y oración de gratitud, el que rendía culto debía reconocer la bondad de Dios al haber liberado a su pueblo de la esclavitud egipcia y haberle dado la tierra prometida.
4. Delante del altar.
El sacerdote mecía la canasta y la colocaba delante del Señor, reconociendo que Jehová era dueño de la tierra. Esta ceremonia debía realizarse con gozo en Dios, como Dador de la cosecha, de la paz y de la prosperidad. El apóstol Pablo afirma que los cristianos deben emular este principio de devolverle a Dios parte de las bendiciones recibidas (1 Cor. 16: 2; 2 Cor. 8: 7-9).
5. Un arameo a punto de perecer.
Literalmente, " "un arameo errante" (BJ). Se refiere al humilde comienzo de la nación, a Rebeca y Lea, quienes eran de Padan-aram (Gén. 25: 20), y a Jacob, quien pasó varios años allí (Gén. 29 a 31). Labán, tío de Jacob, aparece como "arameo" (Gén. 25: 20; 28: 5, 6; 31: 20, 24). La expresión "a punto de perecer" se aplicaba a los animales extraviados (Deut. 22: 3; 1 Sam. 9: 3, 20), como también a los hombres que se hubiesen perdido (Sal. 119: 176) y que estuviesen en peligro de muerte (Job 6: 18). Moisés se está refiriendo aquí al origen nómade de los israelitas.
Descendió a Egipto.
Ver en Gén. 46: 26 y 47: 4 el viaje a Egipto. Nótese cuán pocos eran entonces.
Nación.
Ver Exo. 1: 7, 9, 12, 20. Aquí Jacob aparece como arameo, en parte debido a su larga residencia en el norte de Mesopotamia, de donde Abrahán había llegado a Canaán (Gén. 11: 31). De este pequeño comienzo surgió una gran nación. La presentación de las primicias conmemoraba la liberación de los primogénitos e Egipto.
6. Nos afligieron.
La bendición de Dios que los hizo aumentar con tanta rapidez llegó a ser también la causa de duras persecuciones de parte de los egipcios (Exo. 1: 9-14; cf. Núm. 20: 15).
7. Jehová oyó.
Ver Exo. 2: 23-25; 3: 7-9; 4: 31; Núm. 20: 16.
8. Nos sacó.
Ver caps. 4: 34; 7: 19; 16: 3.
9. Este lugar.
Ver cap. 1: 1, 5.
Leche y miel.
Ver com. Exo. 3: 8; también Deut, 6: 3.
10. Lo dejarás.
Debían darle las primicias al sacerdote, quien, a su vez, las presentaría al Señor (vers. 4).
Adorarás.
El reconocimiento de las bondades y misericordias de Dios es parte vital del culto. Jehová es Dios, y guarda su pacto y cumple fielmente sus promesas. Su pueblo no puede menos que expresar el aprecio que siente por la fidelidad que demuestra Dios. Literalmente, "te postrarás" (BJ) (Gén. 37: 10; Exo. 11: 8; Lev. 26: 1; Isa. 60: 14).
11. Te alegrarás.
El ofrecimiento de las primicias debía ir acompañado de fiesta y regocijo. Además de la familia inmediata, se invitaba a los levitas, a los vecinos y aun a los extraños a participar de las bondades del cielo (caps. 12: 6, 7; 16: 10-12).
12. El año tercero.
Al tercer año debía darse un "diezmo" a los pobres del lugar (ver com. cap. 14: 28, 29), además del que siempre se pagaba a los levitas. Dios no olvidó a los menos afortunados. Su pueblo tampoco debiera hacerlo.
Y comerán.
El legalista o el moralista podrían argumentar que los pobres sufren por causa de sus propias equivocaciones. Por supuesto, es cierto que no todos son tan cuidadosos, enérgicos o diligentes como podrían serlo. Pero si tienen necesidad, no debe pasárselos por alto por esa razón. Dios deliberadamente colocó a los levitas en una situación de dependencia de sus hermanos para estimular la liberalidad de Israel.
13. He sacado.
Esta confesión del deber cumplido debía ser un privilegio anual. Debía tenerse en cuenta a los levitas y a los pobres. El oferente afirmaba que había cumplido enteramente los requisitos de Dios, que el "diezmo" había sido pagado con toda fidelidad, tal cual Dios lo había ordenado, para ser usado en armonía con sus instrucciones. Mientras el "diezmo" permaneciese en una casa particular, esa casa estaba endeudada con Dios. No podría recibir la bendición del Señor hasta tanto la deuda hubiera sido saldada en su totalidad.
14. Mi luto.
Probablemente en relación con la impureza ceremonial por los muertols (ver Lev. 7: 20; 21: 1; cf. Ose. 9: 4). Diversas circunstancias podían producir impureza, y por ende "luto" , haciendo imposible que la persona compareciese ante Dios con regocijo. No sólo debía ser considerada ceremonialmente "impura" la persona implicada, sino que las mismas cosas consagradas se volverían impuras 1058 si participaba de ellas estando "impuro" (ver com. Deut. 14: 23-26).
A los muertos.
Desde tiempos antiguos, los paganos han creído que a los muertos les alegra recibir presentes de alimento o de otras cosas que pudieran necesitar. Es digno de notar que en la religión hebrea no se prescriben tales ritos, y que además, como aquí, se los excluye específicamente. En tierras paganas se practica aún la costumbre de colocar alimentos en las tumbas como obsequio para el "espíritu" " de los difuntos (ver Tobías 4: 17; Eclesiástico 30: 18). Esto se sigue practicando en la India y en la China.
Quizá los gastos del sepelio hubieran sido grandes, y la tentación de usar parte del "diezmo" para afrontar estos gastos probablemente no era infrecuente.
15. Mira.
Una plegaria que invoca el cuidado misericordioso de Dios. Es también un piadoso reconocimiento de la excelsa posición de Dios, muy por encima de toda habitación humana, y del hecho de que todas las bendiciones provienen de él. Compárese esto con las palabras de David dichas ante la congregación (1 Crón. 29: 11-13). Ver también 2 Crón. 30: 27; Isa. 63: 15; Jer. 25: 30; Zac. 2: 13.
Bendice.
La palabra así traducida significa "arrodillarse". " Un sustantivo derivado significa "rodilla", y otro, "bendición" . La expresión "bendecir a Dios" presenta el cuadro de la adoración de rodillas ante Dios.
Como juraste.
Un reconocimiento agradecido de la lealtad inquebrantable de Dios a su pacto, y de su fidelidad a todas sus promesas. Jehová no sólo es capaz de cumplir sus promesas, sino que es imposible que alguna vez falle en su cumplimiento (vers. 3, también caps. 1: 8; 6: 3).
16. Estatutos.
Las diversas palabras usadas en este pasaje comprenden todos los requerimientos de Dios para con su pueblo, no sólo con referencia a sus deberes religiosos, sino también a los civiles y sociales. Moisés se refiere a su estada en "el valle delante de Bet-peor" (cap. 3: 29), donde presentó al pueblo todas las leyes que le habían sido reveladas en Horeb. Aquí comienza una solemne exhortación a todo el pueblo. Es un recordativo de que habían entrado en relación de pacto con Dios y que, al hacer esto, habían asumido solemnísimas obligaciones. Por su parte, Jehová prometía bendecirlos.
Ponerlos por obra.
La parte que les correspondía en el solemne pacto. Este es un llamado a la sinceridad de vida con respecto a la relación de pacto (ver caps. 4: 6; 7: 12).
17. Has declarado solemnemente.
La construcción hebrea es enfática. "Este día has hecho que Jehová proclame que él es para ti tu Dios". Esto ocurrió cuando Israel escuchó la recitación de todos los requisitos del pacto y reconoció su propia obligación de observarlos.
18. Y Jehová ha declarado hoy.
Esta expresión es paralela con la del vers. 17. Dice literalmente: "Jehová este día ha hecho que tú digas que tú eres para él un pueblo de posesión", es decir, posesión privada.
Pueblo suyo
La construcción enfática de la VVR refleja bien la idea hebrea de posesión exclusiva. Ver com. Exo. 19: 5; 1 Ped. 2: 9. La misma palabra aparece en 1 Crón. 29: 3 y Mal. 3: 17.
Te lo ha prometido.
Ambas partes asumían obligaciones. El pacto era mutuo, y la promesa, como en el Sinaí, era condicional (Exo. 19: 5-8; 24: 3, 7).
19. Exaltarte.
Ver Deut. 28: 1 y com. Gén. 17:1. El hebreo usa una palabra que puede ser también uno de los nombres de Dios (ver Gén. 14: 18-20, 22; Núm. 24: 16; Deut. 32: 8; 2 Sam. 22: 14; Sal. 9: 2; Isa. 14: 14). Como parte del plan divino, el pueblo de Dios recibe el nombre del Altísimo (Núm. 6: 27).
Gloria.
La palabra hebrea así traducida se deriva del verbo "hermosear", "glorificar". El sustantivo derivado significa "turbante", "cofia", originalmente "ornamento". La misma palabra aparece en Isa. 46: 13; 62: 3. Nótese el significado más profundo que Cristo le da (Juan 17: 10) y su aplicación a la iglesia de hoy, según lo comenta el apóstol Pedro (1 Ped. 2: 9, 10).
Así termina el llamado Libro del Pacto, y con él, el segundo discurso de Moisés.
CBA T1

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