1. Te arrepintieres.
Literalmente, "los trajeres de vuelta a tu corazón". " "Si las meditas en tu corazón" (BJ). Nótese la misma expresión en 1 Rey. 8: 47. Como paso preliminar a la restauración al favor de Dios, deberían meditar en las causas de su exilio y en su relación con Jehová (ver Lev. 26: 40; Deut. 4: 29, 30). 1073
2. Y te convirtieres.
"Si vuelves" (BJ). También debía haber un abandono del pecado y un retorno al culto de Jehová (ver Neh. 1: 8, 9). La sinceridad se reflejaría en la obediencia.
3. Hará volver a tus cautivos.
"Cambiará tu suerte" (BJ). Compárese con Sal. 14: 7; 85: 1-3; 126: 1, 4; Eze. 16: 53. La liberación del cautiverio del pecado es más importante que la liberación del cautiverio físico (ver Sal. 41: 4; Jer. 3: 22; 17: 14; Ose. 14: 4; Mat. 13: 15).
4. Las partes más lejanas.
El profeta Nehemías hace referencia a la promesa de este versículo (Neh. 1: 8, 9). Ver expresiones similares en Deut. 4: 32; Sal. 19: 4; Isa. 13: 5. Jehová no desecharía a su pueblo; como individuos nunca los ha rechazado. La dispersión habría de ser su castigo. El castigo divino siempre ha tenido un propósito específico. Una vez logrado ese propósito, Dios se vuelve a su hijo, ofreciéndole la restauración y la ayuda necesaria para lograrla (ver Job 23: 10; Ose. 6: 1-3; Heb. 12: 11).
5. Te hará bien.
Ver en Jer. 32: 42, 43 la forma en que el Señor se proponía cumplir esta promesa.
6. Circuncidará ... tu corazón.
Compárese con Lev. 26: 41; Jer. 31: 33. Circuncidar el corazón significa avivar la percepción espiritual y enternecer la conciencia.
7. Sobre tus enemigos.
El arrepentimiento genuino trastrueca la maldición que sigue a la rebeldía. No existe entre Dios y el pecador ninguna separación tan ancha y tan profunda que no pueda cerrarse al punto cuando el pecador se vuelve a Dios. El gozo de Dios es completo cuando una persona se vuelve a él, porque entonces pueden derramarse sobre ella las bendiciones del cielo. Es el pecador empedernido quien debe sufrir la maldición plena del pecado.
8. Tú volverás.
Deshacer el camino hecho, como cuando se vuelve de un viaje. Esta expresión se usa en forma figurada para representar al que se vuelve a Dios con humilde arrepentimiento (ver Isa. 10: 21; 19: 22; Jer. 4:l; 15: 19; 18: 11; Eze. 18: 23; etc.).
9. Y te hará ... abundar.
Cuando una persona ama a Dios y obedece su voluntad (ver Juan 14: 15), porque se deleita en los requerimientos de Dios (ver 1 Juan 5: 3), los principios divinos pasan a ocupar un lugar de honor en su corazón (ver Sal. 40: 8). Esto permite que Dios vigorice el alma y la vida de esa persona, y añada bendiciones materiales (ver Deut. 28: 63; Jer. 32: 41; Mat. 6: 33).
10. La ley.
De torah , que se refiere en general a la voluntad revelada de Dios. Los judíos también aplicaban este término al Pentateuco, y aun a todo el AT.
11. No es demasiado difícil.
"No son superiores a tus fuerzas" (BJ). Ver Gén. 18: 14; Deut. 17: 8; Jer. 32: 17, 27; etc.
12. ¿Quién subirá?
Posiblemente los vers. 12 y 13 citen un dicho. Debe entenderse que no se le exige al hombre emprender una tarea sobrehumana, ni realizar un largo y penoso viaje, ni procurar ascender al cielo a fin de entender la voluntad de Dios para el hombre. Por medio de su profeta Moisés, Dios había revelado con claridad sus intenciones al pueblo de Israel. Sus justas exigencias habían sido escritas; el hombre estaba plenamente informado. Compárese con el argumento del apóstol Pablo (Rom. 10: 5-13).
14. Muy cerca de ti.
Moisés no sólo había declarado la voluntad de Dios verbalmente, sino que también la había escrito. Compárese con la defensa de Pablo (Hech. 20: 26, 27; Fil. 1: 8).
20. El es vida para ti.
"En eso está tu vida" (BJ). En amar a Dios estaría la vida de Israel. Llevar una vida inspirada y dirigida por el amor de Dios es heredar la vida eterna. Las posibilidades de vida para cada hombre se reducen finalmente a dos. Una es amar a Dios con todas las facultades. El resultado final es la vida en toda su plenitud, una vida que acaba en la inmortalidad. La otra alternativa es desacatar la buena voluntad de Dios, dedicando la vida a las cosas de esta tierra. Una vida que transcurre persistentemente de esta forma, lleva a la muerte eterna. Estas alternativas constituyen una exhortación para cada hombre y cada mujer que llega al mundo. Aquí termina el cuarto discurso de Moisés.
CBA T1
Literalmente, "los trajeres de vuelta a tu corazón". " "Si las meditas en tu corazón" (BJ). Nótese la misma expresión en 1 Rey. 8: 47. Como paso preliminar a la restauración al favor de Dios, deberían meditar en las causas de su exilio y en su relación con Jehová (ver Lev. 26: 40; Deut. 4: 29, 30). 1073
2. Y te convirtieres.
"Si vuelves" (BJ). También debía haber un abandono del pecado y un retorno al culto de Jehová (ver Neh. 1: 8, 9). La sinceridad se reflejaría en la obediencia.
3. Hará volver a tus cautivos.
"Cambiará tu suerte" (BJ). Compárese con Sal. 14: 7; 85: 1-3; 126: 1, 4; Eze. 16: 53. La liberación del cautiverio del pecado es más importante que la liberación del cautiverio físico (ver Sal. 41: 4; Jer. 3: 22; 17: 14; Ose. 14: 4; Mat. 13: 15).
4. Las partes más lejanas.
El profeta Nehemías hace referencia a la promesa de este versículo (Neh. 1: 8, 9). Ver expresiones similares en Deut. 4: 32; Sal. 19: 4; Isa. 13: 5. Jehová no desecharía a su pueblo; como individuos nunca los ha rechazado. La dispersión habría de ser su castigo. El castigo divino siempre ha tenido un propósito específico. Una vez logrado ese propósito, Dios se vuelve a su hijo, ofreciéndole la restauración y la ayuda necesaria para lograrla (ver Job 23: 10; Ose. 6: 1-3; Heb. 12: 11).
5. Te hará bien.
Ver en Jer. 32: 42, 43 la forma en que el Señor se proponía cumplir esta promesa.
6. Circuncidará ... tu corazón.
Compárese con Lev. 26: 41; Jer. 31: 33. Circuncidar el corazón significa avivar la percepción espiritual y enternecer la conciencia.
7. Sobre tus enemigos.
El arrepentimiento genuino trastrueca la maldición que sigue a la rebeldía. No existe entre Dios y el pecador ninguna separación tan ancha y tan profunda que no pueda cerrarse al punto cuando el pecador se vuelve a Dios. El gozo de Dios es completo cuando una persona se vuelve a él, porque entonces pueden derramarse sobre ella las bendiciones del cielo. Es el pecador empedernido quien debe sufrir la maldición plena del pecado.
8. Tú volverás.
Deshacer el camino hecho, como cuando se vuelve de un viaje. Esta expresión se usa en forma figurada para representar al que se vuelve a Dios con humilde arrepentimiento (ver Isa. 10: 21; 19: 22; Jer. 4:l; 15: 19; 18: 11; Eze. 18: 23; etc.).
9. Y te hará ... abundar.
Cuando una persona ama a Dios y obedece su voluntad (ver Juan 14: 15), porque se deleita en los requerimientos de Dios (ver 1 Juan 5: 3), los principios divinos pasan a ocupar un lugar de honor en su corazón (ver Sal. 40: 8). Esto permite que Dios vigorice el alma y la vida de esa persona, y añada bendiciones materiales (ver Deut. 28: 63; Jer. 32: 41; Mat. 6: 33).
10. La ley.
De torah , que se refiere en general a la voluntad revelada de Dios. Los judíos también aplicaban este término al Pentateuco, y aun a todo el AT.
11. No es demasiado difícil.
"No son superiores a tus fuerzas" (BJ). Ver Gén. 18: 14; Deut. 17: 8; Jer. 32: 17, 27; etc.
12. ¿Quién subirá?
Posiblemente los vers. 12 y 13 citen un dicho. Debe entenderse que no se le exige al hombre emprender una tarea sobrehumana, ni realizar un largo y penoso viaje, ni procurar ascender al cielo a fin de entender la voluntad de Dios para el hombre. Por medio de su profeta Moisés, Dios había revelado con claridad sus intenciones al pueblo de Israel. Sus justas exigencias habían sido escritas; el hombre estaba plenamente informado. Compárese con el argumento del apóstol Pablo (Rom. 10: 5-13).
14. Muy cerca de ti.
Moisés no sólo había declarado la voluntad de Dios verbalmente, sino que también la había escrito. Compárese con la defensa de Pablo (Hech. 20: 26, 27; Fil. 1: 8).
20. El es vida para ti.
"En eso está tu vida" (BJ). En amar a Dios estaría la vida de Israel. Llevar una vida inspirada y dirigida por el amor de Dios es heredar la vida eterna. Las posibilidades de vida para cada hombre se reducen finalmente a dos. Una es amar a Dios con todas las facultades. El resultado final es la vida en toda su plenitud, una vida que acaba en la inmortalidad. La otra alternativa es desacatar la buena voluntad de Dios, dedicando la vida a las cosas de esta tierra. Una vida que transcurre persistentemente de esta forma, lleva a la muerte eterna. Estas alternativas constituyen una exhortación para cada hombre y cada mujer que llega al mundo. Aquí termina el cuarto discurso de Moisés.
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