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CBA - Josué Capítulo 22


CBA Josué Capítulo 22
1. Entonces.
Heb. 'az . Indica que el proceso comenzó en determinado momento, como consecuencia de una situación que se acaba de describir, o sea inmediatamente después de la distribución de las ciudades entre los levitas, según lo registra el cap. 21. La construcción parecería indicar que a las dos tribus y media no se las envió de vuelta a sus casas cuando terminó la guerra, como algunos han pensado, sino más bien después de haber sido repartida la tierra entre las 12 tribus y después de haber recibido los levitas sus ciudades.

2. Vosotros habéis guardado.
Las palabras de los vers. 2 y 3 recuerdan la promesa del cap. 1: 16. La orden de Josué registrada en el vers. 5 recuerda la que él mismo había recibido (cap. 1: 7). Tiene otro paralelo en lo que Josué dijo a Israel antes de morir, tal como se registra en los caps. 23 y 24.

3. Este largo tiempo.
Ver com. cap. 11: 18. Se ocuparon unos seis o siete años en dominar la tierra. De modo que estas tribus habían estado lejos de sus hogares y de sus familias durante un largo período mientras cumplían con su obligación para con sus hermanos (cap. 1: 12-16). Para serles una bendición, habían dado lo mejor que tenían.

Es digno de notarse que durante todos los largos años de la conquista no se registra ninguna queja, fuera del pedido de la tribu de 287 José (cap. 17). Esto contrasta con la continua murmuración durante los 40 años de peregrinación en el desierto: cuando los israelitas estuvieron empeñados en conquistas, éxitos y actividades, estuvieron contentos. Lo mismo ocurre hoy: cuando la iglesia es activa y lleva a cabo un programa que implica progreso, con la participación de todos sus miembros, hay una notable ausencia de críticas, quejas y murmuraciones.

4. Vuestras tiendas.
Quizá para esta fecha la gente ya vivía en las casas que habían heredado o construido (Núm. 32: 17), pero el autor las llama tiendas, porque ésa era la palabra que acostumbraban usar para referirse a sus moradas en el desierto. Siguió formando parte del vocabulario habitual hasta mucho tiempo más tarde.

5. Solamente que con diligencia cuidéis.
Literalmente "solamente vigilad mucho". "Únicamente preocupaos de guardar" (BJ). Las declaraciones de este vers. tienen un contenido muy similar a las que se encuentran en Deut. 6: 5; 10: 12; 11: 13, 22; 30: 6, 16, 20; etc., lo que indica que estas palabras ya habían sido registradas para que Josué tuviese acceso a ellas. Se había familiarizado tanto con estas expresiones de su predecesor Moisés, que las repetía casi textualmente. Josué despidió a las dos tribus y media con palabras de consejo y amonestación espiritual. Su única seguridad estaría en la estricta obediencia a todas las órdenes de Dios.

Le sigáis a él.
La palabra hebrea traducida "seguir" se traduce "apegar" en Sal. 119: 31. Tiene la idea de una unión firme. "Os mantengáis unidos a él" (BJ).

7. Tribu de Manasés.
No debe entenderse por este versículo que Josué se dirigió nuevamente por separado a la media tribu de Manasés. Esta declaración es más bien una repetición, característica notable de los autores del AT en general, y de Josué en particular. Un autor moderno se referiría a lo que ya ha escrito en otra parte, pero el historiador judío repite en cada caso todo lo que cree necesario a fin de que su relato pueda entenderse claramente. Como ejemplo de este tipo de repetición de este autor, nótense las cuatro veces que repite que los levitas no habían de recibir parte en la distribución de la tierra (caps. 13: 14, 33; 14: 3; 18: 7), y las cuatro veces cuando repite que la tribu de Manasés estaba dividida en dos partes, una a cada lado del Jordán (caps. 13: 7, 8; 14: 3; 18: 7; y 22: 7).

8. Compartid ... el botín.
Los que habían permanecido del otro lado del Jordán para custodiar sus posesiones, para reconstruir las ciudades y cuidar del ganado y de las familias, debían compartir el botín tomado. Dios ya había ordenado esto (Núm. 31: 27), y posteriormente David dio instrucción similar al pueblo (1 Sam. 30: 24).

9. Desde Silo.
Este versículo indica muy claramente que no se envió a las dos tribus y media a sus hogares hasta después de que el cuartel general de Israel fue trasladado a Silo, lo que ocurrió después que algunas de las tribus recibieron su heredad. Si no habían de permanecer hasta después de la distribución de la tierra, probablemente se las habría despedido desde Gilgal. El hecho de que no hubiesen sido despedidas desde allí, es una importante prueba de que permanecieron hasta que se terminó la distribución.

10. Límites del Jordán.
Literalmente, "contornos" o "distritos del Jordán". Algunos han pensado que esta expresión se referiría a los fértiles distritos al este del alto Jordán, posiblemente a las fértiles praderas dentro de los meandros del río Jordán. El río hace una trayectoria de cerca de 300 km en los 100 km que hay entre el mar de Galilea y el mar Muerto. Sin embargo, esta identificación no parece adecuarse al contexto de la narración. El hebreo usa geliloth , que aparece como nombre propio de lugar en Jos. 18: 17. Tanto la LXX como la siriaca tienen el nombre propio "Gilgal" en lugar de geliloth . Este hubiera sido el lugar más natural para cruzar el Jordán. El camino que pasaba por Gilgal llevaba hasta la frontera tanto de Rubén como de Gad. Si las tribus hubiesen viajado al norte para cruzar el alto Jordán, hubieran andado unos 150 km demás. Otro lugar donde quizá habrían podido cruzar era Adam, pero además de ser una ruta desconocida, también era un camino indirecto para que Gad y Rubén volviesen a sus territorios. Por tanto, es lógico pensar que las tribus volvieron por el camino de Gilgal (ver PP 554). La BJ reza "círculos de piedras" ; así también traduce la Vulgata. Una vez que hubieron llegado a los "límites" del Jordán, construyeron un altar en un lugar elevado, tal vez cerca del sitio donde Josué había levantado las piedras, aunque posiblemente del otro lado del río (ver com. vers. 11).

Tierra de Canaán.
Esto podría sugerir, aunque no sería prueba de ello, que el lugar referido habría estado al oeste del Jordán.

De grande apariencia.
Literalmente, "altar grande para (o de) apariencia". Podría indicar un altar grande, visible a gran distancia, o simplemente que no fue construido para ofrecer en él sacrificios, sino puramente para dar la apariencia de altar. Sin embargo, había sido construido de acuerdo con el modelo del altar del holocausto en el tabernáculo (vers. 28), lo que haría que fuera un memorial eficaz de que las tribus orientales formaban parte del Israel de Dios.

11. Un altar.
Literalmente, "el altar". Según lo que se dice en el vers. 28, este altar era una copia del altar de Jehová, de ese único altar dado por Dios a Israel para que allí se ofreciesen los sacrificios. De allí el uso del artículo definido en hebreo, para designar ese único altar. "Ese altar" (BJ).

Frente a la tierra.
Literalmente, "al frente o hacia el frente de la tierra de Canaán". Como en castellano, esta expresión podría tener más de un sentido. Así como en hebreo, la "derecha" puede significar sur y la izquierda puede significar "norte", el "frente" podría referirse al este. Si éste fuera el uso que se le da aquí, la frase se referiría a la entrada en la tierra de Canaán desde el este, o a la orilla oriental misma.

Los límites del Jordán.
La misma expresión del vers. 10. Nuevamente en la LXX y en siriaco se lee "Gilgal" .

Del lado.
Heb. 'el 'eber . Expresión que significa "del lado de" o "al otro lado de". Es bastante ambigua y no se puede determinar por esta expresión si el altar estuvo del lado occidental u oriental del río. Con todo, se acepta más la opinión de que fue levantado del lado este (ver PP 555, 556).

12. Para subir a pelear.
En este pasaje se encuentra una notable evidencia de la estricta observancia de la ley por parte de Israel y la veneración que por ella sentían en tiempos de Josué. Bastó una mínima desviación de esa ley (Lev. 17: 8, 9; Deut. 12: 5-7; 13: 12-15) para despertar la lealtad de las nueve tribus y media e impulsarlas a subir a pelear aun contra sus hermanos. Cuando se enteraron de la construcción de un altar fuera del que había en Silo, estuvieron listas para tomar medidas inmediatas a fin de que no se profanara el culto a Jehová. No fue Josué quien llamó a las tribus; se reunieron por su propia voluntad. Probablemente fue él, junto con Eleazar, quien les aconsejó que no hiciesen nada hasta que se enviaran embajadores a las dos tribus y media a fin de verificar el rumor.

13. Finees.
Hijo del sumo sacerdote e idóneo para esta tarea. Fue Finees quien, en momentos críticos, se había levantado para resistir el mal de Baal-peor (Núm. 25: 7, 8). Todos conocían su fervor, y quizá no se hubiera podido encontrar mejor jefe de la delegación que él.

14. Diez príncipes.
Estaban representadas todas las tribus que vivían al oeste del Jordán, además de Finees de la tribu de Leví. Todos los que le acompañaron eran jefes de sus casas paternas, y tal vez también jefes de las tribus. Una embajada de esta clase probablemente representaría la corte suprema del país. Israel consideró que la supuesta transgresión de las dos tribus y media era una seria infracción de la ley divina. La composición de la delegación indica la gravedad que se asignaba a este acto.

16. ¿Qué transgresión?
"¿Qué ... prevaricación?" (BJ). La expresión significa literalmente: "¿Qué traición?" Estaban en juego no sólo las dos tribus y media sino todo el pueblo de Israel. Las vicisitudes pasadas les habían mostrado que las transgresiones de grupos o aun de individuos podían acarrear castigos sobre todo el pueblo. Finees y sus compañeros llamaron la atención a esas ocasiones, temiendo que si los que habían levantado ese altar no eran castigados, Dios podría castigar a todo Israel como copartícipe de la culpa. La acusación de las nueve tribus y media sólo se basaba en un rumor que debería haberse investigado primeramente. Es fácil interpretar mal las acciones ajenas. Las tribus occidentales eran culpables, pero también lo eran las tribus orientales que deberían haber informado a sus hermanos de su proyecto de levantar ese monumento recordativo. Quizá no creyeron que podría originarse un falso rumor. Siempre es bueno evitar la posibilidad de que surjan falsos rumores, pero por otra parte es peligroso juzgar a otros sólo por las apariencias.

17. La maldad de Peor.
"Crimen" (BJ). Ver Núm. 25: 1-9; Deut. 4: 3. La palabra aquí traducida "maldad" es 'awon , que a menudo tiene el sentido de "culpabilidad" o mal proceder. Se cree que viene de la raíz 'awah , "doblar", "torcer". Indica una acción equivocada 289 o errada, que no está de acuerdo con lo recto y apropiado, como también la culpa por haberla cometido y, en algunos casos, también el castigo.

No estamos aún limpios.
Literalmente, "no fuimos hechos limpios de él hasta este día". Es imposible saber a qué circunstancias específicas se refería el autor al decir así, pero la vergüenza, la desgracia y la infamia de la maldad de Peor deben haber permanecido aún. Tal vez algunas señales del disgusto divino aún perduraban entre los israelitas. Se nos informa que en esa ocasión murieron 24.000 personas. Es posible que algunos de los hijos de esas uniones prohibidas estuvieran todavía en el campamento. Sin duda muchos de los parientes aún sentían profundamente la pérdida de esos 24.000, y los hogares quebrantados y los huérfanos daban testimonio del desastre. También podría significar que aún quedaba algo de esa levadura corrupta entre ellos; que la infección no se había curado por completo y que, aunque oculta por el momento, aún estaba activa secretamente con la probabilidad de brotar de nuevo con renovada violencia, lo que se insinúa en las palabras del cap. 24: 14, 23. El pecado deja sus huellas tanto sobre la persona que lo comete como sobre los que sienten la influencia de ese pecado.

19. Inmunda.
Es decir, en el aspecto ceremonial por no estar el tabernáculo en el territorio de estas tribus. Entre los antiguos existía la creencia generalizada de que los países donde no había un lugar consagrado a la adoración de Dios no podían ser santos ni limpios. Si acaso las dos tribus y media tenían tal idea, sería mucho mejor que abandonaran su territorio y vivieran con las otras tribus en la posesión del Señor. Esto demostraba un espíritu muy generoso y abnegado, la disposición a sacrificarse a fin de mantener la pureza y por lo tanto la paz. Es decir que Finees y sus compañeros estaban ansiosos de dar a las primeras cosas su debido lugar. " "Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas" " (Mat. 6: 33). Esto demuestra que las tribus occidentales no consideraban que era imprescindible hacer guerra a sus hermanos, aun si hubiesen pecado, a menos que se mostraran obstinados en su rebelión.

No os rebeléis.
Dios había dado instrucciones y órdenes para la conducción de su pueblo, y cualquier desviación de esas órdenes, especialmente en cuanto a la construcción de altares para falsos dioses, no sería sino una rebelión contra el Dios del cielo. Dios es el mismo hoy como ayer (Heb. 13: 8), pues nunca cambian los principios de la justicia. Aunque el castigo por la desviación de las leyes de Dios puede postergarse, toda transgresión recibirá finalmente su justa retribución.

20. No pereció solo.
El caso de Acán fue una demostración de cómo el pecado de un hombre trae el castigo de Dios sobre toda la congregación. Con toda su familia, él pereció por su pecado, pero también murieron los hombres que cayeron ante la espada de los guerreros de Hai. Cuánto más en esta ocasión habría recaído el castigo de Dios sobre toda la congregación si tolerasen este pecado de rebelión respecto al culto, permitiendo que se levantara un segundo altar. El pueblo procedía bien al preocuparse por esto, pero se apresuraba a condenar la acción de sus hermanos antes de haber escuchado los detalles de lo ocurrido.

21. Respondieron.
Es imposible dejar de notar la mansedumbre de la respuesta a las acusaciones de las cuales habían sido objeto. En verdad, hay mucho que admirar en la actuación de ambas partes. Cuando los acusadores vieron que estaban equivocados, no acusaron a sus hermanos de imprudencia, cosa que bien podrían haber hecho. Cuando los acusados hubieron dado prueba de su inocencia, no vituperaron a sus acusadores con palabras ásperas, apresuradas e injustas. Ciertamente aquí se da un caso cuando "la blanda respuesta quita la ira" " (Prov. 15: 1). Muchos problemas podrían evitarse en la vida si se hiciese caso de las lecciones que se desprenden de este episodio.

22. Jehová Dios de los dioses.
Se repite dos veces la frase que contiene los tres nombres divinos: 'El , 'Elohim , Yahweh , en ese mismo orden. Puede traducirse también "El Dios de los dioses, Yahvéh" (BJ). En todo caso es un juramento fuerte, apropiado a la grandeza de la ocasión. Las dos tribus y media estaban espantadas del pecado que se les acusaba de haber cometido, y la multiplicación de los títulos divinos, como también la repetición de la frase, mostraba su celo y fervor en este asunto.

23. Nos lo demande.
Puede también traducirse: 290 "Jehová investigue o busque". Después de haber apelado dos veces al triple nombre de Dios (ver com. vers. 22), las tribus estuvieron dispuestas a dejar el asunto en manos de Dios y aceptar sus demandas, aunque eso significara responder con la vida. Su testimonio positivo convenció a los delegados de la sinceridad de los motivos que les había impulsado a construir el altar.

24. Por temor.
Mejor, "por preocupación" (BJ). A continuación las dos tribus y media exponen la causa de este temor o ansiedad. Transcurrido el tiempo, su descendencia, por estar tan lejos del tabernáculo, podría ser considerada ajena a la comunidad de Israel. Probablemente cuando estas tribus iban de regreso a sus hogares se les ocurrió la idea de levantar este monumento conmemorativo. Si hubiesen pensado en este plan antes, probablemente lo habrían informado a Josué. Estaban preocupadas por temor a que las otras tribus llegasen a pensar que sus hijos no tenían interés en el altar de Dios. Era verdad que por el momento las tribus orientales eran consideradas como hermanas y eran tan bien recibidas en el tabernáculo como cualquier otra tribu, pero ¿qué pasaría si después de ellos sus hijos fuesen desheredados? Por causa de la distancia no podrían hacer visitas tan frecuentes al tabernáculo como los otros, y gradualmente podrían ser rechazados hasta que ya no se los considerara más como miembros de la comunidad. Eso llevaría al descuido de parte de los hijos, y pronto llegarían a un estado de comparativa irreligiosidad. Para impedir eso y para dejar un testimonio constante de que formaban parte de Israel, las tribus decidieron levantar ese gran altar cerca del Jordán para que pudiera ser visto desde ambos lados.

28. Símil.
El altar que habían hecho era una representación exacta del altar de Silo y debería servir como testimonio de que sus edificadores reconocían y servían al mismo Dios que servían los que adoraban en el altar original. Quizá para que fuese bien visible, su tamaño era mucho mayor, pero guardaba las mismas proporciones y su estilo de construcción era idéntico.

30. Les pareció bien.
Literalmente, "fue bueno a sus ojos". Habían emprendido esta misión para gloria de Dios y no para gloria propia. Ahora que se había absuelto de culpa a las dos tribus y media, y aunque ellos mismos se habían equivocado, quedaron contentos. Dios es el verdadero vínculo de hermandad. Cuando estamos verdaderamente hermanados, el dolor y la vergüenza de nuestro hermano será también nuestro, y la comprobada inocencia del que era tenido por culpable obrará en nosotros una sincera y sentida gratitud. Si los hombres de las tribus que se establecieron al oeste del Jordán hubiesen actuado impulsados por motivos egoístas, habrían sido demasiado orgullosos para regocijarse de que se habían equivocado al hacer las acusaciones, y habrían buscado otro motivo de queja. Algunas veces los hermanos cristianos se enorgullecen tanto de sus propias opiniones que desean más la victoria sobre un supuesto antagonista que la vindicación de la justicia. Los que viven cerca del Señor están dispuestos a admitir su error y se interesan más en alcanzar la verdad que en convencer a otros de que tienen razón.

31. Ahora habéis librado.
La palabra hebrea 'az , traducida "ahora", hace resaltar que la acción en realidad ya había ocurrido. Generalmente se traduce "entonces", pero en este caso bien podría traducirse "en consecuencia". Implica la consecuencia de una acción. Podría traducirse de la siguiente manera: "En consecuencia, en vez de traer sobre nosotros un fuerte castigo, al cual habíamos temido, habéis actuado de tal manera como para librarnos del castigo del cual temíamos".

33. No hablaron más.
El pueblo renunció a su intención de subir a pelear. Lo que dijeron sus delegados lo convenció de que no había necesidad de eso y, por ende, abandonó completamente la idea de hacerlo.

34. Ed.
En hebreo significa "testimonio". Este nombre no se encuentra en el texto masorético, aunque aparecería en algunos de los manuscritos hebreos más recientes. Figura en las versiones siriacas y árabes. La LXX reza: " "Y Josué dio un nombre al altar de los hijos de Rubén y los hijos de Gad y la media tribu de Manasés y dijo: 'Es testimonio en medio de ellos de que el Señor es su Dios'" " . La RVR incluye la palabra "Ed" como nombre del altar, pero la BJ sigue el texto masorético, indicando en una nota que " "el nombre ha desaparecido del texto; probablemente contenía la palabra 'testigo' " " . El sentido de la RVR es totalmente correcto.

Pueden aprenderse algunas lecciones importantes de los incidentes registrados en este 291 capítulo. Primero: las mejores intenciones pueden interpretarse mal y pueden dar lugar a sospechas. Por lo tanto, en todo lo posible debería evitarse toda apariencia de mal. Segundo: es mucho mejor ser celosos por nuestros hermanos con celo piadoso, que ser indiferentes a su salvación, aun cuando nuestro temor sea equivocado. Tercero: aun cuando se nos acuse falsamente, es bueno oír la acusación con calma, y luego, con espíritu de humildad, hacer una cuidadosa defensa. Los que están en lo correcto pueden siempre permitirse ser tranquilos y considerados.

CBA T2

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