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CBA - Libro de Jueces Capítulo 15


CBA Jueces Capítulo 15
1. Siega del trigo.
En esa zona la cosecha del trigo se realizaba desde mediados de mayo hasta mediados de junio. Se menciona la estación porque el incidente narrado en los vers. 4 y 5 se refiere a la quemazón del grano maduro.

Un cabrito.
Un cabrito puede haber sido el regalo acostumbrado en tal ocasión (ver Gén. 38: 17).

El aposento.
Es decir, la parte de la casa donde vivían las mujeres. Aunque esta mujer era esposa de otro hombre, todavía vivía en la casa de su padre.

2. La aborrecías.
El padre insistió en que había pensado que Sansón no quería tener nada más que ver con esa mujer después de que ella lo había traicionado, y por eso la había dado a otro hombre. El padre bien pudo haber pensado que puesto que Sansón se había ido enojado y no había vuelto, la había abandonado.

Hermana menor.
Ya que el padre había aceptado la dote, le ofreció a Sansón una hija menor. Reconocía la fuerza de Sansón, y con temor y ansiedad procuró liberarse de una situación difícil. Tenía temor de lo que Sansón hiciera por la injusticia de que había sido objeto.

3. Le dijo.
El hebreo dice "a ellos". Las antiguas versiones griegas y latinas corrigen el singular como para indicar que Sansón no hablaba sólo al padre. Otras personas pudieron haber estado presentes en la habitación, o las mujeres mismas tal vez pudieron oírlo desde sus aposentos, donde estaban comentando animadamente la situación.

Sin culpa.
Podría traducirse: "Esta vez seré inocente ante los filisteos". Era un momento importante en la vida de Sansón. En circunstancias comunes podría haberse vengado del padre temeroso o de la esposa traidora. Sansón podría haber pensado que habían actuado así para con él debido a la presión de los filisteos, quienes a su vez lo odiaban porque era israelita. En ese caso, podría decidir ir a la raíz del problema atacando la tiranía filistea en general. Los filisteos habían provocado los problemas. Por eso Sansón se creyó sin culpa al emprender en serio las hostilidades contra ellos.

4. Zorras.
Heb. shu'alim . Se usa también para designar al chacal (ver Sal. 63: 10). Es probable que Sansón hubiera cazado chacales, porque viven en jaurías, y son más fáciles de cazar que las zorras.

A esa altura del año, en la época de la cosecha del trigo (vers. 1), la cual sigue a una larga temporada seca, los campos estarían resecos. Sin duda Sansón llevó a cabo su plan en la noche, cuando serían inadvertidas sus acciones y no habría quien apagase las llamas.

5. Viñas.
Las ramas bajas de las vides y los troncos secos de los olivos ardieron fácilmente. Quizá Sansón no se dio cuenta cabal de las dimensiones que alcanzaría el incendio que estaba iniciando. Cuando se apagaron los fuegos, sólo quedaban kilómetros y kilómetros de campos ennegrecidos donde el día antes había existido la promesa de una rica cosecha.

6. Y les contestaron.
Probablemente fueron los de Timnat, o tal vez los hebreos mismos los que informaron que había sido Sansón el que incendió los campos. Sansón no tenía que enfrentarse sólo a los filisteos, sino que también debía contender con el letargo y la abierta oposición de su propio pueblo que estaba dispuesto a cooperar con los filisteos antes que unirse con él para hacerles guerra y liberarse del yugo extranjero.

La quemaron a ella.
Aunque los filisteos desfogaron su ira en la mujer y su familia culpables de haberlo iniciado todo, pretendían también insultar a Sansón. Se vengaron bárbaramente destruyendo a la mujer a quien una vez él pretendió con persistencia y con la cual esperaba reunirse otra vez.

7. Ya que así habéis hecho.
En realidad, Sansón les dijo que si ellos procedían así, vengándose cobardemente de una mujer indefensa, él se vengaría de ellos.

8. Los hirió cadera y muslo.
No se conoce el origen de esta figura de dicción. Era una expresión proverbial que significaba "enteramente" o "completamente". No se dice a cuál grupo de filisteos hirió Sansón, pero con toda probabilidad fueron los que quemaron a su mujer y al padre de ella.

La cueva.
Literalmente, "hendidura" o "fisura" (en Isa. 2: 21 "cavernas" ; en Isa. 57: 5 "peñascos" ). Es probable que se tratara de una cueva inaccesible en un gran farallón. Tal ubicación explicaría la expresión "descendió", en este versículo.

Etam.
Se desconoce el sitio de esa cueva. En la Biblia se mencionan dos lugares que llevan el nombre Etam: (1) Khirbet el-Khôkh cerca de 'Ain 'Atan , al sur de Belén y no lejos de Tecoa (2 Crón. 11: 6); y (2) un lugar no identificado en el sur de Judá en las tierras dadas a Simeón (1 Crón. 4: 32). La cueva mencionada aquí no se ha identificado, sin embargo, con ninguno de estos lugares.

9. Acamparon en Judá.
Sansón era de la tribu de Dan, pero esa tribu había recibido su heredad dentro del territorio de la tribu de Judá. Los filisteos, preparados para la batalla, subieron contra los hebreos para vengarse del terrible daño causado por Sansón.

Lehi.
Literalmente, "quijada". Es probable que ese lugar no tuviera ese nombre hasta después de los acontecimientos relatados en este pasaje (ver com. vers. 19). Se desconoce la ubicación de Lehi. Los que ubican a Etam cerca de Belén, prefieren pensar en un lugar próximo a esa ciudad, pero los que piensan que Etam estaba cerca de Zora ubican a Lehi en el Wadi ets-Tsarâr , cerca de Zora y Timnat.

10. ¿Por qué habéis subido?
Es evidente que la tribu de Judá vivía tranquilamente en la servidumbre. Por eso parecen expresar sorpresa cuando los atacan los filisteos. Al fin de cuentas Sansón no era de la tribu de Judá, y ellos no habían mostrado ningún resentimiento contra los filisteos.

A prender a Sansón.
Evidentemente los filisteos no se proponían luchar contra todos los hebreos. Sólo buscaban a Sansón. Pero también era evidente que habían traído suficientes hombres como para protegerse de cualquier ataque sorpresivo.

11. Tres mil.
Los hombres de Judá sabían de la proeza de Sansón y quizá por esa razón vinieron tantos para rodearlo y evitar que se escapara. Con todo no se habrían atrevido a acercarse a él si no hubieran estado convencidos de que no heriría a sus propios compatriotas.

¿No sabes, tú?
Los hombres de Judá reprendieron a Sansón por haberse rebelado contra el gobierno filisteo y por haberlos puesto en peligro escondiéndose en su territorio. Este reproche y la prontitud con la cual se disponían a entregarlo a los filisteos indican la calamitosa condición a que había llegado Judá. Sus hombres habían sido poderosos para la guerra, pero ahora su decadencia moral los había debilitado. Habían perdido no sólo su relígión, sino también el fervor patriótico. ¡Cuánto no podrían haber logrado con Sansón estos 3.000 si hubieran sido como los 300 de Gedeón!

12. Juradme.
Sansón no tenía miedo de los filisteos. Creía que Dios le ayudaría a defenderse de ellos cuando llegara el momento oportuno. Pero desconfiaba de sus compatriotas, y exigió que le jurasen que no le harían nada para que él no se viera obligado a destruirlos a ellos también.

13. Dos cuerdas nuevas.
Ver cap. 16: 11. Querían usar las cuerdas más fuertes posibles, porque conocían su tremenda fuerza.

14. Salieron gritando a su encuentro.
Cuando llegó al campamento filisteo la noticia de que su enemigo había sido prendido y que sus cobardes compatriotas lo traían por la fuerza, se enloquecieron de alegría y corrieron a su encuentro, ansiosos de vengarse.

15. Quijada de asno fresca aún.
El hueso de un animal que había muerto hacía poco, y que por lo tanto no estaba aún quebradizo. Cuando Sansón rompió las cuerdas que lo ataban, quizá miró rápidamente a su alrededor en busca de alguna arma. Antes de que sus enemigos pudieran acallar sus gritos de exultación, él ya estaba propinándoles golpes mortales. Los filisteos huyeron aterrados, pero antes de que pudieran escapar a la llanura abierta, 1.000 de ellos habían caído ante la irresistible fuerza de Sansón.

16. Sansón dijo.
Tan extraordinaria fue la matanza, que Sansón la celebró con un poema de victoria. En verso el poema sería así:

"Con la quijada de un asno, un montón, dos montones; Con la quijada de un asno, maté a mil hombres".

Este poema expresa también un interesante juego de palabras, evidente en hebreo pero imposible de traducir al castellano. Las palabras que se traducen "asno" y "montón" tienen exactamente el mismo sonido. Se da la transliteración del estribillo para que pueda apreciarse el efecto:

Bilji hajamor jamor jamoratháyim Bilji hajamor hikkethi 'élef 'ish

17. Ramat-lehi.
O sea, "colina de la quijada."

18. Gran sed.
En esa zona el calor es intenso,sobre todo en la época de la cosecha, y el agua es escasa. Sin duda los esfuerzos de Sansón lo habían dejado casi totalmente exhausto. Quizá temió que los filisteos se reagruparan o consiguieran refuerzos y lo atacaran pronto. Si lo encontraban en la condición en que estaba, no podría resistir. Mediante estas circunstancias Dios trataba de enseñar a Sansón que sin la ayuda divina no podría libertar a Israel. Esta gran victoria se debió a la ayuda de Dios. Sansón ni siquiera podía valerse de sus propias fuerzas para alejarse del campo de batalla, y perecería si Dios no lo ayudaba.

Clamó luego a Jehová.
Cuando se vio en grandes apuros, Sansón recurrió a la oración. Sólo en este momento de crisis y en una situación similar cuando estaba por morir (cap. 16: 28) se registra que Sansón oró a Dios. Y en esas ocasiones, el Señor contestó su oración. ¡Qué tragedia que su vida de oración fuera tan deficiente! Podría haber sido un poderoso caudillo espiritual si hubiera tenido más inclinación religiosa. Pero, según se registra, sólo cuando temió que la muerte se avecinaba, clamó a Dios, y como resultado fue siempre un pigmeo espiritual. Es bueno clamar a Dios en el día de la aflicción, pero es una lástima que tantas personas se olvíden de él durante el resto de sus días.

19. Cuenca.
Heb. maktesh , "mortero". Tal vez se refiera a una depresión circular cuya forma recordaba un mortero. Acerca de otros casos en que se proporcionó agua milagrosamente a quienes tenían sed, ver Gén. 21: 18, 19; Exo. 17: 6; Isa. 41: 17, 18.

Salió de allí agua.
Dios realizó un milagro haciendo que se abriera el fondo de ese hueco para que de allí brotara agua. Con esa agua, Sansón se repuso y pudo regresar inmediatamente a su casa.

En-hacore.
"La fuente del que clama". Sansón dio ese nombre a la fuente porque brotó agua cuando en su gran necesidad la pidió al Señor.

20. Juzgó a Israel.
Sansón no gobernó a las 12 tribus, sino, por lo que puede deducirse, sólo a los hebreos de su zona. Es probable que la gente le hubiera concedido las imprecisas prerrogativas que estaba dispuesta a otorgarle a un héroe militar.

En los días.
Esto parece indicar el período de 40 años de opresión filistea (ver pág. 131).

Veinte años.
Es evidente que este período de 20 años durante el cual Sansón rigió a los hebreos del sur correspondió con cerca del fin de los 40 años de opresión de los filisteos, porque Sansón había nacido en los primeros años de dicha opresión (PP 603). El hecho de que los hebreos no se hubiesen unido con Sansón en la revuelta contra los filisteos sino que siguieron sumisos a ellos, sugiere que el gobierno de Sansón pudo haberse limitado a su propia y pequeña vecindad (ver cap. 16: 31).

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