1. No había rey en Israel.
Es probable que el autor hubiera querido explicar que el acto impío de los hijos de Dan se debió a la ausencia de la autoridad de un rey que hiciera respetar la ley y el orden.
Hasta entonces.
El territorio que le había sido asignado a Dan estaba en los llanos entre los montes y el mar, pero los de Dan no habían sido capaces de arrebatárselo a los habitantes del lugar. Los cananeos los habían obligado a retirarse de nuevo al territorio montañoso (cap. 1: 34).
2. De entre ellos.
Literalmente, "de sus fronteras", es decir de todas partes de su territorio o de todas sus aldeas. La delegación parece haber representado a todas las partes de la tribu.
De Zora.
Ver com. cap. 13: 2, 25.
Para que reconociesen.
No veían ninguna perspectiva de poder conquistar el territorio que les había tocado en suerte. Por eso enviaron a algunos de su tribu para que buscaran un lugar donde pudieran establecerse con menos dificultad. Al hacer esto, se estaban oponiendo al plan original de Dios que les había dado su heredad dentro de la heredad de Judá. La confianza en Dios los habría capacitado para expulsar a los habitantes del país. La migración hacia el norte constituyó una clara admisión de que no estaban dispuestos a seguir el plan de Dios.
Posaron.
Pernoctaron.
3. Reconocieron la voz.
Esto podría significar que habían conocido al levita antes de que viniera a casa de Micaía y reconocieron su voz, o que se dieron cuenta de que era levita por la manera como hablaba al realizar el servicio en el santuario de Micaía. Si era nieto de Moisés (ver com. vers. 30), este levita tuvo que ser bien conocido.
5. Pregunta.
Al enterarse de que el levita tenía un efod y terafines para consultar a Dios, los espías de Dan le pidieron que consultara al Señor para saber si su gira de exploración iba a tener éxito.
6. Delante de Jehová.
Es decir, "vuestro viaje está a la vista de Dios, y cuenta con su favor". En este versículo el levita usó la palabra Yahweh (Jehová). Estaba practicando el culto del Dios de los hebreos bajo formas de ritual prohibidas en la ley de Moisés.
7. Lais.
En Jos. 19: 47 se la llama Lesem. Después de que los de Dan la tomaron, le pusieron el nombre de Dan (Juec. 18: 29). Bajo este nombre aparece repetidas veces en el AT en la expresión "desde Dan hasta Beerseba". Era la ciudad más septentrional de Israel (Juec. 20: 1; 1 Sam. 3: 20; 2 Sam. 3: 10; etc.). Estaba cerca del pie del monte Hermón, en las cercanías del nacimiento del río Jordán, a 42,7 km al sureste de Tiro y a 67,2 km al sudoeste de Damasco.
Estaba seguro, ocioso y confiado.
La palabra que se traduce "ocioso" significa más bien "tranquilo". " "Vieron que las gentes que habitaban allí vivían seguras, según las costumbres de los sidonios, tranquilas y confiadas" " (BJ). Los sidonios no eran guerreros; se dedicaban al comercio. Al parecer, los habitantes de Lais estaban tan aislados de gente que los perturbara, que evidentemente no habían construido grandes muros para protegerse ni habían colocado atalayas para salvaguardar su ciudad.
Lejos.
No había muchos kilómetros entre Lais y Sidón, pero las separaba una cadena de montañas.
No tenían negocios.
Se conformaban con una vida de aislamiento e independencia.
9. Es muy buena.
Compárese con Núm. 14: 7; Jos. 2: 23, 24. Los exploradores dieron un informe unánime en cuanto a la conveniencia de trasladarse a Lais, e instaron para que se actuara inmediatamente.
11. Seiscientos hombres.
No se trasladó todo el clan, sino tal vez sólo los más audaces y los que no tenían buenas tierras. Puesto que los 600 hombres llevaron consigo a sus familias (vers. 21), todo el grupo habría sido quizá de 1.500 a 2.000 personas.
12. Quiriat-jearim.
Su nombre significa "ciudad de bosques". Desde los tiempos de Eusebio (siglo V DC) se la ha identificado con Tell el-Azhar , cerca de lo que es hoy Karyat el-'Inab , a 12,8 km de Jerusalén sobre el camino a Jaffa. Al principio, Quiriat-jearim fue una de las ciudades de los gabaonitas Jos. 9: 17). En tiempos de Samuel estaba mayormente habitada por miembros de la tribu de Judá.
Campamento de Dan.
Ver com. cap. 13: 25.
13. Casa de Micaía.
Quizá deba considerarse como nombre propio: "Bet-Micaía". Tal vez se habría levantado una aldea en torno de la casa y el santuario de Micaía, que recibió el nombre de Bet-Micaía . Los de Dan, en su viaje al norte, acamparon cerca de ese lugar.
14. Estas casas.
Equivale a "esta aldea".
Mirad.
Es decir, estudiar la situación para ver cómo conseguir que el efod, los terafines y la imagen de talla pasaran a ser de los de Dan. De lo que sigue se concluye que decidieron que un grupo distraería con su conversación al levita, mientras los otros entraban en el santuario y se apropiaban de sus objetos religiosos.
15. Le preguntaron cómo estaba.
Se usa una construcción similar en 2 Sam. 11: 7, donde David preguntó cómo iba la guerra.
16. A la entrada de la puerta.
Evidentemente había un muro protector en torno de la aldea, o al menos alrededor de la casa y del santuario de Micaía. El grupo principal de los de Dan entretuvo con su conversación al levita en la puerta (ver vers. 17).
17. Los cinco hombres.
Mientras tanto, los cinco exploradores que habían estado antes en las casas y conocían el lugar se escurrieron sin que se los notara, y robaron los objetos de culto del santuario de Micaía.
18. ¿Qué hacéis vosotros?
Cuando los cinco hombres volvieron a la puerta trayendo los objetos de culto, el sacerdote exclamó sorprendido:"¿Qué hacéis vosotros?"
19. Sobre tu boca.
Poner un dedo sobre la boca es uno de los ademanes más universales (ver Job 21: 5; 29: 9; Prov. 30: 32).
20.
Se alegró.
Es notable la perfidia de este levita. En primer lugar, había traicionado el culto puro especificado en la ley de Moisés, para ministrar ante el ídolo de Micaía debido al dinero que se le había ofrecido. En segundo lugar, abandonó a su benefactor que lo había tratado como a hijo (cap. 17: 11), y con alegría acompañó a los que se llevaban lo que no les pertenecía. Debe notarse que ninguno de los personajes de este relato era en lo más mínimo digno de imitarse. Micaía mismo era ladrón; el levita era mercenario; los de Dan eran unos forajidos merodeadores. Las lecciones han de extraerse por contraste.
En medio.
Para ocultarse y protegerse.
21. Los niños.
El hecho de que ésta fuera una migración que incluía a niños y a mujeres aparece aquí sólo en esta mención pasajera.
Bagaje.
Sus pertenencias. La palabra hebrea insinúa "objetos de valor", "riquezas". "Objetos preciosos" (BJ).
Por delante.
Evidentemente las mujeres, así como los niños, fueron delante de los hombres armados, ya que es indudable que los de Dan esperaban que se los persiguiera. No se menciona a las mujeres, pero sin duda estaban presentes (ver Gén. 34: 29; 2 Crón. 20: 13).
22. Las casas.
Se consideró que el robo de las imágenes fue una pérdida para toda la aldea y no sólo para Micaía.
Se juntaron.
Literalmente, "fueron llamados", es decir, a las armas.
23. Volvieron sus rostros.
Con toda probabilidad, sin siquiera detener su marcha.
24. Mis dioses.
Micaía no tiene inconveniente en llamar dioses a las imágenes y los terafines. Aunque profesaba adorar a Jehová (ver com. cap. 17: 2, 3), retenía en buena medida el concepto pagano de las deidades.
Que yo hice.
Esta expresión sorprende por cuanto proviene de labios de un israelita.
Por qué pues me decís...
Micaía estaba airado porque pretendían ser inocentes e intentaban tomar el asunto en forma ligera. Evidentemente la fuerza de los de Dan era mucho mayor que la de Micaía. De otro modo aquéllos no habrían actuado con tanto descaro (ver vers. 26).
25. Los de ánimo colérico.
Literalmente, "hombres amargos de alma", es decir, personas de carácter violento y genio arrebatado. En otras palabras, los de Dan le dijeron: "No nos molestes con tus quejas para que no provoques el ataque de los hombres de genio fuerte que están entre nosotros". Ver en 2 Sam. 17: 8, donde se compara el genio de David y sus compañeros con el de una osa a quien le han robado sus cachorros.
27. Tranquilo y confiado.
El informe que habían dado los espías era preciso. Los crueles hijos de Dan sorprendieron a la gente de Lais, que no estaba preparada para resistir. La ciudad fue tomada y arrasada con fuego.
28. Estaban lejos de Sidón.
La desventurada colonia estaba demasiado lejos para obtener ayuda de Sidón, que quizá era la ciudad principal y puesto que, evidentemente, los habitantes de Lais no habían hecho alianza con ninguna de las ciudades o tribus arameas vecinas, no hubo fuerza amiga que los socorriera.
Valle.
Es probable que se refiera a la depresión por la cual corren las aguas del alto Jordán al pie de la cadena más baja del Líbano, al norte del lago Huleh.
Bet-rehob.
Significa "casa de la calle". Según 2 Sam. 10: 6, 8 era un pequeño Estado cuyos habitantes hablaban arameo.
Reedificaron la ciudad.
Sobre las ennegrecidas ruinas de Lais, los de Dan construyeron una nueva ciudad. Esta era la costumbre en los tiempos antiguos. Las ciudades se construían junto a fuentes de agua y sobre el punto más elevado posible para facilitar su protección. Por eso se elegían los mismos sitios para construir ciudades sucesivas.
29. Dan.
Llamaron a su nueva sede conforme al nombre de su tribu, y en memoria de Dan, hijo de Jacob y de Bilha, sierva de Raquel.
En el canto de Débora se ubica a Dan en el norte (cap. 5: 17). Esto muestra claramente que la migración descrita en los caps. 17 y 18 se realizó en la primera parte del período de los jueces. Es probable que hubiera ocurrido durante los días de los ancianos que siguieron a Josué, antes de que Otoniel fuera juez. El autor de Jueces relata esta migración y la idolatría que se menciona en relación con ella, para ilustrar la apostasía y la anarquía del período que dio por resultado las sucesivas invasiones y opresiones.
30. Jonatán.
Aquí aparece por primera vez el nombre del levita que había servido a Micaía y que pasó a ser el sacerdote de la tribu de Dan.
Moisés.
Así rezan la LXX y la Vulgata, pero el texto masorético dice Manasés. En verdad, Gersón, a menos que fuera otro personaje, fue hijo de Moisés y no de Manasés (Exo. 2: 22; 18: 3). En hebreo, si no se toman en cuenta las vocales (que aparecen sólo en los manuscritos posteriores y como pequeños puntos, por lo general debajo de las consonantes), hay sólo la diferencia de una letra entre Manasés y Moisés. Falta la letra n . Es interesante notar que en los manuscritos hebreos de la Biblia, editados por los masoretas, en este caso la letra n está escrita en una forma rara, "suspendida" sobre la línea. Esto sugiere que con toda probabilidad fue añadida más tarde. Hay otros casos de letras "suspendidas" en la Biblia hebrea (Sal. 80: 14; Job 38: 13, 15). Los antiguos rabinos y eruditos hebreos, así como también los eruditos modernos, tanto judíos como no judíos, afirman que esta letra fue introducida en el nombre de Moisés por los rabinos o escribas, para que se leyera Manasés y así se librara a Moisés de la mala fama de haber tenido un nieto que fue sacerdote renegado del afamado santuario idolátrico de Dan. El Talmud dice que Jonatán fue nieto de Moisés, pero porque hizo las obras de Manasés, posterior rey de Judá, las Escrituras lo designan como miembro de la familia de Manasés.
Y si fuera cierto, cosa que parece bien probable, que Jonatán hubiese sido nieto de Moisés, la gran antigüedad de lo que se relata en el cap. 18 sería atestiguada por el hecho de que sólo una generación separó de Moisés al levita que sirvió a Micaía.
Cautiverio.
Es probable que esto se refiera a un cautiverio no registrado, cuando las tribus del norte fueron llevadas cautivas por algún poder extranjero, como los Estados arameos de la vecina Siria. Difícilmente podría referirse al cautiverio de las tribus del norte en tiempos de Tiglat-pileser, porque en el siguiente versículo se dice que el período del santuario de Dan fue paralelo con el "tiempo que la casa de Dios estuvo en Silo" (ver 1 Sam. 1: 24), lo cual excluye totalmente esa posibilidad.
Es probable que el autor hubiera querido explicar que el acto impío de los hijos de Dan se debió a la ausencia de la autoridad de un rey que hiciera respetar la ley y el orden.
Hasta entonces.
El territorio que le había sido asignado a Dan estaba en los llanos entre los montes y el mar, pero los de Dan no habían sido capaces de arrebatárselo a los habitantes del lugar. Los cananeos los habían obligado a retirarse de nuevo al territorio montañoso (cap. 1: 34).
2. De entre ellos.
Literalmente, "de sus fronteras", es decir de todas partes de su territorio o de todas sus aldeas. La delegación parece haber representado a todas las partes de la tribu.
De Zora.
Ver com. cap. 13: 2, 25.
Para que reconociesen.
No veían ninguna perspectiva de poder conquistar el territorio que les había tocado en suerte. Por eso enviaron a algunos de su tribu para que buscaran un lugar donde pudieran establecerse con menos dificultad. Al hacer esto, se estaban oponiendo al plan original de Dios que les había dado su heredad dentro de la heredad de Judá. La confianza en Dios los habría capacitado para expulsar a los habitantes del país. La migración hacia el norte constituyó una clara admisión de que no estaban dispuestos a seguir el plan de Dios.
Posaron.
Pernoctaron.
3. Reconocieron la voz.
Esto podría significar que habían conocido al levita antes de que viniera a casa de Micaía y reconocieron su voz, o que se dieron cuenta de que era levita por la manera como hablaba al realizar el servicio en el santuario de Micaía. Si era nieto de Moisés (ver com. vers. 30), este levita tuvo que ser bien conocido.
5. Pregunta.
Al enterarse de que el levita tenía un efod y terafines para consultar a Dios, los espías de Dan le pidieron que consultara al Señor para saber si su gira de exploración iba a tener éxito.
6. Delante de Jehová.
Es decir, "vuestro viaje está a la vista de Dios, y cuenta con su favor". En este versículo el levita usó la palabra Yahweh (Jehová). Estaba practicando el culto del Dios de los hebreos bajo formas de ritual prohibidas en la ley de Moisés.
7. Lais.
En Jos. 19: 47 se la llama Lesem. Después de que los de Dan la tomaron, le pusieron el nombre de Dan (Juec. 18: 29). Bajo este nombre aparece repetidas veces en el AT en la expresión "desde Dan hasta Beerseba". Era la ciudad más septentrional de Israel (Juec. 20: 1; 1 Sam. 3: 20; 2 Sam. 3: 10; etc.). Estaba cerca del pie del monte Hermón, en las cercanías del nacimiento del río Jordán, a 42,7 km al sureste de Tiro y a 67,2 km al sudoeste de Damasco.
Estaba seguro, ocioso y confiado.
La palabra que se traduce "ocioso" significa más bien "tranquilo". " "Vieron que las gentes que habitaban allí vivían seguras, según las costumbres de los sidonios, tranquilas y confiadas" " (BJ). Los sidonios no eran guerreros; se dedicaban al comercio. Al parecer, los habitantes de Lais estaban tan aislados de gente que los perturbara, que evidentemente no habían construido grandes muros para protegerse ni habían colocado atalayas para salvaguardar su ciudad.
Lejos.
No había muchos kilómetros entre Lais y Sidón, pero las separaba una cadena de montañas.
No tenían negocios.
Se conformaban con una vida de aislamiento e independencia.
9. Es muy buena.
Compárese con Núm. 14: 7; Jos. 2: 23, 24. Los exploradores dieron un informe unánime en cuanto a la conveniencia de trasladarse a Lais, e instaron para que se actuara inmediatamente.
11. Seiscientos hombres.
No se trasladó todo el clan, sino tal vez sólo los más audaces y los que no tenían buenas tierras. Puesto que los 600 hombres llevaron consigo a sus familias (vers. 21), todo el grupo habría sido quizá de 1.500 a 2.000 personas.
12. Quiriat-jearim.
Su nombre significa "ciudad de bosques". Desde los tiempos de Eusebio (siglo V DC) se la ha identificado con Tell el-Azhar , cerca de lo que es hoy Karyat el-'Inab , a 12,8 km de Jerusalén sobre el camino a Jaffa. Al principio, Quiriat-jearim fue una de las ciudades de los gabaonitas Jos. 9: 17). En tiempos de Samuel estaba mayormente habitada por miembros de la tribu de Judá.
Campamento de Dan.
Ver com. cap. 13: 25.
13. Casa de Micaía.
Quizá deba considerarse como nombre propio: "Bet-Micaía". Tal vez se habría levantado una aldea en torno de la casa y el santuario de Micaía, que recibió el nombre de Bet-Micaía . Los de Dan, en su viaje al norte, acamparon cerca de ese lugar.
14. Estas casas.
Equivale a "esta aldea".
Mirad.
Es decir, estudiar la situación para ver cómo conseguir que el efod, los terafines y la imagen de talla pasaran a ser de los de Dan. De lo que sigue se concluye que decidieron que un grupo distraería con su conversación al levita, mientras los otros entraban en el santuario y se apropiaban de sus objetos religiosos.
15. Le preguntaron cómo estaba.
Se usa una construcción similar en 2 Sam. 11: 7, donde David preguntó cómo iba la guerra.
16. A la entrada de la puerta.
Evidentemente había un muro protector en torno de la aldea, o al menos alrededor de la casa y del santuario de Micaía. El grupo principal de los de Dan entretuvo con su conversación al levita en la puerta (ver vers. 17).
17. Los cinco hombres.
Mientras tanto, los cinco exploradores que habían estado antes en las casas y conocían el lugar se escurrieron sin que se los notara, y robaron los objetos de culto del santuario de Micaía.
18. ¿Qué hacéis vosotros?
Cuando los cinco hombres volvieron a la puerta trayendo los objetos de culto, el sacerdote exclamó sorprendido:"¿Qué hacéis vosotros?"
19. Sobre tu boca.
Poner un dedo sobre la boca es uno de los ademanes más universales (ver Job 21: 5; 29: 9; Prov. 30: 32).
20.
Se alegró.
Es notable la perfidia de este levita. En primer lugar, había traicionado el culto puro especificado en la ley de Moisés, para ministrar ante el ídolo de Micaía debido al dinero que se le había ofrecido. En segundo lugar, abandonó a su benefactor que lo había tratado como a hijo (cap. 17: 11), y con alegría acompañó a los que se llevaban lo que no les pertenecía. Debe notarse que ninguno de los personajes de este relato era en lo más mínimo digno de imitarse. Micaía mismo era ladrón; el levita era mercenario; los de Dan eran unos forajidos merodeadores. Las lecciones han de extraerse por contraste.
En medio.
Para ocultarse y protegerse.
21. Los niños.
El hecho de que ésta fuera una migración que incluía a niños y a mujeres aparece aquí sólo en esta mención pasajera.
Bagaje.
Sus pertenencias. La palabra hebrea insinúa "objetos de valor", "riquezas". "Objetos preciosos" (BJ).
Por delante.
Evidentemente las mujeres, así como los niños, fueron delante de los hombres armados, ya que es indudable que los de Dan esperaban que se los persiguiera. No se menciona a las mujeres, pero sin duda estaban presentes (ver Gén. 34: 29; 2 Crón. 20: 13).
22. Las casas.
Se consideró que el robo de las imágenes fue una pérdida para toda la aldea y no sólo para Micaía.
Se juntaron.
Literalmente, "fueron llamados", es decir, a las armas.
23. Volvieron sus rostros.
Con toda probabilidad, sin siquiera detener su marcha.
24. Mis dioses.
Micaía no tiene inconveniente en llamar dioses a las imágenes y los terafines. Aunque profesaba adorar a Jehová (ver com. cap. 17: 2, 3), retenía en buena medida el concepto pagano de las deidades.
Que yo hice.
Esta expresión sorprende por cuanto proviene de labios de un israelita.
Por qué pues me decís...
Micaía estaba airado porque pretendían ser inocentes e intentaban tomar el asunto en forma ligera. Evidentemente la fuerza de los de Dan era mucho mayor que la de Micaía. De otro modo aquéllos no habrían actuado con tanto descaro (ver vers. 26).
25. Los de ánimo colérico.
Literalmente, "hombres amargos de alma", es decir, personas de carácter violento y genio arrebatado. En otras palabras, los de Dan le dijeron: "No nos molestes con tus quejas para que no provoques el ataque de los hombres de genio fuerte que están entre nosotros". Ver en 2 Sam. 17: 8, donde se compara el genio de David y sus compañeros con el de una osa a quien le han robado sus cachorros.
27. Tranquilo y confiado.
El informe que habían dado los espías era preciso. Los crueles hijos de Dan sorprendieron a la gente de Lais, que no estaba preparada para resistir. La ciudad fue tomada y arrasada con fuego.
28. Estaban lejos de Sidón.
La desventurada colonia estaba demasiado lejos para obtener ayuda de Sidón, que quizá era la ciudad principal y puesto que, evidentemente, los habitantes de Lais no habían hecho alianza con ninguna de las ciudades o tribus arameas vecinas, no hubo fuerza amiga que los socorriera.
Valle.
Es probable que se refiera a la depresión por la cual corren las aguas del alto Jordán al pie de la cadena más baja del Líbano, al norte del lago Huleh.
Bet-rehob.
Significa "casa de la calle". Según 2 Sam. 10: 6, 8 era un pequeño Estado cuyos habitantes hablaban arameo.
Reedificaron la ciudad.
Sobre las ennegrecidas ruinas de Lais, los de Dan construyeron una nueva ciudad. Esta era la costumbre en los tiempos antiguos. Las ciudades se construían junto a fuentes de agua y sobre el punto más elevado posible para facilitar su protección. Por eso se elegían los mismos sitios para construir ciudades sucesivas.
29. Dan.
Llamaron a su nueva sede conforme al nombre de su tribu, y en memoria de Dan, hijo de Jacob y de Bilha, sierva de Raquel.
En el canto de Débora se ubica a Dan en el norte (cap. 5: 17). Esto muestra claramente que la migración descrita en los caps. 17 y 18 se realizó en la primera parte del período de los jueces. Es probable que hubiera ocurrido durante los días de los ancianos que siguieron a Josué, antes de que Otoniel fuera juez. El autor de Jueces relata esta migración y la idolatría que se menciona en relación con ella, para ilustrar la apostasía y la anarquía del período que dio por resultado las sucesivas invasiones y opresiones.
30. Jonatán.
Aquí aparece por primera vez el nombre del levita que había servido a Micaía y que pasó a ser el sacerdote de la tribu de Dan.
Moisés.
Así rezan la LXX y la Vulgata, pero el texto masorético dice Manasés. En verdad, Gersón, a menos que fuera otro personaje, fue hijo de Moisés y no de Manasés (Exo. 2: 22; 18: 3). En hebreo, si no se toman en cuenta las vocales (que aparecen sólo en los manuscritos posteriores y como pequeños puntos, por lo general debajo de las consonantes), hay sólo la diferencia de una letra entre Manasés y Moisés. Falta la letra n . Es interesante notar que en los manuscritos hebreos de la Biblia, editados por los masoretas, en este caso la letra n está escrita en una forma rara, "suspendida" sobre la línea. Esto sugiere que con toda probabilidad fue añadida más tarde. Hay otros casos de letras "suspendidas" en la Biblia hebrea (Sal. 80: 14; Job 38: 13, 15). Los antiguos rabinos y eruditos hebreos, así como también los eruditos modernos, tanto judíos como no judíos, afirman que esta letra fue introducida en el nombre de Moisés por los rabinos o escribas, para que se leyera Manasés y así se librara a Moisés de la mala fama de haber tenido un nieto que fue sacerdote renegado del afamado santuario idolátrico de Dan. El Talmud dice que Jonatán fue nieto de Moisés, pero porque hizo las obras de Manasés, posterior rey de Judá, las Escrituras lo designan como miembro de la familia de Manasés.
Y si fuera cierto, cosa que parece bien probable, que Jonatán hubiese sido nieto de Moisés, la gran antigüedad de lo que se relata en el cap. 18 sería atestiguada por el hecho de que sólo una generación separó de Moisés al levita que sirvió a Micaía.
Cautiverio.
Es probable que esto se refiera a un cautiverio no registrado, cuando las tribus del norte fueron llevadas cautivas por algún poder extranjero, como los Estados arameos de la vecina Siria. Difícilmente podría referirse al cautiverio de las tribus del norte en tiempos de Tiglat-pileser, porque en el siguiente versículo se dice que el período del santuario de Dan fue paralelo con el "tiempo que la casa de Dios estuvo en Silo" (ver 1 Sam. 1: 24), lo cual excluye totalmente esa posibilidad.
CBA T2
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