Ir al contenido principal

CBA - Libro de Jueces Capítulo 3


CBA Jueces Capítulo 3
1. Estas, pues, son las naciones.
Después de haber terminado de dar su interpretación de la historia de todo el período de los jueces, el autor se dedica a enumerar los diferentes pueblos que permanecieron en Canaán y con quienes tuvieron que contender los israelitas. Al hacer esto añade otra razón por la cual fueron dejados esos cananeos, y también muestra cómo se logró rápidamente la fusión social y religiosa con los paganos (vers. 1-6).

2. Para que la enseñasen.
Los que pertenecían a la nueva generación de Israel no sabían de los horrores de la guerra, ni conocían por experiencia propia las maravillosas liberaciones que Dios había realizado en favor de sus antepasados. Habiéndose criado en una situación relativamente cómoda, se apartaron del Dios en quien sus padres habían confiado para que los librase del enemigo, cuyos ejércitos eran más numerosos que los suyos. Por medio de las naciones que quedaban en Canaán y en sus alrededores, Dios se proponía repetir las lecciones de sus anteriores y maravillosas liberaciones y de la impotencia de los dioses paganos. En las guerras que tuvo que reñir, la generación más joven de israelitas aprendió por amarga experiencia que al luchar contra esos numerosos y belicosos pueblos sólo podría vencerlos con la ayuda del Dios de sus padres.

3. Príncipes.
Heb., séren . Salvo una excepción donde se traduce "ejes" (1 Rey. 7: 30), esta palabra sólo se usa para referirse a los gobernantes de las ciudades filisteas. Evidentemente era un vocablo o título filisteo, pues se lo emplea exclusivamente para designar a esos gobernantes y no aparece en otros pasajes. La confederación filistea tenía cinco ciudades principales: Gaza, Asdod, Ecrón, Gat y Ascalón (1 Sam. 6: 16-18). Tres de las ciudades habían sido saquieadas por los guerreros de Judá (Juec. 1: 18), pero habían sido recuperadas por los filisteos.

Todos los cananeos.
Es decir, los grupos de cananeos que habían permanecido en todas las regiones del país. Por supuesto, los hebreos habían hecho incursiones en una buena parte de su territorio.

Heveos.
Ver Jos. 11: 3. En otros pasajes se menciona a los heveos en relación con las ciudades del centro de Palestina: en Siquem (Gén. 34: 2) y Gabaón (Jos. 9: 7). Los arqueólogos no pueden identificar con toda precisión a este pueblo. Se ha pensado que los heveos serían un segmento de los horeos (ver com. Jos. 9: 3).

Monte Líbano.
Aquí se dice que los heveos vivían en la zona del monte Hermón (en el norte de Palestina) hasta llegar a Hamat. Esta expresión se usó frecuentemente en la Biblia para designar la frontera del norte de Canaán. La ciudad de Hamat misma estaba sobre el río Orontes, a unos 220 km al norte del Hermón. Sin embargo, su territorio llegaba hasta muchos kilómetros al sur de la ciudad.

Llegar a Hamat.
Ver com. Núm. 34: 8 y Jos. 13: 5.

4. Para probar con ellos a israel.
Ver com. cap. 2: 22, 23.

5. Amorreos.
Ver com. cap. 1: 35, 36.

Ferezeos.
Ver com. cap. 1: 4.

Jebuseos.
Ver com. cap. 1: 21.

6. Tomaron a sus hijas por mujeres.
El casamiento entre quienes servían a Dios y los que no lo honraban se menciona en el libro de Génesis como uno de los factores de la impiedad que prevaleció antes del diluvio (Gén. 6: 2-4). Jehová había prohibido terminantemente el casamiento de los israelitas con los paganos de Canaán (Deut. 7: 3), pero el pueblo ignoraba a menudo ese precepto. Los resultados de tales matrimonios fueron evidentes en el caso de Salomón (1 Rey. 11: 1-8). El peligro de que se repitan los mismos resultados trágicos existe también hoy. Demasiado a menudo, el matrimonio de un creyente con un cónyuge incrédulo corrompe la fe del creyente. Difícilmente podría ocurrir de otra manera (ver 2 Cor. 6: 14-17).

7.
Las imágenes de Asera.
Heb. 'asheroth , o sea el plural de 'asherah . Parece que estas "imágenes de Asera" eran palos o troncos de árboles que generalmente se levantaban junto a los altares paganos para ser venerados como objetos de culto. Tal vez se consideraba que en ellos vivía la deidad (ver Deut. 16: 21; 2 Rey. 17: 10). Tales imágenes eran comunes en los santuarios cananeos, y gradualmente se usaron en el culto hebreo. Había una junto al altar de Baal en la aldea de Gedeón (Juec. 6: 25), y se habla de que otras estuvieron ubicadas en Samaria, Jerusalén y Bet-el (2 Rey. 13: 6; 23: 6, 15). El nombre de estos símbolos parece haberse derivado del nombre Astarté, famosa diosa cananea que aparece en las tablillas de Ras Shamra como madre de los dioses y se denomina frecuentemente Señora del Mar. No se sabe cómo llegó el tronco o el palo a transformarse en símbolo de la diosa Astarté.

8. Los vendió.
"Los dejó a merced" (BJ). Permitió que fuesen derrotados y puestos en sujeción; sólo pudieron retener sus territorios mediante el pago de un tributo.

A partir de este punto comienza la verdadera narración del libro de Jueces. Hasta aquí, mediante dos prefacios (caps. 1: 1 a 2: 5 y 2: 6 a 3: 7), se ha puesto el fundamento histórico y se ha afirmado el principio de que los pecados del pueblo llevaron a la opresión, pero que Dios proporcionó la liberación mediante "jueces" a fin de dar a Israel otra oportunidad de aceptar su excelso destino. Para ilustrar esto se presenta el relato del juez Otoniel, así como las narraciones referentes a los otros jueces.

Cusan-risataim.
Los registros históricos no mencionan la invasión de Canaán efectuada por un rey mesopotámico de ese nombre. El título significa "Cusan de la doble maldad". La segunda parte del nombre posiblemente fue agregada por los israelitas para demostrar la aversión que sentían hacia él. La invasión se originó en el noreste, en 'Aram Naharáyim , según el hebreo. Eso significa "Aram de los dos ríos". Tal era la designación común que se daba a la región comprendida entre el alto Eufrates y el Jabur (Quebar). Más tarde la palabra Mesopotamia pasó a significar todo el territorio comprendido entre los ríos Tigris y Eufrates. Puesto que 'Aram Naharáyim estaba en esa época bajo el dominio de los reyes de Mitani, es probable que Cusan-risataim fuera rey de Mitani.

9. Clamaron los hijos de Israel a Jehová.
Sin más autoconfianza, y desvanecidos ya los ilusorios sueños de placer, el pueblo al fin se volvió a Dios. Repentinamente se había dado cuenta del engaño de la idolatría y de que los ídolos paganos eran totalmente incapaces de ayudarlo. Cuando comprendió esto, se volvió nuevamente al Dios de sus padres.

Se ha afirmado, con mucha razón, que la aflicción obliga a los que antes rara vez hablaban con Dios, a importunarle desesperadamente con sus clamores. Ese es el propósito divino que tienen las pruebas. Debe decirse en favor de los israelitas que, con todo, se volvieron al Señor. Nunca se deja de oír un sincero pedido de socorro. Aunque no se quite en todos los casos la aflicción, para los que aman a Dios, los que están completamente entregados a él, Dios hará que todas las cosas resulten para su bien (Rom. 8: 28). Sin embargo, vendrá el tiempo cuando los hombres clamarán a Dios, y él no los oirá (Jer. 11: 11). Por lo tanto, debiéramos clamar al Señor mientras esté cercano (Isa. 55: 6). Hoy es el día de salvación.

Levantó un libertador.
En su angustia, cuando los israelitas clamaron a Dios, él oyó y les suscitó un libertador hebreo: Otoniel, yerno de Caleb (cap. 1: 13).

10. Espíritu de Jehová.
Dios no reservó las gracias especiales del Espíritu Santo sólo para los tiempos del NT. También en la antigüedad capacitó a sus siervos para que cumpliesen sus tareas mediante el derramamiento del Espíritu Santo.

Otoniel fue un juez destacado, ya que no se registra que hubiera cometido ningún desatino ni acto impío. Sobre muchos de los otros jueces, a pesar de sus victorias, cayó la sombra del error, del pesar o de un fin trágico.

Juzgó a Israel.
Cuando fue imbuido del Espíritu de Jehová, Otoniel primero juzgó a Israel y después salió a la guerra. Esto indicaría que arregló lo que estaba mal en medio del pueblo antes de intentar luchar contra el enemigo. Así debería hacerse siempre. Es necesario vencer en primer lugar el pecado, el peor de los enemigos. Sólo cuando este enemigo está dominado, podemos esperar vencer a nuestros enemigos externos.

Salió a batalla.
No es posible que venzamos manteniéndonos inactivos aun cuando hayamos recibido el Espíritu de Jehová. Se demanda acción de parte de los que tienen el Espíritu de Dios. El Espíritu de Jehová es el originador de todo lo bueno y de todos los grandes logros, pero trabaja por medio de los instrumentos humanos.

Prevaleció su mano.
No se relatan los detalles de esta guerra, pero por la posición del rey opresor se desprende que no fue una lucha de poca magnitud. Sin embargo, cuando el Señor nuevamente ayudó a los israelitas sus esfuerzos se vieron coronados por el éxito.

12. Volvieron ... a hacer lo malo.
Después de la muerte del fiel juez Otoniel, los israelitas poco a poco sucumbieron ante su tendencia a la idolatría. Así se entiende cuán poderosa puede ser la presencia de un solo hombre bueno en la Iglesia o el Estado. Un dirigente justo y honrado es una de las mayores bendiciones que puede recibir una nación, no sólo por las decisiones que toma sino por la influencia que ejerce, por el ejemplo de su vida sobre otros. El mundo necesita hoy a hombres como Otoniel, hombres llenos del Espíritu para que lo lleven de nuevo a Dios.

Jehová fortaleció.
Aquí comienza el segundo período de opresión. Cuando Otoniel murió y la nación volvió a sus caminos pecaminosos, Dios permitió nuevamente que otros pueblos oprimieran a los hebreos. El propósito de esta opresión era saludable.

Eglón.
Los moabitas eran parientes cercanos de los hebreos (Gén. 19: 36-38). Los dos pueblos nunca antes se habían hecho guerra activa el uno al otro. Eglón se alió con los amonitas, cuyo reino quedaba al norte de Moab, y con los amalecitas, beduinos nómades del sur. El primer ataque de Eglón fue lanzado contra Jericó, la ciudad de las palmeras (ver com. Juec. 1: 16). Como resultado conquistó la ciudad y el territorio de Benjamín que la rodeaba. Probablemente ya habían transcurrido unos 60 años desde que los hebreos destruyeran a Jericó. La ciudad, o había sido reconstruida al menos en parte, o se había levantado otra en sus proximidades.

15. Aod.
Después de haber servido a este rey extranjero durante 18 años, los israelitas se cansaron de su condición lo suficiente como para darse cuenta de que sus dificultades se debían a su apostasía religiosa, y con cierta condición clamaron a Dios por ayuda. Aunque ya habían traicionado la confianza divina una vez, Dios respondió suscitándoles a un libertador de la tribu de Benjamín. El primer juez había sido de Judá, la tribu principal. En esta segunda ocasión Judá parecía no tener ningún paladín para el pueblo oprimido. Por lo menos el Señor usó a un hombre de la tribu más pequeña, tribu que había sufrido más por la opresión moabita.

Zurdo.
Se dice de Aod, a quien el Señor escogió como libertador, que era zurdo (literalmente, "impedido de la mano derecha"). Este hecho está relacionado con lo que sigue, ya que una persona zurda se ceñiría la daga al lado opuesto del que se la llevaba comúnmente, lo que ayudaría mucho a ocultar el arma.

Un presente.
Quizá el pago del tributo anual. Es probable que ese tributo se pagara en especie, y por lo tanto se habrían requerido varios israelitas para llevarlo y para protegerlo de los ladrones por el camino.

16. Codo.
La palabra hebrea aquí traducida "codo" no aparece en ningún otro pasaje del AT. Es, por lo tanto, muy difícil determinar la longitud de esta unidad de medida. Por lo que sigue, podría deducirse que tenía unos 30 cm.

17. Muy grueso.
Dato muy importante al final. Se lo introduce aquí en forma parentética, como anticipación del pináculo de la narración.

18. Despidió a la gente.
Después que Aod y los cargadores israelitas entregaron el tributo, partieron de regreso a su tierra. Cuando ya se encontraron a una distancia prudencial, Aod mandó a los cargadores que siguieran viaje mientras él regresaba para tratar de cumplir su peligrosa misión. El relato no indica la ubicación de la residencia real. Pero la narración muestra que se encontraba en alguna aldea de Moab, no lejos del Jordán y de Gilgal.

19. Idolos.
Literalmente, "imágenes talladas" o "piedras grabadas". Pueden haber sido los hitos grabados que demarcaban la frontera, o tal vez algún santuario pagano levantado cerca de Gilgal por los moabitas. De

cualquier modo, los israelitas lo habrían considerado como un objeto idolátrico. La traducción, "imágenes grabadas", que procede de los targumes judíos, vierte el vocablo de esta manera, quizás para evitar la posibilidad de que se dedujera que Aod se había detenido cerca de los ídolos o que se trataba de las piedras levantadas por Josué (Jos. 4: 20). Este monumento no hubiera sido descrito con el nombre de "piedras grabadas". Quizá se mencionan estos ídolos porque eran hitos o señales topográficas bastante conocidas.

Palabra secreta.
O sea, un mensaje secreto. El pretexto parecía válido, y quizá el rey lo aceptó sin sospechas, pues Aod había entregado el tributo; tal vez el rey suponía que estaba a punto de divulgar algún secreto en cuanto a las condiciones que prevalecían en Israel. Es probable que al rey se le hubiera informado que Aod había ordenado que su gente siguiera viaje, y naturalmente pensaría que Aod había hecho esto para que no lo observaran cuando daba el mensaje secreto. Naturalmente, no se podría haber esperado que Aod diera tal mensaje en la audiencia pública que antes le había concedido el rey.

Calla.
La palabra hebrea es onomatopéyica. Corresponde a chistar para pedir silencio. Ese mandato iba dirigido al séquito de Eglón. Aod no se habría atrevido a pedir que los cortesanos se retirasen. Por eso es probable que se hubiera comportado como si estuviese a punto de relatar su secreto delante de todos. Por supuesto, el rey no querría que se diera así el mensaje secreto de Aod. Por eso despidió a sus siervos con esta expresión.

20. Sala de verano.
Literalmente, "sala alta para refrescar". En árabe moderno se usa el mismo nombre que aparece aquí en hebreo. Se trata de un piso adicional, por lo general un tercero, que se levanta sobre una esquina de la terraza de la casa, o sobre un anexo de la misma en forma de torre. Su elevación y las ventanas con celosías la hacen cómoda hasta en la época de más calor.

Es evidente que se han omitido algunos detalles del relato. Indudablemente, después de mandar alos siervos que se fuesen, el rey se retiro a su cámara privada, donde llamó a Aod, o tal vez las primeras palabras de Aod (vers. 19) fueron llevadas al rey por sus mensajeros.

Palabra de Dios.
Esta declaración fue una artimaña de Aod para que se le permitiera acercarse al rey. Cuando oyó estas palabras, el rey se puso de pie como señal de respeto por el oráculo divino.

21. Su mano izquierda.
El hecho de que fuese zurdo impidió que el rey sospechara de Aod cuando metió su mano debajo de la ropa para sacar la daga. El violento impacto perforó el abdomen del monarca con tal ímpetu que toda la daga desapareció de la vista. La extrema obesidad del rey, debida con toda probabilidad a la lascivia y la complacencia del apetito, lo había vuelto incapaz de defenderse a sí mismo.

23. Corredor.
"Pórtico" (BJ). La palabra hebrea aquí traducida "corredor" aparece sólo en este pasaje en el AT. Viene de una raíz que significa "ordenar", y por lo tanto puede referirse a una hilera de columnas. Todo lo que puede decirse con seguridad es que se trataba de alguna parte del edificio.

Las aseguró con el cerrojo.
Es probable que pudo hacer esto porque los siervos se habían retirado a otro sector de la casa. Sin embargo, se deduce que vieron cuando Aod salía de la casa, pues volvieron a la sala donde estaba el rey. Al encontrar las puertas cerradas, supusieron que el rey no deseaba que se lo molestase por un tiempo.

24. Cubre sus pies.
Eufemismo para decir que el rey estaba evacuando el vientre. La misma expresión se encuentra en 1 Sam. 24: 3. Naturalmente, los siervos vacilaron en llamar a la puerta cerrada de su rey.

26. Escapó.
La indecisión y la espera de los siervos reales dieron a Aod el tiempo necesario para huir. También es probable que la residencia real hubiese estado cerca del Jordán, lo que habría permitido que Aod pronto estuviera a salvo del otro lado del río.
Seirat.
No se conoce su ubicación. Podría haber estado en los cercanos cerros de Efraín.

27. Monte de Efraín.
Teniendo en cuenta que Aod era de la tribu de Benjamín, puede parecer extraño que no se hubiera dirigido a las aldeas más cercanas de su propia tribu. Posiblemente había allí fuertes guarniciones moabitas o Aod pensó que los benjamitas serían demasiado cobardes como para responder a su llamado para ir a la guerra. La tribu de Efraín, la más numerosa y agresiva de las tribus, respondió rápidamente a su llamado a la batalla.

28. Vados del Jordán.
Parecen indicarse los vados que estaban directamente al este de Jericó, cerca de Gilgal. Con este movimiento impedían que Moab enviase refuerzos y que escapasen las tropas moabitas apostadas del lado israelita del río.

29. No escapó ninguno.
Tan general e inmediato fue el levantamiento de los hebreos, que las guarniciones moabitas, compuestas de hombres escogidos, fueron totalmente destruidas.

30. Así fue subyugado Moab.
El poderío moabita del lado israelita del Jordán fue quebrantado hasta tal punto que no hubo más peligro de esa parte.

31. Samgar.
Evidentemente fue el siguiente héroe nacional que subió al escenario de acción. Sus hazañas fueron tan sólo de alcance local, ya que iban dirigidas contra los filisteos del sur de Palestina. Es probable que hubiese vivido por el mismo tiempo cuando Débora y Barac luchaban contra los cananeos en el sector norte del país. En el cap. 4: 1 se afirma que Débora y Barac liberaron a Israel después de la muerte de Aod, pero no se alude a Samgar. El canto de Débora parece sugerir que Samgar era su contemporáneo (cap. 5: 6). La ausencia del nombre de Samgar en el esquema cronológico de la narración, y el hecho de que no se le atribuyen años de ejercicio como juez, parecen indicar lo mismo. Mediante sus valerosas hazañas salvó a los israelitas de su zona de la opresión y esclavitud de los filisteos. Fue un libertador, un héroe nacional; pero no se lo denomina juez de Israel.

El nombre Samgar no parece ser hebreo. Se ha pensado que sería horeo o hitita. El nombre extranjero puede deberse a que su madre israelita se había casado con un horeo o un cananeo. Ya el autor ha señalado que tales matrimonios mixtos eran comunes. Su padre era Anat, nombre de una diosa pagana. Sería poco probable que un hebreo llevara semejante nombre, a menos que sus padres hubieran sido apóstatas.

Aguijada de bueyes.
La picana para hacer andar los bueyes. Estos instrumentos solían tener más de 2 m de largo para el que manejaba el arado pudiera alcanzar los bueyes. En un extremo tenían tina punta de metal, y en el otro una cuchilla en forma de cincel para limpiar la reja del arado. Podían usarse con eficacia en lugar de una lanza. Era un arma humilde, pero la aguijada logra mucho más con la bendición de Dios que sin ella "la espada de Goliat". Algunas veces Dios prefiere instrumentos muy insólitos para que pueda revelarse claramente que su poder es el que ha actuado.

CBA T2

Comentarios

Entradas populares de este blog

Lección 10 | LA IGLESIA COMO ESPOSA DE CRISTO: SEGUNDA PARTE | Martes 29 de agosto

Martes 29 de agosto | Lección 10 LA IGLESIA COMO ESPOSA DE CRISTO: SEGUNDA PARTE ¿Cómo utiliza Pablo los elementos de las bodas antiguas para atraer a los cristianos de Corinto? ¿Cuándo ocurre la presentación? (2 Cor. 11:1–4). Efe 5:25  Maridos, amad a vuestras mujeres,(E) así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, Efe 5:26  para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, Efe 5:27  a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.  2Co 11:1  ¡Ojalá me toleraseis un poco de locura! Sí, toleradme. 2Co 11:2  Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo. 2Co 11:3  Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva,(A) vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo. 2Co 11:4  Porque si viene alguno predicando a otro Jes

Lección 7 | PARA ESTUDIAR Y MEDITAR | Viernes 17 de mayo

Viernes 17 de mayo | Lección 7 PARA ESTUDIAR Y MEDITAR Observa en el siguiente cuadro las profecías de las 70 semanas y los 2.300 días. Las profecías comienzan en 457 a.C. y predicen los acontecimientos que rodean al “Mesías Príncipe”, sobre quien se fundamenta la profecía de las 70 semanas. Con esa base sólida, la profecía de los 2.300 días termina en el año 1844. “Como los primeros discípulos, Guillermo Miller y sus colaboradores no comprendieron ellos mismos enteramente la importancia del mensaje que presentaban. Los errores que desde hacía largo tiempo se habían establecido en la iglesia les impidieron arribar a una correcta interpretación de un punto importante de la profecía. Por tanto, si bien proclamaron el mensaje que Dios les había confiado para que lo diesen al mundo, sufrieron un desengaño debido a una interpretación equivocada de su significado” (Elena de White, El conflicto de los siglos, p. 400). “Sin embargo, Dios cumplió su propósito benéfico al permitir que la adverte

Lección 1 | EL DIOS QUE ANHELA ESTAR CON NOSOTROS | Lunes 2 de octubre

Lunes 2 de octubre | Lección 1 EL DIOS QUE ANHELA ESTAR CON NOSOTROS Lee Génesis 17:7, 26:3 y 28:15. ¿Cuál fue el enfoque principal de la promesa de Dios a Abraham y sus descendientes en estos versículos? Gén 17:7  Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios , y el de tu descendencia después de ti.  Gén 26:3  Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo , y te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a Abraham tu padre.  Gén 28:15  He aquí, yo estoy contigo , y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho.   En la narración del Antiguo Testamento, Dios sigue actuando según su naturaleza misionera para cumplir sus propósitos. Por ejemplo, después del Diluvio, el pueblo de Babel decidió reunirse en un mismo lugar para construir una ciudad y una